En la actualidad, y siguiendo lo
que parece una norma no escrita que se repite en otras actividades artísticas,
no podemos hablar -seguramente nos falte todavía la necesaria perspectiva
histórica- de corrientes o movimientos con unas directrices que nos permitan
agrupar características y autores. Así, la arquitectura actual marca tendencias
a golpe de genio, esto es, merced a las grandes obras de los arquitectos más
reconocidos.
Por ello, cabe ir directamente a
los creadores para tomarle el pulso a la arquitectura de estos primeros años
del siglo XXI. Se ha empezado hablando de Frank O. Gehry, diseñador de uno de
los edificios más representativos de España, el Museo Guggenheim de Bilbao, del
que se ha dicho que es" una tormenta de titanio en la orilla de la ría de
Bilbao". El Museo se compone de una serie de volúmenes interconectados,
algunos cubiertos de titanio y otros de piedra caliza, que otorgan al edificio
un aspecto realmente espectacular. Gehry es, asimismo, el autor de Fish, el enorme pez que se construyó
frente a la playa de Barcelona en 1992, durante el período de remodelación
urbanística que se produjo en la ciudad con motivo de la celebración de los
Juegos Olímpicos ese mismo año. Por otro lado, en una de sus obras más
recientes, el Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles (2003), Gehry se encargó
incluso de diseñar el alfombrado y la tapicería de las butacas y pasillos.
Museo Guggenheim de Frank O. Gehry (Bilbao). Arquitectura y diseño siguieron hasta la década de 1960 la pauta estética del funcionalismo. Más tarde, el espíritu del eclecticismo postmoderno permitiría mantener la línea racional y combinarla con las posibilidades del repertorio historicista en una fructífera dialéctica. El extraordinario impacto ambiental que ha producido esta obra en la ciudad ha propiciado un cambio espectacular en el paisaje urbano, ejerciendo un poderoso atractivo para los visitantes nacionales y extranjeros.
Museo Guggenheim de Frank O. Gehry (Bilbao). Arquitectura y diseño siguieron hasta la década de 1960 la pauta estética del funcionalismo. Más tarde, el espíritu del eclecticismo postmoderno permitiría mantener la línea racional y combinarla con las posibilidades del repertorio historicista en una fructífera dialéctica. El extraordinario impacto ambiental que ha producido esta obra en la ciudad ha propiciado un cambio espectacular en el paisaje urbano, ejerciendo un poderoso atractivo para los visitantes nacionales y extranjeros.
Influido por las ideas de Jacques Derrida, D. Libeskind es uno de los arquitectos más prestigiosos de
Rem Koolhaas es quizás menos
conocido que los dos arquitectos anteriores, aunque presenta un currículum de
lo más destacado, en el que sobresalen, en el capítulo de premios, el Pritzker,
que consiguió en el año 2000, y el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea
(2005). Se trata, sin lugar a duda, de uno de los arquitectos contemporáneos de
referencia, así como de un gran teórico y divulgador, como demuestra su libro La delirante Nueva York. Es un arquitecto
plenamente contemporáneo en el sentido de que trabaja en constante diálogo con
las nuevas posibilidades que abre en sus proyectos. Por ello, sus trabajos
resultan menos reconocibles en conjunto, ya que se caracterizan sobre todo por
un eclecticismo y una tendencia a la esencialidad de las formas. El proyecto
que le hizo conocido fue el Netherlans Dance Theater (1987) y uno de sus
trabajos más recientes y celebrados es la Casa da Musica de Oporto (2005).
Museo Judío de Daniel Libeskind (Berlín). Desde su inauguración en 2001, este museo se ha convertido en una de las instituciones más prestigiosas de la ciudad y en el museo más visitado. El espectacular edificio creado por Libeskind propone una relación completamente novedosa entre arquitectura y contenido museístico. El diseño se estructura a partir de dos ejes: uno recto pero quebrado en varios fragmentos y otro articulado con final abierto. En el cruce de ambos ejes están los vacíos.
Museo Judío de Daniel Libeskind (Berlín). Desde su inauguración en 2001, este museo se ha convertido en una de las instituciones más prestigiosas de la ciudad y en el museo más visitado. El espectacular edificio creado por Libeskind propone una relación completamente novedosa entre arquitectura y contenido museístico. El diseño se estructura a partir de dos ejes: uno recto pero quebrado en varios fragmentos y otro articulado con final abierto. En el cruce de ambos ejes están los vacíos.
Otro nombre crucial en el
panorama de la arquitectura contemporánea es el del español Santiago Calatrava
(1951), cuya trayectoria supone un brillante punto de encuentro entre la
arquitectura propiamente dicha y la ingeniería civil. De sus obras, que
fluctúan entre el plasticismo de raíz mediterránea y la corriente organicista
centroeuropea, destacan el Puente de Bach de Roda (1984) en la ciudad de
Barcelona -que señalaría el inicio de numerosos proyectos parecidos-, la
Estación de Ferrocarril del Aeropuerto de Lyon (1989) y el Complejo Deportivo
Olímpico de Atenas. La extraordinaria estética y armonía de sus monumentales
obras, a menudo de grandes dimensiones, le ha granjeado reconocimiento
internacional y goza en la actualidad de un incuestionado prestigio, el cual se
ha visto reforzado por una de sus últimas creacionnes, la de la Ciudad de las
Artes y las Ciencias (2001), localizada en Valencia, su ciudad natal.
Auditorio de Tenerife de Santiago Calatrava (Santa Cruz de Tenerife). La construcción de la Tenerife Opera House se inició en 1997 y se inauguró en 2003, convirtiéndose en un icono de la ciudad. Ubicado en la vieja zona industrial, junto al mar, la imaginación de este arquitecto parece haber creado una escultura orgánica más que un edificio, sobre todo por la gigantesca pluma que lo corona.
Auditorio de Tenerife de Santiago Calatrava (Santa Cruz de Tenerife). La construcción de la Tenerife Opera House se inició en 1997 y se inauguró en 2003, convirtiéndose en un icono de la ciudad. Ubicado en la vieja zona industrial, junto al mar, la imaginación de este arquitecto parece haber creado una escultura orgánica más que un edificio, sobre todo por la gigantesca pluma que lo corona.
Otros nombres que merecen ser
citados son P. Eisenman, Zaha M. Hadid, C. Himmelblau y B. Tschumi, entre
otros. Todos ellos, así como los que se acaban de ver con más profundidad,
proponen proyectos de edificios inquietantes que exploran, a través de la
aparente destrucción de las formas puras y unitarias, el oculto potencial de la
modernidad.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.