Punto al Arte: 06 La arquitectura postmoderna
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El retorno al clasicismo

A partir de 1960, la revisión formal iniciada por los arquitectos que desarrollaron su trabajo en la década de 1950, y que de alguna manera habían caído en un cierto manierismo respecto de los maestros modernos, desembocaría en una definición de posturas teóricas y formales mucho más claras y que se extenderían a partir de diversos grupos o tendencias arquitectónicas. Una de estas líneas de trabajo fue la que se centró en la "hipertecnología", como postulado básico de trabajo para superar y modificar la idea convencional de ciudad y crear nuevos valores, utópicos sin duda alguna, para una futura urbe. Entre los exponentes de esta tendencia figura el grupo británico Archigram, así como otro grupo de arquitectos italianos -Aldo Rossi, Giorgio Grassi, Manfredo Tafecci, Carla Aymonino, Vittorio Gregottique formulaba sus intenciones ideológicas de manera muy explícita. Para ellos, lo fundamental en sus proyectos y realizaciones era la concepción de la tradición histórica como fuerza desbordante que reconstruía el tejido cultural. La realidad de la ciudad tradicional y las enseñanzas de la historia eran valores que debían ser recuperados, y por tanto, en todas sus propuestas se tenían en cuenta no sólo los conocimientos de la tradición arquitectónica, sino también los monumentos urbanos y las preexistencias urbanas. En este grupo italiano se puede ya observar una de las características que serán fundamentales a partir de 1970, la recuperación de elementos arquitectónicos propios de otros momentos históricos, especialmente el clasicismo, aunque el artista de la nueva década recupere estos valores a partir de otra sensibilidad mucho más ecléctica. El ejemplo más claro de este nuevo espíritu arquitectónico postmodemo es Aldo Rossi.

Cementerio de San Cataldo de Aldo Rossi (Módena). Proyecto terminado en 1984 que recrea una "ciudad" para los muertos. La figura de este arquitecto es decisiva en la arquitectura de las últimas décadas. Su confianza en el repertorio de la historia, su manierismo e incansable voluntad de seguir inventando a través de la poética personal, proveen a sus proyectos de un rigor y creatividad modélicos. 

Las propuestas de la arquitectura estadounidense, influidas por el peso de una sólida tradición representada por Sullivan o Wright, definían un carácter muy sintético, que enlazaba la calidad e innovaciones formales con un gran pragmatismo y conciencia comercial. Así pues, desde finales de 1960, arquitectos neoyorquinos como Michael Graves, Richard Meier, Peter Eisenman, Charles Gwathmey, John Hejduk, & Robert Siegel, agrupados bajo el nombre de"NewYork Five", establecerían el punto de partida para las posteriores ideologías postmodernas a partir del lenguaje de las vanguardias, en especial de Le Corbusier, Terragni y De Stijl.

A finales de 1970, tanto arquitectos como teóricos observaron que no sólo se estaba produciendo un cambio en las ideas arquitectónicas, sino que se estaba entrando también en una nueva etapa, con un espíritu y unos valores claramente diferentes de todos los movimientos anteriores. A la nueva postura del arquitecto frente a la tradición, frente a los elementos estructurales y plásticos, se le llamó "postmoderna". Así lo constataban escritos como los de Charles Jencks o Paolo Portoghesi. Jencks, en su libro El lenguaje de la arquitectura postmoderna, publicado en 1977, define la nueva arquitectura como un lenguaje que ofrece al público muy diferentes niveles de lectura, y donde todos los postulados quedan reducidos a una cuestión de "fachada", interpretación, sin duda alguna, en extremo formalista.


Edificio Portland de Michael Graves (Portland, Oregón). La obra de este arquitecto mantiene el carácter más sugerente del eclecticismo radical de la nueva arquitectura. El edificio se estructura a partir de una continua composición de referencias a la clave clásica, desafiando el peligro de caer en el juego fácil de citas personales. Su lirismo parece burlarse de la adecuación funcional de la arquitectura. 


Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA) de Richard Meier (Barcelona). El arquitecto comparte, junto a otros proyectistas de su generación, la obsesión por los temas formales a expensas del contenido y la función, como una reacción en contra de la escuela tecnológica, poniendo énfasis en la delgadez de las estructuras, el carácter plano y la transparencia. 

Se extendió una conciencia de crisis del desarrollo capitalista y del agotamiento de las fuentes de energía que generaría la aparición de una arquitectura alternativa, muy cercana a la ecología, que evitaba todo contacto con el marketing y el desenfreno consumista, para primar valores como la intervención del usuario en el diseño de los espacios, la creación de espacios más humanos, la utilización de materiales fáciles de manipular y el uso ahorrativo de la energía. La vuelta a retomar elementos del clasicismo se inscribía dentro de una nueva manera de entender la arquitectura que se alejaba de la lógica y la racionalidad de movimientos anteriores. Los arquitectos no pretendían configurar un nuevo clasicismo en el sentido estricto del término, sino que escogían aquellos elementos que les eran útiles para definir un espacio determinado, sin pretender que la totalidad del proyecto fuera coherente bajo el punto de vista formal o tradicional. Así pues, lo clásico se incorporaba a una cierta dispersión en cuanto a referencias, que otorgaba mucha más importancia a cuestiones plásticas y sensitivas, que a la elaboración de un discurso lógico y ordenado. Ante todo, la arquitectura de la década de 1980 se destaca como el resultado de un individualismo acérrimo, donde todas las referencias a modelos anteriores no son sino una selección producto del deseo exclusivo del arquitecto.

