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Artistas de la A a la Z

Marc Chagall (1887-1985)



Chagall, Marc (Vítebsk, Rusia, 7 de julio de 1887 - Saint-Paul-de-Vence, 28 de marzo de 1985) Pintor y grabador francés, n. en Rusia. 

Biografía

Después de un período en San Petersburgo, junto a Bakst, en 191 O se trasladó a París, donde entró en contacto con los ambientes del cubismo y el fauvismo. De regreso a Rusia en 1914, obtuvo en 1917 el cargo de comisario para las Artes en Vitebsk, su ciudad natal, y realizó la decoración del Teatro Judío de Moscú. En 1922 se instaló en Francia definitivamente. Expresionista por su colorido y por la forma de sus composiciones, se relaciona con el surrealismo por el contenido de sus obras. Sus primeros cuadros, correspondientes al período 1907-1 O, evocan el medio ruso en que se crió (La campesina, 1907; Desnudo en rojo, 1908; El matrimonio, 1909, etc.). De su primera estancia en París sobresalen algunos lienzos de tema religioso (Gólgota, 1912) y un original Autorretrato. De la producción que realizó en Rusia destacan, junto con algunas obras que representaban una vuelta a su inspiración primera (El espejo, 1915; El paseo, 1917-18), Paisaje cubista (1918) y Composición del círculo y de la cabra (1920), en los que fundía aquella inclinación inicial y la asimilación del cubismo francés. De su último período creador, tras su regreso definitivo a Francia, cabe mencionar sus grandes cuadros de tema religioso (La caída del ángel, 1932-47; El rey David, 1951, etc.) y una vasta y variada producción en que dominan las parejas de enamorados, los paisajes, las escenas pintorescas y las figuras de animales (El asno azul, 1930; El caballo rojo, 1938-44). Entre sus obras más recientes sobresalen El sueño del rey David, El invierno y El caballero, las tres de 1966. Autor también de grandes frescos, entre los que destacan los del techo de la Ópera de París (1966) y los de la nueva Metropolitan Opera de Nueva York (1967). En 1973 visitó la URSS para inaugurar la primera muestra antológica de su labor y asistió en Niza a la inauguración del Musée National Message Biblique Marc Chagall, creado para acoger y exhibir su extraordinaria obra de tema bíblico.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obras comentadas


Galería

Anciana con un ovillo de lana, 1906

Casa en Liozna, 1908

Doble retrato con una copa de vino de Marc Chagall



En este cuadro, pintado en 1917, el pintor aparece subido a los hombros de su esposa Bella con un fondo de paisaje ruso; cubre con la mano el ojo derecho de ella, más ebrio de alegria que de vino. El otro ojo de Bella, bien abierto, muestra una radiante felicidad.


(Museo Nacional de Arte Moderno, París)


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

La tarde en la ventana de Marc Chagall



Esta obra, comenzada en 1950, cinco años después de la muerte de su esposa, es u na síntesis de todos los temas preferidos del pintor. Se trata de una serie de visiones plásticas que reflejan diversos momentos felices, a la manera de dietario sentimental de una vida en común que Bella puso por escrito en su obra Luces encendidas: "De improviso me levantas del suelo ... Vuelas hacia el techo ... Alcanzamos la ventana y queremos salir fuera ... Volamos sobre campos floridos y casas con las persianas cerradas ... ".

(Colección Angela Rosengart)


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

A mi mujer de Marc Chagall



Esta composición, que dedicó a su mujer, Bella Rosenfeld, con la que contrajo matrimonio en Rusia en 1915, es representativa de la fantasía lírica que inspiró muchas de las mejores obras de este gran artista. Su pintura, una evocación abigarrada de los afectos familiares y de la cultura hebrea, se ciñó estrictamente a los preceptos del hasidismo que, frente a los practicantes del judaísmo ortodoxo, propugnaba una mayor espontaneidad y calidez en todos los aspectos de la vida cotidiana. Así pues, la representación de la alegría, en estas composiciones de rico colorido, sin relación alguna con los apagados tonos de la existencia diaria, fue uno de sus principales objetivos, ya que todo lo que produce alegría tiene un valor religioso.

(Museo Nacional de Arte Moderno, París)


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

La última Cena de Andrea del Castagno


Esta pintura se considera la obra cumbre de Andrea del Castagno, sin que por ello alcance la monumentalidad espléndida de las obras de Masaccio. El logro de esta Última Cena se halla en la perspectiva móvil. El prisma que encierra la escena parece poco profundo si se mira de cerca, pero de lejos se alarga de forma extraordinana. Asimismo, si el espectador se coloca a la derecha o a la izquierda del cuadro, la perspectiva que obtiene del mismo es totalmente sesgada. 

