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Artistas de la A a la Z

Lorenzo Ghiberti (1381-1455)

 


Ghiberti, Lorenzo (Pelago, 1381 - Florencia, 1 de diciembre de 1455) nacido Lorenzo di Bartolo, fue un artista italiano florentino del Renacimiento temprano más conocido como el creador de las puertas de bronce del Baptisterio de Florencia, llamado por Miguel Ángel las Puertas del Paraíso. Formado como orfebre y escultor, estableció un importante taller de escultura en metal. Su libro de Commentarii contiene importantes escritos sobre arte, así como lo que puede ser la primera autobiografía sobreviviente de cualquier artista.


El Bautista era uno de los santos protectores de Florencia; por esto el pequeño baptisterio octogonal, con su cúpula decorada todavía con mosaicos bizantinos, para el que Andrea Pisano había fundido ya las citadas puertas de bronce, venía a ser como una especie de santuario nacional. Leonardo proyectó alzarlo todo sobre un basamento, por medio de grandes e ingeniosas máquinas, para que resultara más esbelto, y Vasari le llama aún “templo antiquísimo y principal de la ciudad”.

El pequeño edículo octogonal, con sus fuentes bautismales en el centro, tiene tres fachadas: una delante de la catedral y dos más, una a cada lado; en su pared posterior está el ábside con el altar, excavado en el grueso del muro. Estas tres fachadas tienen cada una sus puertas de bronce; las primeras son las elaboradas por Andrea Pisano; las otras dos fueron obra de Lorenzo Ghiberti, el primer gran escultor del siglo.

Corría precisamente el año 1401 cuando los mercaderes de Florencia se propusieron completar la decoración de San Giovanni con estas dos nuevas puertas de bronce. Para ello abrieron un concurso, en el que tomaron parte siete escultores, todos ellos toscanos: dos de Siena, dos de Arezzo, uno de Val d’Elsa y dos de Florencia. Los escultores florentinos eran Brunelleschi, el que sería después el arquitecto de la cúpula del Duomo, y Ghiberti, que contaba entonces poco más de veinte años de edad. Todos tenían que componer y fundir, en el término de un año, un plafón de la misma forma y medida que los de la puerta de Andrea Pisano, desarrollando dentro de la orla del recuadro un mismo asunto: el sacrificio de Isaac por su padre Abraham. 

Puerta del Paraíso de Lorenzo Ghiberti (Baptisterio de Florencia). Esta fue la tercera, y última, puerta del baptisterio florentino que realizó Ghiberti, con la ayuda de Michelozzo, Benozzo Gozzoli y Bernardo Cennini entre 1425 y 1452, y cuya belleza movió a Miguel Angel a darle el nombre con que hoy se la conoce. Está dividida en diez paneles en los que se hallan representadas, en relieve y con perspectiva renacentista, escenas del Antiguo Testamento. 

En el Museo Nacional de Florencia se conservan los modelos en bronce presentados en este concurso por los florentinos Brunelleschi y Ghiberti; se conoce que en tiempo de Vasari ya se los admiraba, comentándolos y comparándolos en todos sus detalles. Es de suponer que los que propusieron el tema señalaran también el número y posición de las figuras, porque en ambos modelos hay el mismo número de personajes; a los escultores no quedaba más que disponerlos según aquella novedad y belleza de estilo que constituye la invención artística.

Jean-Léon Gérome (1824-1904)



Gérome, Jean-Léon (Vesoul (Alto Saona), 1824 - París, 1904). Pintor y escultor francés. Fue discípulo de Paul Delaroche en la Escuela de Bellas Artes de París y después siguió a su maestro hasta Roma, donde estudió las corrientes estéticas del momento. Esta etapa italiana, junto a los estudios del clasicismo de Charles Gleyre en París, determinaron los primeros temas de Gérome, que se ganó reputación como pintor neo-grec, con una serie de cuadros que mostraban acontecimientos de la época antigua. Creó, con un realismo fotográfico, escenas y acontecimientos ocurridos en otro tiempo y lugar.

