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Artistas de la A a la Z

Domenico di Bartolo (h. 1400/1404 – 1445/1447)

 RenacimientoEscuela de Siena.

Domenico di Bartolo (h. 1400/1404 – 1445/1447), fue un pintor italiano de la Escuela de Siena nacido en Asciano

Biografía

Sobrino de Taddeo di Bartolo, fue un pintor deseoso de asimilar las novedades florentinas, en principio con una amplitud figurativa y una claridad cromática que le acercan a Filippo Lippi. Inició su fama con un retrato del emperador Segismundo (h. 1432) para la catedral de Siena, género poco corriente en la ciudad, y poco después consiguió una obra maestra en la Virgen con el Niño y ángeles o Madonna dell'Umiltà (1433), que se encuentra en la Pinacoteca Nacional de Siena, que se mueve en plenos aires renacentistas florentinos, e incluso en el color denota notables modificaciones con respecto a la tradición sienesa. En sus obras posteriores se advierte una regresión hacia el goticismo; sus orientaciones juveniles permanecen tan sólo en algunos detalles, como se advierte en la Madonna de la colección Johnson (1437) y en el políptico de Santa Juliana (1438), en Perugia. Trabajó junto con Vecchietta en los frescos de la iglesia de Santa Maria della Scala.


Galería
Organizador de bodas con el nacimiento del Bautista, 1420

Madonna y niño entronizados con San Pedro y San Pablo, 1430

Lluís Domènech i Montaner (1850-1923)



Domènech i Montaner, Lluís ​(Barcelona, 21 de diciembre de 1850 - Barcelona, 27 de diciembre de 1923) fue un arquitecto español, que destacó por sus obras edificadas en el estilo modernista catalán.

Biografía

También dedicó gran parte de su vida a la política. Nació en Barcelona y en su juventud ya puso de manifiesto su interés por la arquitectura. Estudió la carrera de arquitectura y ocupó más adelante una cátedra en el Colegio de Arquitectura de Barcelona. Desde este cargo ejerció una influencia considerable acerca de cómo debía ser el modernismo en Cataluña.

Como arquitecto Domènech realizó edificios en los que se combina una racionalidad estructural con elementos ornamentales extraordinarios, inspirados en las corrientes arquitectónicas hispano-árabes y en las líneas curvas propias del modernismo. En el actual Museo de Zoología, construido originalmente como restaurante (Castillo de los Tres Dragones) con motivo de la Exposición Universal de 1888, Domènech utiliza estructura de hierro vista y cerámica, técnica que más tarde, en 1908, perfeccionaría en el Palacio de la Música Catalana. Este edificio, y los que proyectó posteriormente, incorporan una profusión de mosaicos, cerámicas y vidrio policromados, dispuestos con exquisita armonía, que les confieren un aspecto grandioso.

Contrariamente a otros arquitectos del modernismo, Domènech tendió con el paso del tiempo a realizar edificios más ligeros, eliminando material en las estructuras pero manteniendo la ornamentación como elemento de primer orden.

Su actuación política comenzó de muy joven. Miembro de la Jove Catalunya y del Centre Català, presidente de la Lliga de Catalunya (1888) y presidente de Unión Catalanista (1892), fue uno de los organizadores de la asamblea que aprobó las Bases de Manresa, presidiendo la sesión inaugural. Ingresó en el Centre Nacional Català (1899) y más tarde en la Lliga Regionalista (1901). Fue uno de los diputados triunfadores de la candidatura llamada de los cuatro presidentes en 1901, siendo reelegido en 1903, hasta que en 1904, desencantado, abandonó la política para dedicarse a la investigación arqueológica y a la Historia.

Domènech i Montaner murió en Barcelona a los 73 años de edad.


Obra comentada


Más obras
Castillo de los Tres Dragones, Barcelona, 1887-1888 de Lluís Domènech i Montaner
Castillo de los Tres Dragones, Barcelona, 1887-1888

Gran Hotel Internacional, para la Exposición Universal de Barcelona de 1888 de Lluís Domènech i Montaner
Gran Hotel Internacional, para la Exposición Universal de Barcelona de 1888

Palau de la Música Catalana de Lluís Domènech i Montaner


Palau de la Música Catalana de Lluís Domènech i Montaner

Vista de la claraboya de la sala de conciertos del Palau, que fue construido entre 1905 y 1908. Este arquitecto fue el primero, en 1888, en valerse de estructuras de hierro vistas y de paramentos de cristal. Pudo contar, además, con la intervención de los artesanos catalanes (ceramistas, vidrieros, forjadores, etc.), que colaboraban en todas sus obras con un espíritu de progreso, apoyado sólidamente en la tradición catalana medieval.

