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El Grand Siècle francés

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La obra de reconsolidación y enaltecimiento de la realeza en Francia emprendida por Enrique IV tuvo eficaces continuadores en los grandes ministros de su hijo y su nieto, Luis XIII y Luis XIV. Richelieu y Mazarino, Colbert y Sully fueron atlantes que se revelaron capaces de sostener el peso enorme de aquella monarquía absoluta. A Colbert, sobre todo, puede considerársele como el promotor de lo que los franceses han llamado el Grand Siècle , el" gran siglo". Cúpula de los Inválidos de Jules  Hardouin  Mansart, en París. Esta  obra representa el  triunfo del  clasicismo francés frente al ba- rroco romano, del racionalismo  frente a la  fantasía desatada de  Bernini. El arte oficial francés de esa época estaba al servicio de una concepción clásica y monumental-para mayor gloria del rey-, lo que obliga a pensar en un rechazo a la entrada del Barroco europeo. Sin embargo, no puede decirse que Francia haya quedado al margen del desarrol...

La pintura, diversos estilos coetáneos

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Más difícil es el intento de hacer un resumen de la evolución que siguió la pintura a partir del reinado de Luis XIII, porque, tras un prolongado período de marasmo, este arte recoge entonces, en su resurgir, aspectos que difícilmente hubieran encontrado acogida en la escultura de la época, dada la obediente sumisión en que ésta se hallaba a las directrices de arte pomposamente encomiástico emanadas de la Academia, por iniciativa real. Un sector de la pintura francesa del siglo XVII se mantuvo, en efecto, completamente ajeno a aquellas consignas unificadoras, en un ambiente de gozosa libertad artística. Ahora, esto aparece con toda evidencia. Así como en el arte del grabado Abraham Bosse había podido evocar libremente los momentos de la vida ordinaria de los burgueses parisienses del reinado de Luis XIII, una parte (quizá la de más auténtica valía) de la creación pictórica prefería los asuntos de la intimidad familiar ciudadana o campesina. Descendimiento de la Cruz  de...

La obra escultórica

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Numerosos escultores trabajaron en el adorno de aquellos jardines. Algunos son artistas más bien secundarios, como los hermanos Marsy, Legras, Le Hongre, el italiano Tubi, aunque casi todos ellos muestran atenuado el barroquismo, procurando ajustarse al criterio del arte clásico, que fue el preconizado por la Academia, organismo supeditado a la voluntad del rey. Pero también trabajaron para Versalles los más notables escultores cortesanos. De Girardon son el bello relieve del Baño de las Ninfas y el importante grupo marmóreo del Baño de Apolo asistido por las Musas , en la Gruta de Tetis. François Girardon y Antoine Coysevox fueron los más afamados escultores del Grand Siècle . Coysevox (1640-1720), aparte de sus numerosas obras realizadas para Versalles (Galería de los Espejos, Escalera de los Embajadores, Salón de la Guerra), es autor del busto del Gran Candé y del delicioso retrato de la duquesa de Borgoña , María Adelaida de Sabaya, representada como una Diana antigua. Sus...

El Barroco en la arquitectura

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Ya en algunos de los edificios de Francisco de Mora, pueden observarse asimetrías y leves elementos de   pintoresquismo, que no dejan de aparecer sorprendentes en un fiel seguidor de Herrera . La importancia que antes se atribuía, en relación con la introducción del Barroco, al caballero italiano Crescenzi, que intervino en el Panteón de los Reyes de El Escorial, se halla hoy muy mermada; en el proyecto tuvo más parte  Juan Gómez de Mora , discípulo y sobrino de Herrera. Crescenzi se limitó a cuidar de su decoración. Otra figura significativa del momento fue Alonso Carbonell , autor del Palacio del Buen Retiro (1631-1633) y de su sala de baile ("Casón") construida por él en 1638. De todas formas, en estas obras, el Barroco se reduce al enriquecimiento de las superficies. Promediado el siglo, será Andalucía la región española donde se concibe y realiza en "barroco" de un modo más original. Fachada principal de la Catedral de Granada  de Alonso Cano. Dispu...

El Barroco en España

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Se ha podido enjuiciar severamente el siglo XVII español partiendo de la base de su decadencia económica o política; jamás se pudo poner en tela de juicio su originalidad y riqueza por lo que respecta a las artes y las letras; en ambos aspectos fue, además, un período lleno de contrastes. En arquitectura se mostró progresivamente barroco; en pintura y escultura produjo un arte que es uno de los más profundamente realistas y humanos que hayan existido. El interés internacional por el Barroco arranca de la obra de Wolfflin Renacimiento y barroco , publicada en 1888. En España este interés no se sintió, desde el punto de vista de la arquitectura, hasta bien entrado el siglo XX. A principios de este siglo aún se mantenía en vigor el juicio y la condenación del Barroco proferidos por los escritores del período neoclásico; son curiosos los terribles despropósitos de los críticos españoles de los siglos XVIII y XIX sobre los profesores del período barroco. Cúpula de la Catedral N...