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Artistas de la A a la Z

Arte gótico

Estilo que caracterizó las manifestaciones artísticas de Europa desde mediados del s. XII hasta el Renacimiento. La palabra gótico fue empleada por los humanistas italianos renacentistas para designar peyorativamente un arte nacido en la Europa nórdica. Pese a lo impropio del término, éste ha quedado definitivamente aceptado.

Virgen de los flagelantes, 1350 de Vitale da Bologna 

Arquitectura

El origen de la arquitectura gótica se halla en los edificios construidos en el N. de Francia desde el segundo cuarto del s. XII, como consecuencia de la utilización y desarrollo de diversos hallazgos constructivos, que permitieron edificar templos mayores, más amplios, más altos y mejor iluminados. La bóveda de crucería, elemento característico de la arquitectura gótica, es esencialmente un reforzamiento con arcos apuntados de la bóveda de arista (bóveda generada por el cruce de dos bóvedas de cañón), ya utilizada en la arquitectura románica. Bóvedas semejantes fueron empleadas desde los ss. VIII-X en las iglesias de Armenia y Georgia por su valor decorativo. En Occidente, la primera bóveda de crucería (1133) es la de la catedral inglesa de Durham.

El verdadero impulso del estilo gótico se logró con la utilización sistemática de dicha bóveda. Como todo su peso se apoya sobre los cuatro pilares que la sostienen, los muros pierden su función sustentante y pueden ser perforados por las inmensas ventanas cerradas con vitrales de colores. Una serie lineal de bóvedas de crucería constituye una nave, que puede ser tan larga como se desee por la simple adición de nuevos elementos. La abadía de Saint-Denis (comenzada h. 1135), hoy incluida en un barrio de París, inició las construcciones góticas, que rápidamente se extendieron por toda la lle-de-France: Noyon, Senlis, Chartres, Sens y Notre-Dame de París (iniciada en 1163). El papel esencial desempeñado por los apoyos interiores (pilares) y exteriores (contrafuertes y arbotantes) da a las catedrales góticas un poderoso impulso vertical, acentuado por el uso del arco apuntado u ojival. Esta verticalidad, característica del gótico, se refleja en la proporción entre la anchura y la altura de las naves; en las antiguas basílicas era generalmente de 1:1,2, y en la catedral de Beauvais (que corresponde a la madurez del gótico) llega a ser de 1:3,3. El dominio más perfecto de esta técnica constructiva· permitió levantar templos cada vez más amplios (París, 127 m de longitud; Chartres, 130 m; Amiens, 145 m) y más altos (París, 34 m; Chartres, 35 m; Amiens, 44 m), hasta llegar a convertir estos edificios en verdaderas arquetas de cristal policromo (Sainte-Chapelle de París, 1245-48) o en imponentes moles de riquísima filigrana en piedra, profusamente decoradas con esculturas (Reims, 1211-99).

Las formas constructivas del gótico fueron llevadas a toda Europa por los monjes cistercienses, dando lugar a un estilo de transición: en España, los monasterios de Poblet y Santes Creus (Tarragona), Moreruela (Zamora), Las Huelgas (Burgos), Veruela (Zaragoza), así como por arquitectos procedentes del N. de Francia, que difundieron el estilo y lo transmitieron a maestros locales. Como resultado surgieron: en Castilla, las catedrales de León (s. XIII), Burgos (comenzada en 1221) y Toledo (en 1226); en Alemania, las de Colonia y Ulm (iniciadas en 1248 y 1377, respectivamente); en Bélgica, Santa Gúdula de Bruselas; en Inglaterra, Lincoln (1186-1263), Salisbury (1220-65), etc.; en Italia, las catedrales de Siena y Orvieto, Santa María Novella de Florencia y, sobre todo, la gran catedral de Milán, en la que trabajaron arquitectos y escultores de toda Europa. Algunos países asimilaron el gótico según su genio particular y crearon estilos originales. Así, Inglaterra produjo el estilo perpendicular del que son muestra los fantásticos arcos dinámicos del crucero de la catedral de Wells (1338), las nerviaciones ondulantes del claustro de Gloucester (1351-1412), etc.; Alemania desarrolló un tipo de catedral gótica, llamada Hallenkirche, con tres naves de igual altura, rompiendo el esquema francés de la iglesia-corredor y sustituyéndolo por la iglesia-sala (San Lorenzo de Nuremberg, 1300-1477; catedral de Minden, Frauenkirche de Munich, etc.); en Cataluña, Valencia y Mallorca se creó el llamado gótico mediterráneo, que opone las masas plásticas al esquema lineal procedente del N., las superficies planas a la preponderancia de huecos, lo simple a lo fastuoso, la nave única o las tres naves amplias a las naves estrechas y altas (de forma semejante a las Hallenkirchen alemanas) y las terrazas horizontales a las agujas verticales. A esta variante responden Santa María del Mar (1328-83) y Pedralbes (1324-25), en Barcelona; la catedral de Girona (1321-68), con la bóveda gótica más ancha del mundo, y la de Palma de Mallorca (1230-1346).

En su último período (ss. XV-XVI), la arquitectura gótica produjo el estilo llamado flamígero, derivado del perpendicular inglés, que se caracteriza por la abundante decoración escultórica, las tracerías llameantes en los ventanales y las complicadas bóvedas estrelladas (Palacio de Justicia de Ruán, 1499-1508; lonjas de Ypres y de Brujas; palacios comunales de Brujas, 1376-1421; Bruselas, 1402-54, Lovaina, 1448-63, etc.). En la península Ibérica en este período se crean unas variantes originales: el estilo Isabel o isabelino, en España, y el estilo manuelino, en Portugal.

