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Artistas de la A a la Z

Obra de Viktor Vasnetso. Simbolismo.

Un caballero en la encrucijada, 1878

Bogatyrs, 1881

Tres princesas del inframundo, 1884

Alexander Nevsky, 1885 - 1893

Caballeros montados, 1896

Cristo crucificado, 1885 - 1896

Cristo Todopoderoso, 1885 - 1896

Descenso a los infiernos, 1896

Día del Juicio, 1885 - 1896

Dios de los ejércitos, 1885 - 1896

Príncipe Andrey Bogolyubsky, 1885 - 1896

Gamaun, el pájaro profético, 1897

Retrato de Vladimir Vasnetsov, el hijo artista, 1899

M.I. Ryazantseva, 1901

Retrato de T.V. Vasnetsova, 1901

Crucifixión, 1896 - 1904

Descenso a los infiernos, 1896-1904

El juicio final, 1904

Salvador con corona de espinas, 1906

Retrato de Zinaida Median, 1909

Boyan, 1910

Arcángel Miguel, 1914 - 1915

Baba Yaga, 1917

Kashchei la inmortal, 1917

Lucha de Dobrynya Nikitich con siete serpiente hidra, 1913 - 1918

Bogomater

Bogomater

HIjo de Dios. Romanticismo

Tentación. Romanticismo

Albert Gleizes (1881-1953)



Gleizes, Albert (París, 8 de diciembre de 1881-Aviñón, 23 de junio de 1953) Pintor francés. 

Biografía

Era hijo de Sylvain Gleizes, un diseñador industrial, y Elizabeth Valentine Commere; su tío, Léon Comerre, era un exitoso pintor de retratos que obtuvo en 1875 el Premio de Roma.

Trabajó como aprendiz en el estudio de diseño industrial de su padre en París. Al joven Albert Gleizes no le gustaba la escuela y a menudo se escapaba de las clases para pasar el tiempo escribiendo poesía y vagando por el cercano cementerio de Montmartre. Finalmente, después de completar la enseñanza secundaria, Gleizes pasó cuatro años en el ejército francés y luego emprendió una carrera como pintor, haciendo en primer lugar paisajes.

Sus comienzos fueron impresionistas. Sólo tenía veintiún años de edad cuando su obra titulada La Seine à Asnières (El Sena en Asnières) se exhibió en la Société Nationale des Beaux-Arts en 1902. Al año siguiente participó en el primer Salon d'Automne y pronto cayó bajo la influencia de Fernand Léger, Robert Delaunay, Jean Metzinger y Henri Le Fauconnier. En 1907 Gleizes y algunos de sus amigos persiguieron la idea de crear una comunidad autosuficiente de artistas que le permitirían desarrollar su arte libres de toda preocupación comercial. Durante casi un año, en una gran casa en Créteil, Gleizes junto con otros pintores, poetas, músicos y escritores, se reunieron para crear. La falta de ingresos les forzó a abandonar el lugar a principios de 1908 y Gleizes se trasladó temporalmente a La Ruche, la comuna artística del barrio de Montparnasse en París.

En 1910 se integró en el cubismo, del que fue uno de sus primeros y más importantes teóricos junto a Jean Metzinger. Expuso en el Salon des Indépendants de París de aquel año. Más tarde colaboró con Metzinger escribiendo en 1912, la obra Sobre el cubismo y los medios para comprenderlo, dotándolo de bases teóricas y estéticas. En otoño de ese año, junto a Metzinger se unió al Grupo de Puteaux, también conocido como Section d'Or, dirigido por Jacques Villon y su hermano Marcel Duchamp. En febrero de 1913, Gleizes y otros artistas introdujeron el nuevo estilo de pintura entre el público estadounidense en el Armory Show de Nueva York.