Frente al internacionalismo que proponían los movimientos de vanguardia, la arquitectura postrnoderna tiende a valorar, por el contrario, la cultura local y las influencias directas de las preexistencias regionales. En estos mismos términos, el teórico Kenneth Frampton define el "regionalismo crítico" como una arquitectura ligada a culturas menores y locales.


Museo de Arte Romano de Rafael Moneo (Mérida). La obra desarrolla un juego semántico típico de la sensibilidad postmoderna. Este museo, terminado en ·1985, expresa en su arquitectura los mismos arquetipos formales y constructivos de la arquitectura romana. Una enorme nave, hecha de muros de ladrillos y grandes arcos de medio punto, expresa las premisas en que se basó la arquitectura romana: la solidez de la construcción.

Robert Venturi, arquitecto y teórico nacido en Filadelfia en 1925, inicia su labor a partir de la idea de que el lenguaje académico en arquitectura era más genuinamente americano que europeo.Venturi aplicó criterios constructivos que provenían del clasicismo y los aunó con repertorios formales provenientes del Pop y de la cultura comercial. Su desconfianza en la conciliación entre forma-función le llevó a crear una estructura arquitectónica envuelta o disfrazada por efectos o decorados ópticos, donde la opción sensualista y sensible predomina por encima de cualquier otra idea. Lo importante y decisivo para Venturi es el gusto e imaginación del consumidor, por lo que en cada caso el proyecto es esencialmente diferente, aunque siempre muy escenográfico.



Hans Hollein, nacido en Viena en 1934, utiliza la metáfora como idea básica en su obra. Heredero de la cultura del diseño de objetos de la Viena de finales del siglo XIX, este arquitecto cosmopolita y de gran experiencia, tanto en el terreno artístico como técnico, ha desarrollado una arquitectura muy personal, basada en una metodología de trabajo influida por las teorías freudianas del inconsciente y por la interpretación de los signos de Jung. A estas fu entes de trabajo cabría añadir también sus actividades artísticas como pintor y escultor, que le llevaron a sintetizar la idea del espacio barroco combinada con un sistema constructivo de alta tecnología. Sus obras tienden a ser bellas, pulcras y acabadas, resultan altamente evocadoras y muy sensuales, y en ningún momento se tiene la sensación de que Hollein hiciera ninguna diferencia entre el terreno de la arquitectura y el del objeto.

Hasta 1970, toda la arquitectura española se había centrado en las ciudades de Madrid y Barcelona, pero a partir de esta década empezaron a surgir otros grupos de arquitectos, vascos y andaluces sobre todo, que descentralizarían los modelos anteriores y aportarían nuevas concepciones espaciales. Tal es el caso de Rafael Moneo, nacido en Tudela en 1937, que centró su empeño creativo en manejar elementos lingüísticos extraídos de la historia. Para este arquitecto fue decisiva su estancia en Roma, de 1963 a 1965, donde pudo estudiar la tradición clásica y, en especial, los orígenes del templo griego. A su interés por el pasado cabría añadir también la fuerte influencia organicista y tecnológica de la obra de Alvar Aalto y la observación de los modelos americanos, de manera que sus realizaciones combinan, de un lado, un racionalismo de corte expresionista y, del otro, un organicismo muy marcado.



Teatro Nacional de Catalunya de Ricardo Bofill (Barcelona). La recuperación del repertorio formal del clasicismo -columnas, pilastras, frontones, cornisas, molduras-, elementos utilizados de forma ecléctica y dispar, caracteriza algunos de los aspectos más relevantes del espíritu de la postmodernidad. 

El estudio MBM (Martorell, Bohigas y Mackay) surge en 1963 de la asociación de tres arquitectos, dos de los cuales -Martorell y Bohigas- habían sido fundadores, junto a Antoni de Moragas, Josep M.a Sostres y José Antonio Coderch, del Grupo R y G (1951). La idea fundamental del estudio radicaba en que la arquitectura en Cataluña debía adecuarse a sus posibilidades reales, evitando un excesivo atrevimiento tecnológico y, en cambio, asumiendo sus materiales tradicionales. Sus producciones siempre eran una respuesta a la exigencia del usuario, en generalla burguesía, por lo que normalmente el tamaño del proyecto solía ser doméstico y civil, enfatizando los espacios intermedios como los accesos, patios, galerías, escaleras... Su trabajo consistió principalmente en la combinación de una gran profesionalidad y un alto pragmatismo. También Ricardo Bofill, nacido en Barcelona en 1939, tiene como punto de referencia el lenguaje tradicional de la arquitectura catalana, para pasar luego a una idea global de ciudad vertical, creada mediante células de espacios cons~das con alta tecnología y basándose en un método de trabajo multidisciplinar. Bofill se distanció progresivamente de las ideas racionalistas y modernas de la Escuela de Barcelona, para concretar, tras sus múltiples experiencias en Francia, un tipo de arquitectura que utilizaba materiales y técnicas cada vez más industriales, sistemas compositivos con efectos monumentales, y recuperaba elementos de los lenguajes clásicos como frontones, pilastras y arcadas, siempre revestidos del aura de la historia y de lo mediterráneo.

