Punto al Arte: Paul Gauguin (1848-1903)

Paul Gauguin (1848-1903)



Gauguin, Paul (París, 7 de junio de 1848 - Atuona, isla Dominica, 8 de mayo de 1903) Pintor francés, considerado uno de los más importantes representantes del postimpresionismo. 

Su obra ha sido fundamental en el desarrollo del arte contemporáneo. En 1849 su familia embarcó para Perú, y su padre murió durante el viaje. Así, unos años de su infancia transcurrieron en Lima, hasta que en 1855 regresó con su madre a Francia. Se alistó en la marina mercante y, en 1868, en la de guerra, y tomó parte en el conflicto franco-prusiano. En 1871 se instaló en París y trabajó como empleado de una agencia de cambio y bolsa. En esta etapa empezó a interesarse por el arte y se formó como pintor con Camille Pissarro. En 1880 expuso por primera vez con el grupo de los impresionistas y, a partir de 1883, decidió dedicarse exclusivamente a la pintura. En 1886 formó parte de un grupo de pintores que acudían al pequeño pueblo de Pont Aven (Bretaña) en busca de ambientes naturales alejados de la civilización urbana. Entre ellos estaba Émile Bernard que, inspirándose en el arte popular y en la técnica de las vidrieras emplomadas, introdujo en su pintura contornos en negro muy marcados, cerrando las manchas de color; esta técnica, denomina da cloisonné, sería adoptada en adelante por Gauguin. La visión después del sermón ( 1888) es la obra más representativa de esta etapa, en que rompió con el impresionismo para iniciar una búsqueda cada vez más personal de las posibilidades expresivas del color. Descubrió que era posible utilizar el color como símbolo o equivalente pictórico de sus emociones o sentimientos, sin necesidad de copiar de forma fiel lo que veía. El crítico de arte y pintor Maurice Denis definió la técnica desarrollada por Gauguin como "sintetismo", porque el pintor, ante un paisaje, no pretendía reproducirlo de manera que pudiera ser reconocido, sino que sólo deseaba captar algunos de sus elementos esenciales para crear "una superficie plana cubierta de colores dispuestos en un cierto orden". En 1888 el pintor pasó unos meses con Van Gogh en Aries y, en 1891, decidió marchar a la lejana isla de Tahití, en la Polinesia, en busca de una forma de cultura más auténtica, no pervertida por la modernidad. Regresó a Francia en 1893 y marchó dos años después a Autana, en las islas Marquesas, donde murió en 1903. 
Durante su estancia en la Polinesia la pintura de Gauguin adquirió un estilo maduro, caracterizado por la simplificación de los motivos, los colores planos sin matices de luces y sombras y una gran originalidad que deriva de su voluntad de recuperar la sinceridad y la pureza del arte primitivo. La Orana Maria -Dios te salve, María(1891-92) es una de las primeras obras del período tahitiano, junto con Noa-Noa -Naturaleza perfumada- (1892), Manaó Tupapaú -El espíritu de los muertos vela (1892), o Arearea -Divertimiento- (1892). ¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿Adónde vamos? (1897-98), es un cuadro de grandes dimensiones y una de las obras más representativas del ambiente poético y sugerente que el pintor buscó en aquellos años. Aún así, su vida distó mucho de ser paradisíaca, ya que padeció constantes problemas de salud, tuvo graves dificultades económicas a lo largo de su vida y frecuentes enfrentamientos con las autoridades coloniales. Sin embargo, su pintura mantuvo siempre la serena belleza de los primeros años, como en El caballo blanco (1898), Dos tahitianas (1899) y El oro de sus cuerpos (1901). 

La influencia de Gauguin fue muy importante ya en la época de su estancia en Pont Aven: Paul Sérusier y Maurice Denis transmitieron sus ideas a Édouard Vuillard y Pierre Bonnard, que formarían el grupo conocido como los na bis o profetas. Su tratamiento del color fue uno de los puntos de partida de Henri Matisse en su desarrollo del fauvismo, así como para Edvard Munch y el movimiento del expresionismo. Su gran aportación al arte contemporáneo consistió en romper con el concepto de pintura como representación, en favor de una pintura como transmisión de conceptos expresivos y estéticos. 

Gauguin, la evasión en el primitivismo


Paul Gauguin, nacido en 1848, un par de lustros más tarde que Cézanne (1839), Monet (1840) y Renoir (1841), no llegó a conocer el impresionismo en su época de elaboración (es decir, antes de 1874), sino en la de su plenitud, demasiado tarde ya para darle el sello de una nueva aportación personal.

Lo vivió como una iniciación, no como un descubrimiento personal, con lo que su carácter aventurero no podía sentirse satisfecho con este papel pasivo. Porque, tanto por temperamento como por las circunstancias de su vida, Gauguin llevó muy pronto sobre sí el sello de la aventura.

A los pocos meses de su nacimiento, a causa de que su padre, que era periodista, temía las consecuencias políticas de la subida del príncipe Luis Napoleón al poder, la familia abandonó Francia y se instaló en Perú, donde su madre tenía parientes. El padre muere durante la travesía. Al cabo de unos años de vida fastuosa, la madre regresa a Francia con sus hijos y se instala en provincias, donde lleva una vida más modesta.


⇦ Autorretrato de Paul Gauguin (Musée d'Orsay, París) La composición muestra un rostro frío, violento y algo cínico. Aquí Gauguin todavía no ha sido vencido: defiende a los indígenas de la manipulaCión de los blancos hasta quedarse él solo contra todos. La pobreza, la enfermedad, la soledad le acecharán toda su vida, pero él les opondrá este gesto desafiante, trágico y racional a un tiempo. Y lo mantendrá a pesar de todo hasta aquel 1903 en que, en las remotas islas Marquesas, morirá persiguiendo su sueño de una vida más sencilla, más auténtica y menos corrompida. 



El joven Paul deja entrever su afán de independencia, hasta el punto de resultarle difícil trabar amistad con otros muchachos y de intentar fugarse; llegó incluso a enrolarse -en cuanto le fue posible-en la marina mercante, por no haber sido admitido en la Escuela Naval. Algunos años de navegación, la guerra contra Alemania (1870), la desmovilización (1871) y la vuelta a la vida civil, en la que empieza a tener éxito como empleado de un agente de Bolsa. Su carrera de financiero queda bruscamente interrumpida por el gran hundimiento bursátil de 1882.

Sin empleo, no le queda otra posibilidad que dedicarse a la pintura, cuyos rudimentos había aprendido algo después de su retorno a la vida ciudadana, en compañía de una joven danesa, Mette Gad, con la que se ha casado y que le da, en pocos años, cinco hijos. La crisis financiera interrumpe súbitamente la tranquila holgura de la joven pareja. Gauguin, que llevaba unos diez años pintando en sus ratos de ocio y que incluso había participado en las últimas exposiciones impresionistas, decide entregarse por entero a la pintura, ante la imposibilidad de encontrar otros medios. Los primeros resultados no corresponden a sus esperanzas. Muy pronto se ve obligado a llevar una vida más modesta. Intenta instalarse en provincias (en Ruan, en 1884) y luego marcha a Copenhague (en 1885), donde su esposa cuenta con el apoyo de la familia. Al cabo de unos pocos meses, el fracaso resulta absoluto, tanto moral como materialmente.

