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Artistas de la A a la Z

Artemisia Gentileschi (1593-1652)




Gentileschi, Artemisia o Lomi (Roma, 1593 - Nápoles, hacia 1654) Pintora italiana. Está considerada como una de las figuras capitales del tenebrismo italiano.

Su formación como pintora la adquirió junto a su padre y los pintores que forman el circulo caravaggista romano, incluyendo al propio Caravaggio. En 1609, con tan sólo 16 años, Artemisa ya era discípula del pintor Agostino Tassi, que la introdujo en la técnica de la cuadratura, la cual llegó a dominar. Poco tiempo después fue violada por éste, hecho que la marcó durante toda su vida y que se va a reflejar en sus pinturas. Nunca más abordará el tema de la cuadratura, y casi toda su obra hace referencia a mujeres heroicas, como Judit o Yael.

El tipo de mujer que representa va a ser muy similar a lo largo de toda su producción artística; de edad madura, corpulenta, cara oval y ancha, casi siempre con mechones de cabello sobre la cara, además de un gran realismo en el rostro. Es la artista de la época que mejor pinta el cuerpo de la mujer, fijándose de manera minuciosa en los detalles.

Artemisa abordó en sus obras algunos de los temas más representativos del barroco, pero siempre representándolos de una manera muy personal y con una ejecución perfecta. Además de ser capaz de darles un profundo sentido dramático, les dotaba a la vez de una naturalidad y dinamismo poco frecuentes. Es característico en ella la creación en el lienzo de un espacio interior en el que la luz no está sólo al servicio de una historia o de sus protagonistas, sino que crea una atmósfera de realidad, un espacio propio de la representación, que es característicamente moderno; esto se aprecia perfectamente en El Nacimiento de san Juan Bautista, del Museo del Prado.

Una primera etapa de su producción artística trascurre entre Roma y Florencia hasta 1630. Cuando, en época del papa Paulo V, realiza sus primeras obras, fechadas entre 1609 y 1610, impregna éstas de un marcado carácter religioso, como puede verse en La Virgen con el niño, imagen que repetirá en varias ocasiones. En ellas existe un protagonismo del cuerpo humano, fundamentalmente del femenino.

En 1613 se casó con el pintor florentino Antonio Stiatesi, y se trasladó a vivir a Florencia. En esta ciudad estuvo sólo siete años, aunque dicha estancia fue de notable influencia en la creación de su estilo personal y de su carrera en solitario. Allí se relacionó con amigos y patrones agrupados en torno a la Academia del Disegno y a la corte de los Médicis. Además, estuvo bajo la protección de Cosme II y de su padrino Miguel Ángel Buonarotti (sobrino del gran artista homónimo). Tras la estancia en la ciudad se percibe en su producción la influencia del propio Miguel Ángel, concretamente en el matiz de algunos colores y, sobre todo, en la anatomía de sus cuerpos, que queda patente en sus desnudos o se adivina tras los atuendos; un ejemplo de ello es la Magdalena del Palacio Pitti.

En torno al año 1620 Artemisa regresó a Roma, donde trabajó hasta el año 1630, y ya no retornaría a Florencia, quizá como consecuencia de la muerte de su mecenas, acontecida en 1621. En aquel momento ya había pintado tres de las versiones de Judit, consideradas las obras más conocidas y mejor estudiadas de toda su producción pictórica.

De esta segunda estancia en Roma se conservan muy pocas obras, que fueron realizadas en un caravaggismo matizado y se caracterizan por el uso delicado del color y la elegancia en la representación de las texturas y los adornos. Una Lucrecia y una Cleopatra, además de tres retratos (Retrato de un Golfaloniere, 1622; Retrato de una mujer artista, 1630; y su famoso Autorretrato como alegoría de la pintura, 1636) pertenecen a esta etapa. También recibió encargos de los cardenales Antonio y Francesco Barbieri para la colección del palacio de la familia.

Sus relaciones con otros muchos artistas fueron en aumento, como pueda ser el caso del pintor francés Simon Vouet, con el que mantuvo una relación amistosa y profesional cuyo resultado es una influencia mutua que se manifiesta en las obras de ambos.