(Sant Pere Més Alt 11 , Barcelona)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

François Duquesnoy (1597-1643)

 


Duquesnoy, François (Bruselas, 12 de enero de 1597 - Livorno, 18 de julio de 1643) fue un destacado escultor flamenco barroco en Roma. Sus representaciones más idealizadas a menudo contrastan con el carácter emocional de la obra de Bernini, mientras que su estilo muestra una mayor afinidad con las esculturas de Alessandro Algardi.

Biografía

Primeros años

Fue llamado Il Fiammingo por los italianos, y François Flamand por los franceses. Su padre, Jerome Duquesnoy , fue el escultor de la corte del Archiduque Alberto y su esposa la archiduquesa Isabel Clara Eugenia, gobernadores de los Países Bajos, autor de la fuente de Manneken Pis de Bruselas, de 1619. En sus principios trabajó en Bruselas, atrayendo la atención del archiduque, que le dio los medios para estudiar en Roma, donde pasó toda su carrera profesional.

Según biógrafos tempranos, cuándo Duquesnoy llegó a Roma en 1618, estudió la escultura antigua en detalle, ascendiendo sobre la estatua ecuestre de Marco Aurelio para determinar cómo fue modelada, o haciendo un peregrinaje al templo de Diana en el Lago de Nemi. En 1624, Nicolas Poussin llegó a Roma y los dos extranjeros se alojaron juntos.

Ambos se pusieron bajo el patrocinio de Cassiano dal Pozzo. Desarrollaron un canon ideal expresivo de las figuras, en contra de la teatralidad barroca de Bernini. En este empeño fueron apoyados por otros artistas romanos, siendo el principal de ellos Andrea Sacchi, enemigo declarado de Bernini.

Madurez y éxito

Sin embargo, la fama no le llegó a Duquesnoy sino después de al menos de diez años de permanencia en Roma. Hacia 1627-1628 Bernini lo utilizó como ayudante en la decoración del Baldaquino. Con esta reputación recién adquirida, le fueron encargadas obras como el San Andrés situado bajo la cúpula de San Pedro, o la que al año siguiente sería su obra más famosa, la Santa Susana para el coro de Loreto.

Muerte

Nicolas Poussin recomendó encarecidamente a Duquesnoy ante el Cardenal Richelieu, que le ofreció el puesto de Escultor del Rey Luis XIII y la promesa de fundar una academia de escultura en París bajo su dirección. Este aceptó la oferta, y marchó a Livorno con la intención de embarcar hacia Francia. La desgracia quiso que falleciera en dicho puerto. Durante años, Duquesnoy había sufrido de gota y episodios de vértigo, así como de depresión crónica. El taller lo heredó su hermano menor, Jerome Duquesnoy el Joven, junto al que había trabajado durante toda su carrera.

Fue Duquesnoy un hombre de personalidad complicada, poco dado a las relaciones personales, de ánimo lúgubre, lo que le privó de no pocos encargos y relaciones que le hubieran sido vitales para el desarrollo de su carrera. Parece que en sus últimos días sufrió de manía persecutoria, siendo sus depresiones cada vez más profundas y prolongadas. La noticia de su muerte desató todo tipo de especulaciones y rumores, siendo como era conocido su delicado equilibrio mental.


Obras comentadas


Obra
Santa Susana, 1628

Tumba de Andrien Vryburch, 1629

El San Andrés del crucero de San Pedro de François Duquesnoy

  

El San Andrés fue iniciado unos meses después de la finalización de su versión de Santa Bibiana. Es una de las grandes figuras situadas en cada una de las esquinas del crucero de la basílica de San Pedro del Vaticano (las otras estatuas serían el San Longino de Bernini, la Santa Verónica de Francesco Mochi y la Santa Elena de Bolgi). Se dice que Duquesnoy estaba irritado por los manejos de Bernini por conseguir la única esquina de la basílica que recibía directamente la luz del sol para su obra, consiguiendo así un efecto dramático del que las otras ubicaciones carecían.