Realizó varios viajes a Italia, Turquía y Egipto, como consecuencia de los cuales empezó a pintar sus famosas escenas orientales. Debutó en 1847 en el Salón de París, a la edad de 23 años, con una pintura titulada Jeunes grecs faisant battre des coqs, obra que le valió una medalla y fue adquirida por el Estado.

En 1864 fue nombrado profesor de la Escuela de Bellas Artes de París y un año después miembro del Instituto de Francia. Como maestro influyó mucho en sus alumnos, entre los que se contaban Pierre-Auguste Renoir, Frédéric BazilleThomas Eakins. Se opuso de por vida a las innovaciones artísticas, tales como el Impresionismo, que puso de manifiesto claramente con su protesta pública contra la retrospectiva póstuma de Manet, organizada a petición del Senado francés. Para Gérome el Impresionismo era "el deshonor del arte francés".

Fuente: Texto extraído de www.mcnbiografias.com

Obra comentada


Más obras
Jóvenes griegos alentando gallinas para luchar, 1846. Academicismo

La cita, 1844. Academicismo

Jóvenes griegos en una riña de gallos de J.L. Gérome


Obra representativa del academicismo del Segundo Imperio francés. Fue una época de gran prosperidad material, de advenedizos y de nuevos ricos, con prisa de gozar. Los pintores se esforzaban por rivalizar con la fotogra fía, recién inventada, para no sorprender a sus clientes burgueses. Gérome eliminaba de la realidad todo cuanto pudiera parecer grosero, feo o vulgar y producía amables desnudos, pretendidamente "griegos", que tuvieron en su época un éxito fabuloso 

(Musée d'Orsay, París)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Théodore Géricault (1791-1824)



Géricault,  Jean-Louis André Théodore ( Ruan, 26 de septiembre de 1791 - París, 26 de enero de 1824). Pintor francés. Su obra fue el germen del romanticismo pictórico en Francia. Junto con el joven Eugéne Delacroix, sobre quien ejercería una profunda influencia, fue discípulo del pintor académico Pierre Guérin. Sin embargo, pronto se alejó de las normas del neoclasicismo dominante al decantarse por una pintura muy colorista, al estilo del pintor barroco Pedro Pablo Rubens, y por el estudio del movimiento, especialmente en escenas de caza. En su primera obra temprana, Oficial de cazadores de la guardia imperial, a caballo (1812), y en El coracero herido (1814) ya se percibe una tendencia a presentar los temas acentuando el contenido dramático. Su obra maestra es Los náufragos del Méduse (1819), cuadro de grandes dimensiones en el que pintó a los supervivientes del naufragio de la fragata La Méduse, que se hundió en el Atlántico en 1816. Géricault plasmó, sin escatimar detalles macabros, el sufrimiento de las quince personas que, abandonadas a su suerte por el capitán y los oficiales, Clo~ariu 130 lograron mantenerse a flote en una balsa; el cuadro puede interpretarse también como una alegoría de la lucha universal del hombre por su supervivencia. En el ambiente dominado por las rígidas normas del neoclasicismo, esta pintura supuso una osadía, porque rompía con la tradicional jerarquía de los géneros pictóricos al dar un tratamiento heroico a un tema contemporáneo, que carecía de contenidos edificantes. El cuadro suscitó muchas controversias porque también se interpretó como una denuncia de la corrupción política en la Francia de la Restauración borbónica. Profundo conocedor de la anatomía equina, destacan también sus obras sobre caballos (versiones de la Carrera de los caballos bardos y del Gran Derby de Epson). En los últimos años de su vida pintó una serie de retratos de locos recluidos en el hospital de La Salpétriére, en París, que resultan sorprendentes por su realismo sin concesiones.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obras comentadas


Más obras

Oficial de húsares ordenando una carga, 1812

Estudio de un hombre, 1808-1812

Balsa de “La Medusa” de Théodore Géricault



La Balsa de "La Medusa" (Radeau de La Méduse") fue expuesta en el Salón Oficial de 1819, obteniendo la medalla de oro, bajo el título de Escena de un naufragio, nombre que posiblemente le fue impuesto. La recepción por parte de la crítica fue muy diversa, pues levantó una airada polémica, pero en absoluto enteramente negativa. El cuadro hizo sensación entre el público, a diferencia de la Gran Odalisca de lngres, expuesta en ese mismo Salón, que sufrió las befas y mofas generales.

