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Artistas de la A a la Z

Antoine Bourdelle (1861-1929)



Bourdelle, Émile-Antoine (Montauban, 30 de octubre de 1861-Le Vésinet-Yvelines, 1 de octubre de 1929) Escultor francés, discípulo y colaborador de Rodin


Biografía

Hijo de un ebanista, comenzó a adquirir conocimientos prácticos de talla siendo aún niño, haciendo figuras en el taller de su padre. Debido a estos conocimientos, no le fue difícil ingresar en la Escuela de Bellas Artes de Toulouse. En 1884, pasó a estudiar por medio de una beca a la Escuela Superior de Bellas Artes, donde fue discípulo de Falguiére, Dalou y de Carpeaux. En 1893 recibió el encargo de realizar el monumento commemorativo de la guerra en Montauban. En esta época su obra estaba muy influida por Rodin, a quien había conocido en París, y con quien trabajó como ayudante desde 1893 a 1898. Sin embargo, más tarde se reveló como un artista independiente, de categoría, desarrollando el estilo monumental, al que debe gran parte de su fama. La originalidad de este artista ha quedado a veces ensombrecida por su relación con Rodin, pero su amplia influencia sobre otros escultores más jóvenes ha sido muy importante. Sus obras se inspiraban en los escultores románicos y en los de la Grecia arcaica. Entre las más famosas se cuentan Hércules arquero, expuesto por primera vez en 1910; los relieves de la fachada del teatro de los Champs-Elysées en 1911 y del teatro de Marsella en 1924; el monumento ecuestre al general Alvear en Buenos Aires, y el Centauro moribundo, 1914.

 
Obra comentada


Galería
Monumento a los muertos de
 la guerra de 1870, 1902

La Maternidad, 1893

Rostro de Beethoven de Antoine Bourdelle


Obra realizada en bronce en 1901, que demuestra la línea vanguardista de este escultor, discípulo de Rodin y, a su vez, maestro de grandes artistas como Giacometti y Maillol

(Museo del Ermitage, San Petersburgo). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Fernando Botero (1932)



Botero, Fernando (Medellín, 19 de abril de 1932) Dibujante, pintor y escultor colombiano, el más importante artista colombiano de las últimas décadas, nacido en la ciudad de Medellín el 19 de abril de 1932.

Biografía

Aparte de los breves estudios realizados en la Academia de San Fernando de Madrid y luego en la de San Marcos en Florencia, hay que señalar que Fernando Botero es un autodidacto. Desarrolló un estilo personal: figurativo y realista. Empezó a los dieciséis años como dibujante del suplemento literario del periódico El Colombiano, cuando aún cursaba sus estudios en el colegio. A los dieciocho años, Botero fue expulsado del colegio de los jesuitas donde estudiaba bachillerato por haber publicado un artículo titulado Picasso y el no conformismo en el Arte. En 1951, realizó su primera exposición individual en Bogotá. Con el dinero allí recaudado, se estableció luego en Tolú. Después de participar en el IX Salón de Artistas Colombianos (Bogotá, 1952), donde obtuvo el segundo premio con su cuadro Frente al mar, y tras realizar dos exposiciones de sus obras en Santafé de Bogotá, a los 20 años viajó a Europa (Barcelona, Madrid, París, Florencia).

Ingresó en la Academia de San Fernando y trabajó durante un año en el Museo del Prado. Cuando volvió a su país, repitió sus éxitos en las exposiciones: en 1957, consiguió el segundo premio en pintura del X Salón de Artistas Colombianos, con su óleo Contrapunto; en 1958, primer premio en el XI Salón Nacional con el óleo La Camera degli Sposi. Aunque desde 1960 reside en el extranjero (doce años en Nueva York y luego en París e Italia), se siente el más colombiano de los artistas colombianos. Algunos de sus cuadros más famosos son: La comida con Ingres y Piero della Francesca (1972), Obispos muertos (1965), Dictador tomando chocolate (1969), Familia con animales colombianos (1970), Toro muriendo (1985), Muerte de Ramón Torres (1986), La Mona Lisa de doce años, Sillón con mandolina, El niño de Vallecas, Los músicos (1979), La madre priora (1980), La casa de los gemelos Arias y La apoteosis de Ramón Hoyos.