Escultura

La gran variedad de los capiteles de estilo románico fue sustituida en las catedrales góticas por una decoración escultórica de tipo floral un poco fría, que se pierde en las alturas de las bóvedas y columnas. En cambio, en las fachadas, la escultura gótica alcanzó un importante desarrollo, especialmente en las grandes portadas; en sus arquivoltas, mediante figuras de pequeño tamaño, se plasmaron temas iconográficos del Antiguo y del Nuevo Testamento, mientras que, a ambos lados de las puertas, se distribuían grandes estatuas exentas o adosadas a las columnas, que representaban escenas de la vida de Cristo, la Virgen, los apóstoles u otros santos. El hieratismo románico, aún presente en las bellas imágenes de la catedral de Chartres (1205-40), dio paso a un frescor naturalista, ejemplificado por la bondadosa suavidad del Buen Dios, de Amiens (1225-35), por los ángeles sonrientes y el grupo de la Visitación de Reims (1225-30), y por las exquisitas figuras de la iglesia y la sinagoga de Estrasburgo, o las de Bourges. En Alemania cabe subrayar el sorprendente clasicismo de las esculturas de Bamberg (h. 1245) y la elegancia de las figuras de los margraves de Naumburgo (h. 1250). En Italia se mezclan las influencias del gótico francés y las de la antigüedad romana y crean un nuevo y característico estilo, que se inicia en Pisa con la obra de Nicola Pisano, Arnolfo di Cambio y Giovanni Pisano; en Florencia siguen sus pasos Nino Pisano, Orcagna y Tino de e amaino. En España, la escultura gótica de tradición francesa se hace patente en las hermosas portadas de la Sarmental y la Coronería de la catedral de Burgos, y en la bella imagen de la Virgen Blanca de la catedral de León. La escultura del gótico flamígero, con sus formas nerviosas y su modelado cóncavo, tuvo su origen en la obra de los artistas flamencos que trabajaban para la corte de Borgoña: Jan de Marville y Claus de Werbe (tumba de Felipe el Atrevido, 1384-1411), Claus Sluter (Pozo de Moisés, en la cartuja de Champmol, 1395-1405; tumba de Philippe Pot, Louvre, 1493). En Cataluña, este goticismo flamenco aparece moderado por la influencia italiana en la obra de Pere Johan (retablo de la catedral de Tarragona, 1426-36), mientras en Castilla produce una serie extraordinaria de esculturas funerarias, entre las cuales destaca el famoso Doncel de Sigüenza. En Alemania, la escuela de tallistas en madera del s. XV desarrolla este goticismo dramático, mientras que Tilman Riemenschneider representa una reminiscencia de la serenidad del período anterior (Adán y Eva, 1492).

Pintura

En un primer período el desarrollo de la vidriería domina toda la pintura, hasta transferir sus formas a las miniaturas que decoran los códices con imágenes de vivos colores (Salterio de San Luis, 1253-70, Biblioteca Nacional de París). Este estilo, conocido como franco-gótico, influyó en las pinturas españolas sobre tabla del s. XIII y principios del XIV. Un segundo período corresponde a la influencia de los pintores florentinos (Giotto) y, sobre todo, sieneses (Pietro y Ambroggio Lorenzetti, Simone Martini, etc., todos del s. XIV); es el estilo italo-gótico, introducido en España por Ferrer Bassa (pinturas de Pedralbes, 1346) y desarrollado por Ramon Destorrents y Jaume y Pere Serra.

A fines del s. XIV y principios del XV aparece un nuevo estilo, el llamado gótico internacional, en el que confluyen influencias francesas, flamencas y germánicas y cuyas composiciones se caracterizan por la elegancia caligráfica de la línea, por sus colores brillantes y esmaltados y por una predilección acentuada por lo fantástico. A esta tendencia pertenecen las obras de Melchor de Broederlam, pintor de la corte de Borgoña, cuyo papel fue decisivo en la creación del estilo (tablas del Museo de Dijon, Francia); las maravillosas miniaturas del libro Las muy ricas horas del duque de Berry, de Jean y Paul de Limbourg (Museo Condé, Chantilly); en Alemania, las obras de la escuela de Colonia, de Konrad Witz y de Stefan Lochner; en Bohemia, las de Teodorico de Praga; en Italia, las de Pisanello, Sanseverino y Masolino da Panicale; en Cataluña, mon de Mur. La brillantísima escuela de pintura sobre tabla que se desarrolló en Flandes en el s. XV, tras la obra maestra de Jan Van Eyck (Políptico del Cordero Místico, catedral de San Bavón, Gante, 1432), y de la que forman parte Rogier van der Weyden, Petrus Christus, Dirk BoutsHugo van der GoesHans Memling, etc., ejerció una influencia considerable sobre la pintura del último período gótico. Este gótico flamenco, caracterizado por una cristalina agudeza óptica, por la presencia del paisaje y por la aparición de la profundidad del espacio mediante la perspectiva, impregnó en España el arte del valenciano Lluís Dalmau (Virgen de los Consellers, 1445, MNAC, de Barcelona) y, a continuación, la obra de Jaume Huguet, Bartolomé Bermejo, Fernando Gallego y Pedro de Berruguete. En Portugal inspiró el arte de N uno Gonçalves. En Francia, las obras de Jean Fouquet y de Nicolas Froment (Resurrección de Lázaro, 1461, Uffizi), nacidas en el ambiente del gótico internacional, señalan los comienzos de la evolución hacia el nuevo estilo de Flandes.