La escena narra un escándalo político ocurrido en 1816. Representa la historia de los supervivientes del hundimiento de la fragata "La Medusa", un barco que había naufragado frente a las costas africanas y un pequeño grupo de pasajeros sobrevivió gracias a una balsa.

Géricault realizó esta obra para dar a conocer la espeluznante historia, censurada por el gobierno. Debió de ponerse a trabajar en el verano de 1818. En noviembre alquiló un nuevo estudio que diera cabida al inmenso lienzo, que quedaría terminado en julio de 1819 para la apertura del Salón. Hizo numerosos bocetos y estudios previos sobre cadáveres para dar más verosimilitud a los cuerpos, agotados por el hambre, la sed y las enfermedades.

El pintor recoge el momento más romántico, el de la esperanza, el punto en que los protagonistas, hombres desconocidos, divisan su salvación en la lejanía. Las figuras están dispuestas en una composición en diagonal, una pirámide de cuerpos humanos compuesta por toda una galería de gestos y expresiones, desde la desesperación más absoluta del anciano que da la espalda al barco, pasando por los primeros atisbos de esperanza, hasta llegar al entusiasmo de los hombres que agitan sus camisas al horizonte. La gran figura del extremo inferior derecho fue añadida en el último momento cuando el lienzo ya había salido del estudio.

El espacio inestable y abierto, entre el cielo tenebroso y el mar agitado, acentúa aún más la emotividad de los rostros y los gestos. Géricault, con esta obra, uno de sus cuadros más famosos, llegó a una situación extrema de contenido y sensibilidad, alejándose, definitivamente, de los nobles ideales y de la grandeza serena del mundo neoclásico.

La balsa medio desecha por el oleaje, los cuerpos de los muertos, putrefactos, mutilados, desperdigados, todos los detalles están inspirados en la realidad más cruel acentuada por los contrastes de luces y sombras, claros y oscuros. Además, en estos cadáveres, empleó las sombras negras de Caravaggio y su tratamiento profundo del desnudo.

La ambición del artista en este cuadro era inmensa, una audacia que resulta todavía más impresionante cuando se tiene en cuenta que el tema elegido sólo podía causar inquietud al gobierno. Con este lienzo, Géricault hizo crítica de su tiempo: es, en definitiva, la sociedad la que está embarcada en esta balsa.

La obra influirá en Delacroix cuando trabaje, hacia 1822, en su Dante y Virgilio atravesando la laguna que rodea la ciudad infernal de Ditis.

Por su tamaño, 491 x 719, su fuerza, su cuidadosa ejecución e intensidad de expresión, la Balsa de "La Medusa" es una de las grandes composiciones históricas, un impresionante óleo sobre lienzo conservado en el Museo del Louvre.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Coracero herido de Jean-Louis Théodore Géricault


Fundador del romanticismo pictórico en Francia, esta obra la presentó al Salón de 1814. Muy aficionado a los caballos, supo darles un ritmo extraordinario en sus pinturas y ésta fue una temática que le acompañó toda su vida. 

(Musée du Louvre, París). 


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Oficial de húsares ordenando una carga de Théodore Géricault


Pintada en 1812, esta obra revaloriza el movimiento, el colorismo y el apasionamiento frente a las actitudes estáticas, el dibujo y la serenidad, típicos del neoclasicismo. 

