Münter, Gabriele (19 de febrero, Berlín, 1877 - 19 de mayo, Murnau am Staffelsee,1962) Pintora alemana. Fue, junto con el pintor ruso Wassily Kandinsky, uno de los miembros más importantes del movimiento expresionista alemán aglutinado en el movimiento Der Blue Reiter ('El caballero azul').
Gabriele Münter se trasladó en 1897 a Düsseldorf, donde inició a tardía edad sus estudios artísticos. A pesar de su temprana vocación por las Bellas Artes, el inicio de sus estudios a la edad de veinte años fue debido a las condiciones que imperaban en la docencia artística a finales del siglo XIX, en la que las instituciones artísticas y academias de Bellas Artes no admitían a mujeres entre sus alumnos. Por ello, Münter se matriculó en la única institución en la que podía cursar este tipo de estudios, la Escuela de Artes para Mujeres de Düsseldorf. Descontenta con el tratamiento recibido en la institución, en la que no se consideraba a las alumnas con la misma seriedad con la que las instituciones oficiales lo hacían con el alumnado masculino, Münter abandonó la misma. Decepcionada por la falta de rigor de la formación impartida en la escuela, abandonó ésta y viajó junto con su hermana a Estados Unidos, donde residió entre 1898 y 1900. En 1901 regresó a Alemania y se estableció en Múnich, donde se matriculó en la escuela de la Asociación de Mujeres Artistas. Comprobó enseguida que el programa didáctico de la escuela de Munich era similar a los decepcionantes estudios seguidos en Düsseldorf, y pronto abandonó la institución. Por aquel entonces, Wassily Kandinsky dirigía la escuela de arte Phalanx, en la que además de su orientación decididamente vanguardista, Münter encontró el reconocimiento que otras instituciones le negaban por el hecho de ser mujer.
Durante su estancia en la Phalanxchule, su estilo se aproximó en un principio al modernismo (jugendstil). Entre 1902 y 1903 inició su relación, artística y sentimental, con Kandinsky: por las tardes recibió clases de naturaleza muerta del director de Phalanx, y a la vez realizó numerosas excursiones junto a éste para la práctica del género paisajístico.
Entre 1904 y 1908 viajó intensamente por Europa y el Mediterráneo en compañía de Kandinsky; entre los países visitados se encuentran Italia, Francia, Suiza, Holanda, Túnez y Rusia, viajes alternados con cortas estancias en Berlín. En 1908 adquirió una casa en Murnau, en la que pasó varias temporadas en compañía de Kandinsky y donde se relacionó con Alexei von Jawlensky y Marianne von Werefkin. Fruto de estos encuentros en Murnau surgió en enero de 1909 la iniciativa de crear la "Nueva Asociación de Artistas de Munich", cuya dirección, en principio encomendada a Von Jawlensky, fue finalmente encomendada a Kandinsky.
La estancia en Murnau durante el verano de ese año fue decisivo en el devenir de la obra de los cuatro artistas. Frente a la intelectualidad de Kandinsky, Münter se sintió profundamente influenciada por la pintura de Von Jawlensky. El reflejo en su obra se tradujo en la utilización del color como elemento articulador de la obra, en detrimento del dibujo y la composición. En 1911 abandonó, junto con Kandinsky, la Asociación de Artistas de Munich, que pasó a ser dirigida los dos próximos años por Von Jawlensky. Al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914, se estableció, al igual que otros artistas de vanguardia europeos, en Suiza, aprovechando que Kandinsky había viajado a Moscú. Tras el regreso de éste, se establecieron en Murnau, pero la relación, tanto artística como sentimental, sufría por aquel entonces un fuerte deterioro. En 1915, durante una breve estancia en Estocolmo, ciudad en la que ambos expusieron sus obras, Kandinsky le anunció su decisión de abandonarla. Este hecho y el matrimonio de su antiguo compañero celebrado en Rusia, influyó definitivamente en su decisión de instalarse en Copenhague (1917) y abandonar la pintura.
Tras el final de la guerra, se instaló de nuevo en Murnau en 1920; sin embargo, debido a la fuerte depresión que le causó su ruptura con Kandinsky, se mantuvo alejada de toda actividad artística.
En 1927 realizó un viaje a París; el contacto con el fértil ambiente artístico de la capital francesa hizo que retomase la práctica de la pintura. Entre 1933 y 1945 se recluyó en su casa de Murnau y trabajó en obras que fueron fieles a la estética expresionista alemana. Poco antes de su muerte, en 1957, donó a la Städische Galerie im Lenbachhaus de Múnich multitud de obras suyas y de Kandinsky.
Su obra evolucionó desde la pincelada suelta y la simplicidad formal hacia obras de carácter figurativo, en las que se elimina cualquier sensación de tridimensionalidad, abandonando el uso del claroscuro, el sombreado y cualquier tipo de apariencia de volumen en beneficio de la exuberancia cromática. Las superficies no modeladas son realizadas a menudo con espátula en perjuicio del pincel, de tal manera que el empaste se transforma en áreas cromáticas compactas. En su búsqueda de las superficies cromáticas planas, Münter prestó especial atención a la pintura de las vidrieras, sobre la que llamó la atención de sus compañeros Kandinsky, Von Werefkin y Von Jawlensky. Aunque en 1912 realizó una pintura abstracta, influenciada por los postulados estéticos de Kandinsky, su obra siempre mantuvo un referente figurativo, como se puede comprobar en Escuchando (1909) y Carretas de paja (1911), ambas conservadas en la Stadtische Galerie im Lembachhaus de Munich; Paisaje con muro blanco (1910) en el Museo Karl Ernst Osthaus, Hagen); o Calle de una aldea en invierno (1911) y Hombre sentado a la mesa (1911), ambas en la Stadtische Galerie im Lembachhaus (Munich).
Obra comentada