Páginas

Artistas de la A a la Z

Cima da Conegliano (h. 1459-h.1517)


Renacimiento

Cima da ConeglianoGiovanni Battista Cima, llamado (Conegliano, h. 1459 - Venecia, h. 1517) Pintor renacentista italiano.

Biografía

Nacido en Conegliano, en la provincia de Treviso, comenzó a trabajar en Vicenza. En 1492 ya se había establecido en Venecia, pero en el verano de 1516 volvió a su localidad natal.

Su primera obra segura es la Virgen del Emparrado (1489, Museo de Vicenza), que recuerda a Bartolomeo Montagna. Este hecho hace pensar que tal vez Cima realizara su aprendizaje con este maestro, que se estableció a vivir en Vicenza a partir de 1480. Su producción temprana muestra un hieratismo característico. Más adelante cayó bajo el influjo del mayor pintor veneciano de la época, Giovanni Bellini, de quien fue uno de los más capacitados seguidores.

Sus figuras, inicalmente algo rudas, fueron gradualmente perdiendo esta severidad y ganaron en gracia, aunque conservando un cierto envaramiento. Cima fue uno de los primeros pintores italianos en darle importancia al paisaje, así como al tratamiento de luces y sombras que contribuían a crear la atmósfera de la obra.

Su Bautismo de Cristo en la iglesia de San Giovanni in Bragora (Venecia, 1492) es un ejemplo típico de esto. El color es rico y hermoso con un tono plateado típico de Cima, que en sus últimos trabajos se verá sustituido por el dorado. Sus composiciones carecen de dramatismo, no habiendo en ellas interacción entre los personajes, que nunca se muestran en actitudes comunicativas. Su Incredulidad de Santo Tomás (National Gallery, Londres) y su hermosa Natividad (Santa Maria dei Carmini, Venecia), son claros exponentes de sus limitaciones. Las Madonnas de sus sacras conversaziones suelen estar entronizadas entre una serie de santos en posiciones perfectamente simétricas, rebosantes de una paz silenciosa, pero estáticas. La Virgen con cuatro santos (h. 1511, Gemäldegalerie, Berlín), la magnífica Virgen Montinini (1507, Museo de Parma), y la pequeña Virgen entronizada con San Juan Bautista y la Magdalena (1513, Louvre) son algunas de sus mejores obras, rebosantes de poesía y hermosos paisajes.

Cima tuvo un hijo, Carlo Cima, también pintor, quien ya muy joven trabajaba en la decoración de diversas iglesias venecianas. Sin embargo, murió muy joven, en 1517, sin haber podido desarrollar su talento.


Obra
Conversación sagrada, 1490

El bautismo de Cristo, 1493

Ninfa de Fontainebleau de Benvenuto Cellini

 

La ninfa es representada a modo de figura repujada que elimina toda ilusión frontal a la vez que reafirma el carácter de ficción del arte manierista. 

(Musée du Louvre). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Salero de Francisco I de Benvenuto Cellini

 

En esta obra de 33 cm de largo y 26 cm de alto, realizada en oro con incrustaciones de esmalte, Cellini demuestra por que está considerado el mejor orfebre del Renacimiento. Aquí, las figuras representan a los dioses del mar y de la tierra, cuya reunión produce la sal. 

(Kunsthistorisches Museum, Viena). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Moisés sacando agua de la roca de Benvenuto Cellini

 

Maravilla de la habilidad de Cellini para trazar unos relieves tan detallados en una moneda. 

(Museo del Bargello, Florencia). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Vincenzo Catena (h.1480-1531)

Renacimiento. Quattrocento.

Catena, Vincenzo (Venecia, h. 1480-Venecia, septiembre de 1531) Pintor italiano.

Biografía

Formado en la escuela de Giovanni Bellini, su estilo supone una prolongación del practicado por el maestro, matizado por la latente influencia quatrocentista de Alvise Vivarini. Catena solo hizo alguna concesión puntual a influencias de otros artistas más avanzados como Tiziano, Palma el Viejo y Pordenone. Esta misma postura fue adoptada por otros pintores bellinianos de su época, como Pietro degli Ingannati, Pietro Duia, Francesco Bissolo, Vittore Belliniano o el anónimo Maestro de la Incredulidad de Santo Tomás.​ Catena y Marco Basaiti, cuya obra a veces se confunde, serían los pintores de más alta calidad entre este grupo de artistas arcaizantes.

Parece que hacia 1520 Catena realizó un viaje a Roma, como se evidencia en las obras que realizó con posterioridad, que revelan la influencia de la obra de Rafael. Igualmente podremos observar la influencia del Giorgione, con quien tal vez colaborara.​Ambos artistas frecuentaron los ambientes intelectuales venecianos, donde destacaban figuras como Pietro Bembo o Marcantonio Michiel. Catena se convirtió a la muerte del de Castelfranco en adalid del poético estilo de éste, aun cuando a finales de su carrera esta forma de pintar ya fuera en sí arcaica, desplazada por las nuevas maneras de Tiziano o Palma.