Vidrieras

Mención especial merecen las extraordinarias vidrieras que decoran las amplias ventanas de las catedrales góticas. Compuestas por piezas de vidrio coloreadas al fuego y luego montadas como mosaicos con tiras de plomo, constituyen obras maestras del arte figurativo medieval. En ellas, la luz, filtrada a través del grueso espesor del vidrio, se refracta en todas las direcciones y difunde el color, con maravillosos efectos de vibración. Las vidrieras más famosas son las de las catedrales de Chartres, Poitiers, Bourges y Ruán. Una obra excepcional es la Sainte-Chapelle de París, en la que los muros fueron casi totalmente sustituidos por vidrieras. En España cabe destacar las vidrieras y rosetones de la catedral de León. En el s. xv desaparecieron las tiras de plomo que circundaban las figuras, y el carácter original de las vidrieras antiguas se perdió en una especie de pintura transparente sobre vidrio.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Artistas del Gótico

Alessandro Allori (1535-1607)

 

Allori, Alessandro (Florencia, 31 de mayo de 1535 - 22 de septiembre de 1607) Pintor italiano manierista perteneciente a la escuela florentina que nació y murió en Florencia.

Biografía

Nació del matrimonio de Cristofano di Lorenzo y Dianora Sofferoni. Entró siendo todavía un niño en el taller de su tío (según algunos autores), el pintor manierista Agnolo Bronzino (1503-72); a los catorce años fue de ayudante de su maestro que, según el testimonio de Vasari (1511 – 1574), siempre lo trató como un hijo más que como a un estudiante. Los registros de pago por la Historia de José en el Palacio Vecchio, un proyecto ejecutado por Bronzino, "Sandrino Tofano" se menciona por primera vez como pintor.

Ya en 1552 pintó una Crucifixión para Alejandro de Médicis (1510 – 1537), hoy en día desaparecida. Aprovechando que trabajó para los Médicis, estudió sus colecciones y, con la protección de su patrón, puede traer artistas, escritores y miembros del clero.

En 1554 parte hacia Roma con su hermano Bastiano, frecuentando el numeroso círculo de artista toscanos, probablemente conoce a Miguel Ángel y comienza a estudiar sus obras, así como las de Rafael. En esta época pintó su Autorretrato y el Retrato de Ortensia de Bardi, para los Uffizi y el Retrato del joven con una carta actualmente en Berlín. Permaneció en la ciudad eterna hasta 1560.

A la muerte de su padre, en 1555, Angelo Bronzino se convirtió en el padre adoptivo de Alessandro Allori que añadió a su apellido Bronzino.

Su primer trabajo documentado a su regreso a Florencia (1560) es un Juicio Final, pintado el mismo año de su regreso para la Capilla Montauti en la Basílica de la Santísima Anunciada, de acuerdo con sus impresiones y sus dibujos de la Capilla Sixtina.

Bronzino realiza su testamento el 18 de enero de 1561, dejando el dinero: “a la viuda de Cristofano Allori, Dianora. A su hijo adoptivo y alumno, el pintor Alessandro Allori, le deja todas sus pinturas, dibujos y colores en lo referente al arte de la pintura. Nombrando herederos universales a Alessandro y a su hermano Sebastián y deja una dote para la hermana de ellos, Lucrezia."(Furno, 1902).

El 18 de octubre de 1563 fue nombrado cónsul de la Academia del Diseño de Florencia, una posición que mantuvo hasta abril de 1564. Ese mismo año, participa en los preparativos de las decoraciones de los funerales de Miguel Ángel y en las de las bodas del futuro Francisco I de Toscana con Juana de Austria.

El 23 de noviembre de 1572 murió Bronzino en su casa y Alessandro Allori lee en el funeral de Diseño: "No muere quién vive como él vivió Bronzino...".

La información biográfica sobre Alessandro se vuelve más intensa a partir de la década de los setenta del siglo XVI cuando, con la muerte de Bronzino y Vasari en 1574, se convirtió en el pintor más popular de Florencia. Es el artista oficial del Gran Duque Francesco I de Medici, satisfaciendo sus refinadas necesidades y asumiendo diferentes tareas, como Vasari antes que él, llegando así a ser nombrado arquitecto de la Opera del Duomo en 1592.

Fue uno de los últimos notables exponentes del manierismo, pintando en un estilo que se había convertido en obsoleto en el momento de su muerte.

Entre sus colaboradores estuvo Giovanni Maria Butteri (1540 - 1606) y uno sus principales pupilos fue Giovanni Bizzelli (1556 – 1612). Cristoforo del Altissimo, Cesare Dandini (1596 – 1657), Cigoli (1559-1613), Aurelio Lomi (1556-1622), John Mosnier, Giovanni Battista Vanni (1599 – 1660), y Monanni también fueron sus alumnos. Allori fue uno de los artistas, trabajando a las órdenes de Vasari, que trabajaron en la decoración del Despacho de Francisco I.

Cristofano, su hijo (1577-1621), fue uno de los principales pintores de Florencia de su época, trabajando en un estilo que es más naturalista y barroco que el de su padre.


