Memling, Hans (Seligenstadt (Alemania), hacia 1423/1443 - Brujas, 1494) Pintor flamenco de origen renano. Adquirió su primera formación en Colonia, junto a Stefan Lochner, pero pasó pronto a Bruselas, y hacia 1460 trabajaba en el taller de Rogier van der Weyden. En 1477, cuando se estableció en Brujas, su estilo se había definido ya en términos de gran serenidad y carencia de toda afectación. En el arte de Memling la austeridad de Rogier van der Weyden se une al patetismo de Hugo van der Goes (Lamentación, Hospital de San Juan de Brujas) y a una tierna religiosidad lírica. Si en el Juicio universal (1473; Colonia) están presentes todavía reminiscencias de su etapa de Colonia, en la década 1470-80 Memling desarrolló su sentido de la composición y afirmó su técnica del retrato. De su primer período (hasta 1475} son el Tríptico Downe (1468}, la Historia de la Pasión (h. 1470; Turín), donde se manifiesta la influencia de las representaciones de los Misterios, y la Virgen con el Niño (1472; Liechtenstein). La época de su madurez, período de actividad en Brujas (1475-87), comprende una serie de obras de gran belleza: Díptico de Granada (h. 1475}, Tríptico de San Cristóbal (h. 1485; Brujas). Entre sus últimas obras se incluye el díptico de la Virgen con Martín van Nieuwenhoven (1487). Retratista nato, denota un espíritu agudo y realista que le sitúa entre los grandes maestros del arte flamenco: Tomás Portinari y su mujer (1474; Metropolitan Museum), William Maree y su mujer (1484; Bruselas), Retrato de un desconocido (Uffizi, Florencia).
Escena pintada por Hans Memling en el arca relicario de Santa Úrsula (Hospital de San Juan, Brujas). Este artista, llamado "el gran ecléctico", pintó la escena con la sonrisa de la anécdota. Se diría que este burgués satisfecho se expresó aquí con un sentimentalismo de leyenda que ocultaba alevosamente la brutalidad de su época.
Matta Echaurren, Roberto (Santiago de Chile, 11 de noviembre de 1911 – Civitavecchia, Italia, 23 de noviembre de 2002). Arquitecto, pintor y poeta chileno. Considerado el último representante del surrealismo.
Biografía
Tras estudiar arquitectura en la Universidad Católica de Santiago, se trasladó a París en 1934 para trabajar como aprendiz en el estudio del arquitecto Le Corbusier. Hacia 1935 conoció a García Lorca, Dalí y Breton. En 1937 abandonó el taller de Le Corbusier y se unió al movimiento surrealista. En ese mismo año expuso sus dibujos en la Exposición de los surrealistas en la galería Wildenstein de París. En 1938 comenzó a pintar con óleo y realizó una serie de paisajes fantásticos que él mismo llamó Paisajes Interiores. En 1939 huyó de Europa y se instaló en Nueva York, donde frecuentó a otros surrealistas emigrados (Duchamp, Ernst, Tanguy, Masson y Breton). Hizo su primera exposición individual en la galería Julien Levy de Nueva York en 1940, y en 1942 participó en la exposición Artistas en el exilio en la galería Pierre Matisse de Nueva York.
Viajó a México en 1941 y a partir de 1949 realizó largas visitas a Italia, Inglaterra y Francia. La obra de Matta de los años cuarenta anticipa muchas de las innovaciones del expresionismo abstracto, e influye decisivamente en artistas como Gorky y Motherwell. Hacia el final de la guerra elaboró imágenes cada vez más monstruosas. En Eros precipitate, (1944), aparecen las criaturas humanoides torturadas presentes en su trabajo desde entonces. Con él, la pintura volvió a convertirse en narración, pero ésta nacía de la vitalidad intrínseca de los signos y se desarrollaba en el dinamismo de la acción pictórica. Los signos se convierten en pequeños seres monstruosos, mitad hombre y mitad máquina, que realizan sobre el lienzo su pantomima grotesca y de ciencia ficción. Su sentido profundo es la crítica, llevada hasta la parodia, de la irracionalidad sustancial de la tecnología moderna con la que la sociedad expresa, sobre la máscara de la racionalidad científica, las confusas y negativas pulsaciones de su propio inconsciente... (Argan). La presencia de formas mecánicas y de efectos cinematográficos revela la influencia de Duchamp.