Su segunda etapa artística, que transcurre en Nápoles, comienza en tono al año 1631. Se especula con que se trasladó a esta ciudad buscando un mayor reconocimiento de su obra y, por tanto, un mayor número de encargos. En esta etapa hay un abandono del sentido de lo heroico, en el que la fidelidad anatómica es la manera de expresar las verdaderas cualidades del personaje, para centrarse en el naturalismo de los cotidiano, en la representación de la luz y en la composición de la escena, conjugado con una clara estilización de las anatomías, cuyo resultado es una sensación de serenidad.

En Nápoles coincidió con otros artistas tan importantes como Guido Reni y José Ribera, además de convertirse en una figura destacada dentro del panorama pictórico local. Influyó en algunos pintores napolitanos, como Massimo Stanzione o Bernardo Cavallino.

De Nápoles partiría hacia Inglaterra acompañando a su padre, que había sido llamado por Carlos I. En este país realizó numerosos retratos para miembros de la nobleza y algunos cuadros de historia encargados por el rey. Este sería el único viaje que realizara fuera de Italia; tras su regreso, sus obras presentan ciertas influencias de Rubens y Van Dyck, sobre todo en el uso de columnas y de cortinas, que aparecen enmarcando algunas escenas. Entre las obras que se enmarcan en esta segunda etapa están la decoración del altar de la catedral de Pozzuoli; un Nacimiento de san Juan Bautista, que pintó para Felipe IV y que en la actualidad está en el Museo del Prado; una Magdalena encargada por el duque de Alcalá, virrey de Nápoles, que está en la catedral de Sevilla; y al menos otros cuatro cuadros, registrados en el catálogo del palacio del duque de Alcalá en Sevilla, hoy desaparecidos. Además, en esta época Antonio Ruffo fue su mecenas, para el que debió de realizar numerosas obras.

Artemisa se sentía muy orgullosa de su pintura y ambicionaba la fama. Quiso ser, y lo fue, independiente y autosuficiente. Su fuerte carácter, imprescindible en el ambiente artístico en el que se desenvolvía, está patente en sus lienzos, y su tratamiento de la expresividad femenina pervive como rasgos de una autora que, desde su condición de mujer, fue una adelantada a su tiempo. Su vida fue llevada al cine en el año 1997 en el filme Artemisia, de Agnès Merlet.
 
Fuente: Texto extraído www.mcnbiografias.com

Obra comentada


Judith decapitando a Holofermees de Artemisia Gentileschi


En “Judith decapitando a Holofermes” (expuesta en la Sala 90 junto a Caravaggio), la heroína bíblica Judith quien había concebido un plan para salvar a su pueblo, ella, ejemplo de virtud y castidad, viene representada decapitando la cabeza del enemigo Holofernes, líder asirio a quien ella engañó por medio de la seducción mientras guardaba su pureza.

El episodio ya había sido llevado al lienzo por numerosos pintores desde el Renacimiento y se consideraba una alegoría del triunfo de las mujeres sobre los hombres.

Pero en manos de Artemisia adquiere nuevos matices, hasta el punto de que varios estudiosos han descifrado en clave psicológica la violencia con que pinta la famosa escena, interpretándola como un deseo de venganza tras la agresión sexual que sufrió. Hay quien piensa que en la cabeza de Holfermes está el rostro de su violador.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Fede Galizia (1578-1630)

 


Galizia, Fede (Milán, 1578 - 1630) fue una pintora italiana del Barroco, pionera del género del bodegón.

Biografía

Fede​ Gallizi, mejor conocida como Galizia, nació en Milán en 1578. Su padre, Nunzio Galizia, quien se mudó a Milán desde Trento fue un pintor de miniaturas. De él aprendió Fede a pintar, y se dice que a la edad de doce años era suficientemente considerada artista como para ser mencionada por Giovanni Paolo Lomazzo, pintor y teórico del arte amigo de su padre, de la siguiente forma: «Esta joven se ha dedicado a imitar a nuestros más extraordinarios artistas».