Más obras
Autorretrato, 1561

Isabel de Médicis, 1560-1565

Alessandro Algardi (1595-1654)

 


Algardi, Alessandro (Bolonia, 31 de julio de 1595 - Roma, 10 de junio de 1654) Escultor italiano del alto barroco, activo casi exclusivamente en Roma, donde durante las últimas décadas de su vida, fue el principal rival de Gian Lorenzo Bernini.

Primeros años

Algardi nació en Bolonia, donde a temprana edad entró como aprendiz en el taller de Ludovico Carracci, pintor de tendencia clasicista. Sin embargo, su aptitud para la escultura le hizo trabajar para Julio Cesar Conventi (1577—1640), un artista menor.

A los veinte años, en 1608, entró al servicio de Fernando I Gonzaga, duque de Mantua, que comenzó a encargarle obras; también fue empleado de los joyeros locales para que hiciera diseños figurativos. Tras un corto periodo en Venecia, se trasladó a Roma en 1625, con una presentación por parte del duque de Mantua al sobrino del Papa Gregorio XV|último papa, Ludovico Cardinal Ludovisi, quien le empleó durante un tiempo en la restauración de estatuas antiguas.ref Estas estatuas restauradas aún forman el núcleo de la Colección Bonacorsi-Ludovisi en el Palacio Altemps. La restauración de esculturas era un trabajo habitual incluso para los escultores más prominentes de la época, incluidos Bernini y Ercole Ferrata.

Tumba del Papa León XI

Pero la muerte del duque le dejó en una situación económica precaria. Gracias al mecenazgo de los Borghese y los Barberini, Gian Lorenzo Bernini y su taller obtuvieron la mayor parte de los encargos escultóricos de Roma. Durante casi una década, Algardi luchó porque le reconociera. En Roma le ayudaron amigos, entre ellos Pietro da Cortona y su paisano boloñés, Domenichino. Sus primeros encargos romanos incluyeron retratos con terracota y algunos bustos de mármol,​ mientras se mantenía a sí mismo con pequeñas obras como crucifijos.

El primer gran encargo de Algardi se produjo alrededor de 1634, cuando el cardenal Ubaldini (Médici) le encargó un monumento funerario para su tío-abuelo, el papa León XI, el tercero de los papas de la familia Médici, que había desempeñado el cargo durante menos de un mes en 1605. El monumento se empezó en 1640, y estaba acabado en su mayor parte para el año 1644. La composición es análoga a la diseñada por Bernini para la Tumba de Urbano VIII (1627-8), con una escultura central hierática del papa sentado con todos sus atributos y bendiciendo con la mano, mientras que, a sus pies, dos figuras femeninas alegóricas flanquean su sarcófago. Sin embargo, en la tumba de Bernini, el brazo alzado con vigor y la postura del papa están equilibrados por el activo drama de la parte inferior, donde las figuras de la Caridad y la Justicia están o bien distraídas por putti o absortas en contemplación, mientras que una Muerte esquelética escribe activamente el epitafio.

La tumba de Algardi, ejecutada en mármol blanco, es mucho menos dinámica. Las figuras alegóricas de la Magnanimidad y la Liberalidad tienen una dignidad impasible, etérea. Algunos han identificado la figura con yelmo de la Magnanimidad con la de Atenea e imágenes icónicas de la Sabiduría.​ La Liberalidad se parece a la famosa Santa Susana de François Duquesnoy, pero más elegante. La tumba es sombríamente monótona y carece de la agitación policromática que aparta del estado de ánimo elegíaco de la tumba de Urbano VIII.​

En 1635-38, Pietro Boncompagni le encargó a Algardi una estatua colosal de Felipe Neri con ángeles arrodillándose, para Santa Maria in Vallicella, acabada en 1640.​ Inmediatamente después de esta obra, Algardi produjo La Degollación (o Decapitación) de San Pablo, considerada una de sus obras maestras, junto al bajorrelieve del papa León y Atila; se trata de un grupo escultórico que representa la decapitación de san Pablo con dos figuras: un santo arrodillado y resignado y el verdugo listo para dar el golpe de espada, para la iglesia de San Pablo de Bolonia (1641-1647). Estas obras crearon su reputación. Como Bernini, a menudo se adecúan a la estética barroca de representar actitudes dramáticas y expresiones emocionales, si bien la escultura de Algardi tiene una sobriedad contenida que contrasta con las obras de su rival.

Favor papal bajo Inocencio X

Con la ascensión al papado, en 1644, de Inocencio X, de la boloñesa familia Pamphili, tanto Barberini como su artista favorito, Bernini, cayeron en el descrédito. Algardi, por su parte, fue acogido por el papa​ y el sobrino del papa, Camillo Pamphilj.​ Los retratos de Algardi eran muy cotizados, y su severidad formal contrasta con las imágenes de Bernini, más vivaces.​ Un gran bronce hierático de Inocencio X obra de Algardi se encuentra actualmente en los Museos Capitolinos.

Algardi no era conocido por su arquitectura. En 1644 se le encarga la construcción en las laderas del Janículo (una de las colinas de Roma en la orilla derecha del Tíber) de la Villa Doria-Panfili, cuyo plano está inspirado de las villas de Palladio completada con una rica decoración con estucos y relieves exteriores. Ayudó a diseñar la fachada de esta Villa en las afueras de la puerta de San Pancracio, un proyecto en el que dependió de la ayuda profesional del arquitecto-ingeniero Girolamo Rainaldi, mientras que Algardi y su taller ejecutaron las fuentes incrustadas de esculturas y otras obras del jardín, donde aún se conservan muchas de sus esculturas independientes y bajorrelieves.