La comparación entre el San Andrés de Duquesnoy y el San Longino de Bernini revela bien a las claras la gran distancia que separaba a ambos artistas. Mientras que la del segundo bulle en ritmos dramáticos típicos de la exuberancia del barroco, la obra del flamenco combina el equilibrio en la caída de los vestidos del santo con la acusada diagonal que marcan los hombros y la cruz que sostiene. La majestuosa figura es una adaptación del modelo clásico de Júpiter, aunque adolece de una cierta incongruencia entre las diversas partes de la obra.

La estatua de Santa Susana de François Duquesnoy

  

La clasicista Santa Susana (1629) muestra a la santa en actitud modesta. Esta es una de las esculturas que representan a diversas vírgenes mártires, obra de varios artistas, en la Basílica de Santa María de Loreto, frente al foro romano de Trajano.

Los expertos han destacado la finura del acabado de las superficies y la suavidad y dulzura con la que Duquesnoy dotó a la estatua. Según Bellori, el artista trabajó durante años en ella con un modelo vivo, teniendo como referente la estatua antigua de Urania del Capitolio. Duquesnoy consiguió un verdadero alarde de equilibrio clasicista; la figura está en un perfecto contrapposto y todo en ella es grácil elegancia. La santa gira suavemente el cuello con un movimiento compensado por la caída de vestido y manto.

Esta obra gozó de un gran éxito entre sus contemporáneos (Bellori la definió como «un aria dolce di grazia purissima»). Fue, sin embargo, durante el siglo XVIII cuando entró en el canon de las esculturas modernas más admiradas, gracias a una copia de mármol que Guillaume Coustou envió a París (1739) para admiración del ambiente artístico francés. En aquellos tiempos se sentía una profunda devoción por los principios neoclásicos con los cuales la Santa Susana encajaba a la perfección.

Domenichino (1581-1641)

 


Domenichino, Domenico Zampieri, llamado Il (Bolonia, 21 de octubre de 1581 - Nápoles, 16 de abril de 1641) Pintor italiano. Discípulo de Calvaert. Siguió el estilo clasicista de Andrea Carracci y concedió gran importancia al paisaje, lo mismo en sus lienzos que en sus pinturas al fresco. Son notables los frescos de la Villa Aldobrandini, en Frascati, de la abadía de Grottaferrata (1608-10), de San Luigi dei Francesi (1614) y de Santa Andrea della Valle (1624-28), en Roma. Sus lienzos más representativos se hallan en la Galería Farnese de Roma (Muchacha con el unicornio), en el Louvre (Huida a Egipto) y en el Prado (La aparición de los ángeles a San Jerónimo El sacrificio de Abraham). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Más obras


Cabeza de anciano barbado

San Juan Evangelista

William Dobson (1610-1646)

 


Dobson, William (Londres, 4 de marzo de  1610 - 28 de octubre de 1646) Pintor inglés barroco. Fue uno de los primeros pintores ingleses notables, destacando como retratista.

Fue descrito por John Aubrey (1626 – 1697) un contemporáneo suyo, como «el más excelente pintor que Inglaterra ha criado nunca».

Biografía

Dobson nació en Londres y fue hijo de un artista decorativo, además de aprendiz de William Peake (sobre 1580 – 1639) y probablemente más tarde se unió al estudio de Francisco Cleyn (1582 – 1658).

Se cree que tuvo acceso a la Colección Real y que tenía copias de las obras de Tiziano (1477 – 1576) y Antoon van Dyck (1599 – 1641), quien era el pintor de cámara del rey Carlos I de Inglaterra (1600 – 1649). El color y la textura de la labor de Dobson denotan la influencia del arte veneciano, sin embargo, el estilo de van Dyck tiene aparentemente poca influencia en Dobson.

Van Dyck descubrió a Dobson cuando encontró una pintura del joven artista en un escaparate de Londres. Presentó a Dobson al Rey, a quien Dobson había pintado, sus hijos y los miembros de la corte.