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, Albert Gleizes se realistó en el ejército francés. Le asignaron la tarea de organizar entretenimiento para las tropas, y como resultado de ello se le acercó Jean Cocteau para diseñar el escenario y los vestuarios para la obra de William Shakespeare, Sueño de una noche de verano. Licenciado del ejército en el otoño de 1915, Gleizes y su nueva esposa, Juliette Roche, hija de un prominente y rico estadista francés, se trasladó a la ciudad de Nueva York. Desde allí, la pareja se embarcó hacia Barcelona donde se les unió Marie Laurencin más Francis Picabia y su esposa. El grupo pasó el verano pintando en la zona turística de Tosa de Mar y en diciembre Gleizes tuvo su primera exposición individual de sus obras en las Galerías Dalmau en Barcelona. Al regresar a Nueva York, Gleizes comenzó a escribir composiciones poéticas en verso y en prosa. Viajó a las Bermudas, donde pintó una serie de paisajes, pero cuando acabó la guerra en Europa, donde su carrera evolucionó más hacia la enseñanza a través de sus escritos y se vio involucrado en el comité de las Unions Intellectuelles Françaises.

En 1923 publicó, ya en solitario, la obra La pintura y sus leyes, en la que anuncia el regreso del arte religioso y revaloriza la producción artística medieval.

Soñando aún con sus días de comuna en Créteil, en 1927 fundó una colonia de artistas en una casa de alquiler llamada Moly-Sabata en Sablons cerca de la casa familiar de su esposa en Serrières en el departamento de Ardèche, en el valle del Ródano.

En 1931, Gleizes participó en el comité de Abstraction-Création que actuó como un foro para el arte no representativo internacional. Para entonces, su obra reflejó el fortalecimiento de sus convicciones religiosas y en su libro de 1932, La Forme et l’histoire examina el arte celta, románico, y oriental. De gira por Polonia y Alemania, dio conferencias tituladas Art et Religion, Art et Production y Art et Science y escribió un libro sobre Robert Delaunay pero nunca se publicó. En 1937, Gleizes fue contratado para pintar murales para la Exposición General de segunda categoría de París (1937) en la Exposición Universal de París. Colaboró con Delaunay en el Pavillon de l'Air y con Léopold Survage y Fernand Léger en el Pavillon de l'Union des Artistes Modernes. A finales de 1938, Gleizes se ofreció voluntario para participar en los seminarios gratuitos y grupos de discusión creados por Robert Delaunay en su taller de París.

A finales de los años 1930, la acaudalada aficionada al arte Peggy Guggenheim compró mucha obra artística nueva en París, incluyendo obras de Albert Gleizes. Se llevó estas obras a los Estados Unidos, y hoy en día forman parte de la colección Peggy Guggenheim. Durante la Segunda Guerra Mundial, Gleizes y su esposa permanecieron en Francia bajo la ocupación alemana. Sus convicciones religiosas se ahondaron y al final de la guerra fue aclamado por algunos como el autor que estableció los principios para la renovación del arte religioso. En 1948, Gleizes aceptó la oferta de un editor de Casablanca para crear una serie de dibujos ilustrando los Pensées sur l'Homme et Dieu de Blaise Pascal. En 1951, fue nombrado jurado del Premio de Roma y el gobierno de Francia le premió con la Legión de Honor. En 1952, hizo su última gran obra, un fresco titulado Eucharist que pintó para la capilla jesuita en Chantilly.

Albert Gleizes murió en Aviñón, Vaucluse en 1953 y fue enterrado en el mausoleo de la familia de su esposa en el cementerio de Serrières.


Obras comentadas


Galería

Desnuda sentada, 1909

Paisaje con puente y viaducto, 1910

Les Baigneuses de Albert Gleizes


El autor había quedado muy impresionado por la obra de Cézanne, a quien homenajeó en este cuadro rehaciendo el fondo paisajístico con una deformación geometrizante, destacando la misma importancia dimensional tanto para las figuras de las bañistas como para la naturaleza circundante.