En 1650 conoció a Diego Velázquez, quien le proporcionó encargos desde España, en donde hizo las figuras para la Fuente de Neptuno en Aranjuez, así como dos chimeneas en el mismo Palacio de Aranjuez. El Convento de las Agustinas de Salamanca contiene la Tumba de los Condes de Monterrey, otra obra de Algardi.

El Papa San León deteniendo a Atila

La Degollación de San Pablo y sobre todo el enorme y dramático panel en alto relieve de mármol obra de Algardi representando al Papa San León deteniendo a Atila ​(1646–53) para la Basílica de San Pedro son sus principales obras maestras.​Previamente se habían usado grandes relieves de mármol en las iglesias romanas, pero para la mayor parte de los mecenas, los retablos esculpidos en mármol eran demasiado costosos. En este relieve, las dos figuras principales, el papa severo y valeroso y el consternado y atemorizado Atila, surgen y sobresalen del centro hacia las tres dimensiones. Ellos dos son los únicos que ven descender los guerreros angelicales que acuden a la defensa del papa, mientras que el resto se quedan en los relieves del fondo, llevando a cabo sus obligaciones terrenas.

El tema era apto para un estado papal que buscaba influencia, puesto que representa la leyenda histórica referente al más grande de los papas llamados León, quien, con ayuda sobrenatural, derrotó a los hunos y les impidió saquear Roma. Desde un punto de vista barroco es un momen duda alguna, el mensaje de su patrón sería que se recordaría seriamente a todos los espectadores la capacidad del papa de invocar la retribución divina contra sus ememigos. Existe una réplica a escala reducida de este relieve, en plata, conservada en el Palacio Real de Madrid, y considerada obra autógrafa.

Algardi murió en Roma al año siguiente de haber completado este famoso relieve, que fue muy admirado por los contemporáneos. En sus últimos años Algardi controló un gran taller y amasó una gran fortuna. El estilo clasicista de Algardi fue seguido por sus discípulos (incluyendo a Ercole Ferrata y Domenico Guidi). Antonio Raggi inicialmente se formó con él. Los últimos dos completaron su diseño para un retablo titulado la Visión de san Nicolás (San Nicola de Tolentino, Roma) usando dos piezas de mármol separadas unidas en un mismo acontecimiento y lugar, y aun así separando con éxito las esferas divina y terrenal. Otros ayudantes de su taller, menos conocidos, fueron Francesco Barrata, Girolamo Lucenti, y Giuseppe Perroni.

Valoración crítica y legado

Algardi fue también conocido por sus retratos que muestran una atención obsesiva por los detalles de una fisionomía que resultaba psicológicamente reveladora en un estilo sobrio pero naturalista, siguiendo así la línea de profundización psicológica, más que la exaltación aparatosa.​ Prestó una atención minuciosa hacia las ropas y las telas, como puede verse en los bustos de Laudivio Zacchia, Camillo Pamphili, y de Muzio Frangipane y sus dos hijos Lello y Roberto.​

En temperamento, su estilo estaba más próximo al barroco contenido y clasicista de Duquesnoy que a las emotivas obras de otros artistas de la época. Desde un punto de vista artístico, tuvo gran éxito en esculturas de retrato y grupos de niños, donde estaba obligado a seguir más fielmente la naturaleza. Sus modelos en terracota, algunos de ellos acabadas obras de arte, eran muy apreciados por los coleccionistas.


Obra comentada

Villa Doria-Pamphili de Alessandro Algardi

 


Éste es un ejemplo de mansión edificada en la campiña romana. Algardi, arquitecto y escultor del siglo XVII, se inspiró probablemente en la Villa Médicis y, si bien la decoración en estuco es clásica, adopta aquí un ritmo suelto y de extrema libertad. Los valores verticales se ponen de relieve y las esquinas sesgadas suavizan la transición de planos como si presintieran las ininterrumpidas sucesiones de curvas, las deliciosas licencias del Barroco "capriccioso, bizarro, stravagante".

En los alrededores de Roma.  

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Galeazzo Alessi (1512-1572)

 


Alessi, Galeazzo (Perugia, 1512 - 1572) Discípulo de Miguel Ángel, fue uno de los primeros maestros del barroco. Autor de la Villa Cambiaso (Génova, 1549), la Basílica de Carignano (Génova, 1552) y el Palacio Marino (Milán, 1568).

Biografía

Tuvo influencias de Miguel Ángel, Bramante y Sangallo el Joven. Trabajó, a partir de 1548, para algunas grandes familias italianas, como los Sauli, Grimaldi, Flescari, etc. La organización y la rica ornamentación de sus palacios son elementos precursores de la arquitectura barroca.

En 1542, regresó a Perugia, donde reemplaza a Sangallo en los trabajos de la Rocca. En 1548 se traslada a Génova, donde trabaja para la familia Sauli en la reconstrucción de la Basílica de Santa María di Carignano, en la que plantea una planta de cruz griega, como la que Bramante había elaborado para San Pedro. A partir de 1550 participa en la elaboración de los proyectos de la apertura de la Vía Nuova, más tarde conocida como vía Garibaldi, además de proyectar las villas Cambiaso y Sauli, donde aporta soluciones que fueron fundamentales para la renovación urbanística, arquitectónica y paisajística de Génova.