Cuando van Dyck murió en 1641, probablemente Dobson le sucedió como sergeant-painter del Rey, aunque se carece de pruebas. Durante la Revolución inglesa (1641–1651) Dobson se estableció en el centro realista de Oxford y pintó muchos de los principales Cavaliers. Su retrato del futuro Carlos II de Inglaterra (1630 – 1685) como el Príncipe de Gales, en torno a la edad de doce años, es una notable composición barroca, y quizás su mejor trabajo. También pintó al Jacobo II de Inglaterra, Duque de York (1633 – 1701), al Príncipe Ruperto del Rin (1619 – 1682) y al Príncipe Maurice von Simmern (1620 – 1652).

Alrededor de sesenta obras de Dobson han sobrevivido, la mayoría son retratos, casi todos ellos datan de 1642 o posterior. El grueso impacto de sus primeros trabajos dio paso a una mera pintura desnatada, tal vez un reflejo de la escasez de materiales durante la guerra. Cuando Oxford cayó en manos de los Parlamentarios, en junio de 1646, Dobson regresó a Londres. Entonces, sin patrocinio, fue encarcelado durante un corto periodo de tiempo por deudas y murió en la pobreza a la edad de treinta y seis años.

Hay ejemplos de la labor de Dobson en: la Colección Real, Birmingham, Dunedin (Nueva Zelanda), Edimburgo, Hull, Liverpool, Londres (Tate Británica, Galería Nacional del Retrato e Instituto de Arte Courtauld), Yale y en otras casas de campo inglesas. El más completo estudio sobre Dobson y su obra es William Dobson, 1611-1646 un catálogo para una exposición en la Galería Nacional del Retrato escrito en 1983 por M. Rogers.


Obra
Retrato de Abraham van der Doort, 1640

Retrato de la mujer del artista, 1640

Eduardo Arroyo (1937-2018)



Arroyo, Eduardo (Madrid, 26 de febrero de 1937 - 14 de octubre de 2018) Pintor y escenógrafo español. Afincado en París desde 1958, lleva a cabo su trabajo en esta ciudad y en Madrid. Su obra ha evolucionado del expresionismo inicial al realismo crítico con elementos propios del pop. De su producción destacan las series Miró rehecho y Toda la ciudad habla de ello. En 1986 estrenó en Munich la obra teatral Bantam (1986), inspirada en su afición al boxeo. Ha cultivado también la escultura, la cerámica y la escenografía teatral. De su producción literaria destaca Panamá Al Brown 1902-1951 (1982) y Sardinas en aceite (1989), que reúne una selección de sus escritos críticos. En 1982 fue galardonado con el premio Nacional de Artes Plásticas.

Sus conocidos "pastiches" de temas políticos pasan por un sentido de homenaje, de cita e incluso de parodia. Napoleón, Churchill, Franco, Hitler, acabaron por convertirse en personajes-tipo de una historia que combate fervientemente por su carácter inmutable y petrificado.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obra comentada


Galería

Napoléon en Arcole, 1963

La Perquisition de St. Sebastian, 1969

Retrato del actor de Eduardo Arroyo.


Este lienzo de 1975 es una de las múltiples reelaboraciones figurativas de imágenes míticas de la cultura popular, generalmente basadas en el cine, que derivaron el arte de Arroyo hacia la estética del Pop art. Su obra, entretejida veladamente de denuncia social y de un fuerte contenido ideológico que tenía que bregar con inteligencia con la censura franquista, recrea una iconografía extraída del mundo de la publicidad, del cartelismo político, de la fotografía de prensa y de otros tópicos culturales difundidos por los mass-media.

(Galería Kart Flinker, París)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Narcisse Virgile Díaz de la Peña (1808-1876)



RealismoEscuela de Barbizón.

Díaz de la Peña, Narcisse Virgile, (Burdeos, 20 de agosto de 1808 - Menton, Alpes Maritimes, 18 de noviembre de 1876) Pintor francés. De origen español, tras realizar varios viajes por Europa se instaló en París, donde se aficionó pronto a la pintura. Hacia 1835 su estilo y gran parte de sus temas quedaron definidos por su trato con pintores como Théodore Rousseau y otros, que establecidos junto al bosque de Fontainebleau, conformaron la llamada Escuela de Barbizon. Tanto sus paisajes como sus composiciones con figuras humanas se caracterizaron por un gran detallismo e intensidad de color, que influyó directamente en la pintura impresionista posterior.