(Museo Nacional de Arte Moderno, París)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Paisaje de Albert Gleizes


Con esta obra, confiscada por los nazis durante la II Guerra Mundial, Gleizes expresaba la angustia vital del hombre moderno, perdido en el marasmo de una realidad asfixiante cuyas confusas circunstancias empequeñecían al individuo sin opción de escapatoria. Las fuertes tonalidades negroverdosas producían una sensación de agobio exagerado, minimizando aún más la importancia del personaje representado.
(Museo Nacional de Arte Moderno, París)

Desnudo sentado de Albert Gleizes

Desnudo sentado

Albert Gleizes


Gleizes consiguió crear una sensación de doble profundidad al representar a esta muchacha desnuda sentada en el alféizar de una ventana, enmarcándola de nuevo mientras lee muy concentrada el libro que abre entre sus piernas. En este detalle puede apreciarse la recatada caída de la sábana por encima del muslo de la chica, situada ahí intencionadamente por el autor para incitar el deseo del espectador. Asimismo, las piernas, ligeramente separadas y con una rodilla levantada sobre la que recuesta un codo, redunda aún más esa sugerencia erótica.
(Musée du Petit Palais, Ginebra)

Antoine Watteau (1684-1721)

 


Watteau, Jean-Antoine (Valenciennes, 10 de octubre de 1684 - Nogent-sur-Marne, 18 de julio de 1721) Pintor francés. Nacido en Valenciennes, hacia 1702 se trasladó a París, donde se dedicó a pintar escenas de la vida del teatro; entre 1704 y 1708 trabaJó JUnto a Claude Adran, conservador del palacio de Luxemburgo, y allí pudo admirar la obra de Rubens y de los grandes pintores venecianos, cuya influencia se percibe en sus Fiestas galantes. En 1712 fue admitido en la Academia de pintura de París, e ingresó en 1717 con su obra Embarque para la isla de Citerea (Museo del Louvre). El arte vibrante, nervioso, de Watteau, no exento de una cierta melancolía, alcanzaría gran éxito después de su temprana muerte. Fue un extraordinario dibujante y un excelente colorista. De su repertorio galante, muy imitado por sus discí- pulos, cabe mencionar Serenata italiana (colección Kress, Nueva York), Proposición embarazosa (Ermitage, San Petersburgo), La lección de música (Palacio de Sans  Souci, Potsdam), Contrato de boda (Museo del Prado). En su última obra La insignia de Gersaint (1720-21, Berlín) aparecen tendencias realistas de influencia flamenca.

La inquietud de la época la encarna el mayor pintor que dio, en Francia, el siglo. Jean-Antoine Watteau (1673-1721) fue también el pintor que ejerció más influencia entre sus contemporáneos, y sin discusión es uno de los primeros artistas de la Europa contemporánea. Nacido en Valenciennes, llegó a París en 1702 y tuvo por maestro a Claude Gillot, enamorado de los temas de la Comedia Italiana, predilección que supo transmitir a su joven discípulo.

Sin Watteau, la pintura francesa del siglo XVIII habría perdido su mayor profundidad y seguramente hubiera sido como una suerte de período de cambio y cierta efervescencia que se pierde en su propia volatilidad. De alguna manera, Watteu logra con su obra apuntalar una corriente que corría el riesgo de pasar desapercibida.

Trabajó relativamente poco; era tísico y murió antes de alcanzar la vejez. Sus relaciones con Claude Audran, de antigua familia de grabadores y conservador del palacio del Luxemburgo, le facilitaron el estudio de los grandes lienzos que pintó Rubens para el casamiento de Enrique IV con Catalina de Médicis, que entonces adornaban aquel palacio. Así Rubens hubo de influir necesariamente en las" fiestas galantes" de Watteau y hay improntas indudables de este hecho en la obra del francés. Habiendo fracasado en la obtención del Premio de Roma, regresó en 1709 a Valenciennes, y allí pintó algunas escenas militares. Su lienzo Embarquement pour Cythère (su obra más famosa, hoy en el Louvre), le abrió en 1717 las puertas de la Academia, y pronto contó con importantes clientes, entre ellos el coleccionista Crozat, y con el apoyo del vendedor de pinturas Gersaint, su gran amigo. En 1719, con la esperanza de mejorar su dolencia, se trasladó a Londres; pero regresó, empeorado, al año siguiente. Pintó entonces otra célebre obra suya, L'enseigne de Gersaint (Muestra de la tienda de Gersaint), que se conserva en Berlín.