El japonés Arata Isozaki, nacido en Oita en 1931, tras su paso por el grupo Metabolismo, donde se inscribió en un tipo de proyectos que definían ciudades megaestructurales, hipertecnológicas y cambiantes, en 1963 se independizó de influencias excesivamente tecnológicas y racionalistas para acercarse abiertamente a la sensibilidad postrnoderna. Utilizó entonces la repetición de elementos geométricos, como tubos y bóvedas, para definir espacios y funciones, y trabajó también con referencias formales decorativistas y manieristas muy concretas, como las de Palladio, Ledoux, Boullée, Otto Wagner, Adolf Loos, que eran aplicadas a modo de decorado rococó o barroco encima de la malla estructural del edificio.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

La arquitectura postmoderna

Durante la década de 1950 las obras de Le Corbusier y Mies van der Rohe no dejaron demasiado margen para la renovación creativa del lenguaje arquitectónico. Las dos fórmulas arquitectónicas combatían estérilmente. Tratando de superar esta disputa surgió la que se dio en llamar" tercera generación" de la arquitectura moderna.

El término hace referencia a una primera generación que había sido la del purismo de la década de 1920, y a otra, la segunda, constituida por los partidarios del empirismo y de la llamada arquitectura orgánica. El m ensaje de Frank Lloyd Wright (junto con el de Hans Scharoun o Alvar Aalto) inspiró profundamente esta tercera generación por su condena de la arquitectura objeto y por su persistente búsqueda de significación de la forma, poniendo en tela de juicio el es tilo oficial del funcionalismo, del estilo internacional.


Portland Building de Michael Graves (Port-
land, Oregón). Proyectado en 1980 por es-

te arquitecto, el edificio es el intento de res-

catar o reinterpretar el lenguaje clásico de 

a arquitectura. 
La problemática del estilo internacional, planteada en la década de 1930 a través del movimiento empirista, debía ampliarse, y culminó durante la de 1960 en una especie de fragmentación del movimiento moderno, que abría inevitablemente múltiples vías de reflexión. Los arquitectos de la década de 1960 trataban de reducir el antagonismo ideológico entre tecnologismo y brutalismo, y de separar las obras de Mies van der Ro he y Le Corbusier de las etiquetas que se les había puesto, más preocupados por alentar una vía para restablecer la jerarquía correcta en los programas arquitectónicos, y por consiguiente en las estructuras urbanas. Las prometedoras nuevas fórmulas urbanas de la modernidad sólo habían provocado la desintegración de la estructura urbana, y era preciso reconsiderar la cuestión del" organismo urbano" estableciendo las prioridades. La resolución de esta cuestión era urgente, ya que el desarrollo espectacular en la década de 1960 transformaba cada día con mayor rapidez el entorno urbano.


Interior del Palacio de los Deportes de Roma de Pier Luigi Nervi (Roma). Este destacado arquitecto italiano desarrolló una importante arquitectura de hormigón armado continuadora de la tradición técnica francesa. El edificio, construido en 1960, presenta una cúpula de superficies ondulantes realizada mediante un sistema de prefabricación inventado por Nervi. Los nuevos procedimientos técnicos de pretensado hidráulico del hormigón permitieron construir estructuras más económicas y de gran originalidad. 


Edificio de Congresos de Oscar Niemeyer (Brasilia). Construido en 1960, en esta ciudad planificada, Niemeyer alcanzó el punto culminante de su carrera, al proyectar todos los edificios públicos importantes, expresando el contenido simbólico de cada uno de ellos mediante las posibilidades plásticas y estructurales del hormigón armado, en la línea iniciada por Le Corbusier. Creó nuevas soluciones de aparente sencillez y gran belleza, fruto de su inagotable capacidad de imaginación 



Ante los inmensos rascacielos era necesario hallar una nueva fórmula de individualización de la obra arquitectónica: reducir las dimensiones, aislar el edificio mediante espacios verdes, enriquecer las formas y los perfiles, lograr originalidad estilística. De este modo, se acuñó un estilo de diseño formalmente distinto al de la arquitectura corriente: la curva y el movimiento frente a la ortogonalidad. En este nuevo planteamiento conocieron un éxito extraordinario las estructuras que Pier Luigi Nervi diseñaba desde hacía treinta años, así como el lirismo de algunas realizaciones de Alvar Aalto, o el estilo dinámico de Hans Scharoun. Esta nueva promoción de la arquitectura ofrecía grandes opciones de expresión individual, tal como la desarrollaron algunos arquitectos desde finales de la década de 1950. Es el caso de Oscar Niemeyer, Kenzo Tange o Luis l. Kahn.

Oscar Niemeyer fue el introductor de las ideas del movimiento moderno en Brasil y autor del ambicioso proyecto de la nueva ciudad de Brasilia, sede del gobierno a partir de 1960. La obra de este arquitecto muestra una continua preocupación por las posibilidades plásticas y estructurales del hormigón armado, siguiendo la influencia de Le Corbusier, por encima de las consideraciones funcionales o maquinistas presentes muy a menudo en las obras de sus contemporáneos.


Catedral de Santa María de Kenzo Tange (Tokio). Antes de proyectar esta catedral, Tange visitó variaf catedrales góticas europeas y tras observar los grandes espacios y las torres apuntando hacia el cielo, el arquitecto concibió la catedral con grandes espacios diseñados según el estilo moderno. 

Kenzo Tange, destacado discípulo de Le Corbusier, simboliza la nueva arquitectura japonesa en la década de 1960, en la que se concilian las formas inclinadas de la tradición japonesa con el uso de tecnologías avanzadas. Los dos palacios de deportes construidos por Tange para los Juegos Olímpicos de Tokio, en 1964, presentan una singular cubierta sostenida por dos pilares de hormigón armado a modo de recios mástiles; la comunicación peatonal entre uno y otro estadio se realiza a través de plataformas y pasarelas por encima del tráfico rodado.