(Musée du Louvre, París). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Retrato de una loca de Théodore Géricault


Este cuadro refleja la curiosidad romántica por todo lo extraño, hasta llegar a lo enfermizo y morboso. En el caso de Géricault. además de los caballos, se interesó por los enfermos mentales, a los que se dedicó a observar en el hospital de Salpetrière. 

(Musée du Louvre, París). 


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

El Gran Derby en Epson de Théodore Géricault


Entre los años 1820 y 1822 el artista vivió en Londres, donde pintó tres versiones del Gran Derby, de las cuales ésta es la más conocida. 

(Musée du Louvre, París).


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Paul Gavarni (1804-1866)



Gavarni, Sulpice-Guillaume Chevalier, llamado Paul (París, 13 de enero de 1804 - 24 de noviembre de 1866) Dibujante y litógrafo francés. Comenzó como delineante, pero pronto volcó su atención a su vocación como caricaturista. La mayor parte de sus mejores obras aparecieron en Le Charivari, aunque algunas de sus ilustraciones más ácidas y formales, fruto de una visita a Londres, aparecieron en L'Illustration. Fue también ilustrador de novelas de Balzac y de la obra de Eugene Sue, Wandering Jew.


Biografía

Nacido en París en el seno de una familia pobre, comenzó a trabajar como obrero en una fábrica de motores. Al mismo tiempo asistió a la escuela de dibujo. En sus primeros intentos de convertir sus habilidades en algo rentable, se encontró con muchas decepciones, pero finalmente obtuvo el encargo de elaborar algunas ilustraciones para una revista de moda. Gavarni tenía entonces treinta y cuatro años. Su lápiz afilado y agudo dio a estos dibujos, generalmente comunes y alejados del plano artístico, una vitalidad y expresión que pronto le granjearon un nombre en los círculos de moda. Poco a poco prestó mayor atención a este trabajo, y finalmente dejó de trabajar como delineante para convertirse en el director de la revista Les Gens du monde.

Su ambición creció en proporción a su éxito, y Gavarni siguió su inclinación como caricaturista, comenzando una serie de dibujos litografiados en los que interpretaba las características más llamativas, las debilidades y los vicios de las distintas clases de la sociedad francesa. Gavarini pasó por diferentes etapas en su creación. Al principio se limitó al estudio de las costumbres parisinas, especialmente las de la juventud. A esta línea pertenecen Les Lorettes, Les Actrices, Les Coulisses, Les Fasizionables, Les Gentilshommes bourgeois, Les Artistes, Les Débardeurs, Clichy, Les Étudiants de Paris, Les Baliverneries parisiennes, Les Plaisirs champêtres, Les Bals masqués, Le Carnaval, Les Souvenirs du carnaval, Les Souvenirs du bal Chicard, La Vie des jeunes hommes y Les Patois de Paris. Cuando dejó de dirigir Les Gens du monde trabajó como caricaturista en Le Charivari. A estas alturas era un caricaturista reconocido y extremadamente popular, y sus ilustraciones para libros eran muy solicitadas por los editores. Así sus obras ilustran la novela por entregas El judío errante, de Eugène Sue (1843, 8 vol.), la traducción francesa de los cuentos de E. T. A. Hoffmann (1843), la primera edición colectiva de las obras de Balzac (París, Houssiaux, 1850, 20 vol.), Le Diable à Paris (1844-1846, 2 vols.), Les Français peints par eux-mêmes (1840-1843, 9 vols. 8.º) y muchas otras. Sus dibujos influyeron de forma decisiva en el éxito de las publicaciones.

Una sola portada o viñeta, fue muchas veces suficiente para asegurar la venta de un nuevo libro. Siempre deseoso de ampliar el campo de su mirada artística, Gavarni ya no se limitó a los tipos clásicos de la sociedad parisina y volcó su mirada al lado grotesco de la vida familiar y de la humanidad en general. Sus dibujos Les Enfants Terribles, Les Parents Terribles, Les Fourberies des femmes, La Politique des femmes, Les Mans vengs, Les Nuances du sentimiento, Les Rives, Les Petits Jeux de société, Les Feto Malheurs du bonheur, Les Impresiones de ménage, Les interjecciones, Les Traductions en langue vulgaire, Les Propos de Thomas Vireloque, etc, fueron obras de ese momento y son algunas de las más valoradas. En ellas, mientras usa de forma admirable la ironía como en sus obras anteriores, realiza una visión más profunda de la naturaleza humana; por lo general, llevan el sello de una filosofía amarga e, incluso, sombría.