El Sena en el puente de Jena de Paul Gauguin (Musée d'Orsay, París). Cuando Gauguin ejecutó este cuadro, ya había comenzado a pintar con constancia y a visitar asiduamente los museos como una evasión a una vida sin interés. Admiraba a Millet y a Cézanne, mientras seguía trabajando en la Bolsa. El celaje de esta pintura capta un momento de luz impresionista; la composición es clásica y el color convencional por cuanto éste aún no se ha liberado para expresar por sí mismo una experiencia vital única e irrepetible. Gauguin no sospechaba todavía que conseguiría la gran revolución del lenguaje pictórico. 

Gauguin regresa a Francia en compañía de su hijo Clovis, mientras su mujer se queda en Copenhague con los demás hijos y da clases de francés y hace traducciones para atender a su educación. Para el pintor, esto representa el comienzo de la miseria más absoluta; todos sus esfuerzos para encontrar un empleo, incluso de colocador de carteles, desembocan en el fracaso. Se refugia en un pueblecito de Bretaña (Pont-Aven), donde la vida resulta más barata. Pero deseando romper con todo ese encadenamiento de fatalidades, envía a su hijo a Dinamarca y él se embarca hacia Panamá en compañía de su amigo el pintor Charles Laval. Desde allí se traslada, en 1887, a la Martinica. Cada etapa es una decepción, un nuevo desaliento a superar. Minado por las enfermedades, vuelve a Francia y se refugia de nuevo en Bretaña (1888).


La visión después del sermón, llamada también Lucha de Jacob con el ángel de Paul Gauguin (Galería Nacional de Escocia, Edimburgo). Obra realizada en 1888, en ella siguió Gauguin el método compositivo de É. Bernard: una especie de "cloisonnisme" de trazo vigoroso, colores vivos y una experiencia vivida. Las mujeres bretonas en primer término, que ya se hallan en la obra de Bernard Mujeres bretonas en un prado verde, no son sólo elementos compositivos, sino temáticos: al salir de la iglesia, como resultado del sermón, se les aparecen Jacob y el ángel. El color, no realista, consigue una convincente atmósfera visionaria. 

Es frecuente que en los peores momentos se produzcan los hechos decisivos, aunque éstos no lo parezcan en tales ocasiones. En un albergue de Pont-Aven se ha formado un reducido grupo de jóvenes pintores, tan animosos y faltos de recursos como Gauguin. Allí se discute intensamente y Gauguin se hace escuchar. Durante este año, el joven Émile Bernard descuella por sus originales ideas y por la técnica singular con que las ilustra.

Importancia concedida al tema; composiciones que representen acciones y que no se limiten únicamente al paisaje; dibujo que delimite las formas con precisión; color no fragmentado y distribuido en amplias zonas: éstas son algunas de las características de los nuevos medios puestos en práctica. Inmediatamente, Gauguin se muestra seducido por estas propuestas que concuerdan exactamente con sus propias experiencias, ya que en las telas que trae de la Martinica se percibe una orientación muy similar.

El Cristo amarillo de Paul Gauguin (Albright Art Gallery, Buffalo). Pintado en 1889, este "Cristo" se inspira en los pasos del Calvario y de los Vía Crucis bretones. La abundancia de turistas que acudían a Pont-Aven impulsó a Gauguin a buscar refugio en un albergue de Le Pouldu, con algunos de los pintores que integraban la escuela de Pont-Aven. Allí pintó esta tela en la que aparece muy definida la "síntesis de la forma y del color, derivada de la observación del único elemento dominante": La inspiración se basaría en la estampa japonesa y en los vitrales medievales. 

Lo que hasta aquel momento se presentaba como una serie de tentativas vacilantes, se convierte súbitamente en una afirmación categórica, en una composición hoy día célebre: La visión después del sermón o Lucha de Jacob con el ángel, de 1888 (National Gallery of Scotland de Edimburgo). Un trazo fuerte en torno a objetos y personajes los aísla entre sí; tanto las perspectivas como los colores resultan inesperados y estas nuevas características están bruscamente acentuadas; las cosas son dichas con una franqueza intransigente, casi ingenua, en la que podría adivinarse la atracción ejercida por la savia de la imaginería popular, evocada a través de un oficio ya muy consolidado. La cálida armonía de colores deja percibir las seducciones del exotismo y, en especial, el de Extremo Oriente, que se hace patente también en la composición, en los contrastes de planos -el primer plano desmesuradamente ampliado en relación con los de la lejanía-, y en la forma de simplificar los volúmenes, de suprimir las sombras y las gradaciones de color.

Les Alyscamps de Paul Gauguin (Musée d'Orsay, París). Famosa tela realizada a finales de 1888, tiempo que Gauguin pasó en Aries, en casa de su amigo Van Gogh. Con ella inicia una nueva etapa que representa la voluntad de transgredir el impresionismo y "soñar ante la naturaleza", rebelándose contra la estética tradicional. Porque, como dijo Maurice Denis, "para Gauguin, síntesis y estilo eran prácticamente sinónimos". 

El que todas estas novedades no respondan únicamente a una nueva postura estética, sino que más bien expresen una concepción global de la obra de arte, de su función espiritual, viene demostrado por el hecho de que, a partir de este momento, Gauguin aplica el nuevo sistema a todos los cuadros que expresen un acontecimiento, una acción con “puesta en escena”, mientras que, en los paisajes, continuará empleando durante varios años una técnica más afín a la de los impresionistas, con divisiones del color en pequeñas pinceladas yuxtapuestas, superpuestas, no fundidas entre sí.

Incluso la elección del tema confirma la voluntad de otorgar una significación anecdótica o intelectual al cuadro. Escribía en esta época: ”No copiéis demasiado exactamente la naturaleza. El arte es una abstracción; sacadlo de la naturaleza soñando ante ella, y pensad más en la creación que en el resultado”.

La familia Schuffnecker de Paul Gauguin (Museo d' Orsay, París). El cuadro representa el interior de un estudio de pintor donde una mujer y sus dos hijas posan para la tela que el artista tiene sobre el caballete. Estas tres figuras configuran dos formas geométricas, dos triángulos marcados por el color de los abrigos. Al fondo de la composición puede verse tras las ventanas un paisaje y en una de las paredes del estudio una naturaleza muerta y una estampa japonesa, muy de moda en la época. 