La experiencia arquitectónica desarrollada por Luis I. Kahn a partir de 1951, cuando empieza a realizar su obra personal en plena madurez y bajo unas ideas arquitectónicas realmente singulares, plantea una total inversión del funcionalismo. Kahn empezó a intervenir en el panorama de la arquitectura internacional cuando ya se había manifestado claramente la crisis del movimiento moderno. Kahn busca un orden concreto que genere la totalidad del edificio, tanto en planta, como en volumen y aberturas; en la Unitarian Church (1959-1967), la geometría se organiza en torno del espacio central de la capilla. Construye sabiendo que cada material tiene su propia lógica constructiva: el ladrillo el arco, o el hormigón el arquitrabe, y que cada pieza debe tener su forma autónoma, integrándose en el edificio de manera ordenada y unitaria, como puede apreciarse en el edificio de la Asamblea Nacional de Dacca (Bangladesh).


Kimbell Art Museum de Louis l. Kahn (Fort Worth). En la década de 1960, la arquitectura de este autor alcanza su máxima cota creativa desarrollando un vocabulario formal de convincente funcionalidad y belleza. 


Marina City de Bertrand Goldberg (Chicago). Rascacielos en forma de torres cilíndricas realizado en 1964. Situado a orillas del río, este edificio multifuncional alberga apartamentos, zona de aparcamiento y un gran teatro. Fuertemente influido por Wright y el organicismo, este arquitecto experimenta nuevas tecnologías que le permiten aunar belleza y monumentalidad, plasticidad en el uso de elementos prefabricados y seguridad en una estructura a prueba de fuego. 

El esfuerzo compartido por estos arquitectos para reestructurar el ámbito de la arquitectura iba a culminar en uno de los monumentos más significativos del siglo XX, la Opera de Sydney, en Australia, edificio diseñado por el danés Jørn Utzon en 1956. En este caso, al aprovechamiento de un hermosísimo paraje a la orilla del mar no sólo se unió el lirismo del diseño, sino también una racionalidad técnica rigurosa, gracias a la cual los grandes luquetes en voladizo pudieron ser enteramente prefabricados. Fascinado por la obra de Gaudí, Utzon trató de lograr esa fusión casi imposible entre espacio poético, forma sobria y tecnología audaz, una ambición de síntesis extremadamente atrevida para su época; quizás éste fue el motivo de que el arquitecto abandonara las obras antes de su terminación, molesto por las disputas internas que surgieron.

También ejemplo de la preocupación de los nuevos arquitectos hacia los problemas de la continuidad de las vanguardias, en el marco de la inevitable renovación de sus planteamientos, la obra del holandés Aldo van Eyck forja una fuerte personalidad, en la que confluyen vanguardia, elementos folclóricos y una gran sensibilidad hacia las necesidades humanas. A partir de la década de 1960, Van Eyck proyectó sus obras más notables: el Orfelinato de las afueras de Amsterdam (195 7 -1960) y una iglesia católica en La Haya (1968-1970).


Teatro de la Opera de Jørn Utzon (Sydney). Proyecto de 1956 de este arquitecto danés, que, por su atrevimiento formal y sus soluciones constructivas, se ha convertido en una obra emblemática para los arquitectos de la denominada "tercera generación". 


Edificio de la American Telephone & Telegraph de Philip Johnson y John Burgee (en Madison Avenue, Nueva York). Construido entre 1978 y 1983 utilizando referencias "clásicas" -el frontón roto de la cúspide o el arco de la entrada, y su fachada de granito rosado-, como rechazo a las fórmulas del rascacielos a modo de caja de cristal. La recreación de lenguajes tradicionales se combina con el uso de tecnologías avanzadas. 

A lo largo de toda la década de 1960, la arquitectura de esta llamada "tercera generación" llevó a cabo un paulatino abandono del paradigma de la máquina, revisando cuestiones esencialmente formales, y defendiendo la necesidad de una mayor diversidad de modelos morfológicos adecuados a la diversidad de situaciones socioculturales. La obra arquitectónica y teórica de los británicos Alisan y Peter Smithson ha sido básica para la renovación del repertorio formal de la arquitectura a partir de esta década. La escuela secundaria en Hunstanton, Norfolk, realizada entre 1949 y 1954, cita a Mies van der Rohe en la volumetría general y los detalles, a la vez que manifiesta la nueva corriente del new brutalism, especialmente en el tratamiento directo de los materiales y las instalaciones.

La fragmentación del movimiento moderno era ya un hecho incuestionable. Siguiendo el ideario de Wright, se enfatiza la importancia de la arquitectura con su entorno, ya no sólo como entorno geográfico, sino también entendido como entorno cultural de determinada historia o incluso de determinada herencia psíquica.


Pacific Design Center de Cesar Pelli (Los Angeles). Sede del Museo de Arte Contemporáneo de esta ciudad, en 1975 se inauguró en Center Blue y en 1988, el Center Green. Los dos centros están conectados en las plantas primera, tercera y sexta, éstas últimas unidas por un puente peatonal diseñado por Gruen Associates, que se inauguró en 1991. En sus salas de exposición se exhiben todo tipo de productos de interiorismo destinado a arquitectos, diseñadores, interioristas, instaladores, decoradores y comerciantes. 