La obra de Catena se reduce a los temas religiosos y diversos retratos masculinos, cuya calidad Giorgio Vasari supo apreciar.


Obra
Retrato de un hombre como mártir, 1500

Virgen y el niño con santos y un donante, 1505

Giovanni Battista Castello, el Bergamasco (h. 1509-1569)


Renacimiento

Castello, Giovanni Battista (Gandino, h. 1509 - Madrid, 1569), llamado el Bergamasco. Pintor y arquitecto italiano. 

Biografía

Nacido en Gandino, en la provincia de Bérgamo, se le conoció con el apodo de Il Bergamasco, para distinguirlo de otro pintor genovés de miniaturas de idéntico nombre. Sus trabajos más célebres fueron las pinturas para la cúpula de la basílica de la Santissima Annunziata del Vastato.

Se estableció en Roma desde muy joven, donde estudió los secretos del arte. Fue compañero de estudios de Peruzzi y los hermanos Zuccari. En su juventud, realizó su aprendizaje con Aurelio Busso, de Crema, uno de los pupilos de Polidoro da Caravaggio. Más tarde, independizado, consiguió el mecenazgo de Tobia Pallavicino, que le envió a Roma durante algunos años. Volvió para decorar el Palazzo Pallavicino y la iglesia de San Marcellino.

Con treinta años se trasladó a Génova, donde trabajó con encargos privados y para la Iglesia. Entre otras grandes obras, realizó las Escenas de la Vida de Ulises en la Villa delle Peschire y las Escenas mitológicas del Palacio Cataldi de Génova. Pintó un Martirio de San Sebastián para el monasterio genovés de San Sebastiano y junto a Luca Cambiaso, se encargó de las decoraciones del techo del coro de la Nunziata di Portoria, en Génova (Cristo, juez del Mundo).

Decoró el salón del Palazzo Lanzi en Gorlago, con escenas de la Ilíada. Trabajó en varios proyectos con su colega y amigo Cambiaso, incluyendo la capilla para el Duomo di San Lorenzo. Como arquitecto también construyó el Palacio de Tobia Pallavicino (actual Palacio Carrega-Cataldi), el Palacio Imperial y el Palacio Podestá. Parece ser que también se encargó de la remodelación de la iglesia de San Matteo de Génova y del diseño del palacio imperial de Campetto.

En 1564, todavía en Génova, Luis de Requesens le encargó el diseño del sepulcro de los marqueses del Zenete y planos para reformar su casa en España. Ello debió de ponerle en contacto con Álvaro de Bazán que dos años después partió de Génova llevando en sus galeras a algunos artífices italianos para emplearlos en el palacio que se proponía construir en el Viso (Ciudad Real), y entre ellos sin duda viajaría Castello, desde 1566 ausente de Génova. No hay otros datos de su trabajo en este palacio, que debió de centrarse en labores arquitectónicas antes de pasar al servicio de Felipe II de España, que en 1567 le encargó las trazas de la escalera conventual del Monasterio de El Escorial, según se desprende de una nota del propio rey en la que pedía examinar el modelo «de la escalera del bergamasco el cual no será menester q. venga q. es mejor q. lo veamos acá sin él».​

A España llegó acompañado de sus hijos, Nicolás Granello (fruto del primer matrimonio de su mujer) y Fabricio Castello, padre del también pintor Félix Castelo.


Obra
Martirio de San Sebastián, 1526

Adoración de los Magos

Andrea del Castagno (1421-1457)

 


Quattrocento italiano. Primer Renacimiento.

Castagno, Andrea del (Castagno, 1421 - Florencia, 19 de agosto de 1457). Pintor toscano.

Biografía

Su formación la recibe en Florencia en el circulo humanista, en un ambiente dominado por la autoridad de MasaccioDonatello y Brunelleschi.

En 1442 se encuentra en Venecia, donde realiza los frescos de la capilla de San Taraiso de la iglesia de San Zacarías. En 1444, de nuevo en Florencia, realiza el diseño para vidriera de Santa María de las Flores, donde representa la escena del Descendimiento. A partir de este momento y hasta su muerte toda su actividad se desarrolla en esta ciudad.

Su estilo se va a caracterizar por su tradicionalismo en temas religiosos, donde se produce un desajuste entre la figuración y el tema, y la perfecta sincronía en la representación de temas laicos.

En el Hospital de Santa María Nuova realiza los frescos con los Santos Benito y Romualdo. Entre 1445 y 1450 trabajó en el refectorio benedictino de Sant'Apollonia, donde realiza escenas de la vida de Cristo como la Crucifixiónel Descendimiento y la Resurrección, en la parte superior, mientras que, en la parte inferior en toda la extensión del muro, aparece representada La última cena, de una extraordinaria precisión geométrica, que es su más conocida y valorada obra. En ella intenta la reconciliación de la temática religiosa tradicional insertándola en un ambiente totalmente nuevo, idea una estancia, que como en las obras de Ucello parece situarse sobre un escenario, donde desarrolla un sistema de perspectivas distinto para las paredes y el suelo y para la cornisa superior, las figuras se van insertando de una forma correcta en el espacio creado, iconográficamente, la inserción de Judas en un primer plano, separado del resto de las figuras, por el segunda plano que marca el mantel, es una novedad que tendrá un gran desarrollo.