En consecuencia, al año siguiente aparecerá una serie de pinturas de inspiración religiosa en las que el pintor, recogiendo las fórmulas de los artistas de la Edad Media, mezcla personajes actuales -campesinos, en este caso- con evocaciones sagradas y ello, con un estilo nuevo, con un grafismo extremadamente simplificado, como si estuviese destinado a una obra de imaginería. Destaquemos el Cristo amarillo (Museo de Buffalo) y el Cristo verde (Museo de Bruselas). Ambos son del año 1889 y llevan adelante la idea de síntesis del paisaje que Gauguin ya había empezado a aplicar el año anterior en La visión después del sermón.

Poseemos un testimonio directo de la acción estimulante de esta innovación en el hecho de que Paul Sérusier, después de haber pasado unas vacaciones en Pont-Aven y de haber escuchado los consejos de Paul Gauguin, presentó a sus amigos y condiscípulos de la Académie Julián (Bonnard, Vuillard, Maurice Denis, Ranson y otros) una pequeña pintura sobre madera que representaba El bosque del amor y había sido realizada de acuerdo con las nuevas ideas; pues bien, resultó tan convincente, tan rica en enseñanzas, que se la denominó El talismán. En aquella ocasión, Gauguin había dicho a su joven discípulo: “¿Cómo ve usted esos árboles? Son amarillos; en ese caso, use el amarillo. Esta sombra resulta más bien azul; píntela de azul marino puro. ¿Esas hojas son rojas? Póngale bermellón”.

Detalle de Pastoral tahitiana de Paul Gauguin (Museo Pushkin, Moscú). Tela que muestra el afán del pintor por representar la realidad mediante el empleo de formas intensas de vida y el uso de colores puros. 

De este modo, se está produciendo una auténtica revolución en el plano de la técnica, en el de la elección del tema e incluso en el de la significación del acto de pintar: esta nueva orientación de la pintura viene confirmada por las relaciones que Gauguin y sus amigos entablan con los movimientos literarios que se desarrollan en París, sobre todo entre los poetas cuyo simbolismo halla una réplica en esta fórmula que, bajo el pretexto de síntesis, tiende a otorgar a la forma significaciones intelectuales.

Mientras tanto, y ante la insistencia de Van Gogh, Gauguin se reúne con su amigo en Arles (de octubre a diciembre de 1888), donde tanto las características de los paisajes como su luminosidad, le incitan claramente a proseguir su búsqueda por la vía emprendida. Por desgracia, pronto se hace difícil la armonía entre aquellos dos hombres. El apasionamiento que vibra en cada uno de ellos les ha unido, ha suscitado sus relaciones amistosas, pero inevitablemente les opone también en la lucha cotidiana de una vida en común. Las cosas alcanzan un grado de tensión tal que Gauguin se propone abandonar Arles. Van Gogh, trastornado por su fracaso y después de amenazar a su amigo con una navaja, se mutila la oreja.

Arearea de Paul Gauguin (Musée d'Orsay, París). Tela de 1892. Esta composición capta todo el encanto de un mundo primitivo aún no corrompido por la civilización. Un mundo que los "nabis" Mallarmé, Bonnard y Vuillard admiran por su espíritu "misterioso y bárbaro". Esta pintura parece resumir la célebre frase de Gauguin: "No copiéis demasiado la naturaleza, el arte es una abstracción: sacadla de la naturaleza, soñando ante ella, y pensad más en la creación que en el resultado".  

Gauguin prosigue su vida en Bretaña, primero en Pont-Aven, luego en Le Pouldu, alternándola con estancias en París, siempre con una difícil situación económica. Cada vez está más ligado al movimiento literario y convierte el arte en su razón de ser, en la línea maestra de su vida. Concibe formar una colectividad de artistas y, para ello, proyecta fundar, junto con algunos amigos a los que cree haber convencido, un “Taller de los Trópicos” en las colonias; se informa de las posibilidades que ofrece Madagascar, pero después de nuevas averiguaciones considera que Tahití resultaría más adecuado.

⇦ Nafea Faa lpoipo o ¿Cuándo te casas? de Paul Gauguin (Colección R. Staechelin, Basilea). En esta obra, una vez más, Gauguin captó el hechizo primitivo. El artista recomendaba a sus seguidores: "No pintéis de forma realista. El arte es una abstracción, extraedlo de la naturaleza soñando ante ella". La realidad de esta obra es que no había en la isla de Tahití estas muchachas tan bellas; su belleza era producto de la imaginación del artista. 



En pocos años, la importancia de Gauguin ha crecido incesantemente. Su admiración por Cézanne y Degas le ha hecho conocer la medida y los límites del impresionismo y ha impulsado su progresivo alejamiento de él. El camino que ahora sigue ha atraído en torno suyo un número cada vez mayor de prosélitos, hasta el extremo de acaudillar un grupo y de que un día se le atribuya, sin exageración, la paternidad de la que será denominada Escuela de Pont-Aven. Y ello en perjuicio de Émile Bernard, quien propuso, antes que él, las fórmulas que ahora honran al grupo “sintetista”. El papel de Émile Bernard en la creación del movimiento y su precedencia son indiscutibles; pero no es menos cierto que la presencia de Paul Gauguin le dio su prestigio y su irradiación, tanto en aquellos momentos como posteriormente, gracias a la poderosa originalidad del artista.

Esta creación del “sintetismo” corresponde con tanta exactitud a las ideas de la época que, al celebrarse la Exposición Internacional de 1889, algunos artistas allegados a Gauguin organizan una importante exposición del “Grupo impresionista y sintetista” en el café Volpini, en el Champ de Mars, reuniendo a nombres tales como Gauguin, Bernard, Émile Schuffenecker, Charles Laval, Louis Anquetin, Louis Roy, León Fauché, Georges Daniel (de Monfreid) y Ludovic Némo. En sí misma, la exposición fue importante por el interés que suscitó, especialmente entre los artistas jóvenes, pero sus resultados fueron nulos en lo que a la venta se refiere.

Te Rerioa o Me llamo Reri de Paul Gauguin (Instituto Courtauld, Londres). Esta obra de Gauguin, pintada en 1897, no es una alegoría, sino la expresión de un pensamiento traducido a un medio no literario por este pintor que dijo de sí mismo:"Soy un salvaje, un lobo sin collar en el bosque". En la composición dos mujeres comparten el espacio de lo que al parecer es una casa isleña. Las paredes están decoradas con dibujos antropomorfos, entre los que destaca la figura femenina. En un primer plano, sobre el suelo, dormita un niño que podría ser el hijo de la mujer que mira directamente al espectador puesto que muestra su pecho desnudo. En cambio, la otra mujer, dando la espalda, está vestida. 

Gauguin, cada vez más forzado por la necesidad de ganarse la vida, siquiera modestamente, prepara su marcha de Francia como una evasión para lanzarse al descubrimiento de un paraíso en el que la vida sea más fácil y el dinero casi inútil. Transcurren todavía algunos meses, hace gestiones para conseguir una reducción del precio del viaje, vende treinta telas en las subastas del Hotel Drouot para pagarse el pasaje, y se celebra un banquete en honor suyo el 23 de marzo de 1891 al que asisten una cuarentena de artistas y poetas. Finalmente, Gauguin embarca el 4 de abril de 1891 hacia Tahití, provisto de una carta oficial del Ministerio encargándole una seudomisión que le permitiría disfrutar de ciertas facilidades durante los primeros días de estancia.