National Gallery of Art de l. M. Pei (Washington). El edificio Este se inauguró en 1978 en respuesta a las necesidades del museo, y la forma trapezoidal del terreno impulsó al arquitecto a concebir un edificio espectacular: dos espacios entrelazados de forma triangular albergan las salas de exposición, el auditorio y las oficinas administrativas. Aunque las formas triangulares contrastan definitivamente con la fachada clásica y la bóveda del edificio Oeste, ambas estructuras están construidas con el mismo mármol rosa de Tennessee

Fruto de la aplicación en los distintos ámbitos culturales de los principios generales y utópicos del movimiento moderno abundan las escuelas locales: el new empirism en los países nórdicos; el bay region style en California; el new brutalism entre los británicos; el estilo alpino en Lucerna; el neorrealismo en Roma; el neoliberty en Milán, y la Escuela de Barcelona en Cataluña. Las posturas teóricas se definen distinguiendo tres tendencias concretas. En primer lugar, la tendencia hipertecnológica, cuyo objetivo es una arquitectura de alta tecnología y valores utópicos: Archigram, James Stirling o Norman Foster. En el ámbito italiano aparece una generación de arquitectos -Aldo Rossi, Giorgio Grassi o Vittorio Gregotti- que defienden una visión histórica y cultural de la arquitectura. Un nuevo centro de gravedad, en las postrimerías del siglo, se sitúa en el dominio americano, cuyos arquitectos saben aunar calidad e innovación con pragmatismo y comercialidad; por un lado, los más productivistas -Venturi, el grupo SOM (Skidmore, Owing & Merrill), Kevin Rache, Philip Johnson y John Burgee, Charles Moore, Cesar Pelli, o I. M. Pei-, y junto a ellos, los arquitectos neoyorquinos del denominado New York Five -Michael Graves, Richard Meier, Peter Eisenman, John Hejduk y Charles Gwathmey & Robert Siegel-, seguidores del lenguaje de las vanguardias, en especial Le Corbusier, Terragni y el grupo De Stijl. Todos ellos participan en la evolución más significativa de las últimas tendencias de la arquitectura postrnoderna, desarrollada a partir de la década de 1970, y analizada y teorizada en los escritos de Charles Jenks, El lenguaje de la arquitectura postmoderna (1977), y Paolo Portoghesi, Después de la arquitectura moderna (1980), responsable de la exposición guía de la arquitectura postrnoderna,"La Strada Novissima", en la Bienal de Venecia de 1980.

Las Torres Blancas de Francisco Javier Sáenz de Oiza (Madrid). Edificio construido entre 1964 y 1969 que, a pesar de su nombre, está constituido por una sola torre de 71 metros y no es blanca sino gris, de hormigón visto. El arquitecto se inspiró en el racionalismo de Le Corbusier y el organicismo de Frank Lloyd Wright.

En el panorama español, Madrid y Barcelona dirigen los cauces de la nueva arquitectura. Destaca la trayectoria del Grupo R -Sastres, Coderch, Bohigas, Moragas, etc.-, Federico Correa y Alfonso Milá, el equipo de Ricardo Bofill, los maestros Javier Sáenz de Oiza y Alejandro de la Sota, y la nueva generación de Antonio Fernández Alba, Juan Daniel Fullaondo y Rafael Moneo, los cuales, además de una intensa actividad arquitectónica, han desarrollado un cualificado trabajo teórico.

Los arquitectos alemanes Oswald Mathias Ungers y J. Paul Kleihues, el vienés Gustav Peichl, los italianos Franco Purini y Francesco Venecia, el portugués Alvaro Siza Vieira, el californiano Frank O. Gehry o Bernard Tschumi, en el marco del eclecticismo de fin de siglo, plantean una sugerente continuidad de la arquitectura actual.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

La arquitectura de la ciudad, de Rossi

Planos del Teatro del Mundo, de Aldo Rossi. La creación más poética e imaginativa de este arquitecto italiano fue el Teatro del Mondo, realizado para la Bienal de Venecia de 1980.

Otro arquitecto del espíritu postmoderno y que seleccionó elementos de la imaginería clásica fue el milanés Aldo Rossi (1931-1997). Arquitecto y teórico, Rossi asumió de su maestro Ernesto Natham Rogers unos conceptos básicos que desarrollaría de manera más personal: la revalorización crítica de la tradición, el respeto a las preexistencias ambientales, la importancia del monumento en la gran ciudad. En su libro La arquitectura de la ciudad (1966) muestra la idea de una arquitectura entendida como producto de la ciudad, y que, por tanto, conlleva toda su visión histórica y cultural, que debiera ser muy tenida en cuenta en los nuevos proyectos. Para Rossi, la arquitectura no es un arte independiente, sino que entra en relación con todos los otros ámbitos de la cultura, tales como la antropología, la geografía, la literatura, la psicología, etc. Los edificios proyectados por este arquitecto tienden a ser espacios abstractos de gran precisión geométrica, elaborados a partir de la simetría y la repetición de elementos decorativos: columnas, frontones, ventanas cuadradas, conos y torres truncadas, barandillas y chimeneas; todos ellos son utilizados como imágenes plásticas que se repiten para crear espacios muy definidos y de una gran claridad. Para Rossi, la arquitectura sería una síntesis de la ciencia y la autobiografía, de la memoria y de la imaginación, de la poesía y de la metodología, de la poética personal y de la historia colectiva.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Arquitectura y tecnología

Frente a tendencias como la italiana o la estadounidense surgió otra tendencia, de capital importancia para el desarrollo de la arquitectura desde la década de 1960. Se trata de la arquitectura conocida bajo el término de"hipertecnológica", y como tal, de carácter eminentemente radical.

Fue en 1960-1961, poco antes que apareciera el primer número de la revista Archigram, denominación dada por el propio grupo británico de arquitectos que llevaba este nombre, cuando se iniciaron unos proyectos con imágenes neofuturistas. Se trataba de megaestructuras, a modo de viviendas-cápsula, ciudades-enchufe y ciudades-en-movimiento, en las que imperaban numerosas aportaciones tecnológicas y electrónicas unidas a un fuerte peso del Pop inglés. La tecnología quedaría asociada a consumismo. Ideológicamente, el grupo de Archigram se mantuvo muy cercano al del ingeniero y diseñador estadounidense Buckminster Fuller, con sus cúpulas geodésicas, que podían modificar -utópicamente hablando- el hábitat de una gran ciudad, y a la tendencia tecnocrática de los británicos John McHale y Reyner Banham.