Cuando Fede estuvo preparada y establecida como pintora de retratos, comenzó a recibir muchos encargos. Posiblemente por influencia de su padre como miniaturista, tuvo tendencia al detalle en sus pinturas. Su tratamiento de las joyas y la vestimenta la convirtieron en una retratista muy buscada. También se dedicó a la pintura religiosa y profana, por ejemplo, varias versiones de Judith y Holofernes como las del Museo Ringling de Florida y Palacio Real de La Granja en España. También pintó miniaturas y retablos para conventos.

El estilo de sus retratos deriva de las tradiciones naturalistas del Renacimiento italiano, con una aproximación muy realista. El estilo de retrato de Fede Galizia resulta muy evidente en su Retrato de Paolo Morgia,​ un estudioso jesuita que fue uno de sus primeros mecenas. Morgia era escritor e historiador y quedó muy satisfecho con el trabajo de Fede, en el que lo retrata mientras escribe un poema sobre las obras de la artista.

Fede Galizia recibió además varios encargos públicos para iglesias, como por ejemplo el retablo que pintó para el altar de Santa María Magdalena en Milán (1616).

Cuando no pintaba retratos, la artista se interesó primordialmente en pintar bodegones, un género en el que fue pionera y alcanzó excelentes resultados. Aunque pocas fuentes mencionan este tipo de obras, representan la mayoría de las que se conservan de su autoría: se han catalogado sesenta y tres trabajos de Galizia, de los que cuarenta y tres son bodegones. Uno de ellos, de 1602 está considerado el primer bodegón firmado por un artista italiano, probando su compromiso con este -en aquella época- nuevo estilo de pintura.

Fede nunca contrajo matrimonio, y se dice que vivió una vida feliz con éxito en su carrera artística. Murió en Milán en 1630.

Alessandro Galilei (1691-1737)

 


Galilei, Alessandro Maria Gaetano (Florencia, 25 de agosto de 1691 - Roma, 21 de diciembre de 1737) fue un matemático y arquitecto italiano, miembro de la misma familia que Galileo Galilei. Es conocido por haber diseñado la fachada de la Archibasílica de san Juan de Letrán, catedral de Roma y uno de los templos católicos más destacados.

Biografía

Se formó en arquitectura e ingeniería con Anton Maria Ferri, figura destacada de la Accademia dei Nobili que escribió un tratado sobre perspectiva, fortificaciones y artillería. Con él, el joven Galilei trabajó en el estudio de las técnicas de construcción, estereometría e hidráulica.

Algunos viajeros ingleses quedaron impresionados con el clasicismo de sus primeros diseños, y fue invitado por un grupo de ellos a trasladarse a Londres en 1714. Allí participó en varios proyectos, colaborando con el ingeniero civil Nicholas Dubois. El único otro arquitecto italiano notable en Londres en ese momento era Giacomo Leoni. Los dos compartían una inclinación clasicista muy del gusto inglés del momento, en clara contraposición al barroco italiano. Sin embargo, aparte de un monumento funerario, no se encargaron a Galilei otros proyectos de importancia.

En 1718 Robert, vizconde de Molesworth, llamó a Galilei a Irlanda. Allí, William Conolly, presidente de la Cámara de los Comunes irlandesa, comenzaba las obras de Castletown House, una gran mansión cerca de Dublín. Galilei diseñó la fachada del bloque principal, pero regresó a Italia en 1719 y no intervino directamente en las obras de construcción, que se iniciaron en 1722 y fueron dirigidas por el joven arquitecto anglo-irlandés Edward Lovett Pearce. Un Retrato de Galilei, por Giuseppe Berti, firmado y fechado en 1735, ha sido recientemente adquirido para la colección de Castletown House.

De regreso a Florencia en 1719, Galilei fue nombrado Ingegnere delle Fortezze e fabbriche di corte ("Ingeniero de los edificios judiciales y fortalezas") del Gran Duque de Toscana Cosme III de Médici, que mantuvo con su sucesor Juan Gastón de Médici, último de los grandes duques de Medici; ninguno de los cuales, sin embargo, pudo proporcionarle proyectos arquitectónicos adecuados a su talento. Los proyectos más destacados de esta época fueron una renovación del coro de la Catedral de Cortona, con un severo arco de triunfo, modificaciones en la Villa Venuti, en Catrosse, cerca de Cortona, y un diseño (1724) para el oratorio de la iglesia de la Madonna del Vivaio en Scarperia, Toscana.