A partir de 1976, Botero se dedicó a la escultura. Su primera exposición como escultor tuvo lugar en el Gran Palais de París en 1977, con trece esculturas. Luego, en 1978, el artista presentó una serie de 32 obras en la Galería Brusberg de Hannover. La calidad de sus esculturas se hace más manifiesta cuando agiganta un fragmento del cuerpo humano o lleva al absurdo el contraste entre dos figuras o partes del cuerpo. Los más grandes reconocimientos al valor de su trabajo escultórico lo representan su exposición en los Campos Elíseos de París (1992) y en la Quinta Avenida de Nueva York (1993). Todos sus trabajos tridimensionales tienen un carácter arcaizante. Ello se debe, según explicaciones del propio artista, a su deseo de buscar las raíces en el arte precolombino y a cierta influencia del arte popular mejicano. Algunas de las características de sus obras son el feísmo, la monstruosidad y la deformación. El centro de sus obras es el hombre, pero el hombre que sobrevive atrapado en las convenciones de una sociedad. Muchas de estas figuras fueron posteriormente regaladas a algunos de los países que acogieron dichas exposiciones. Así, y por votación popular, Botero dejó dos esculturas en Madrid tras la gran exposición en 1994 en el Paseo de Recoletos, una Mano y una Maja desnuda. También dejó, asimismo, una escultura en el aeropuerto madrileño de Barajas titulada El rapto de Europa.

En abril de 2005 inauguró una exposición en el Palacio Venecia de Roma en la que presentó más de cincuenta pinturas cuyo motivo eran las torturas infringidas por soldados estadounidenses a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib durante la ocupación de Irak en 2003. Botero volvió a aparecer en las noticias en noviembre de 2009, saberse que una escultura suya, Mujer Fumando, fue subastada en la galería Christie´s de Manhattan, por un precio de 1 millón de dólares, el mayor importe pagado por una obra suya, superando al resto de artistas latinoamericanos que vendían sus obras.


Obras comentadas


Obra
Mujer llorando, 1949

Retrato de un joven indio, 1952

Pintura de Fernando Botero



La imagen es un detalle de una de las obras de la primera época pictórica de este artista colombiano, en la que abundaban las referencias a la religiosidad y las figuras de monjas y obispos con una intención satírica. A pesar de haber vivido durante años en un exilio voluntario, Botero siempre ha insistido en llevar a su obra plástica sujetos que están cerca de la idiosincrasia colombiana.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Niña recién envejecida de Fernando Botero



En esta obra de uno de los máximos exponentes del arte hispanoamericano actual se puede apreciar una característica constante en su producción como es su afán por casar una aparente ingenuidad infantil con una sordidez en los contenidos, como pone de manifiesto en su serie de lienzos sobre las torturas de Abu Ghraib.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Escuela de Umbría


La llamada Escuela de Umbría es la denominación que recibe la escuela pictórica formada en el renacimiento en la región italiana de Umbría. Esta escuela es problemática, seguramente porque no es una escuela de iniciación o de plenitud, sino de transición. Ni siquiera están de acuerdo los historiadores del arte en sus límites cronológicos (para unos se inicia con Piero Della Francesca, para otros es la escuela de Perugino), ni aun geográficos estrictos; basta pensar que sus maestros son viajeros y reparten su producción, y aun la centran, en otros lugares; por ejemplo, Perugino tenía al mismo tiempo taller en Perugia y Florencia.

Ese momento de transición a que nos referimos acusa, y ésta es la personalidad de la Escuela de Umbría, un menor rigor del dibujo y la línea, y una preferencia cada vez más creciente por la luz y la atmósfera, traduciéndolas en la belleza y delicadeza del color, considerado en primer plano. Frente a la intelectualización y rebúsqueda de lo antiguo, de lo florentino, lo umbro sigue el camino tradicional de lo religioso cristiano, llegando incluso a lo piadoso y devocional; a severidad se opone ternura, a monumentalidad, gracia y, con frecuencia, un arte más superficial que el florentino, más limitado y, a veces, tocando con lo decorativo. Pero constituye el paso decidido, el camino a la pintura romana del pleno Renacimiento y el arranque de Rafael.