Peter Cook fue uno de los arquitectos más destacados del grupo británico. Su investigación se centraba en la evocación de formas hasta entonces ausentes del repertorio arquitectónico. Definido, a menudo, como arquitecto utópico por sus torres infinitamente delgadas, Cook se sirvió de elementos provenientes del video al utilizar colores nuevos de este medio.

Städtisches Museum Abteiberg de Hans Hollein (Monchengladbach, Renania Septentrionai-Westfalia). Construido entre 1972 y 1982, este edificio consagró a su autor como una 
de las figuras de la arquitectura postmoderna, además de recibir el Premio Pritzker en 1985, el máximo galardón para un arquitecto. 

En la década de 1960, el grupo Archigram habría de mantener estrechos puntos de interés con los denominados Metabolistas japoneses. El problema de la superpoblación de Japón llevó a realizar diversos proyectos encaminados a crear ciudades megaestructurales, hipertecnológicas y cambiantes, siendo Kitutake uno de los miembros más destacados, con sus ciudades flotantes, junto a Kenzo Tange y Arata Isozaki.

Isozaki tiende durante las décadas de 1950 y 1960 a la conciliación de una arquitectura racional y tecnológica, capaz de expresar formas escultóricas e innovadoras. A partir de 1964, Isozaki se independiza de la influencia metabolista apartándose del gigantismo tecnológico, fuera de la escala humana, para investigar, primero, el uso de estructuras geométricas y, en la década de 1980, adscribirse abiertamente a las corrientes más radicales, postmodernas, historicistas y eclécticas. El año 1968 sería clave en la trayectoria de este arquitecto, al coincidir en la XIV Triennale de Milán con Archigram y Hans Hollein. La Biblioteca Central de Kitakyuchu (1971-1973), el Palladium Club de Nueva York (1983), el Centro Cívico de Tsukuba (1978-1983) o el pabellón olímpico -Palau Sant Jordi- de Barcelona (1984-1990).

Walking City de Ron Herron. La concepción de la arquitectura como producto de consumo, el progreso tecnológico, la producción en serie, la idea de movilidad o los valores de la comunicación, son algunos de los principios que comparten los miembros del grupo Archigram. Sus proyectos, la mayoría utópicos, conciben la ciudad y la vivienda como un artefacto tecnológico capaz de dar soluciones y nuevos esquemas de habitabilidad. Éste es un proyecto de una ciudad ambulante sobre un colchón de aire. 

Si los metabolistas japoneses se sintieron cercanos al espíritu de Archigram, no lo estuvieron menos otros hombres como Cedric Price, Norman Poster, Richard Rogers, que tanta influencia habrían de tener a partir de 1970. Como aquéllos, su mirada se dirigió especialmente a la arquitectura industrial, y no parece una simple coincidencia el hecho de que industrias de alta tecnología eligiesen este tipo de arquitectura. Uno de los numerosos ejemplos es la construcción de la fábrica de microprocesadores 1mnos (Gales), realizada por Richard Rogers. Cabe destacar igualmente el empleo de los "espacios servidos" y "sirvientes" de Louis l. Kahn en distintas manifestaciones arquitectónicas de Rogers o, lo que es lo mismo, la necesidad de expresar y articular tanto la estructura como los servicios. Este precepto se puede apreciar en la sede de Lloyds en Londres, diseñada en 1976 y terminada en 1984, y en el magnífico Centre National d' Art et de Culture Georges Pompidou de París, construido entre 1971 y 1977, y que supuso la materialización de la retórica tecnológica e infraestructural del grupo de Archigram. Una maravillosa tecnología avanzada y emuladora de una refinería de petróleo se concentra en este emblemático edificio, diseñado por Rogers en colaboración con el italiano Renzo Piano, uno de los principales protagonistas de la ola del experimentalismo tecnológico de los años setenta.

Domus de Arata lsozaki (A Coruña). Llamado también la Casa del Hombre, fue inaugurado en 1996 y es el primer museo interactivo del mundo que trata el ser humano de forma global y monográfica. De los 1.500 metros cuadrados de exhibición la quinta parte corresponde a la sala Severo Ochoa para exposiciones temporales.

Al igual que otros arquitectos seguidores de esta corriente, Piano siente una profunda admiración por el espíritu científico de la ingeniería, llevándole en numerosas ocasiones a colaboraciones con equipos de ingenieros. Precisamente una de las máximas impulsoras del Centro Georges Pompidou fue la empresa de ingeniería Ove Arup & Partners, que contaba con Peter Rice y Tom Barker, especialistas en estructuras e instalaciones, respectivamente. También fueron determinantes las teorías del igualmente ingeniero Richard Buckminster Fuller, con sus estructuras ligeras de elementos estandarizados.

Junto a Richard Rogers, Over Arup, Cedric Price y Peter Cook, y sus respectivas influencias recibidas del grupo de Archigram, debe destacarse otro importante grupo de arquitectos e ingenieros: Norman Foster Associates. Si el grupo Archigram había centrado sus investigaciones en la arquitectura industrial, Foster y sus colaboradores se iniciaron también en edificios industriales, terminales de compañías de transporte y oficinas.