A partir de 1553 pasa algunas temporadas en Milán donde está al cargo de la construcción del Palacio Marino, la iglesia de San Barbana y la renovación de la fachada de Santa María presso San Celso. Alessi escribió en esta época el Libro dei Misteri, según el que se amplió el Sacro Monte di Varallo, un Via Crucis a escala real que terminaba en una reconstrucción del Templo de Salomón

En los últimos años de su vida regresa a Umbría, donde participa entre otros proyectos en la construcción de Santa María de los Ángeles en Asís.

Sus obras de Génova marcaran una importante influencia en ese entorno, con ellas introduce las formas articuladas y plásticas del Cinquecento romano, con importantes juegos de claroscuro.


Obra
Basílica de Santa Maria di Carignano, Génova

Catedral de San Lorenzo, Génova

Aleijadinho (1738-1814)

 


Aleijadinho, António Francisco Lisboa, llamado El (Ouro Preto, 29 de agosto de 1738 – 18 de noviembre de  1814) Escultor, imaginero y arquitecto brasileño. Es considerado el mayor representante del estilo barroco en Minas Gerais (el barroco mineiro) y de las artes plásticas en Brasil, no solo en su época, sino también durante la Colonia. Para varios investigadores, Aleijadinho es el mayor nombre del Barroco latinoamericano.

Biografía

Casi todos los datos biográficos de Aleijadinho se basan en una biografía escrita en el año 1858 (44 años tras su muerte) del letrado Rodrigo José Ferreira Bretas, quien alegó tener como fundamento algunos documentos y sobre todo el testimonio de vecinos de Ouro Preto que lo conocieron personalmente. Pese a esto, la crítica actual observa que no existen registros oficiales que avalen las declaraciones de Bretas, y que los testimonios tampoco fueron debidamente contrastados por Bretas, siendo imposible distinguir realidades de rumores o leyendas.

Aunque no existen registros oficiales, la biografía de Bretas sostiene que Aleijadinho nació en Vila Rica (hoy Ouro Preto), en Minas Gerais, hijo del maestro de obras portugués, Manuel Francisco da Costa Lisboa y de una esclava africana, supuestamente en 1730, aunque su certificado de muerte indica que nació en el año 1738. Su padre le habría enseñado el oficio de carpintería y luego Aleijadinho aprendió de modo empírico las técnicas del dibujo y la escultura.

Su obra escultórica la realizó en distintos materiales, desde imágenes en madera hasta en esteatita, materia prima de construcción típicamente brasileña, empleada en las edificaciones de iglesias. La mayoría de sus trabajos son representantivos del Brasil colonial, con características de rococó y de los estilos clásico y gótico, basado en modelos llegados de Portugal, pero con un estilo propio. Hasta ahora se han descubierto 12 recibos de pago por trabajos del maestro de obras Antonio Francisco Lisboa, lo cual acredita su existencia y su radio de acción, reducido a Ouro Preto y localidades cercanas. En cuanto a datos biográficos contemporáneos, la primera mención a Antonio Francisco Lisboa aparece en un memorándum de 1790 redactado por el capitán Antonio José da Silva, donde ya es elogiado como artista brillante de Ouro Preto y se menciona su condición de enfermo.

La biografía de Bretas sostiene que, con aproximadamente cuarenta años de edad, Aleijadinho comenzó a desarrollar una enfermedad degenerativa de los miembros (aún se ignora si tal dolencia era porfiria, lepra, escorbuto, bocio, reumatismo o sífilis, pues no hay documentos para probar alguna hipótesis). Así, los movimientos y habilidades de sus manos se fueron reduciendo de forma gradual. Para poder trabajar, un ayudante le amarraba las herramientas a sus propios brazos y manos. De esta anomalía en su cuerpo vino su apodo, o Aleijadinho ("el Lisiadito", en español). Murió en casa de su nuera, sin dejar fortuna, en 1814.

Posteriormente se ha considerado a Aleijadihno como un iniciado en la masonería. Los símbolos que colocaba en los pórticos de las iglesias y los altares, demuestran, para quienes pertenecen a la misma orden, que están delante de la obra de un masón del alto grado.


Más obras
Cristo

Doce profetas. Congonhas. Minas Gerais

Estilo plateresco

Fachada de la Universidad de Salamanca de Juan de Álava

Estilo arquitectónico español que toma su nombre del trabajo de los plateros del s. XVI y que dio sus primeros ejemplos a finales de este siglo con el advenimiento de los Reyes Católicos; Juan de Herrera, al inaugurar el Renacimiento español con El Escorial (1559-67), puso fin al estilo plateresco. El plateresco es un prerrenacimiento de características muy complejas, con fusión de elementos preciosistas góticos, mozárabes, renacentistas italianos y del arte popular español. A pesar de que fue España el  país donde la influencia italiana llegó a ser más profunda, a causa de la estrecha relación política, eclesiástica y comercial de los dos países, el plateresco representó un retraso en la implantación del Renacimiento italiano. El primer ejemplo de plateresco lo constituye una serie de edificios de Salamanca. El más famoso de ellos es la Casa de las Conchas (1500-12). concebida a modo de palacio italiano (como italiana es en su origen su decoración de conchas), pero con puertas y arcadas góticas. La fachada de la Univ. de Salamanca (1516-99), si bien tiene detalles italianizantes, prosigue la decoración de finales del gótico. En cambio, la decoración de la fachada del Hospital de la Santa Cruz de Toledo presagia el Renacimiento.