Se considera frecuentemente a Piero della Francesca como fundador de esta Escuela. Podría serlo en el sentido del color y la luz, pero a este excepcional y personalísimo maestro no podemos verle completamente lejos de la nobleza, severidad y monumentalidad florentinas; en todo caso, su producción queda al margen de todo lo posterior umbro. Los que son reputados como sus dos mejores discípulos se orientan de modo diferente al maestro. Uno de ellos es Melozzo da Forli (1438-94), así llamado por el lugar de nacimiento (Marco degli Ambrosio, en realidad); se pone en relación con Giovanni Santi, el padre de Rafael, que le introduce en la Corte papal, para la que trabaja abundantemente, decorando con grandes murales iglesias romanas y la de Loreto, siendo el precedente de Correggio en la representación de figuras planeando en el espacio; entre ellas, los bellísimos ángeles músicos, parte de un gran fresco desmontado, ahora en S. Pedro. El otro discípulo de Piero es Luca Signorelli, fuerte y dramático, incluso violento, gran dibujante y ajeno en general a las blanduras umbras; sus frescos en la catedral de Orvieto cuentan entre las obras fundamentales del quatrocento. En definitiva, es un heredero del arte florentina.

En sentido estricto y más justo, la Escuela umbra es Perugino y su influencia, su estilo concreto y amanerado es importante como nuevo concepto del espacio pictórico; su taller hubo de tener fama indudable; allí envía Giovanni Santi de Urbino -pintor modesto- a su hijo Rafael. En cierto modo, la originalidad de Perugino es el resumen de las experiencias del xv y allí estaba la base de la forma pictórica del XVI. Aquí se apoya sin duda Rafael, que también mantiene contactos con el boloñés Francesco Raibolini, llamado el Francia- muy nutrido también de Perugino-, y con Timoteo Viti, que ya no es peruginesco, pero que puede ofrecer algún contacto con Bernardino Betti, el Pinturicchio, alumno -como Perugino- de Fiorenzo di Lorenzo y que es un delicioso narrador, banal en ocasiones, entusiasta de las bellas imágenes, de lo lujoso y elegante, colorista fastuoso para el que el oro es un color también. Su obra es con frecuencia esencialmente decoración, pero desde luego de primer orden, como lo testimonia en las estancias Borgia del Vaticano, donde bordea un sentido preciosista de orfebre, que aparece también en sus cuadros, tales corno El regreso de Ulises (Londres), que ocupa en la pintura umbra el mismo puesto que en la veneciana puede ocupar la Historia de S. Úrsula de Carpaccio.

El arte umbro, especialmente el peruginesco, aparece después, sobre todo en el paisaje y su modo de interpretarlo, como estilización de vegetales y espacio. Esto ocurre principalmente en Roma, también en Florencia e incluso en la Venecia anterior a lo tizianesco. Los límites y las clasificaciones se hacen difíciles frecuentemente al tratar de separar las escuelas italianas de los s. XV y XVI.


Richard Parkes Bonington (1802-1828)

Pintado por Margaret Sarah Carpenter


Bonington, Richard Parkes (Arnold, 25 de octubre de 1802 - Londres, 28 de septiembre de 1828) Pintor británico.

Biografía

Abandonó su país natal para instalarse con su familia a Calais, Francia. Mostró una fuerte vocación artística que le llevó a trasladarse, con dieciocho años de edad, a París, ciudad que se había convertido en el centro cultural de Europa y a la que acudían artistas de todos los puntos del continente, para ingresar en su Escuela de Bellas Artes, donde recibió la formación académica al uso que completó con las clases particulares del barón Antoine-Jean Gros, un artista que había sido alumno de David y que practicaba la tradición pictórica del retrato y el cuadro de historia. En estos años de formación en París cultivó la amistad de Delacroix que, con su concepto moderno del arte -en completa oposición al academicismo- y su carismática personalidad, influyó poderosamente en el joven artista.