En 1730, el patricio florentino Lorenzo Corsini fue elegido papa como Clemente XII y llamó a Galilei a Roma en 1731 para construir la capilla familiar (Cappella Corsini) en la Basílica de San Juan de Letrán, trabajos que terminaron en 1732. Durante los siguientes seis años, Galilei creó sus obras más notables, ejecutadas en un estilo anti-barroco.

El más notable de ellos fue la fachada de la catedral de Roma, la propia Basílica de san Juan, cuyo encargo recibió después de un concurso para su terminación (1733-36). La severidad y el carácter palacial de la fachada provocaron rechazo y controversia en los círculos artísticos romanos del momento, pero fueron aplaudidos más tarde con el pleno triunfo del Neoclasicismo.

Galilei también construyó la fachada, más convencional, de San Giovanni dei Fiorentini (1734), cuyo clasicismo es más atemperado y presenta recuerdos barrocos.

El arquitecto murió en Roma en 1737, a la temprana edad de 46 años.


Galería
Cappella corsini
Cappella corsini, 1732-1735

Castletown House
Castletown House

Julio Galán (1959-2006)



Galán Romo, José Julio (Múzquiz, Coahuila; 5 de diciembre de 1959 - Zacatecas, 4 de agosto de 2006) fue un pintor mexicano de arte contemporáneo, de los años 1980.

Biografía

Estudió la carrera de arquitectura en la Universidad de Monterrey, la que dejó inconclusa, para finalmente dedicarse exclusivamente a la pintura. Radicó la mayor parte de su vida en Monterrey, a dónde llegó a estudiar desde los nueve años de edad. Tuvo estancias en Nueva York y Europa. Realizó gran cantidad de exhibiciones individuales. A los veinte años de edad, en 1979, obtiene el segundo premio laureado de pintura del Centro de Arte Vitro Monterrey. Su primer galerista individual en Monterrey es Guillermo Sepúlveda, de la Galería Arte Actual Mexicano, desde 1980.

Julio Galán destaca por haber renovado el panorama de la plástica mexicana de los años 1980. La obra de Galán se caracteriza por que retoma el nacionalismo, los ideales mexicanos exentos de idealización, llevados a una realidad que toca el drama, el humor, el sarcasmo y lo cotidiano, pero con una carga fuerte de vanidad, con trazos gruesos, colores opacos y cuestionamientos profundos del «yo» son parte esencial de su obra.​

Luis Carlos Emerich, en el catálogo de la exposición que se presentó en la Galería Enrique Guerrero en 1998, dice sobre Julio Galán, «y por otro, para descartar el valor simbólico de la imagen a manera de íconos o juguetes o de dolores y placeres extraídos del arcón de la nostalgia, como una broma tierna pero negra acerca de los valores normativos y de su imposibilidad real de canalizar los poderes irracionales». Julio Galán era considerado «el niño terrible de la pintura mexicana», como lo calificó la crítica de arte argentina Ana María Battistozzi.

En las obras de Galán podemos ver, además de su propia historia -una historia íntima y muy personal- las múltiples formas que adopta la subjetividad en su constitución y la emergencia del cuerpo como sujeto y objeto del discurso y del deseo. Galán expuso en sus obras una Mise en abyme donde, a través de sus imágenes, reflejo una de otra, juego de espejos confrontados (enfrentados), sumergió al espectador en su propia «demencia», su juego narcisista, en el que, de manera por demás exacerbada, reflejó el ethos epocal, ya que en las postrimerías del siglo XX el cuerpo devino en objeto de culto, de amor, de pasión, el cuerpo que se transforma, se viste, se cuida, se re-presenta, las más de las veces como una alegoría de los conflictos que el sujeto tiene con el «otro», siendo entonces esta re-presentación enarbolada como símbolo de emancipación sexual (de género), de raza, de ideologías religiosas, una defensa a la individualidad, al ser universal, único y sin binarismos.