Aquí da comienzo la gran aventura. ¿Qué va a buscar Gauguin en las antípodas? ¿Qué encontrará allí? ¿Con qué armas cuenta para enfrentarse con el mundo nuevo en que se introduce con más entusiasmo que resignación, ya que las dificultades materiales, que tanto le han acosado durante años, en lugar de abatirle han exaltado su afán de libertad, su fe en la misión del artista, y le han preparado para la soledad?

Nevermore (Nunca más), de Paul Gauguin (Instituto Courtauld de Londres). Considerada como una variación de la Olympia de Manet, que Gauguin había copiado a la acuarela, esta obra fue pintada en 1897. Aquí ha rechazado totalmente el análisis de las sensaciones luminosas y cromáticas producidas por la naturaleza en el ojo: todo se filtra y se mide por el cerebro y parece resultado de una tensión, de un enigma, de algo que ha ocurrido precisamente en el momento anterior a aquel en que está desarrollando la escena trasladada al lienzo por el pintor. 

En el plano social y moral, llega con sus ilusiones intactas, aunque un poco sorprendido y fascinado de que la carta de recomendación del Ministerio le valga ciertas atenciones en cuanto desembarque. Gauguin está convencido de que inicia una nueva vida, junto a aquellos buenos salvajes que no sufren todavía las taras de nuestra civilización. Al principio, los hechos parecen darle la razón. Es bien aceptado, al menos aparentemente, por los representantes de la administración que le creen realmente encargado de una misión y que, en consecuencia, temen su juicio. También es bien acogido por los oficiales de la guarnición que han venido a recibir a su nuevo jefe que ha hecho el viaje con él. Incluso es presentado al rey Pomaré, soberano de la isla, quien espontáneamente le da muestras de viva simpatía, lo cual le permite alimentar en seguida grandes ilusiones.

Su entusiasmo corre parejas con su candor; la realidad no tardará en poner las cosas en su sitio. A los pocos días de su llegada, muere el rey y, después de las ceremonias del entierro, Gauguin empieza a comprender que los primeros contactos con aquel mundo nuevo le han ocultado otras verdades menos agradables. Pronto tendrá ocasión de comprobar que la aceptación de las mezquindades de los hombres civilizados resulta allí tan difícil, o quizá más, que en su propio país; que el dinero continúa siendo tanto o más necesario y corruptor; que la administración es tan puntillosa o más; que en el plano intelectual -y sobre todo en el artístico- los europeos, aún en las colonias, siguen sometidos a la rutina. Vuelve a iniciarse la agobiante lucha, esta vez con un telón de fondo de paisajes extraordinarios, una naturaleza de exuberante riqueza, en la que redescubre un algo de sus sueños, una naturaleza generosa para quienes la conocen de verdad y saben aprovecharse de esta generosidad.


Nave Nave Mahana o Los días deliciosos de Paul Gauguin (Museo de Bellas Artes, Lyon). Pintado en 1896, describe una escena de la vida primitiva rechazando todo naturalismo. Para Gauguin el simbolismo es la objetivación del mundo subjetivo. Su obra está influida tanto por el grabado japonés como por el auténtico arte na"lf. Tras un exhaustivo estudio del arte contemporáneo, buscó nuevas fórmulas de rompimiento con la tradición. Las mujeres, dispuestas casi como en un friso, evocan la belleza más pura, en un entorno idílico. 


Mujeres de Tahití, llamado también Dos mujeres en la playa, de Paul Gauguin (Musée d'Orsay, París). Pintada en 1891, su valor dominante es la sensación visual que establece una indiscutible oposición entre civilización y autenticidad primitiva. 

Gauguin no halla en sus relaciones con sus compatriotas la paz que ha venido a buscar, pero serán menos los sinsabores junto a los maoríes, cuyas costumbres responden a sus esperanzas. En cuanto puede, se aleja de todo lo que le recuerda Europa y procura integrarse a la vida local. Abandona pronto la ciudad y se instala en un pueblo, donde se familiariza con los indígenas e incluso toma como compañera a una de ellas. Se habitúa con bastante rapidez a sus costumbres, se esfuerza por comprender su religión, analiza sus alegrías y emociones, intenta iniciarse en su lenguaje. Las etapas de esta iniciación las consiguió Gauguin un poco más tarde con el título de Noa-Noa, y en este texto se percibe la curiosidad afectuosa con que se ha insertado en este nuevo universo, predispuesto a aceptar su moral, su fe, sus ingenuidades, sus costumbres cotidianas, impregnadas de seriedad y de buen humor.

En el plano humano, pues, Gauguin ve confirmada su hostilidad hacia la civilización y aprende rápidamente las costumbres y los gustos de una sociedad primitiva que corresponde con bastante exactitud al ideal que se había forjado. En el plano artístico, la confirmación resulta todavía más evidente: Gauguin ha llegado a Tahití con una técnica y unas ideas estéticas completamente maduras, incluso más de lo que él mismo creía. Desde 1888, ha ido experimentando y aplicando sus nuevas ideas cada vez con mayor dominio. Su paleta, incesantemente enriquecida con colores puros y cálidos, deja prever lo que serán los paisajes y naturalezas muertas de Tahití.

Dos mujeres tahitianas, detalle, de Paul Gauguin (Metropolitan Museum, Nueva York). Esta célebre pintura de Gauguin es un auténtico himno a la belleza sensual. Las dos siluetas se perfilan a modo de bajos relieves contra un fondo de color que va de diferentes matices de verde al amarillo. 

Ahora descubre cómo son los personajes que animarán sus composiciones, esos modelos de formas elegantes y poderosas, de actitudes nobles por naturaleza, con gestos armoniosos.

Su estilo está preparado para sacar provecho del espectáculo y expresarlo con toda su grandeza. Incluso resulta lícito pensar que esta visión ideal estaba tan hondamente inscrita en su espíritu que le permitió, en muchos casos, idealizar a los personajes, viéndolos más como deseaba que fuesen, que como realmente eran.

Sea la que fuere la razón, el hecho resultante es que Gauguin empieza rápidamente a crear obras de excepcional belleza, obras que llevan el sello del clasicismo más puro, pero sin las coacciones esterilizadoras del academicismo. Su seducción está muy alejada del exotismo pintoresco. Aunque tal vez sea éste el que, en gran medida, haya impedido a la mayoría de sus contemporáneos ver la amplitud y majestad de su creación.