Centre National d'Art et de Culture Georges Pompidou de Richard Rogers y Renzo Piano (París). Edificio realizado en 1977, que se considera uno de los primeros ejemplos de la experimentación tecnológica de la nueva arquitectura de los setenta. El diseño tecnologista, o high tech, desarrolla todas las recetas formales del mimetismo industrial y, en este caso, enfatiza el juego de volúmenes de las estructuras exteriores, insistiendo en la idea de "fábrica de la cultura". 

Foster Associates -desde 1992 Foster and Partners- nació en 196 7, como consecuencia directa de otro grupo, denominado Team 4, y que había estado formado por Norman Foster (1935), Wendy Foster, Giorgie Wolton y Richard Rogers. Precisamente la escisión del grupo de este último llevó a la formación de Foster Associates, que tan estrechamente habría de colaborar con Buckminster Fuller. Entre los edificios industriales, cabe citar la construcción de la fábrica de electrónica Reliance en Wiltshire (1966), la sede social de IBM en Hampshire (19701971), el centro Renault en Swindon, Wiltshire, terminado en 1983, la terminal del tercer aeropuerto de Londres en Stansted, y un larguísimo etcétera. Foster Associates se ha caracterizado igualmente por su expansión internacional. Así pues, a la torre Century de Tokio, a la construcción de un hotel sobre un nudo de autopistas en La Haya o a las oficinas de Televisa en México, con la nueva tipología de cubierta de paraguas, se debe sumar uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Hong Kong, la sede de la Hong Kong and Shangai Banking Corporation (1979).

Metro de Bilbao de Norman Foster. Inaugurado en 1995, la obra de Foster está considerada como uno de los emblemas de la transformación de Bilbao, Uno de los hitos arquitectónicos de la ciudad son los "fosteritos", las entradas a las estaciones construidas en vidrio y acero y llamadas así popularmente en honor al arquitecto. En 1998, el metro de Bilbao obtuvo el Premio Brunel de Arquitectura ferroviaria, por la obra en su totalidad y por la estación de Sarriko en particular. 

En la década de 1980, España tendría la oportunidad de conocer dos interesantes proyectos de Foster Associates. Por un lado, un diseño para el metro de Bilbao que, planteado con gran realismo, convertía la bóveda del túnel en protagonista absoluta al dejarla vista tras un casetonado de hormigón. Un segundo aspecto de interés lo constituyen las bocas de entrada, que fueron diseñadas y concebidas como pabellones cerrados de vidrio. El proyecto incluía, asimismo, una interesante muestra de mobiliario interior. El segundo proyecto, aprobado en julio de 1988, es la torre de comunicaciones de Barcelona, que ocupa una posición destacada en la montaña del Tibidabo. El diseño de la torre muestra maravillosamente una de las principales aportaciones de Foster a la historia de la arquitectura del siglo XX: la consecución del máximo efecto con los medios estructurales mínimos. Su estructura se asemeja a la imagen del mástil de un navío y ofrece unas excelentes cualidades de ligereza, flexibilidad de uso e integración en el paisaje. La forma de la planta -un triángulo equilátero con sus lados curvos- se diseñó con el objetivo de ofrecer la mínima resistencia al viento y la máxima a los empujes laterales, torsiones y vibraciones.

Neue Staatsgalfery de James Stirling (Stuttgart). El edificio de la Nueva Galería Nacional es una de las obras cumbres del postmodernismo. El célebre arquitecto británico realizó con esta obra de 1992 originales propuestas para lo que debe ser un museo contemporáneo basado en nuevos conceptos de instalación. 

También el arquitecto británico James Stirling, representante de la denominada" tercera generación", presenta en su trayectoria influencias de la high tech que, sumadas a la de Le Corbusier, el racionalismo inglés y la recuperación de ciertos criterios academicistas y pintoresquistas, le convierten en un claro exponente del eclecticismo expresivo de la arquitectura postrnoderna. La primera etapa de su carrera culmina con el proyecto de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Leicester (1959-1963), edificio que se construyó configurando nuevas leyes compositivas, un atrevido equilibrio de los volúmenes y una nueva retórica tecnológica. La experimentación del lenguaje tecnológico fuerza incluso el condicionante funcional en obras como la Facultad de Historia de la Universidad de Cambridge (1964-1967) o los proyectos para la Siemens AG de Munich (1969). A mediados de la década de 1970, una serie de proyectos para museos, de los cuales únicamente realiza el de Stuttgart (1977), suponen la conclusión de su voluntad de síntesis entre high tech y tecnología tradicional, entre espacios modernos y estructuras tipológicas modernas que pueden evocar al espectador sensaciones contrastadas. En la ampliación de la Tate Gallery de Londres (19801987) y en la Staatsgallery de Stuttgart (1984), el recurso del lenguaje historicista y tecnológico se mezcla con detalles Pop, como los tubos de colores de las barandillas.

Museo Granell de Álvaro Siza (Santiago de Compostela). Situado en el Pazo de Bendaña del siglo XVIII, en el centro del casco histórico de la ciudad, este museo patrocinado por la Fundación Eugenio Granell está dedicado al arte surrealista. Junto al antiguo edificio del Pazo, Siza construyó en 1993 un edificio de claras lfneas postmodernas. 

Tecnología y clasicismo, purismo y lirismo parecen convivir sin fricciones en un período que evita los estilos y aprueba las confluencias de intereses y actitudes.