La influencia musulmana es claramente patente en la capilla de la Anunciación de la catedral de Sigüenza (comenzada en 1515), con sus motivos sacados de la marquetería mudéjar, y en la catedral de Toledo (1504-12), con su elaborada puerta, típicamente mudéjar. Una de las mezclas de estilos más asombrosa es la del plateresco andaluz (Casa de Pilatos, Casa de Abades, pabellón de Carlos V de los jardines del Alcázar, los tres en Sevilla).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Artistas del Plateresco

Juan de Álava (?-1537)


Renacimiento. Plateresco.

Álava, Juan de, llamado Juan de Iborra (Larrínoa, Álava - Salamanca, 1537) Arquitecto español que se formó en la escuela estética del gótico español del período de los Reyes Católicos, al que incorporó novedades renacentistas, siendo uno de los iniciadores del estilo plateresco. Autor de los siete emblemas de la Universidad de Salamanca, parece que fue discípulo de Juan Gil de Hontañón.

Biografía

Como arquitecto, Juan de Álava se centró más en los elementos decorativos que en los técnicos hasta el punto de que sus ornamentaciones desdibujan las formas estructurales. La influencia renacentista (el uso de grutescos) se debe a un posible viaje a Italia en 1502 o 1503. En 1515, junto con Enrique Egas, fue el responsable del proyecto de la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, aunque las obras en dicha capilla no comenzaron hasta el año 1551.

En 1517 se hizo cargo de la construcción de la fachada principal de la catedral de Plasencia.

Trabajó principalmente en Salamanca donde, entre 1520 y 1535 dirigió las obras de la Catedral Nueva de Salamanca, cuya fachada decoró con elementos renacentistas, grutescos y otros elementos de clara referencia medieval como las estatuas de santos situados en repisas, bajo doseletes góticos, la fachada del Convento de San Esteban, la capilla de la Universidad, la Casa de las Muertes o el Monasterio de Nuestra Señora de la Victoria, este último en su mayor parte destruido por los franceses a principios del siglo XIX, en la Guerra de la independencia española, parte, en la actualidad, de las instalaciones del Grupo Mirat.

Entre 1521 y 1525 realizó diversos trabajos por encargo del arzobispo Fonseca en Santiago de Compostela, como el claustro de la Catedral, la capilla de las Reliquias y la capilla de la Concepción y, en Salamanca, el Colegio Mayor de Santiago el Zebedeo o Colegio de Fonseca.

"Juan de Álava está considerado uno de los más destacados representantes del plateresco español, ya que fue el que mejor asimiló el concepto decorativo propio del Renacimiento italiano pero adaptándolo a un arte auténticamente español. Esta presencia de elementos decorativos de raíz clásica en su obra, como las fajas de grutescos, medallones y elementos heráldicos romanos, ha propiciado que Chueca​ lo clasifique como «uno de los maestros más considerados del renascimento español en su primera fase plateresca».una colección con el estilo ante la Charles Egan Gallery (Galería de Charles Egan, en inglés).


Galería
Fachada de la Universidad de Salamanca

Casa de las Muertes, en Salamanca

Esteban de Ágreda (1759-1842)

 El escultor Esteban de Ágreda.
R.A. de San Fernando.
Escultura de Álvarez Cubero


Ágreda, Esteban de (Logroño, 1759 - Madrid, 1842) Escultor neoclásico español.

Biografía

Natural de Logroño, su familia se trasladó a Haro cuando él era niño.​ Su padre era Manuel de Ágreda Ilarduy, un arquitecto de gran reputación en la región, y su primer maestro.​ Sus enseñanzas las pulió en la Escuela de Dibujo de Vitoria​ y, más tarde, con dieciséis años, se mudó a Madrid para poder dedicarse al cultivo de las bellas artes.​ El escultor francés Roberto Michel lo admitió en su estudio. En 1778, como cada año, la Real Academia de San Fernando anunció un concurso de premios generales y Ágreda se presentó y se hizo, con tan solo diecinueve años, con el primer premio de los de tercera clase concedidos a la sección de escultura.

Regresó a Haro para reencontrarse con su familia, que estaba atravesando dificultades económicas,​ y llevó a cabo allí algunas obras junto a su padre,​ aunque de escasa importancia.​ Con intención de proseguir con su formación, regresó a la capital, donde accedió a la Real Laboratorio de Mosaicos y Piedras Duras del Buen Retiro.​ Allí elaboró varios camafeos, entre los que se cuenta los retratos de los reyes Carlos IV y María Luisa.

En 1790, volvió a presentarse al concurso organizado por la Real Academia de San Fernando y obtuvo el segundo premio de la primera clase.​ Siete años más tarde, esa corporación le concedió el título de individuo de mérito y, poco después, el cargo de director de la galería de escultura.​ En aquella época, además, modeló una Estatua ecuestre de Felipe V y emprendió una Parnaso español, que, sin embargo, no concluyó, puesto que los soldados franceses destruyeron a su paso los modelos y trabajos que había realizado.

Nombrado teniente director de los estudios de San Fernando en 1804,​ ascendió al cargo de director en 18213​ y al de director general diez años más tarde.​ Destacó por su contribución a la «reputación de calidad y buen hacer», tal y como señala el Diccionario biográfico español.​ Asimismo, Carlos IV le había concedido el título honorífico​ de escultor de cámara.