Hacía 1450, en uno de los salones de la Villa Carducci, realiza el ciclo de Hombres y mujeres ilustres, donde las figuras aparecen representadas dentro de falsas hornacinas. En esta obra se representa a Boccaccio, Dante o Petrarca, además de figuras como la reina Ester o la Reina Tomiri. Actualmente se encuentran en el cenáculo de Sant'Apollonia y en los Uffizi. En este ciclo Andrea del Castagno introducirá importantes novedades, por una parte, las figuras se insertan en un espacio arquitectónico fingido, pero en algunos casos lo van a traspasar, enlazándose el espacio representado con el del espectador, como en Dante donde su mano traspasa la arquitectura, y se cuestiona la ley del marco. La temática laica utilizada se relaciona con el género literario de las biografías.

Entre 1451 y 1453, realiza el ciclo de Escenas de la vida de la Virgen para la capilla mayor de San Egido, hoy desaparecido, continuando los frescos realizados por Piero Della Francesca y Domenico Veneziano.

En 1451 realiza los frescos de la Annunziata. De 1456 el retrato ecuestre de Niccolo da Tolentino pintado en Santa María de las Flores y parejo a la obra de Paolo Uccello, el retrato de Giovanni Acuto, pero muestra un mayor gusto decorativo.

Además de los ciclos de frescos, de su producción destacan El David pintado sobre cuero, y la Asunción de la Virgen y santos, conservada en Berlín.


Obras comentadas


Galería
Crucifixión y santos, 1442

Dios Padre, 1442

Vittore Carpaccio (c. 1465-c. 1526)

Renacimiento

Carpaccio, Vittore (Venecia, 1460 - 1525/1526). Pintor cuatrocentista italiano. Ocupa un lugar destacado en la pintura veneciana de la transición del siglo XV al XVI, aunque se mantuvo al margen de las corrientes pictóricas principales y desarrolló un estilo muy personal.

Biografía

Se conocen pocos datos acerca de su vida. Se cree que nació en Venecia hacia 1460, hijo de Piero Scarpazza, mercader de pieles. La mayoría de sus obras datan de entre 1490 y 1519. Se le menciona por primera vez en el testamento de su tío Fra Ilario y el Dr Ludwig remonta su nacimiento a 1455, basándose en que nadie podía heredar antes de los 15 años, pero esta conjetura pasa por alto la posibilidad de que el legado le fuera hecho para cuando alcanzase la edad legal.

Cambió el apellido paterno por el de Carpaccio en consonancia con el ambiente humanístico veneciano, dominado por Ermolao Barbaro y Bernardo Bembo.

Recibió importantes influencias, directas o indirectas, de Gentile Bellini y de Antonello de Messina. Algunos críticos han especulado acerca de un posible viaje a Turquía, motivado como otros artistas de su época, por el sultán Mahomet II. Con ello se quiere explicar los paños a la turca y los paisajes exóticos de sus composiciones, pero no hay nada seguro al respecto. Simplemente esta influencia oriental puede deberse a su maestro Gentile Bellini. De Gentile Bellini también adquiere el reflejo urbanístico de Venecia. La mayoría de sus obras reflejan episodios santorales, representados municiosamente.
Enseñó su oficio a sus dos hermanos Lazzaro y Sebastiano y a sus dos hijos Benedetto y Piero.


Obras comentadas


Galería
El Salvador bendice los cuatro apóstoles, 1480

Retrato de una dama, 1485

Retrato de un caballero de Vittore Carpaccio

 


Pintado hacia 1510; el relieve contrastado de la armadura sobre el fondo luminoso del paisaje se contrapone a la sorprendente vegetación y fauna que son el tema poético de la composición. Este gusto por el detalle, heredado de la escuela flamenca, junto con el sabor pintoresco, caracteriza el ciclo de leyendas fantásticas de este artista que cierra el fructífero siglo XV de la escuela veneciana. 

(Colección Thyssen, Lugano).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Predicación de San Esteban en Jerusalén de Vittore Carpaccio

 


Este lienzo por sí solo justifica que se haya afirmado que Carpaccio aprendió la técnica descriptiva de Gentile Bellini, de Giovanni Bellini la suavidad del color unificado en el tono y de Antonello de Messina ese rigor exquisito de las formas. Fue además un excelente cronista que contribuyó enormemente a la sugestiva leyenda romántica que siempre ha envuelto a la ciudad de Venecia.

(Musée du Louvre, París). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

La Visitación de Vittore Carpaccio

 


Carpaccio parte sin duda de los despliegues panorámicos de Gentile Bellini, pero con un sentido narrativo mucho más elaborado. De Giovanni Bellini, en cambio, toma esa relación tonal del color, cualidad extraordinaria que unifica y ambienta personajes, arquitectura y paisaje en un todo armónico.

(Museo Carrer, Venecia) 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Punto al Arte