Su muerte, a la temprana edad de veintiséis años, impidió que este prometedor artista desarrollase plenamente su potencial artístico. No obstante, su obra ha dejado una huella imborrable en la historia del arte. Fue uno de los primeros artistas en introducir la técnica inglesa de la acuarela (ver acuarela) en Francia y realizó una serie de paisajes con esta técnica muy notables, en los que mostraba su gran habilidad. Aunque también pintaba al óleo, fueron estas acuarelas las que le dieron fama. También introdujo la técnica del pochade, que practicó, junto con W. Turner y John Constable, un tipo de boceto rápido tomado del natural que más tarde se pondría de moda.

El carácter poético de su obra, espontánea y sensible, influyó mucho en la Escuela de Barbizón (escuela realista que, siguiendo las propuestas teóricas de Constable, se retiró al campo para observar la naturaleza con ojos limpios; pertenecieron a ella Jean-François Millet, Paul Huet y Corot, entre otros) y, de un modo indirecto, su obra contribuyó al nacimiento del impresionismo.

Sus obras se pueden contemplar en París, en el Museo del Louvre (Francisco I); en Londres, en la colección Wallas (Enrique IV) y en Nueva York, en el Museo Metropolitano (Escena costera, Normandía y Descanso al borde del camino), entre otros.

           
Obra
La costa adriatica, 1820

Vista frontal de la catedral, 1822

Oriol Bohigas (1925)




Bohigas Guardiola, Oriol (Barcelona, 20 de diciembre de 1925) Urbanista y arquitecto español.

Biografía

Estudió en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de esta ciudad, donde se graduó en 1951. Al terminar sus estudios fundó junto con otros arquitectos el Grupo R. Ese mismo año se asoció con Josep Martorell. En 1961 obtuvo el título de técnico diplomado en Urbanismo y dos años más tarde el de Doctor en Arquitectura. En 1962 se unió a ellos David Mackay y crearon el estudio arquitectónico MBM Arquitectes.

Su libro La arquitectura modernista recibió el premio de la Bienal del Colegio de Arquitectos de Cataluña en 1968 y, dos años después, le otorgaron el premio Puig i Cadafalch por su otra publicación La arquitectura española de la Segunda República.

En 1971 consiguió la cátedra de composición de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Más tarde viajó a México, donde impartió conferencias en la Universidad y en los Colegios de Arquitectos de las ciudades argentinas de La Plata, Córdoba y Rosario. En 1976 fue profesor docente en la Ball State University de Indiana, EE.UU. En 1981 fue nombrado académico de la Academia Nacional de San Luca, Roma, y presidente de la Fundación Joan Miró.

En 1977 fue nombrado director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, cargo que abandonó en 1980, tras ser nombrado Delegado del Servicio Urbanístico de esta ciudad hasta 1984, que fue designado consejero de Urbanismo del Ayuntamiento, desde donde trabajó en las grandes obras proyectadas en la Ciudad Condal con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992. Asimismo, es autor, junto a Mackey, Martorell y Puig-Domenech, del plan especial para la Villa Olímpica en el sector Paseo Carlos I - Avenida de Icária. En 1991 fue elegido Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona.

Miembro fundador y presidente de la editorial Edicions 62 (1975-1979), presidente de la Fundació Joan Miró (1981-1988) y desde 2007, presidente del Ateneo Barcelonés.

Ha escrito numerosos artículos que le han dado un gran prestigio como crítico y ensayista de la arquitectura, participando en publicaciones como arquitecturas bis, de la que ha sido consejero de redacción, y en Lotus Internacional, revista milanesa.

A lo largo de su vida ha sido galardonado en diversas ocasiones con el Premio FAD: 1959 (Pallars), 1962 (Escorial), 1966 (Borrell), 1979 (Manzana La Salut), 1984 (Palacio Pons i Pasqual), 1990 (Presentación del Canal, con Lluis Pau) y 1991 (Puerto Olímpico de Barcelona, con Albert Puig- Domènech i J. R. de Clascà).