Galán artista, Galán imagen, ambos se superponen, el pintor representó en el lienzo la representación que de sí mismo fue construyendo y que mostró socialmente: una mascarada. En muchos de los catálogos de sus exposiciones, como los de las galerías Ramis Barquet en Nueva York, Thaddaeus Ropac en París, Timothy Taylor en Londres y en el realizado para Grupo Financiero Serfín en 1993, se incluyen fotografías del creador, las cuales pueden ratificar este afán de representación. Fuertemente controladas, planeadas, sin quitar el mérito e intervención del trabajo de los fotógrafos, las escenas muestran una disposición muy similar a la forma en que realizó sus composiciones pictóricas. No son casuales, hay en éstas toda una narrativa, una teatralidad, sus fantasías privadas recreadas frente a la lente de la cámara. En el catálogo de Serfín, a manera de presentación, se incluyen dos imágenes de página completa donde Galán, semidesnudo y cargando un par de alas oscuras, pareciera surgir del río en el que ha caído como Ícaro sobreviviente. En el forro del catálogo, en la parte posterior, este Ícaro se encuentra arrodillado a la orilla del río que refleja su imagen, ahora un Narciso que tampoco sucumbirá a la muerte, una venda cubre sus ojos impidiendo la posibilidad que se reconozca.

Generalmente el disfraz de Galán incluyó elementos glam, góticos, exóticos, desde la pintura en su rostro a la manera de Boy George, las uñas pintadas en negro o blanco, gruesas cadenas y candado al cuello, joyería exagerada desde anillos con enormes piedras de colores, grandes collares, hasta crucifijos, mascadas, prendedores en el cabello, sombreros en variedad de formas, alguno hasta con un ave zancuda disecada, combinados todo esto con trajes de diseñador y calzado singular, sin dejar de mencionar los objetos que acostumbra llevar en las manos y que también representó en sus cuadros, muñecos, cajitas, hasta un bolso de mano en forma de caballito, dando como resultado un personaje que impacta visualmente, provocando un «extrañamiento», un choque síquico que produce sorpresa en el espectador por lo inesperado, lo diferente, lo fuera de lo habitual, por salirse del lugar común, de lo cotidiano, sea a través de la "singularización" al hacer suyos los códigos y reutilizarlos de manera personal, realizando asociaciones únicas, personales e irrepetibles de aspectos de la realidad que no suelen ser asociados; y la «oscuridad o forma obstruyente» (en este caso la singularización) se lleva al extremo, como si se construyera la obra artística para sí, poniendo en juego la totalidad de experiencias y saberes, Galán se valió de ambos, no sólo en la presentación de su disfraz, sobre todo en la construcción de sus obras, consiguiendo prolongar el tiempo de la percepción y ampliando la duración del impacto. Pudiera ser que, al final, Galán haya conseguido su objetivo al exponer su obra y al exponerse él mismo en un constante performance, mostrando una representación subversiva en la que remarca la contingencia, donde todo lo que deja ver es y no es, consiguiendo así la anulación de las diferencias, la imposición de su deseo. Hacer de la vida propia una obra de arte ha sido para muchos la manera de abrir (se) espacios. Desde el dandismo, el estilo siempre ha sido superior al contenido.

«Pintura engañosa y subversiva que causa adicción, que repite sus temas y los transforma hasta volverlos irreconocibles, las obras de Galán mezcla, con gracia y sabiduría, los mitos y las referencias nacionales, el teatro y la sinceridad, el transformismo y la trasparencia», escribió el escritor mexicano Carlos Monsiváis sobre el pintor en el catálogo de la exposición Oro poderoso.

Falleció por un derrame cerebral el 4 de agosto de 2006 en Zacatecas, México.