La arquitectura denominada "deconstructivista" ejemplifica este programa de alteración de las presunciones culturales arraigadas en una cierta visión de la arquitectura como orden, armonía, estabilidad y unidad. Las premisas de la forma pura incitan a los arquitectos a experimentar nuevas opciones en una arquitectura escurridiza, que utiliza las superposiciones en diagonal de formas rectangulares o trapezoidales, la ruptura de los planos y la desestabilización de la estructura, para buscar en los límites de la arquitectura un nuevo territorio.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

La arquitectura actual

En la actualidad, y siguiendo lo que parece una norma no escrita que se repite en otras actividades artísticas, no podemos hablar -seguramente nos falte todavía la necesaria perspectiva histórica- de corrientes o movimientos con unas directrices que nos permitan agrupar características y autores. Así, la arquitectura actual marca tendencias a golpe de genio, esto es, merced a las grandes obras de los arquitectos más reconocidos.

Por ello, cabe ir directamente a los creadores para tomarle el pulso a la arquitectura de estos primeros años del siglo XXI. Se ha empezado hablando de Frank O. Gehry, diseñador de uno de los edificios más representativos de España, el Museo Guggenheim de Bilbao, del que se ha dicho que es" una tormenta de titanio en la orilla de la ría de Bilbao". El Museo se compone de una serie de volúmenes interconectados, algunos cubiertos de titanio y otros de piedra caliza, que otorgan al edificio un aspecto realmente espectacular. Gehry es, asimismo, el autor de Fish, el enorme pez que se construyó frente a la playa de Barcelona en 1992, durante el período de remodelación urbanística que se produjo en la ciudad con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos ese mismo año. Por otro lado, en una de sus obras más recientes, el Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles (2003), Gehry se encargó incluso de diseñar el alfombrado y la tapicería de las butacas y pasillos.


Museo Guggenheim de Frank O. Gehry (Bilbao). Arquitectura y diseño siguieron hasta la década de 1960 la pauta estética del funcionalismo. Más tarde, el espíritu del eclecticismo postmoderno permitiría mantener la línea racional y combinarla con las posibilidades del repertorio historicista en una fructífera dialéctica. El extraordinario impacto ambiental que ha producido esta obra en la ciudad ha propiciado un cambio espectacular en el paisaje urbano, ejerciendo un poderoso atractivo para los visitantes nacionales y extranjeros.  

Influido por las ideas de Jacques Derrida, D. Libeskind es uno de los arquitectos más prestigiosos de la actualidad. El desconstructivismo del filósofo francés tiene su correlato en algunos de los edificios del arquitecto, en los que se sugiere la idea de ruptura, fragmentación e incluso desgarramiento. Claro ejemplo de ello es el Museo Judío de Berlín -que abrió sus puertas en 2001-, donde la planta y los muros hacen referencia, precisamente, a las citadas características.

Rem Koolhaas es quizás menos conocido que los dos arquitectos anteriores, aunque presenta un currículum de lo más destacado, en el que sobresalen, en el capítulo de premios, el Pritzker, que consiguió en el año 2000, y el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea (2005). Se trata, sin lugar a duda, de uno de los arquitectos contemporáneos de referencia, así como de un gran teórico y divulgador, como demuestra su libro La delirante Nueva York. Es un arquitecto plenamente contemporáneo en el sentido de que trabaja en constante diálogo con las nuevas posibilidades que abre en sus proyectos. Por ello, sus trabajos resultan menos reconocibles en conjunto, ya que se caracterizan sobre todo por un eclecticismo y una tendencia a la esencialidad de las formas. El proyecto que le hizo conocido fue el Netherlans Dance Theater (1987) y uno de sus trabajos más recientes y celebrados es la Casa da Musica de Oporto (2005).


Museo Judío de Daniel Libeskind (Berlín). Desde su inauguración en 2001, este museo se ha convertido en una de las instituciones más prestigiosas de la ciudad y en el museo más visitado. El espectacular edificio creado por Libeskind propone una relación completamente novedosa entre arquitectura y contenido museístico. El diseño se estructura a partir de dos ejes: uno recto pero quebrado en varios fragmentos y otro articulado con final abierto. En el cruce de ambos ejes están los vacíos. 

Otro nombre crucial en el panorama de la arquitectura contemporánea es el del español Santiago Calatrava (1951), cuya trayectoria supone un brillante punto de encuentro entre la arquitectura propiamente dicha y la ingeniería civil. De sus obras, que fluctúan entre el plasticismo de raíz mediterránea y la corriente organicista centroeuropea, destacan el Puente de Bach de Roda (1984) en la ciudad de Barcelona -que señalaría el inicio de numerosos proyectos parecidos-, la Estación de Ferrocarril del Aeropuerto de Lyon (1989) y el Complejo Deportivo Olímpico de Atenas. La extraordinaria estética y armonía de sus monumentales obras, a menudo de grandes dimensiones, le ha granjeado reconocimiento internacional y goza en la actualidad de un incuestionado prestigio, el cual se ha visto reforzado por una de sus últimas creacionnes, la de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (2001), localizada en Valencia, su ciudad natal.


Auditorio de Tenerife de Santiago Calatrava (Santa Cruz de Tenerife). La construcción de la Tenerife Opera House se inició en 1997 y se inauguró en 2003, convirtiéndose en un icono de la ciudad. Ubicado en la vieja zona industrial, junto al mar, la imaginación de este arquitecto parece haber creado una escultura orgánica más que un edificio, sobre todo por la gigantesca pluma que lo corona. 

Otros nombres que merecen ser citados son P. Eisenman, Zaha M. Hadid, C. Himmelblau y B. Tschumi, entre otros. Todos ellos, así como los que se acaban de ver con más profundidad, proponen proyectos de edificios inquietantes que exploran, a través de la aparente destrucción de las formas puras y unitarias, el oculto potencial de la modernidad.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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