En 1986 le fue concedida la Medalla de Oro al Mérito Artístico de la Ciudad de Barcelona y en 1990, la Medalla de Oro de Arquitectura (que comparte con Francisco de Asís Cabrero). En 1991 la Generalitat de Cataluña le otorgó la Creu de Sant Jordi y en 1999 el Ayuntamiento de Barcelona le concedió el Premio Ciutat de Barcelona a la Proyección Internacional.

Asimismo, Oriol Bohigas es catedrático Emérito por la Universidad Politécnica de Cataluña y Doctor Honoris Causa por la Universidad Técnica de Darmstadt y la Universidad Menéndez y Pelayo.

           
Obra
Complejo de viviendas protegidas
'Vora Rondes' en Barcelona, 1996-1999

Auditorio y Sala Gaudí. La Pedrera, 2005-2008


Ricardo Bofill (1939)



Bofill, Ricardo (Barcelona, 5 de diciembre de 1939) Arquitecto español.

Biografía

Arquitecto español, nacido en Barcelona el 5 de diciembre de 1939. Estudia en la Escuela de Arquitectura de Ginebra. En 1963 reúne a su alrededor un grupo de arquitectos, creando las bases de lo que hoy es el Taller de Arquitectura, con sede en Barcelona y despachos en París, Montpellier y Nueva York. En sus primeras obras aparecen elementos tradicionales de la arquitectura mediterránea y concretamente de la catalana, como ocurre en el bloque de apartamentos de la calle Nicaragua, Barcelona (1964), donde aparecen elementos que recuerdan la reinterpretacion que hace Coderch de la arquitectura vernácula tradicional.

Más adelante, para la construcción del Barrio Gaudí en Reus (1964-68), el equipo propone un lenguaje totalmente renovado, apostando por una gran dinamicidad a la hora de enlazar las viviendas, creando un sistema que sirve de alternativa al bloque racionalista.

Con el fin de poder solucionar los problemas de sus proyectos de mayor envergadura, el grupo concibe una metodología de trabajo. Ésta se basa en la formación geométrica de cuerpos en el espacio y aparece por primera vez y de forma teórica en el proyecto de la Ciudad en el Espacio, en Madrid (1970-72) y posteriormente en otras obras, como en el edificio de viviendas Walden 7, en Barcelona (1970-75), donde se consigue la idea de ciudad en el espacio a base de células de habitación. Con este último proyecto, el gusto de Bofill por las imágenes de castillo, que aparece por primera vez en su complejo Xanadú, Calpe (1967), llega a su máximo apogeo.

La arquitectura practicada por Bofill y su Taller de Arquitectura manifiesta una excesiva preocupación por los exteriores y escenografía, además de una clara predilección por los elementos clásicos tradicionales, convirtiendo sus fachadas en una especie de pastiche estilístico.

Llama la atención la falta de los llamados condensadores sociales en la obra de Bofill (guarderías, piscinas, comercios, etc.), que deberían formar parte del programa de las viviendas sociales. Pero, tanto la falta de equipamientos como el carácter brutal de sus apartamentos, se ve suavizada por la impresión que debe tener el usuario de estar viviendo en una especie de palacio, gracias al formalismo de sus fachadas.

Su proyecto Walden 7 marca el límite desafortunado entre su primera arquitectura motivada por un fuerte impulso crítico y su producción posterior, centrada en problemas estilísticos y formales.

El Taller de Arquitectura en Francia

Motivado por el gran número de encargos para las Villes Nouvelles que Bofill recibe de Francia, organiza en 1971 un segundo taller, que complementa el creado en 1963. En esta nueva etapa, sus obras aparecen cargadas de elementos típicos de la arquitectura culta francesa, practicando una especie de megaclasicismo fácilmente criticable. Esto le lleva a un confuso eclecticismo en el que tienen cabida un sinfin de distintos estilos historicistas, como en La Petite Cathedrale (1971) o en el dramático bloque perimetral Le Palais d´Abraxas (1978-83), entendidos ambos como verdaderos monumentos habitados.