Galería
De una vez, 1985. Neoexpresionismo

Los cómplices, 1987. Neoexpresionismo

Thomas Gainsborough (1727-1788)



Gainsborough, Thomas (Sudbury, Suffolk, 14 de mayo de 1727 - Londres, 2 de agosto de 1788) Pintor británico. Fue discípulo del grabador francés H. Gravelot y de F. Hayman. Hacia 1750 se instaló en lpswich y pintó una serie de retratos y paisajes, en general de pequeño tamaño, concebidos en tonos grises y dorados, en los que ya se apreciaba el acento de ingenua sinceridad que caracterizó su estilo (retratos de Mr. y Mrs. Brown, colección Sassoon; de Robert Andrews, Museo de Cambridge, etc.). En 1759 se trasladó a la ciudad de Bath, donde admiró los cuadros de Van Dyck y entró en contacto con una aristocracia frívola y elegante. Su estilo perdió ingenuidad y evolucionó hacia una hábil perfección, que lo convirtió en el retratista más admirado de su época. Sus retratos femeninos (Mrs. Sheridan, Mrs. Siddons, National Gallery, Londres; Mrs. Lowndes, colección Gulbenkian, Lisboa) son famosos por su encanto poético. En 1774 se instaló en Londres, donde prosiguió su brillante carrera.

El estilo inglés de Gainsborough

Casi contemporáneo de Reynolds fue otro gran pintor inglés que tuvo una existencia en cierto modo paralela a la de Sir Josuah y como él fue también un gran retratista, pero que no se dedicó exclusivamente al retrato, sino que había iniciado su carrera artística más bien como pintor de paisajes. Este pintor fue Thomas Gainsborough (1727-1788), también nacido en el seno de una familia de la clase media, ya que nació en Sudbury (Suffolk), hijo de un comerciante en lanas. Era el más joven de una familia de nueve hijos, y su afición por tomar apuntes del paisaje que rodeaba su casa familiar decidió a su padre a enviarle a Londres para que aprendiera el arte del grabado con el ilustrador francés Hubert Gravelot, establecido a la sazón en la capital inglesa. Después continuó sus estudios en una academia particular de St. Martin's Lane. En 1745, de vuelta a su población natal, casó con Margaret Burr, hermana de un comisionista de su padre, y a los veinte años estableció su propio hogar en Ipswich, alternando su profesión de pintor con la gran afición que sentía por la música.

⇨ Lady Howe de Thomas Gainsborough (The London County Council, Kenwood, Londres). La dama está representada con el traje que en aquella época usaban las damas para salir al campo. La misma brisa ligera que agita el fino delantal de muselina y el traje rosa parece acariciar los árboles del delicado paisaJe del fondo. Se trata de uno de los retratos más atractivos de la pintura del siglo XVIII.



En 1759 se trasladó a vivir a la ciudad balnearia de Bath, gran centro de la vida elegante, y allí, brilló, por fin, su buena estrella. Su estudio fue en seguida muy frecuentado por encumbrados clientes, en cuyas casas Gainsborough pudo admirar obras maestras de autores que hasta entonces sólo conocía a través de reproducciones grabadas, y así, también en él creció la admiración por Van Dyck.

Poco después de su llegada a Bath pintó uno de los retratos más atractivos de la escuela pictórica inglesa y quizá de toda la pintura europea del siglo XVIII: el retrato de Lady Howe. Solamente en Watteau se puede encontrar una sensibilidad más aguda y más poética. La posición de la dama y el fondo de paisa je recuerdan algo la influencia de Van Dyck, pero los tonos claros de esta obra y el ligero toque de pincel, propio de Gainsborough, la diferencian profundamente de los retratos del gran maestro del siglo anterior.

Orilla del mar con pescadores de Thomas Gainsborough



Nacido en la zona rural de Suffolk, Gainsborough, en gran parte autodidacta, estableció su reputación como retratista de la sociedad en Bath, un popular centro turístico, antes de mudarse a Londres en 1774. A pesar de su éxito urbano, nunca perdió su amor por el campo y la costa, lamentándose: "Estoy harto de los retratos y deseo mucho ... irme a algún pueblo dulce, donde pueda pintar Landskips".

Los paisajes de Gainsborough, sin embargo, rara vez son paisajes reales. De acuerdo con gran parte de la teoría del arte del siglo dieciocho, creía que la naturaleza en sí misma era un tema inadecuado. Sólo después de que un artista hubiera refinado una escena a través de su sensibilidad, podría comenzar a pintarla.