L'enseigne de Gersaint de Jean-Antoine Watteau (Castillo de Charlottenburg, Berlín). Esta obra maestra, que fue comprada por el rey Federico II de Prusia, había sido destinada por el propio artista a servir de panel de anuncio del comercio de su amigo el marchante Gersaint, en cuya casa, Watteau, estando enfermo, pintó el cuadro en sólo ocho días. 

Watteau fue la perfecta encarnación del artista insouciant. Su primer biógrafo, el conde de Caylus, explica que, habiéndole reprochado su falta de previsión, Watteau le respondió que el peor fin que podía caberle era el hospital, pero que allí on n'y refuse personne (seguramente aludiendo a sus primeros fracasos con la Academia, que hubieron de maltratar su ego tanto como la tisis su organismo). Cuando murió empezaba ya a" repetirse", y su naturaleza sensible no le hubiera permitido, probablemente, una segunda época.

Embarque para Citerea de Antoine Watteau

 



La obra de Jean-Antoine Watteau, Embarque para Citerea (Embarquement pour Cythère), de cuya modernidad y complejidad iconográfica tanto se ha escrito, se convirtió en objeto de las más duras críticas por parte de intelectuales y artistas de los años centrales del siglo XVIII. La pintura presenta una esmerada composición con un grupo de personajes elegantes que gozan con sus respectivas parejas en un paisaje melancólico envuelto en una sutil luz. No se trata de la Arcadia, el Paraíso que tanto entusiasmó a artistas como Poussin, sino de la peregrinación a Citerea, la isla sagrada de Venus, diosa del amor, a donde los Céfiros la llevaron después de su nacimiento. Ella está representada junto con su hijo Cupido, armado con su flechas y arco, atento para disparar a los humanos y conseguir que se enamoren.

Watteau es el pintor del momento, de la transitoriedad: no narra una historia, sino que muestra un instante. Es por este motivo que se han hecho muchas interpretaciones de este cuadro, a veces contradictorias, pues ¿se dirigen las parejas a embarcar hacia la isla del amor? O ¿hacen el trayecto inverso y muestran un semblante triste porque han de abandonar la tierra donde han encontrado el tan deseado amor?

La pintura refleja el ambiente de las fiestas, la alegría de vivir, el amor galante y la sensualidad de los cuerpos. El tema de les fêtes galantes, las fiestas al aire libre fueron muy populares en la sociedad cortesana del siglo XVIII. La relación entre el hombre y el paisaje ya había sido abordada por artistas como Rubens. Aquí la huella de su Jardín del amor, realizada en 1632, con su vía colorista y sensual, está presente.

En la representación de la escena parece como si el pintor diese más importancia al paisaje, al entorno físico, por la pequeñez de los personajes. Sitúa a los enamorados bajo árboles y a otros caminando plácidamente. Mezcla a los humanos con imágenes extraídas de la mitología clásica. Erige entre la abundante vegetación, esculturas paganas que al fin y al cabo se convierten en testimonio de los placeres de los protagonistas. Las parejas se alejan de la estatua de Afrodita, la diosa de lo bello, después de haber depositado las correspondientes ofrendas. La imagen de la escultura de Venus, situada en el extremo derecho del cuadro, parece desprender vida.

Da la sensación de que los enamorados hayan acabado de su día placentero y se dirijan complacientes y satisfechos hacia la nave que les aguarda debajo de la colina.