Te Tamari No Atua o La Natividad de Paul Gauguin (Bayerische Staatsgemaldesammlungen, Munich). Obra de 1896, cuando la expresividad del pintor es cada vez más simple y clara. Aquí aparecen reunidos dos mundos primitivos: los personajes de Tahití reviven milagrosamente la antigua tradición de la Navidad bretona. La mujer que ha dado a luz aparece recostada en una cama en un primer plano, semejante a las antiguas representaciones de las Venus, como la de Tiziano o la Olympia de Manet, ésta, pudorosa, tapa sus pechos con la mano. Otra mujer sostiene al niño recién nacido que tiene una aureola de santidad. La mujer de pie, les observa. Al fondo de la composición podemos ver varias vacas, dando a entender que al nacimiento se ha producido en un establo o junto a él. 
A partir de este momento, puede hablarse sin exageración de su genio, ya que las cumbres de inspiración y realización que alcanza superan en mucho la actualidad. Tahití no le enseñó gran cosa, pero le reveló a sí mismo y le hizo creer que descubría lo que, de hecho, ya sabía.

Pero a pesar de ello, su situación material sigue siendo precaria. Para superarla, Gauguin otra vez intenta cambiar el curso de su destino. Decide regresar a Francia, enriquecido con su nueva experiencia, sabiendo que sus ideas han encontrado allí cierto eco, que el número de prosélitos ha aumentado y confiando contar con su apoyo.

Falto de recursos, obtiene la repatriación y desembarca en Marsella el 3 de agosto de 1893, con sólo cuatro francos en el bolsillo. Súbitamente, las cosas parecen tomar un giro favorable: muere su tío, que vivía en Orleans, y le deja unos diez mil francos de herencia, lo cual le permite organizar una exposición en la galería Durand-Ruel hacia finales de aquel año. La exposición tiene lugar durante el mes de noviembre de 1893, despierta una vivísima curiosidad y apasionadas discusiones tanto entre los artistas como entre el público, pero le proporciona unos resultados económicos más que mediocres. Los meses transcurren sin aportarle mejoras, y en 1895 Gauguin decide volver a Tahití, tras fracasar el 18 de febrero de aquel año en un nuevo intento de venta en el Hotel Drouot. De este modo se confirma el reducido interés de los que aprecian esta pintura insólita. Entre tanto, ha podido pasar unos días en Copenhague con su mujer y sus hijos; regresa luego a Bretaña, donde se enzarza en una riña con unos marineros y recibe un golpe de zueco que le produce una fractura del tobillo de la que no conseguirá curar jamás.

⇦ Y el oro de sus cuerpos de Paul Gauguin (Musée d'Orsay). Obra pintada en 1901, en Fatu-lwa, una de las islas Marquesas, en una rústica •· estancia que él llamó la "Casa del Gozar". Estaba viejo y enfermo y el obispo, la policía y la administración de la isla le perseguían por el menor motivo, porque era el paladín invencible que defendía a los indígenas contra la hipocresía de la civilización. No es extraño que, dos años antes de morir, haya en esta tela este sentimiento trágico; lo que en cambio maravilla es la fuerza expresiva del color que habrá de influir no sólo en el fauvismo y en Matisse,  sino en todo el expresionismo. 



El 3 de julio de 1895 embarca en Marsella y ya no volverá más a Francia. Todavía tendrá que pasar momentos muy difíciles en Tahití, porque su delicada salud no le permitirá ya gozar de momentos de calma, y también porque la administración colonial no le ahorrará disgustos como consecuencia de su creciente toma de posición en favor de los indígenas. Son los años de miseria más sórdida e inacabable. Ni siquiera recibe de Francia las sumas que le deben. Únicamente, su amigo Daniel de Monfreid le ofrece el testimonio de una fidelidad ejemplar. A fines del año 1897, acorralado y hambriento, Gauguin intenta suicidarse ingiriendo arsénico. Escapa de la muerte porque la dosis era excesiva y su estómago no puede soportarla.

Reemprende su agotadora vida y, caso paradójico, su obra continúa espléndidamente creadora. Poco a poco, la situación empieza a mejorar; algunos coleccionistas -entre ellos el príncipe Bibesco y, sobre todo, Gustave Fayet- le compran varias obras; Vollard le firma un contrato gracias al cual Gauguin puede contar con recursos regulares. En 1901 abandona Tahití y se instala en Hiva-Hoa, pequeña isla de las Marquesas, donde la vida es aún más primitiva y menos onerosa. Allí hubiera podido disfrutar de una calma relativa si no hubiese estado en permanente conflicto con las autoridades, representadas por el obispo y por el gendarme local. Finalmente, el 8 de mayo de 1903 muere agotado.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.     