Esta tendencia se vio reforzada por una visita que realizó a Inglaterra en 1849. Regresó de Londres profundamente impresionado con la miseria, degradación y pobreza de las clases más humildes. Acostumbrado a la atmósfera alegre de París, le marcó en su obra más tardía. Pasó del caricaturista alegre a uno incisivo, cuya temática se centró en las miserias humanas y la responsabilidad de las mismas. La mayoría de estas últimas ilustraciones aparecieron en el semanario L'Illustration. En 1857 se publicó en un solo volumen la serie titulada Masques et visages y en 1869, aproximadamente dos años después de su muerte, vio la luz su último trabajo, Les Douze Mois.


Galería
El comentario, 1843

¿Qué estás buscando aquí, Filósofo?, 1847

Gaudí (1852-1926)



Gaudí i Cornet, Antoni (Mas de la Calderera, término de Riudoms, 25 de junio de 1852 – Barcelona, 10 de junio de 1926) Arquitecto español. Fue una de las personalidades destacadas del modernismo, y su obra prefigura las tendencias más audaces de la arquitectura contemporánea. Gaudí se formó en el ambiente del romanticismo catalán, entusiasta de la Edad Media, y bajo la influencia de las ideas de Ruskin y Viollet-le-Duc. En sus primeras obras (casa Vicens, 1878; ábside de la Sagrada Familia; palacio Güell, 1885-89, todas en Barcelona), hay estructuras neogóticas, influencias islámicas y una predilección por la decoración brillante a base de cerámica policromada; pero simultáneamente aparecen experimentos constructivos (ante todo, el empleo de arcos parabólicos) que le condujeron a un estilo personal que planteó una nueva tecnología de la piedra, la madera y el hierro forjado. La fachada de la Natividad de la Sagrada Familia, iniciada con un estilo "biológico" imitado de las formas naturales (formas vivas de plantas y animales, nieve fundiéndose, nubes y estrellas), termina en las cúspides de las cuatro torres, a 107 m de altura, con sorprendentes superficies formadas por planos intersecados y formas alabeadas, cubiertas por mosaicos de brillantes colores. Esta nueva concepción plástica, ya no sólo ornamental sino esencial de la construcción misma, caracteriza la casa Batlló (1905-07), con una fachada ondulada, revestida de mosaicos, que produce el efecto de una superficie de agua colocada verticalmente. En sus obras posteriores, las estructuras concebidas a base de paraboloides hiperbólicos y el sentido originalísimo de la plástica gaudiniana crean un nuevo lenguaje arquitectónico: la casa Milá (1905-1 O) es un bloque de formas orgánicas con bordes horizontales rítmicamente ondulados, taladradas por ventanas que sugieren las esculturas posteriores de Moore; el parque Güell (1900-14), con pilares inclinados de piedra natural en bruto y un exuberante empleo de mosaicos de cerámica y vidrio, constituye un conjunto de composiciones abstractas de gran fuerza expresiva; la iglesia de la colonia Güell (1898-1914) tiene fantásticas bóvedas dinámicas sobre columnas inclinadas, sin contrafuertes. La arquitectura de Gaudí, cuyo racionalismo le convierte en un precedente de la arquitectura funcional, prefigura también las modernas tendencias organicistas por su carácter apasionado y poético, al borde del exceso. En 1984 la UNESCO inscribió en su lista de bienes del patrimonio mundial el conjunto arquitectónico formado por el parque Güell, el palacio Güell y la casa Milá.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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Casa Vicens, en el barrio de Gràcia

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