En 1948 rompió con los surrealistas y volvió a Europa para establecerse en Roma en 1953. En 1957 el Museo de Arte Moderno de Nueva York organizó una importante retrospectiva, que después se presentó en el Instituto de Arte Contemporáneo de Boston y en el Walker Art Center de Minneapolis. En 1970 realizó pinturas cósmicas y apocalípticas para denunciar la situación de Chile tras el golpe de Pinochet. Su país le concedió en 1990 el Premio Nacional de Arte y en 1992 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Ese mismo año fue galardonado con el Premio Herbert Boeckle y en 2000 recibió en España el XI Premio Tomás Francisco Nieto, que anualmente concede la Casa de la Moneda.
Roberto Matta ha expuesto en las galerías más importantes del mundo: Julien Levy, Pierre Matisse, Sidney Janis, y ha mostrado sus obras en grandes exposiciones celebradas en Nueva York, Ginebra, Estocolmo, Amsterdam y La Habana. Sus obras se exhíben en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en el Ateneo de Harvard y en el Museo de San Luis.
Pintada en 1939, es una de las telas más famosas de este
artista. Este pintor, que quiso ser arquitecto, construye espacios y vacíos en los que aparecen imaginarios edificios, laberintos,
extrañas estancias, poblados de personajes informes, a modo de máquinas
orgánicas emparentadas con la mariée de Duchamp.
Mathieu, Georges (Bologne-sur-Mer, 27 de septiembre de 1921 - 10 de junio de 2012). Pintor y publicista francés.
Biografía
Tras estudiar Filosofía y Derecho, comenzó a pintar en 1942. En 1947 se estableció en París, y en la década de 1950 adquirió fama internacional como uno de los máximos representantes del Expresionismo abstracto.
Es en París donde comenzó a exponer sus obras, realizadas a base de manchas espontáneas de color, pero su gran innovación fue la introducción de fulgurantes improvisaciones de trazos caligráficos, que aparecen en su pintura ya a finales de la década de 1930. Considerando la pintura como una «pura manifestación del ser», y más pura cuanto mayor era la velocidad con la que el artista creaba su obra, convierte su pintura en espectáculo al elaborar sus creaciones a gran escala, en público y en muy breve tiempo, anticipando de este modo los fenómenos artísticos conocidos bajo las denominaciones «happening» y «action painting». Así, en el teatro Sarah Bernardt de París realizó un cuadro de tres metros en menos de una hora, y en Tokio otro de doce metros en veinte minutos.
Resulta característica de este autor la elección de los títulos de sus cuadros tomando como base batallas y hechos históricos de la historia de Francia, de ahí denominaciones tales como La muerte de Felipe el Atrevido (1952), La batalla de Bouvines (1954) y Los Capetos doquiera que sea (1954).
El autor se inició empleando la pasta
cromática desde el propio tubo. En sus obras, el motivo se observa zigzagueante
con un trasfondo caligráfico; la rapidez en la realización (llegaría a una perfección
ejecutiva) y el rechazo de la reflexión en la composición, adoptando un estado
extático, son los criterios que utilizaba en la pintura.
Waldmüller, Ferdinand Georg
(Viena, 15 de enero de 1793 - Hinterbrühl, 23 de agosto de 1865) fue un pintor y escritor austríaco.
Biografía
Estudió durante poco tiempo en la
Academia de Bellas Artes de Viena y se conseguía su sustento pintando retratos.
En 1811, obtuvo un puesto como maestro de arte para los hijos del conde Gyulay,
en Croacia. Tres años más tarde, regresó a Viena y trabajó su estilo copiando
las obras de grandes maestros.
Pronto se interesó por la
naturaleza y empezó a pintar paisajes. Es en esta temática donde alcanza su
mayor originalidad: su sentido del color y buen conocimiento de la naturaleza,
le ayudaron a conseguir algunas pinturas muy notables.
En 1823 hizo un retrato de Ludwig
van Beethoven que sirvió de base a Lazarus Sichling para realizar el grabado
más conocido del músico.