Sus padres, de origen español, habían abandonado su país tras Napoleón Bonaparte, cuando los ejércitos de éste fueron derrotados en la Península Ibérica. Sus padres murieron pronto y Narcisse Virgile fue adoptado por un pastor de Bellevue (cerca de París). En su niñez fue mordido en la pierna por una víbora; la herida, infectada, obligó a amputar la pierna dañada. No obstante, ello no le impidió viajar: estuvo un tiempo en Inglaterra y, de nuevo en Francia, en el Languedoc; luego entró como aprendiz en el taller de porcelana de Arsène Gillet, en París. Allí conoció a numerosos pintores: Jules Dupré (nieto de Gillet), Auguste Raffet, Constant Troyon, etc.

Aficionado por entonces a la pintura, estudió los cuadros de algunos artistas expuestos en el museo del Louvre, copió y se inspiró en cuadros de Correggio y de Prud'hon (como en Venus y Adonis o Ninfa durmiente), y realizó algunas obras en que representó los alrededores de París, flores y bodegones. Hacia 1827 recibió lecciones de pintura de François Souchon. El año de 1831 fue clave en su carrera: envió su primer cuadro al salón de pintura de la ciudad y trabó estrecha relación con Jean-Baptiste Corot, Honoré DaumierJean-François Millet, Théodore Rousseau y otros; los años siguientes continuó enviando obras al Salón: Claude Frollo y Esmeralda (1834), Venus desarmando a Cupido (1837). Realizó también cuadros de tema oriental inspirados en Delacroix y Decamps (Niños del Este), y de género (En un jardín turco), que eran ya muy luminosos.

Desde 1835 frecuentó el bosque de Fontainebleau, coincidiendo en la pequeña aldea de Barbizon con otros muchos pintores: Théodore Rousseau, que se estableció allí ese año, y luego con varios más que les hicieron compañía (Charles Daubigny, Jean François Millet, Charles Jacque, etc.). Todos ellos conformaron la que se llamó Escuela de Barbizon, de la que Díaz de la Peña fue uno de sus máximos representantes. Pintó varias composiciones de árboles a imitación de Th. Rousseau y de clara referencia holandesa: Barca cruzando con la puesta de sol y Vista de las gargantas de Apremont (ambas enviadas al Salón de 1837). Se definía ya un estilo que destacaba por el tratamiento de la luz atravesando espesos bosques de encinas, formando penumbra en derredor. El color que aplicaba, especialmente a partir de 1844 y acentuándose con el tiempo, era prácticamente puro, salvo rápidas pinceladas matizadoras. Para realizar sus pinturas tomaba primero bocetos muy detallados del natural, que luego eran el fundamento de los lienzos.

Su obra Jauría en el bosque de Fontainebleau (1848) tenía ya la intensidad cromática característica, así como la posterior Bosque de Fontainebleau (1857). El cuadro Los gitanos (1850-51), con parecido tratamiento de gran luminosidad que el dado a los paisajes, es muestra de otra de sus líneas temáticas. Una tercera fue la representación de las escenas de género de moda en su época, pero siempre con su estilo particular: El payaso, Venus con Cupido (1851). Desde 1860, a causa de la comercialización de sus obras, fue poco creativo, y recibió por ello algunas críticas. No entrar (1859), obra de tanta calidad como sus mejores cuadros, fue la última que envió al Salón de París. Sus siguientes cuadros de paisajes, muy realistas, mostraban un dramatismo saturado, obtenido con juegos de luz: Charca bajo los robles, Altos de Le Jean de París (1867), Tormenta amenazadora (1870). Una de sus últimas obras fue Maleza (1874).

En 1844 y 1846 obtuvo sendas medallas por sus pinturas, y en 1851 recibió la de primera clase. Monticelli fue discípulo suyo. Díaz de la Peña fue uno de las más directos precursores de los impresionistas de fin de siglo, muchos de los cuales (Bázille, MonetRenoirSisley) le conocieron en 1863 y admiraron su luminosidad.

Fuente: Texto extraído de www.mcnbiografias.com

Obra
Camino en el bosque, 1850

Días soleados en el bosque, 1850

Punto al Arte