Predicación de San Esteban en Jerusalén de Vittore Carpaccio
Este lienzo por sí solo justifica que se haya afirmado que Carpaccio aprendió la técnica descriptiva de Gentile Bellini, de Giovanni Bellini la suavidad del color unificado en el tono y de Antonello de Messina ese rigor exquisito de las formas. Fue además un excelente cronista que contribuyó enormemente a la sugestiva leyenda romántica que siempre ha envuelto a la ciudad de Venecia.
(Musée du Louvre, París).
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
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