Pintura flamenca y holandesa del siglo XVI

Las intensas relaciones mercantiles que en el siglo XV enlazaron a Brujas con los más activos centros comerciales y culturales italianos habían contribuido a dar a conocer en Italia la pintura cuatrocentista flamenca. Esto se puso de manifiesto de modo muy patente cuando recién llegado de Flandes, en 1478, se instaló en la iglesia de San Egidio de Florencia el Tríptico Portinari de Hugo van der Goes (hoy en los Uffizi), cuyo realismo y emotiva expresividad influyeron en varios maestros florentinos, tales como Botticelli y Filippino Lippi. Un influjo ejercido a la inversa determinaría, treinta años después, una cabal apreciación por parte de los pintores flamencos de entonces de las novedades de la pintura contemporánea italiana. Este fenómeno se produjo cuando la primacía del comercio de Flandes había pasado de Brujas a Amberes a consecuencia del cegamiento, por la arena del mar, en el estuario del Escalda, del Sluys, el puerto que hasta entonces había sido la meta del t...