Punto al Arte: Picabia Francis
Mostrando entradas con la etiqueta Picabia Francis. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Picabia Francis. Mostrar todas las entradas

Francis Picabia (1879-1953)



Picabia, Francis 
(París, 22 de enero, 1879 - 30 de noviembre, 1953) Pintor y poeta francés, de verdadero nombre François-Marie Martínez-Picabia.

Biografía

Picabia descendía por vía paterna de una familia arrivada a Cuba procedente de Galicia; su madre era vascofrancesa. Los padres de Picabia se conocieron en París cuando su padre trabajaba como diplomático en Francia.

Trabajó en casi todos los estilos contemporáneos más destacados, como el postimpresionismo, el cubismo, el fovismo, el dadaísmo, el surrealismo y el arte abstracto. Hizo también pintura figurativa, dibujo y collage. Estudió en École des Beaux-Arts y en la Escuela de Artes Decorativas de París. Recibió una fuerte influencia impresionista y fovista, en especial de la obra de Pissarro y Sisley.

De 1909 a 1911 estuvo vinculado al cubismo y fue miembro del grupo de Puteaux, donde conoció a los hermanos Duchamp (Marcel, Jacques y Raymond) en el suburbio parisino de Puteaux, donde se reunían los domingos para discutir sobre arte, matemáticas y otros temas. En 1913 viajó a Nueva York, con motivo de la exposición “The Internacional Exhibition of Modern Art”, celebrada en un cuartel militar, y desde donde se pretendía dar a conocer al público norteamericano la obra de la vanguardia europea, ya mínimamente introducida por el fotógrafo y galerista Alfred Stieglitz y el grupo dadá americano. Picabia vivió en Nueva York hasta 1916, fecha en que viajó a Barcelona, donde estuvo dos años.

En Barcelona apenas mantuvo contacto con la vanguardia catalana, salvo con Josep Maria Tamburini, quien en 1916 editó el primer número de su revista dadaísta "391".

El formato, la concepción y la tipografía deben mucho a la revista 291, editada por Alfred Stieglitz y en la que colaboró Picabia, pero los presupuestos son otros: el tono nihilista, frío, irónico y destructor son propiamente dadaístas. La revista se publicó entre 1917 y 1924, en Barcelona, Nueva York, Zurich y París, y en ella colaboraron, entre otros, Marcel Duchamp, André Breton, Tristan Tzara, Man Ray y Jean Cocteau. Junto a la revista Dada, fue la más importante de este movimiento.

Poco después de 1917, Picabia viajó a París, donde entró de lleno en el círculo dadaísta conducido por Tristan Tzara, participando en manifestaciones y otros escándalos.

En 1922 Dalmau organizó una exposición que reunió 46 obras de Picabia, con un catálogo editado por André Breton. Las obras anteriores a 1922 podrían calificarse como mecanomorfas, que mucho deben al dinamismo futurista. "El apuro" (1914, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid) pertenece a un conjunto de obras realizadas por el artista en 1914, que podrían definirse como transposiciones abstractas de experiencias íntimas.

En torno a 1924 parece regresar a la figuración, sobre todo a partir de la fundación del grupo surrealista: en estas obras parece burlarse de ese onirismo surreal, pintando figuras desmaterializadas, y más adelante iniciará un diálogo con la tradición artística. Su interés por la literatura y el lenguaje fue particularmente evidente en sus últimos trabajos.

En 1930 se celebró la primera de las grandes retrospectivas sobre Picabia en la galería francesa Rosenberg, donde se mostró la obra comprendida entre 1900 y 1930.


Obras comentadas


Galería
Paisaje, 1898. Impresionismo

Techos de París, 1900.  Impresionismo

Parade Amoureuse de Francis Picabia.


En este óleo de 1917 se muestra la obsesiva insistencia de Picabia por las estructuras mecanicistas en perpetuo movimiento que caracterizarían su obra posterior. Aunque cultivó todo tipo de manifestaciones pictóricas de la vanguardia, obras como Voila la femme y la Novia, de 1915 y 1917 respectivamente, le acercarían progresivamente hacia un cubismo de brillante colorido, más cercano al pictoricismo de Miró que al estilo monocromo de Picasso o Braque. Heredero directo en esta época del maquinismo reivindicado por los futuristas italianos, Picabia daba a conocer a través de estas obras su imperiosa necesidad del movimiento y el cambio constantes.

(Colección privada)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Único eunuco o La yedra de Francis Picabia


Realizada en 1920 durante su período maquinista, esta obra sirvió de base para algunos de los mecanismos desvencijados y apenas funcionales de Jean Tinguely. En plena cumbre del movimiento dadaísta a finales de la década de 1920, las composiciones mecánicas se reprodujeron tan rápidamente como pasaron de moda, pero serían una fuente inagotable de inspiración para posteriores artistas de finales del siglo XX que combinaban formas de aparente organicidad con mecanismos industriales y tecnológicos, criticando el imparable dominio de las máquinas sobre el ser humano como cenit del progreso racionalista. 

(Kunsthaus, Zurich)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

El machacador de Francis Picabia


Esta acuarela de 1920 pertenece a una larga serie de obras inspiradas en la estructura de las máquinas que Picabia desarrolló basándose en los futuristas italianos. Otras manifestaciones que imitaban el arte cinético de entreguerras, como los móviles de Calder o las creaciones absurdas de Tinguely, parodiaban sardónicamente los planos convencionales de la ingeniería y los diseños de máquinas tan inútiles como disfuncionales.

(Colección Marcel Duhamel, París)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Mujer con monóculo de Francis Picabia


Datada de 1925, esta pintura pertenece a la denominada época de los monstruos de Picabia, durante la cual abandonó su combativa expresividad plástica parisiense por una vida más placentera y relajada en Cannes, que se reflejaría en su obra por un retorno a un arte figurativo muy colorista y chillón, como en los casos de la Bañista y la Mujer con perro, y que seguiría desarrollando en la década de 1940 hasta adoptar un ligero realismo formal en títulos como Mujer y serpiente, Mujer con crisantemo o Mujer en la ventana, con el que rompería de nuevo más tarde para regresar a un arte más simbólico y abstracto al final de su vida.

(Colección Simone Collinet, París)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Centímetros de Francis Picabia


Este collage compuesto por materiales tan diversos como cajas de cerillas, cinta métrica y sellos de etiquetaje fue creado entre 1924 y el año siguiente. Convertido en género propio de las nuevas vanguardias de principios del siglo XX. el collage permitía unir y relacionar elementos materiales dispares que, tras descontextualizarlos, sugerían nuevas lecturas en posteriores reordenamientos formales. En esta obra Picabia consigue provocar un efecto de explosión de las cerillas siguiendo el vuelo de un abejorro, escapándose del propio espacio configurativo que la enmarca.

(Colección privada)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Udnie de Francis Picabia


Presentada en Nueva York junto a la también famosa tela titulada EdtaonislPicabia cosechó un enorme éxito plasmando formas absolutamente inventadas de su imaginación. Con estas obras Picabia rompía definitivamente con el posimpresionismo de sus inicios que le llevaría a un paulatino escepticismo por el arte en general, hasta recalar en el dadaísmo más radicalizado. La influencia de la música en el proceso de creación pictórica es muy evidente en este cuadro, marcado por la abstracción de un lenguaje informal y apoyado fundamentalmente en la sinuosidad de las curvas y el contraste de los colores.

(Museo Nacional de Arte Moderno, París). 


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Punto al Arte