Obra comentada


Galería
Claro, 1873. Impresionismo

El camino del bosque, 1873. Impresionismo

En el bosque Saint Cloud, 1873. Impresionismo

En el bosque Saint Cloud, 1873. Impresionismo

Trabajando la tierra, 1873. Impresionismo


Árbol en el corral, 1874. Impresionismo

Árbol en el corral, 1874. Impresionismo


El Sena en el Pont d'Iena, 1875. Impresionismo

El Sena en París, 1875. Impresionismo

El Sena frente al muelle de Passy, 1875. Impresionismo

Gallinero, 1875. Impresionismo

Las fábricas de Cail y el quai de Grenelle, 1875. Impresionismo

Mette durmiendo en un sofá, 1875. Impresionismo

Paisaje con álamos, 1875. Impresionismo

Peras y uvas, 1875. Impresionismo

Puerto de Grenelle, 1875. Impresionismo


Asteres de China, sombrero y libro, 1876. Impresionismo

Hombre con toga, 1876. Impresionismo

Margaritas y peonías en jarrón
azul, 1876. Impresionismo

Naturaleza muerta con ostras, 1876. Impresionismo

Naturaleza muerta con salmonete y jarra, 1876. Impresionismo

Puerto de Javel, 1876. Impresionismo

Puerto de Javel, 1876. Impresionismo

Ramo de peonías en una partitura
musical, 1876. Impresionismo


Paisaje de otoño (granja y estanque), 1877. Impresionismo

Retrato de Claude Antoine Charles Favre, 1877. Impresionismo

Retrato de Ingeborg Thaulow, 1877. Impresionismo

Retrato de una niña (Aline Gauguin), 1877. Impresionismo


La bordadora o
Mette Gauguin, 1878. Impresionismo


Gansos en la granja, 1879. Impresionismo

Iglesia de Vaugirard, 1879. Impresionismo

Jardín bajo la nieve, 1879. Impresionismo

Los huertos de Vaugirard, 1879. Impresionismo

Manzanos en flor, 1879. Impresionismo

Paisaje de invierno, 1879. Impresionismo

Retrato de la hija de Gaugin, Aline, 1879. Impresionismo

Ribera (paisaje bretón), 1879. Impresionismo


Casas en Vaugirard, 1880. Impresionismo

Flores y alfombras (Pensamientos), 1880. Impresionismo

Jarra de arcilla y taza de irin, 1880. Impresionismo

Mandolina en una silla, 1880. Impresionismo

Naturaleza muerta con plato de fruta, 1880. Impresionismo

Para hacer un ramo, 1880. Impresionismo

Suzanne Sewing
Estudio de un desnudo, 1880. Impresionismo


El molino de la reina, 1881. Impresionismo

Esquina del jardín rue Carsal, 1881. Impresionismo

Estanque con patos, 1881. Impresionismo

Flores y alfombra, 1881. Impresionismo

Interior de la Casa del Pintor, rue Carcel, 1881. Impresionismo

Jardín de Pissarro, Pontoise, 1881. Impresionismo

Muro, 1881. Impresionismo

Naturaleza muerta con naranjas, 1881. Impresionismo

Naturaleza muerta. Florero con flores
en la ventana, 1881. Impresionismo

Niño soñando (estudio de un niño dormido), 1881. Impresionismo

Orilla del río en invierno, 1881. Impresionismo

Orillas del Oise, 1881. Impresionismo


Aube, el escultor y su hijo, 1882. Impresionismo

Barcaza azul, 1882. Impresionismo

Camino de los gallos de Scratch, 1882. Impresionismo

Canteras en Pontoise, 1882. Impresionismo

Canteras en Pontoise, 1882. Impresionismo

En la ventana, 1882. Impresionismo

Flores y libro japonés, 1882. Impresionismo

Orificio de la cantera en el acantilado, 1882. Impresionismo

Paisaje de montaña, 1882. Impresionismo

Ramo de flores, 1882. Impresionismo


Aline Gauguin y uno de sus hermanos, 1883. Impresionismo

Arroyo en Osny, 1883. Impresionismo

Calle de pueblo, Osny, 1883. Impresionismo

Calle en Osny, 1883. Impresionismo

Doble retrato de una niña
(Mademoiselle Lafuite), 1883. Impresionismo

El jardín en invierno, rue Carcel, 1883. Impresionismo

Granja en Osny, 1883. Impresionismo

Ingeborg Thaulow, 1883. Impresionismo

Jardín en Rue Carcel, 1883. Impresionismo

La granja en Grue, 1883. Impresionismo

Mandolina y flores, 1883. Impresionismo

Osny, rue de Pontoise, invierno, 1883. Impresionismo

Puerto, Dieppe, 1883. Impresionismo

Tomates y una jarra de peltre en
una mesa, Osny, 1883. Impresionismo


Busto de una chica desnuda, 1884. Impresionismo

Calle en Rouen, 1884. Impresionismo

Calle en Rouen, 1884. Impresionismo

Camino arbolado, 1884. Impresionismo

Capuchinas y dalias en una canasta, 1884. Impresionismo

Cerca de Rouen, 1884. Impresionismo

Cerca de Rouen, 1884. Impresionismo

Cesta de flores, 1884. Impresionismo

Clovis Gauguin dormida, 1884. Impresionismo

Dos vacas en el prado, 1884. Impresionismo

El camino arriba, 1884. Impresionismo

El estanque cuadrado, 1884. Impresionismo

El jarrón de peonías, 1884. Impresionismo

El puerto de Rouen, 1884. Impresionismo

Jardín abandonado en Rouen, 1884. Impresionismo

La calle Jouvenet en Rouen, 1884. Impresionismo

Ladera, 1884. Impresionismo

Los acantilados de Le Bouille, 1884. Impresionismo

Los hijos del artista, 1884. Impresionismo

Manzanas, jarra, vidrio iridiscente, 1884

Mette Gauguin con un vestido
de noche, 1884. Impresionismo

Muchacha tendida en la hierba, 1884. Impresionismo

Notre Dame des Agnes, 1884. Impresionismo

Osny, la puerta de la granja de Busagny, 1884. Impresionismo

Paisaje cerca de Osny, 1884. Impresionismo

Paisaje de Normandía; vaca en un prado, 1884. Impresionismo

Patinadores en el parque Fredericksberg, 1884. Impresionismo

Ramo, 1884. Impresionismo

Regresando de la cosecha (Manuring), 1884. Impresionismo

Retrato de Aline, 1884. Impresionismo

Retrato de Isidore Gauguin, 1884. Impresionismo

Retrato de un hombre sentado, 1884. Impresionismo

Rouen en primavera, 1884. Impresionismo

Suburbio de Rouen, 1884. Impresionismo

Sunken Lane, 1884. Impresionismo

Tejados azules de Rouen, 1884. Impresionismo

Un gallinero, 1884. Impresionismo

Un huerto bajo la iglesia
de Bihorel, 1884. Impresionismo


Acantilado cerca de Dieppe, 1885. Impresionismo

Autorretrato, 1885. Impresionismo

Baño, Dieppe, 1885. Impresionismo

Bodegón de cebollas y palomas y el interior
de la habitación en Copenhague, 1885. Impresionismo