A partir de 1979 el trabajo del taller, siempre dirigido por Bofill, se concentra sobre todo en Francia, con la construcción simultánea de varios proyectos: el barrio urbano de Les Arcades du Lac (1974-80) y Le Viaduc, ambos en Versalles; el Palacio de Abraxas (1978-83), el Teatro y el Arco (1979-83), todo ello en Marne la Vallee ; las Escalas del Barroco (1979) y Antigone (1979-83), ambos en París.

El Taller de Arquitectura en Barcelona

El equipo de Barcelona, instalado en La Fábrica (1973-75), antigua fábrica de cemento rehabilitada por Bofill y con la que gana el Premio Ciudad de Barcelona en 1981, comienza a realizar trabajos urbanísticos dentro del marco político y social de la España del momento, como el proyecto Castro Novo en Santander (1976).

El interés de Bofill por la urbanística y, en concreto, por los problemas urbanísticos de los países en vías de desarrollo, es cada vez mayor. En 1978 decide mandar parte del equipo a Argelia para colaborar con el Gobierno en la planificación urbana y de viviendas. Su estancia en el país se prolonga durante dos años, realizando numerosos proyectos como la construcción del pueblo agrícola Houari Boemedienne, la ciudad lineal de Abadla o el proyecto de ensanche de la ciudad de Bechar, entre otros.

Mientras el equipo asentado en la capital francesa trabaja fundamentalmente en el campo de los grandes conjuntos de vivienda social en las ciudades satélite francesas, el de Barcelona aborda el tema de la urbanística, recuperando los suburbios de la ciudad, con proyectos como el de Los Jardines de Barcelona o el de ajardinar los márgenes del río Turia, en Valencia, ambos de 1981.

Entre sus últimas realizaciones se encuentran el Instituto Nacional de Educación Física en el anillo olímpico de Barcelona (1986-1990), un edificio de oficinas en Moscú (1989-1991), el proyecto urbanístico Marina de Sevilla (1989-1992) y el edificio de oficinas Donnaly en el 77 de la West Wacker Drive de Chicago (1992), primer rascacielos construido por él.

En 1998 publicó el libro titulado La ciudad del arquitecto, título premonitorio del ambicioso proyecto que el estado argelino le encargó cuatro años después: el diseño de Algería, una nueva ciudad que debería erigirse en una zona despoblada del país a 200 kilómetros de la capital.

El 16 de junio de 2009 se inauguró en Barcelona una nueva terminal del aeropuerto diseñada por el arquitecto, que se enmarca en las grandes obras de la arquitectura internacional.


Obras comentadas


Obra
La Fábrica, 1973


La Fábrica, 1973

Teatro Nacional de Catalunya de Ricardo Bofill



La recuperación del repertorio formal del clasicismo -columnas, pilastras, frontones, cornisas, molduras-, elementos utilizados de forma ecléctica y dispar, caracteriza algunos de los aspectos más relevantes del espíritu de la postmodernidad.

(Barcelona)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Walden 7 de Ricardo Bofill


El proyecto para "La ciudad en el espacio" pudo tomar forma en una parcela suburbana que antes estaba ocupada por una fábrica de cemento. Al trabajar con un presupuesto sensiblemente inferior a la norma para viviendas subsidiadas en ese momento, con fondos inusuales, Walden-7 se alzó como monumento y punto de referencia en esta área al oeste de Barcelona. El edificio se compone de 18 torres que se desplazan de su base, forman una curva y entran en contacto con las torres vecinas. El resultado es un laberinto vertical con siete patios interiores interconectados, lo más alejados posible del modelo del bloque de viviendas repetitivo y uniforme. El área considerable originalmente dedicada a los usos comunales se redujo para permitir un mayor número de apartamentos. Los apartamentos están formados sobre la base de uno o más módulos cuadrados de 30 metros cuadrados que crean, en diferentes niveles, viviendas que van desde un estudio que consta de un solo módulo hasta un gran apartamento de cuatro módulos. El programa incluye 446 viviendas, espacios públicos, salas de reuniones, bares y tiendas en la planta baja, y dos piscinas en el techo plano. 









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