En la década de 1780, Gainsborough experimentó con un "peep-show box". Usando pinturas translúcidas, creó paisajes en láminas de vidrio que luego se insertaron en una caja de sombra. Retroiluminado con velas, el teatro en miniatura permitía interminables esquemas de iluminación mediante pantallas intercambiables de seda de colores. Representando una costa imaginaria, este lienzo revela la influencia del cuadro de visualización de Gainsborough. Enmarcados por la playa oscura y el acantilado pálido, el cielo y el oleaje parecen fosforescentes.

Como de costumbre, Gainsborough improvisó mientras trabajaba. La roca en la esquina inferior derecha oculta a dos pescadores y un ancla que luego pintó.


Domenico Ghirlandaio (1448-1494)



Ghirlandaio, Domenico. (Florencia, 2 de junio de 1448 – 11 de enero de 1494) Pintor florentino. Su auténtico nombre era Domenico Curradi, si bien es más conocido como Ghirlandajo o Ghirlandaio. Este sobrenombre deriva de la actividad de su padre, orfebre, que hacia guirnaldas para los peinados de las damas florentinas. Su formación la realiza en el taller paterno. Su primeras obras se acercan al estilo de Baldovinetti, conservándose las figuras de Santos en la Pieve de Cercina y el ciclo de frescos Escenas de la vida de Santa Fina de la colegiata de San Gimignano, de hacía 1475.

Biografía

Junto con sus hermanos Davide y Benedetto y su cuñado Bastiano Mainardi organizó un activo taller, que se convirtió en el más importante de Florencia, sobre todo después de su participación en la decoración de los paneles de la Capilla Sixtina en el Vaticano, junto a Perugino, Botticelli, Cosimo Rosselli y otros maestros de primera línea.

Artista de amplia cultura figurativa, en su obra se combinan las experiencias italianas con las influencias flamencas, se caracteriza por su habilidad en las composiciones y por sus narraciones. Pintor de los denominados moderados, su obra se mantuvo alejada de las experimentaciones y las inquietudes de otros pintores contemporáneos, pese a lo cual tuvo un gran éxito convirtiéndose en el pintor favorito de las familias pertenecientes al circulo de los Médicis.

Yuste, Monasterio deUno de sus primeros ciclos de frescos es Escenas de la vida de San Francisco en la capilla Sassetti, realizado en 1485. Para el coro de Santa María Novella, pinta entre 1486 y 1490, las Escenas con la Virgen y el Bautista encargadas por la familia Tuornabuoni. Entre sus obras más destacadas está también algunas tablas de altar como La Adoración de los Pastores de la Santísima Trinidad de Florencia, la Adoración de los Magos del Hospital de los Inocentes, la Visitación del Louvre, o la Virgen en gloria y Santos conservada en Munich. Su obra como retratista es importante por la combinación que hace de las influencias flamencas, de ella destacan obras como Retrato de un anciano con su nieto, conservado en el Louvre, o Francesco Sassetti y su hijo.


Obras comentadas


Galería
Madonna y niño, 1470

Apse, 1471

Anuncio del ángel a Zacarías de Domenico Ghirlandaio


Escena de serie sobre la vida de San Juan Bautista en la que Zacarías, esposo de Isabel, recibe la visita del ángel mientras oficiaba en el templo para anunciarle el nacimiento de su hijo. 

(Santa María Novella, Florencia).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Natividad del Bautista de Domenico Ghirlandaio


Esta escena pertenece a la serie de frescos que realizara Ghirlandaio para la iglesia de Santa Maria Novella sobre la vida de San Juan Bautista. En una habitación claramente renacentista se representa la escena, en la que el santo es atendido por una muJer, mientras su madre, Isabel, se recuesta en la cama recibiendo la atención de una joven. 

(Santa María Novella, Florencia). 
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Retrato de Giovanna Tomabuoni de Domenico Ghirlandaio


Al parecer este retrato de Ghirlandaio corresponde a Giovanna degli Albizzi, mujer de Lorenzo Tornabuoni, quien también aparece en la Visitación del mismo artista en los frescos de Santa María Novella. Los Tornabuoni eran una rica familia florentina, emparentada a los Médicis. 

(Colección Thyssen Bornemisza, Madrid). 
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Punto al Arte