Burro en el camino, 1885. Impresionismo

Caballo y vaca en un prado, 1885. Impresionismo

Camino de árboles, Ruán, 1885. Impresionismo

Camino de árboles, Ruán, 1885. Impresionismo

Conversacion, 1885. Impresionismo

Dalias en un jarrón de cobre, 1885

Dos floreros de flores y un
abanico, 1885. Impresionismo

El camino de Pere Jean, 1885. Impresionismo

Fin del invierno, 1885. Impresionismo

Flores y un pájaro, 1885. Impresionismo

Ganado bebiendo, 1885. Impresionismo

Gansos en el prado, 1885. Impresionismo

Lugar de riego, 1885. Impresionismo

Límite del bosque, 1885. Impresionismo

Mujeres bañándose (Dieppe), 1885. Impresionismo

Naturaleza muerta con jarra y figura
de cerámica, 1885. Impresionismo

Naturaleza muerta con una
mandolina, 1885. Impresionismo

Niño junto al agua, 1885. Impresionismo

Paisaje con vacas en un huerto, 1885. Impresionismo

Paisaje, 1885. Impresionismo

Pajares cerca de Dieppe, 1885. Impresionismo

Parque Oestervold, Copenhague, 1885. Impresionismo

Por la corriente, otoño, 1885. Impresionismo

Prímulas de noche en el florero, 1885. Impresionismo

Ramo de lilas, 1885. Impresionismo

Retrato de Achille Crabs Taylor, 1885. Impresionismo

Retrato de Philibert Favre, 1885. Impresionismo

Sauces, 1885. Impresionismo

Tejado rojo junto al agua, 1885. Impresionismo

Árboles, 1885. Impresionismo


Baño frente al puerto de Pont-Aven, 1886

Campo de Lollichon, 1886

Clovis, 1886

Cuatro mujeres bretonas, 1886

El campo de Lollichon y la iglesia de Pont-Aven, 1886

El jarrón de capuchinas, 1886

Establo cerca de Dieppe, 1886

Fruta en un cuenco, 1886

Fruta, 1886

Granja en Bretaña, 1886

Hoguera junto a una ría, 1886

Jarrón de flores, 1886

La hija del jefe, 1886

Lavanderas en Pont-Aven, 1886

Lugar de baño, 1886

Mujer y niño en Pont-Aven, 1886

Naturaleza muerta con cabeza de caballo, 1886

Naturaleza muerta con cerezas, 1887

Naturaleza muerta con perfil de Laval, 1886

Naturaleza muerta con tazón blanco, 1886

Paisaje costero, 1886

Paisaje en Pont-Aven, 1886

Puerto de Burdeos, 1886

Rocas y mar, 1886

Schooner y tres maestros, 1886

Sombrero rojo, 1886

Suburbio bajo la nieve, 1886

Tarros y ramos, 1886

Vacas en la orilla del mar, 1886


Alrededor de las chozas, 1887

Cabañas bajo los árboles, 1887

Conversación tropical, 1887

Dos chicas bañándose, 1887

En el estanque, 1887

Madame Alexandre Kohler, 1887

Naturaleza muerta con mangos e hibisco, 1887

Paisaje costero de Martinica, 1887

Paisaje de Martinica o La Mare, 1887

Palmeras en Martinica, 1887

Pequeña lavandera, 1887

Prado en Martinica, 1887

Recolectoras de mango (Martinique), 1887

Una orilla del mar, 1887

Vegetación tropical, 1887


Aguas arriba de Pont-Aven, 1888


Autorretrato con Retrato de Emile Bernard (El Miserable), 1888


Autorretrato en Lezaven, 1888


Aven corriendo por Pont-Aven, 1888


Cabañas en el Monte Sainte Marguerite, 1888


Cabeza de una bretona (Marie Louarn), 1888


Café Nocturno en Arles (Madame Ginoux), 1888


Cala frente al puerto de Pont-Aven, 1888


Camino al Aven, 1888


Capitán Jacob, 1888. Cloisonismo


Muchachas bretonas bailando, 1888


Cosecha de uva en Arles, 1888


El obstructor, 1888


En el calor (Los cerdos), 1888


Frutas, 1888


Henificación en Bretaña, 1888


La ola, 1888


La visión tras el sermón, 1888


Lane en Alchamps, Arles, 1888


Las primeras flores, 1888


Lavanderas en Roubine du Roi, 1888


Lavanderas, 1888


Les Alyscamps, 1888


Lucha de niños bretones, 1888


Madame Roulin, 1888. Cloisonismo


Manzanas en un tazón, 1888


Mas, cerca Arles, 1888


Muchacho bretón por el río Aven, 1888


Mujer bretona con una jarra, 1888


Mujer bretona y ganso por el agua, 1888


Mujer joven en la ventana, 1888


Mujeres ancianas de Arles, 1888


Mujeres bretonas volviendo, 1888


Naturaleza muerta con estampado japonés, 1888. Japonismo


Naturaleza muerta con tres cachorros, 1888


Naturaleza muerta Fete Gloanec, 1888


Paisaje cerca de Arles, 1888


Paisaje con gansos, 1888


Paisaje de Bretaña, 1888


Paisaje en Arles, 1888


Paisaje marino con vaca en el borde de un acantilado, 1888


Pastor y pastora en un prado, 1888


Pequeño bañista bretón, 1888


Pequeño bretón arreglando su zapato, o
Paisaje en Pont-Aven, Bretaña, 1888


Perros corriendo en el prado, 1888


Pescador bretón, 1888


Pescador y bañistas en el Aven, 1888


Porcino, Bretaña, 1888


Prado en las orillas de Aven, 1888


Ramo de flores con una ventana abierta al mar, 1888


Retrato de Madelaine Bernard, 1888


Retrato de un hombre que llevaba
un lavalliere, 1888. Cloisonismo


Retrato de un niño pequeño, 1888


Retrato de una mujer (Marie Lagadu), 1888


Rocas en la costa bretona, 1888


Río Aven debajo moun Saint Marguerite, 1888


Sauce junto al Aven, 1888


Un pequeño gato, 1888


Vaca de rodillas, 1888


Van Gogh pintando girasoles, 1888. Cloisonismo


Vista de Pont-Aven desde Lezaven, 1888


Árboles azules, 1888. Cloisonismo

Autorretrato con aureola, 1889.
Cloisonismo


Autorretrato con mandolina, 1889


Bodegón con cebolla, remolacha y
estampado japonés, 1889. Japonismo


Bonjour, Monsieur Gauguin, 1889


Bretona sentada, 1889


Bretones y vacas, 1889


Calvario bretón, 1889


El arroyo, el Pouldu, 1889


El Cristo amarillo, 1889. Cloisonismo


El gran árbol, 1889


El hermoso ángel (Madame Angele Satre,
la posadera de Pont-Aven), 1889. Sintetismo


El jamón, 1889


El porquerizo, 1889. Cloisonismo


En Bretaña, 1889


En las olas, 1889


En las rocas negras, 1889. Japonismo


Eva bretona, 1889


Familia Schuffenecker, 1889. Cloisonismo


Flautista en los acantilados, 1889


Henificación, 1889. Cloisonismo


Jeanne d'Arc, o niña bretona
girando, 1889. Cloisonismo


Joven bretona junto al mar, 1889


La agonía en el jardín, 1889. Cloisonismo


La lechera, 1889. Cloisonismo


La puerta de madera, 1889


La vaca roja, 1889


Los sauces, 1889


Miseria humana, 1889. Cloisonismo


Muchachas bretonas junto al mar, 1889


Muchacho bretón en un paisaje con ganso, 1889


Mujer del Caribe o Desnudo Femenino
con Girasoles, 1889. Cloisonismo


Mujer joven bretona, 1889. Cloisonismo


Naturaleza muerta con manzanas, una pera y
una jarra de retrato de cerámica, 1889