La obra tiene una sensualidad matizada por una atmósfera difusa y cálida y por la actitudes galantes y tranquilas de sus protagonistas. Se trata de una pintura que quiere seducir. Como los pintores del rococó, el tema no está al servicio del estado y de la religión, sino del gusto del público y de la misma creatividad del pintor.

Jean-Antoine Watteau es el innovador de la técnica, utiliza una paleta brillante, una pincelada rápida que producen en la pintura efectos táctiles.

Watteau trabajó un género nuevo en el que la escena se desarrolla en la naturaleza y se mezcla con ella. Fue un pintor que se caracterizó principalmente por sus composiciones galantes y costumbristas. Fue el artista del universo de los momentos felices y placenteros.

Este óleo sobre lienzo imbuido de una gracia rococó se fecha en 1717, mide 129 X 192 cm, y se conserva en el Museo del Louvre de París.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

L'enseigne de Gersaint de Jean-Antoine Watteau

 


Esta obra maestra, que fue comprada por el rey Federico II de Prusia, había sido destinada por el propio artista a servir de panel de anuncio del comercio de su amigo el marchante Gersaint, en cuya casa, Watteau, estando enfermo, pintó el cuadro en sólo ocho días.

(Castillo de Charlottenburg, Berlín).

Fuente: Texto extraído de Historia del Arte. Editorial Salvat

Gilles de Jean-Antoine Watteau

 


Este cuadro, hoy famoso, expresa toda la melancolía del payaso, toda la gloria y la miseria del comediante, y pasó desapercibido durante más de cien años. A mediados del siglo XIX figuraba en el escaparate de un marchante, con un letrero que decía: “Pierrot estaría contento si llegara a gustar a alguien”. Un desconocido lo compró entonces por 150 francos.

(Musée du Louvre, París).

Fuente: Texto extraído de Historia del Arte. Editorial Salvat

Lovis Corinth (1878-1943)



Corinth, Lovis (Tapiau (Gvardeysk), Prusia 21 de julio de 1858 - Zandvoort, Holanda, 17 de julio de 1925) Pintor, grabador y escultor alemán cuyo trabajo maduro realizó una síntesis del impresionismo y expresionismo.

Biografía

Corinth estudió en París y Múnich, y fue uno de los representantes del movimiento artístico Sezession (Secesión de Berlín).

Su estilo, en un principio impresionista, evolucionó más tarde hacia un expresionismo dramático y visionario.

Guarda ciertas conexiones con Max Liebermann, si bien este último es más relajado y ornamental.

En 1902 abrió una escuela de pintura y poco tiempo después se casó con una de sus estudiantes, Charlotte Berend, veinte años más joven que él.

Charlotte, además de esposa y madre de sus hijos fue su musa inspiradora, influenciándolo profundamente, la vida familiar se transformó en uno de sus temas preferidos, conjuntamente con los paisajes, los bodegones y los retratos.

Entre sus obras destacan: Ecce Homo (Basilea, Pinacoteca), Autorretrato con esqueleto (1896; Galería Estatal de la Casa Lenbach) y La familia del dios Marte (1910; Kunsthistorisches Museum de Viena).

Dejó además una amplia producción gráfica.

Su único ejemplo en museos de España ha de ser la pintura La modelo del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.

Su obra fue exhibida en la célebre exposición Entartete Kunst en Múnich, los nazis lo consideraron arte degenerado.


Obra comentada


Obra


Expresionismo

Autorretrato con esqueleto, 1896
Carnicería, 1897

Obra de Lovis Corinth. Academicismo.

La deposición, 1895, Impresionismo
La tentación de San Antonio, 1897. Impresionismo
Brujas, 1897
Bacantes regresando a casa, 1898
Salomé, 1899
Perseo y Andrómeda, 1900
Odiseo El luchar con el mendigo, 1903. Impresionismo
Die Jugend des Zeus, 1905
La risa homérica, 1909
Paraíso, 1911

Punto al Arte