Estuvo trabajando durante un
tiempo como profesor de la Academia de Bellas Artes de Viena, pero mantuvo
regularmente conflictos con la élite de Viena a causa de sus críticas sobre el
sistema académico de la Academia, ya que quería que se enfocase más en el
estudio de la naturaleza.
Masson, André (Balagny, 4 de Enero de 1896 – París, 28 de octubre de 1987). Pintor e ilustrador francés. Vinculado al surrealismo, destaca por sus metamorfosis, su tratamiento poético del mundo de los sueños y su fino erotismo. Terminados sus estudios en Bruselas, pasó a París, donde conoció a Juan Gris y a Joan Miró. En 1924 firmó el Manifeste du surréalisme. Sus obras de esta primera época se caracterizan por la opacidad del fondo y el simbolismo erótico. Pasó a Cataluña (pintura de insectos y escenas taurinas muy estilizadas) y al iniciarse la guerra civil española su obra reflejó una viva preocupación por la realidad, actitud que se repitió posteriormente con motivo de la guerra de Argelia. En la década de 1940 se trasladó a EE.UU., se interesó por los problemas raciales negros y tuvo amplia resonancia en los medios artísticos estadounidenses. Terminada la 11 Guerra Mundial, se instaló en Aix-en-Provence.
André Masson, con sus amigos Antonin Artaud, Michel Leiris, Georges Limbour y Roland Tual, entró en el surrealismo aproximadamente al mismo tiempo que aparecía el Manifiesto de André Bretón. A decir verdad, Limbour había ya participado en las reuniones del grupo en la época de los "sueños" y mantenía informados a sus amigos de las sesiones reveladoras a las que había asistido. Masson tenía por vecino, en su estudio de la calle Blomet, al catalán Joan Miró, y más allá, en la misma calle, vivían juntos, en una especie de cochera situada en el fondo de un patio, Robert Desnos y Georges Malkine. Masson, a quien un obús había desgarrado el pecho en el Chemin des Dames, arrastraba con él una insaciable virulencia contra la condición humana, a la que se oponía una visión casi extática de una posible reconciliación entre el hombre y el universo. Las primeras pinturas de Masson que vio Bretón, los Cuatro elementos, y las Constelaciones, eran herméticas y densas como cartas de tarot y, al mismo tiempo, denotaban el estremecimiento de toda la sensibilidad angustiada de un hombre vulnerable a los raptos de misticismo. Del mismo modo que con los Champs magnétiques Bretón y Soupault habían alcanzado una aceleración de la velocidad de escritura que les permitía abolir los controles, también Masson, con los “dibujos automáticos" que están reproducidos en la Révolution Surréaliste, se había impuesto una tal rapidez de dibujo que se podía decir que la imagen nacía de su lápiz o de su pluma sin que ni siquiera fuera consciente de ello. Esta capacidad de distensión y de disparo de la grafía, semejante a una flecha o a un cohete, se da en todas las fases de su obra y constituye, si así puede decirse, la estampilla por la que puede ser inmediatamente identificada. Las Matanzas, los Sacrificios, las Metamorfosis y los Laberintos se presentan como otras tantas constantes que revelan las preocupaciones metafísicas del artista. La esencia de los grandes mitos griegos, Eros, Tánatos y Dionisos, recobra en su obra una nueva vida, y pocos artistas habrán llevado tan lejos como él, y con tanta pasión, la búsqueda enfebrecida de las "correspondencias". A este respecto, hay una correlación entre la obra de André Masson y la de Max Ernst. Este ha cantado igualmente las Bodas químicas y los Dioses oscuros, así como las Selvas y soles, repletas de gran melancolía y grandes esperanzas románticas.
Los caballos de Diomedes de André Masson (Espacio Carole Brimaud, París). Pintor de lo trágico, en 1933 realiza esta obra que representa el mito de las yeguas de Diomedes que devoraban hombres.