Naturaleza muerta con melocotones, 1889


Naturaleza muerta con un ventilador, 1889


Naturaleza muerta, 1889


Paisaje bretón - Campos junto al mar (Le Pouldu), 1889


Paisaje con dos mujeres bretonas, 1889


Paisaje de Bretaña con mujeres llevando sacos, 1889


Paisaje en Le Pouldu, la casa aislada, 1889


Pajares amarillos, 1889


Paseo nostálgico, 1889


Playa en Le Pouldu, 1889. Cloisonismo


recolectores de algas marinas, 1889


Retrato de dos niños
(Paul y Jean Schuffneker), 1889. Cloisonismo


Retrato de Meyer de Haan con
lámpara, 1889. Cloisonismo


Rocas en la costa, 1889


Sauces, 1889


Un chico bretón, 1889


Vista de la playa en Bellangenai, 1889


Autorretrato con Cristo amarillo, 1890


Autorretrato, 1890


Campesina y vacas en paisaje, 1890


Casas en Le Pouldu, 1890


Cosecha en el mar, 1890


M. Loulou, 1890


Mimi y su gato, 1890


Montones de heno en Bretaña, 1890


Naturaleza muerta con manzanas y jarrón verde, 1890


Negreries Martinica, 1890


Nirvana, Retrato de Jacob Meyer de Haan, 1890


Paisaje en Le Pouldu, 1890


Pelirroja y girasoles, 1890


Recolectores de algas marinas, 1890


Retrato de la mujer cerca de bodegón
de Cezanne con las manzanas, 1890


Un techo azul (Granja en Pouldu), 1890


Bajo el Pandanus, 1891


Bodegón con manzanas y jarrón verde, 1891


Camino en Tahití, 1891


Cerdos negros, 1891


Danza de fuego, 1891


En Vanilla Grove, hombre y caballo (la cita), 1891


Flores de Francia, 1891


Gran árbol, 1891


Gran árbol, 1891


Joven con una flor detrás de la oreja, 1891


La comida (plátanos), 1891


La pérdida de la virginidad (Despertar de primavera), 1891


Las tres cabañas, 1891


Madre e hija, 1891


Melancolía, 1891


Mujer con una flor, 1891


Mujer melancólica, 1891


Orana María, 1891


Paisaje con cerdos negros y
una tahitiana que se agacha, 1891


Pequeño valle, 1891


Pescadoras de Tahiti, 1891


Recogedor de limones, 1891


Retrato de Atiti, 1891


Retrato de Suzanne Bambridge, 1891


Tahitiana con flor en el pelo, 1891


Tahitianas, 1891


Taitianos en reposo (sin terminar), 1891


Un hombre con hacha, 1891


Ven aquí, 1891


¿Qué hay de nuevo?, 1892


Tahitianas en la playa, 1892


Taperaa Mahana, 1892


Tiempos antiguos, 1892


¿Estás celoso?, 1892

Vairumati, 1892



¿A dónde vas?, 1892


Al pie de la montaña, 1892


Arearea, 1892


Bodegón con naranjas tahitianas, 1892


Cabeza de mujer, 1892


Cabeza tahitiana, 1892


Cabina bajo los árboles, 1892


¿Cuándo te casas?, 1892


Dos hermanas, 1892


El encuentro, 1892


El espíritu de los muertos vela, 1892


El momento de la verdad, 1892


El piloto delante del cubo, 1892


El sueño, 1892


El árbol de hibisco, 1892


Ella baja al agua dulce (Haere- Pape), 1892


Escena tahitiana, 1892


Eva tahitiana, 1892


Fin real, 1892


Joyousness, 1892


Junto al mar, 1892


La casa del canto, 1892


La mañana, 1892


La montaña sagrada, 1892


La semilla de la Areoi, 1892


Las mujeres de Tahití bajo las palmeras, 1892


Las palabras susurradas, 1892


Mujer con mango, 1892


Mujer junto al mar, 1892


Mujeres en la orilla del río, 1892


Mujeres en la orilla del río, 1892


Nosotros no iremos al mercado ahora, 1892


Paisaje con pavos reales, 1892


Paisaje con tres árboles, 1892


Pastoral tahitiana, 1892


Pueblo tahitiano, 1892


Su nombre es Vairaumati, 1892


Aguas misteriosas, 1893


Annah la javanesa, 1893


Aquí hacemos el amor, 1893


Autorretrato con ídolo, 1893


Autorretrato con sombrero, 1893


Autorretrato, en el trabajo, 1893


Bodegón con mangos, 1893


El momento de la verdad, 1893


Entre los lirios, 1893


Hina, diosa de la luna y el Fatou,
Espíritu de la Tierra, 1893


Los motivos florales y vegetales, 1893


Mensajeros de oro, 1893


Montañas tahitianas, 1893


Mujer que sostiene una fruta, 1893


Música bárbara, 1893


Noa Noa Suite- tierra deseable,
1893


Retrato de Louis Roy, 1893


Sola, 1893


Tahitiana cerca del río, 1893


Tahitiana en paisaje, 1893


Tehamana tiene muchos padres
(Los antepasados de Tehamana), 1893


Autorretrato con paleta, 1894


Chelista (Retrato de Upaupa Scheklud), 1894


Días de los dioses, 1894


Flores y cesta de fruta, 1894


Granja en Bretaña, 1894


Granja en Bretaña, 1894


Guitarrista, 1894


Joven cristiana, 1894


Nochebuena, 1894


Orana Maria (Hail Maria), 1894


Paisanas bretonas, 1894


Parías nevado, 1894


Primavera sagrada, 1894


Pueblo bretón bajo la nieve, 1894


Pueblo nevado, 1894


Retrato de una madre, 1894


Retrato de William Molard, 1894


Siesta, 1894


Taitiana, 1894


Taitianas tumbadas, 1894


Un paisaje bretón. molino de David, 1894


Niño, 1895


Autorretrato, 1896


Bebé (Nacimiento de Cristo de Tahití), 1896


Bodegón con tarro y fruta, 1896


Días perfectos, 1896


Eiha OHIP Para los haitianos en una habitación, 1896


Escena de la vida enTahití, 1896


Está enfadada, 1996


Jarrón con flores, 1896


La mujer del rey, 1896


La reina de la belleza, 1896


Natividad, 1896


Poemas bárbaros, 1896


Retrato de una mujer joven,
Vaite (Jeanne) Goupil, 1896


Tres tahitianas, 1896


Una canoa (familia tahitiana), 1896


¿De donde venimos?¿Qué somos?¿Adonde vamos? , 1897


Bañistas, 1897


Hombre cogiendo fruta de un árbol, 1897


Hombre de Tahití con los brazos levantados, 1897


Nunca más, 1897


Paisaje con dos cabras, 1897


Paisaje de Tahití, 1897


Yendo y viniendo, Martinica,1897


Aguas deliciosas, 1898


Caballo blanco, 1898


Pastoral de Tahití, 1898


Ídolo, 1898


Dos mujeres taitianas, 1899


El gran buda, 1899


El mes de María, 1899


Maternidad
(Tres mujeres en la orilla del mar), 1899


Maternidad, 1899


Paisaje, 1899


Taitiana, 1899


Tatiana y chico, 1899


Tres mujeres de Tahitian contra un fondo amarillo, 1899


Tres taitianas, 1899


Escapada, 1901


Idilio de Tahití, 1901


Mujer de Tahití y sus dos hijos, 1901


Naturaleza muerta con la esperanza, 1901


Naturaleza muerta con los girasoles en un sillón, 1901


Paisaje con tres figuras, 1901


Paisaje marquesano con caballos, 1901


Y el oro de sus cuerpos, 1901


Adán y Eva, 1902


Bodegón con loros, 1902


Cuentos bárbaros, 1902


El hechicero de Hiva Oa (Marquesas
Hombre de la Capa de Red), 1902


Jinetes en la playa, 1902


Jinetes en la playa, 1902


La llamada, 1902


La ofrenda, 1902


Muchacha con abanico, 1902




Autorretrato con anteojos, 1903


Dos mujeres (pelo con flores), 1903


Invocación, 1903


Mujeres y caballo blanco, 1903


Choza debajo de las palmas de coco.
Posimpresionismo


La costa de Bellangenay. Posimpresionismo


Manzanas, Jarro, vidrio iridiscente.
Posimpresionismo


Ramo de flores. Posimpresionismo





Punto al Arte