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Mostrando las entradas etiquetadas como 03 La pintura italiana en el siglo XVIII

La pintura italiana en el siglo XVIII

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A lo largo de la historia, es cierto que Italia ha sido, durante mucho tiempo, el epicentro no sólo político sino artístico de Europa. Es más, podríamos afirmar que sobre todo había sido la encargada de marcar las pautas artísticas, aun cuando su poder político fuera reducido, que se seguían en el Viejo Continente desde que en los gloriosos tiempos del Imperio romano expandió su modo de entender el arte y la vida.   Retrato de Manuel de Roda, de Pom- peo Girolamo Batoni (Academia de  San Fernando, Madrid). Pertenecien- te a la colección privada que conser- vaba Godoy en el Palacio de Buena- vista en 1816, este retrato de medio cuerpo es una muestra del giro neo- clásico que adoptó su autor, inicial- mente formado entre rafaelistas. Por todo lo dicho, este siglo XVIII es especialmente doloroso para el arte italiano, y especialmente para la pintura, porque ve cómo otros países toman el relevo en el liderazgo que había mostrado en los siglos precedente...

La plaza de San Marcos

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Canaletto realizó varias pinturas con la imagen de La plaza de San Marcos ( Piazza San Marco ), de Venecia, hoy una de ellas se conserva en la National Gallery de Londres. Giovanni Antonio Canal, más conocido como Canaletto, se convirtió en el mayor especialista de las vedute , vistas de la ciudad, una forma de pintar relativamente nueva y rara para la época. Será quien mejor plasme la Venecia grandiosa y monumental del siglo XVIII. Sus vistas se convertirán en imágenes para el recuerdo de espectadores que visitaban una ciudad de ensueño. Con sus innumerables vistas urbanas satisfacía el mercado turístico, aunque su mirada no sólo se dirigió a la Venecia más turística, sino a otros lugares, zonas donde difícilmente podían adentrarse los viajeros que acudían a la ciudad. Sus principales clientes eran básicamente los aristócratas ingleses, para quienes sus cuadros eran magníficos souvenirs de la ciudad de los canales. Para la realización de sus pinturas, se valió d...

Entre el estancamiento y la renovación

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Excepto por lo que respecta a la escuela veneciana, el siglo XVIII es una época de estancamiento en la pintura de Italia, nación que -salvo en algunos brillantes aspectos de aquella escuela-, pierde entonces la categoría que desde el siglo XV había detentado de guía del arte pictórico de toda Europa. El triunfo de Judit , de Luca Giordano (Museo Bowes, Durham). En esta obra de 1703, Giordano muestra una Judit victoriosa que conduce heroicamente a su pueblo liberado portando la cabeza de Holofernes, lejos del dramatismo morboso de otras visiones más tenebristas del último barroco, como la sangrienta versión de  Artemisa Gentileschi , Caravaggio o su contemporáneo Francesco Solimena.  Bóreas raptando a Oritía , de Francesco Solimena (Kunsthistorisches Museum, Viena). Venido de los cielos, el titánico dios del viento norte abduce a la hija de Erecteo, rey de Atenas, en esta pintura de Solimena, también llamado l'Abate Ciccio, uno de los autores posgiordanescos napol...

La escuela veneciana

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La principal gloria de la pintura dieciochesca italiana reside sin lugar a dudas en Venecia, ciudad que, a pesar de su decadencia política y económica, conocía todavía en el siglo XVIII el esplendor, gracias a ser un centro de vida galante, donde se daban cita, no sólo aventureros, pues era un enclave de gran importancia en el Mediterráneo y se vivía en ella una vida intensamente portuaria, sino amantes del arte que allí acudían llegados de todos los rincones de Europa. ⇦  Virgen con santos , de Sebastiano Ricci (San Giorgio Maggiore, Venecia). Tras su formación en Bolonia y Parma bajo la influencia de los Carracci y Correggio y después de pasar una breve temporada en Roma, Ricci adoptaría a su vuelta al Véneto el cromatismo luminoso del Veronés y los esquemas compositivos de los pintores clásicos. Su consagración la obtendría en Inglaterra y por su participación en la decoración del Palacio Marucelli, pero sería por sus importantes retablos de la iglesia veneciana de San ...

Venecia en el siglo XVIII

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El Bucentauro parte del Lido el día de la Ascensión , de Francesco Guardi (Musée du Louvre, París). La República Serenísima de Venecia había abandonado sus deseos expansionistas a principios del siglo XVIII pero seguía siendo, gracias sobre todo a su influyente red comercial, un estado clave en el Mediterráneo. Era una ciudadestado gobernada por una oligarquía que veía peligrar su autonomía por la rivalidad con otros estados de la península Itálica y por el antivenecianismo que se gestaba en las pocas colonias que poseían. Por otro lado, algo de espejismo tenía la estabilidad y el esplendor de la República en este siglo XVIII, pues dependía en exceso de un comercio que tampoco era tan floreciente como antaño. De este modo, con una agricultura concentrada en muy pocas manos y, por tanto, poco eficiente, buena parte de los ingresos venían, precisamente, de las exportaciones de obras de arte y de objetos de cerámica. Asimismo, la clase dirigente era demasiado conservadora e i...