Ya en septiembre de 1838 se retiró de la Academia, alegando estar enfermo.​ Falleció en Madrid el 13 de abril de 1842, cuando contaba ochenta y cuatro años de edad.


Obra
Estatua del patrón de Haro, San Felices de
Esteban y Manuel de Ágreda

Figura decorativa del cementerio de Logroño

Agostino Di Duccio (1418-h.1481)

 


Agostino Di Duccio (Florencia, 1418-Perugia, h. 1481) Escultor italiano, formado en Florencia. Notable por la originalidad, delicadeza y frescor de sus figuras y composiciones, en las que domina la línea por encima del volumen. Decoró el Templo Malatestiano en Rímini (1447-54) y realizó la capilla de San Bernardino en Perugia (1473-75)

Agostino di Duccio es quizás de todos los escultores de la “generación de la gracia” el que mejor personifica la transformación que la escultura florentina experimentó en una dirección abstractizante. Críticos modernos han sostenido que Agostino practicó un desarrollo consciente de las características escultóricas de la antigua tradición medieval y de las correspondientes al arte tardorromano y al bizantino de Ravena.

Esta tesis resulta convincente si se contempla el amplio ciclo escultórico que desarrolló, a partir del año 1450, en el templo Malatestiano de Rímini, en el cual sus figuras de ángeles, sustancialmente anticlásicas y dibujadas con un sinuoso decorativismo preocupado por obtener superficies preciosistas, contrastan con mucha brusquedad contra el intelectualismo duro y severamente romano de la arquitectura de León Bautista Alberti que ya ha sido recogido en un capítulo anterior. El largo friso de relieves, realizado entre 1456 y 1461, para el Oratorio de San Bernardino, en Perugia, y sus Madonnas en mármol (Louvre, Victoria and Albert Museum, Opera del Duomo de Florencia) o en terracota policromada (Bargello de Florencia) permiten estudiar esta reelaboración de formas tardorromanas y altomedievales, conseguida mediante ritmos lineales sinuosos y extremadamente nítidos, que proporcionan a Agostino di Duccio su encanto particular e inimitable.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Más obras

Dos putti en una barca

Il Tempio malatestiano

Mercurio

San Segismundo viaja hacia Agauno

Segismundo náufrago

Vida San Geminiano

Virgen y el niño con cuatro ángeles







Primer clasicismo

La Escultura griega clásica fue considerada durante mucho tiempo la cima del desarrollo del arte escultórico en la Antigua Grecia. Se suele tomar como un punto de partida aproximado para describir esta escultura clásica el año 450 a. C. que fue cuando apareció un tratado sobre las proporciones del cuerpo humano escrito por Policleto; su final está marcado por la conquista macedónica sobre Grecia en el 338 a. C., momento en el que el arte griego comienza una gran difusión hacia el oriente, de donde recibió influencias, cambió su carácter y se convirtió en cosmopolita, en la etapa conocida como el periodo helenístico. Es en ese momento cuando se consolida la tradición del clasicismo griego, tomando al hombre como la nueva medida del universo, y cuyo reflejo en la escultura es la primacía absoluta de la representación del cuerpo humano desnudo. La escultura clásica desarrolló una estética que combinaba los valores idealistas con una representación fidedigna de la naturaleza, pero evitó la caracterización y la interpretación excesivamente realista de las sensaciones emocionales y permaneció por lo general en un ambiente formal de equilibrio y armonía. Incluso cuando los personajes se encontraban representados en escenas de batalla, su expresión no reflejaba la violencia de los hechos.

Nióbide cubriéndose con la clámide (Galleria degli Uffizi, Florencia). Tema que se vuelve a encontrar en el clasicismo tardío por el pathos dinámico que del tema se desprende, y que aparece tratado con la agilidad y el juego de luces y sombras que presagian el helenismo.

El clasicismo elevó al hombre a un nivel de dignidad sin precedentes, al mismo tiempo en que se le dio la responsabilidad de crear su propio destino y ofrecer un modelo de convivencia armonioso, un espíritu de una educación integral para una ciudadanía ejemplar. Estos valores, junto con su tradicional asociación de la belleza con la virtud, encontraron en la escultura del período clásico, con su retrato idealizado del ser humano, un vehículo especialmente adecuado para expresarlo, y un eficaz instrumento de educación cívica, ética y estética. Se inauguró una nueva forma de representar el cuerpo humano que fue una de las claves para el nacimiento de una nueva filosofía, la estética, además de haber sido el fundamento de movimientos de enorme importancia, como el Renacimiento y el Neoclasicismo; incluso sigue siendo válido hasta el día de hoy. Por lo tanto, su impacto en la cultura occidental es muy importante, y es tomada como la referencia central para el estudio de la Historia del arte occidental. Pero más allá de su valor histórico, su calidad artística intrínseca raramente ha sido puesta en duda; la gran mayoría de los críticos antiguos y modernos la enaltece y los museos que la conservan son visitados por millones de personas cada año. La escultura griega clásica, aunque a veces ha recibido algunas críticas relacionadas con sus ideologías, el dogmatismo estético y otras exclusividades, todavía puede tener un papel positivo y renovador en el desempeño del arte y la sociedad contemporánea.


Artistas del Primer clasicismo

Punto al Arte