Martini, Simone (Siena, 1284-Aviñon, 1344) Pintor italiano. Fue uno de los artistas más destacados de la escuela sienesa del s. XIV. Su primera obra conocida es la Virgen entronizada (1315), gran fresco del Palacio Público de Siena, que el mismo restauró en 1322. Fue llamado a la corte de Nápoles, donde realizó el frontal de la imagen de San Luis de Tolosa coronando a Roberto de Anjou (1317). En 1319 pasó a Pisa, donde pintó, entre otras obras hoy perdidas, un políptico para la iglesia de Santa Catalina y otro para la catedral de Orvieto. Sobre 1324 pinto en Asís el ciclo de frescos de San Francisco, en los que se hallan concomitancias con la pintura gótica francesa, y en 1328 otro fresco, el de Guidoriccio dei Fogliani, héroe de Siena, en el Palacio Publico, una de sus obras más importantes. En 1333 firmo, juntamente con Lippo Memmi, la famosa Anunciación para la catedral de Siena (hoy en los Uffizi), y en 1339 partió para Aviñón para ya no regresar a Italia; allí se hizo amigo de Petrarca y estableció con un grupo de pintores una floreciente escuela. Sin embargo, de esta época solo se han conservado la tabla, de 1342, Cristo saliendo del templo (Galería Walker de Liverpool) y un políptico desmembrado (Berlín y Louvre), que contrastan, por su carga emocional, con el delicado lirismo de sus primeras obras. Maestro de la técnica, destaca su preocupación por el arabesco, su gusto por los rasgos orientales (ojos y manos) y por un sabio reparto de las masas sobre el fondo dorado.
Poco se conoce de la personalidad de Simone Martini. Vasari, que brevemente escribió su vida con la de otros pintores toscanos, no muestra mucho entusiasmo por el pintor de Siena; las pocas noticias que da son en su mayor parte inexactas.
La primera obra que se reconoce de él está en su propia patria, Siena. Acababa de terminarse el Palacio comunal, testimonio de la grandeza de la ciudad, en los primeros años del siglo XIV. Su magnífica fachada ocupa todavía uno de los lados de la gran plaza; su torre prismática, esbelta, de más de 100 metros, se eleva dominando todo el valle, más alta aún que la torre de la ciudad rival, Florencia, pero muy parecida a ella, sin embargo, en sus líneas generales.
Dentro del edificio, en la sala del Consejo de los Ancianos, Simone Martini realizó el encargo de pintar la imagen de la Virgen, reina de la ciudad, para que presidiera las deliberaciones, ella, que era la salvación de Siena. Está rodeada de los santos patronos, los mismos que acompañan a la Madona en el altar de Duccio, en la catedral, y tiene a sus pies varios ángeles arrodillados que le ofrecen vasos de cristal llenos de rosas.
Virgen y el Niño rodeados de santos de Simone Martini. Detalle del mural de la Sala del Consejo del Palacio Comunal de Siena. Se trata en realidad de los mismos santos patronos que acompañan a la Madona de La Maestà de la catedral, concluida cuatro años antes por Duccio; sin embargo, resulta difícil descubrir en ello huellas de Bizancio. Igual podría decirse de la Virgen, delicada dama sienesa con corona real y trono gótico, detalles que revelan la conocida preferencia de Simone Martini por el arte francés.
Marquet, Albert (Burdeos, 27 de marzo de 1875-París, 14 de junio de 1947) Pintor francés. Figuró junto a Matisse en el movimiento fauve, sin que su obra perteneciera a éste. Su admiración por Poussin, Corot y Courbet influyó definitivamente en él, así como la pintura de los maestros japoneses. Le fascinaban los puertos y pintó repetidas veces El Havre, Nápoles, Hamburgo y Rotterdam con armonías suaves, deleitándose en la transparencia de las aguas, las brumas, la luminosidad del cielo.
Realizado en 1911, este cuadro también representa una
parte de la ciudad, tema que le gustaba mucho a este artista. Desde una altura
considerable el pintor da una visión de la plaza y de la iglesia que le da
nombre.
(Museo del Ermitage, San Petersburgo) Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
Este artista, de exquisitas tonalidades, pintó sus paisajes
fauves con los ojos vueltos en
definitiva hacia el impresionismo. La estructura lineal de esta composición
equilibrada, que data de 1908, es un soporte para unas tonalidades que
armonizan sin llegar a la virulencia fauve
ni a sus revolucionarios postulados.