(Refectorio del convento de Santa Apolonia, Florencia).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

El condotiero Pippo Spano, Francesco Petrarca y la Sibila de Cumas de Andrea del Castagno


Estos retratos pertenecen al conjunto de pinturas murales que solicitó Carducci para su Villa della Legnaia trasladadas hoy al museo florentino. En los tres retratos existe el mismo impulso de salir del marco del cuadro para entrar en más directo contacto con el espacio real. Por primera vez en la historia de la pintura los personajes apoyan el pie en el borde de una cornisa, introduciéndose en el espacio que hasta entonces había pertenecido al espectador.

(Galleria degli Uffizi, Florencia).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Mary Cassatt (1844-1926)



Cassatt, Mary (Allegheny City, Pensilvania, 1844 - Château de Beaufresne, cerca de Paris, 1926) Pintora estadounidense que vivió y trabajó en Francia, donde se adscribió al grupo de los impresionistas.

Biografía

Nacida en Allegheny City, Pensilvania, en 1844, muy pronto sintió vocación artística y, en 1861, se matriculó en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania, en Filadelfia, donde cursó estudios de pintura. Decidió viajar a Francia, el centro artístico más importante de Europa considerado por los artistas estadounidenses la meca del arte. Recorrió Europa visitando los museos del viejo mudo y estudiando las obras de los grandes maestros. Finalmente, hacia 1872, decidió instalarse definitivamente en París.

Su obra atrajo la atención de Edgar Degas, que por entonces compartía su interés por el teatro como tema para su obra (así como otros artistas de la corriente impresionista). Gracias a Degas expuso con el grupo de los impresionistas y participó en casi todas las muestras organizadas en torno a esta corriente.

En su madurez artística y alentada por sus colegas, Mary Cassatt participó plenamente en las innovaciones plásticas que se producían día a día en el grupo de los impresionistas. Influida por los grabados japoneses que tanto llamaron la atención de estos pintores, su pintura dio un giro hacia una forma de hacer más dibujística y más expresiva, a través de figuras que muestran una actitud natural en su compostura y con composiciones poco convencionales, fruto del abandono definitivo de la premisa académica de planear el cuadro antes de pintarlo.

Su temática empezó a concentrarse en escenas domésticas, hogareñas, especialmente la maternidad (al igual que hicieran sus colegas femeninas Berthe Morisot y Eva Gonzales) que retrató sin insulsez sentimental, como expresión de vida y de salud. Sus modelos a menudo eran los miembros de su familia.

Su presencia en las exposiciones impresionistas fue decisiva a la hora de exportar este estilo a Estados Unidos. A través de su familia y amigos contribuyó enormemente a que los coleccionistas americanos se interesaran por la obra de los impresionistas franceses (al igual que otros artistas norteamericanos que viajaron a París en aquella época, como el dibujante John Singer Sargent, que, aunque no participó de esta estética, fue un importante propagandista de la obra de Manet o Monet en USA). El hermano de Mary, A. J. Cassatt, flamante director de la Compañía de Ferrocarriles de Pensilvania, introducido por su hermana en la nueva estética, se convirtió en un importante coleccionista de obras impresionistas, así como Mrs. Havemayer, amiga de Mary y una de las más importantes coleccionistas de esta pintura. Directa e indirectamente, Mary Cassatt contribuyó al enorme éxito de las primeras exposiciones de los impresionistas en Estados Unidos, que crearon una primera generación de aficionados a esta pintura, sin duda el origen del coleccionismo moderno. A pesar de esta importante contribución, Mary Cassatt tardó en recibir el reconocimiento como artista en su país. No ocurrió lo mismo en Francia, donde siempre fue muy apreciada su pintura, como demuestra el hecho de que le fuese concedida la Legión de Honor en 1904. Mary Cassatt pintó incansablemente hasta la edad de 74 años, en que tuvo que dejar los pinceles debido a un problema con la vista. Murió ocho años más tarde, en 1926.

Sus obras pueden contemplarse en museos norteamericanos (como la National Gallery de Washington, así como en museos europeos (como la colección de impresionistas del Museo del Louvre en París).


Obras comentadas


Más obras
Leche para niños, 1868

Dos mujeres sentadas, 1869

Paseo en barca de Mary Cassatt


Esta pintora estadounidense fue un enlace entre el mundo artístico de París y el de Nueva York. El misógino Degas hace una excepción y la incita a tomar parte en el primer Salón impresionista. En medio de los arrebatados genios que la rodean, Mary Cassatt conserva una personalidad propia. Huye del formulismo y deja escapar libremente su tierna inspiración, en telas como la que comentamos, donde la pincelada gruesa y limpia, la gracia precisa del trazo -aprendida de los japoneses- convierten la trivial escena en un cuadro vigoroso, pleno de atractivos. 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Joven madre cosiendo de Mary Cassatt



Los temas más recurrentes de Mary Cassatt eran las mujeres en la sociedad o en la privacidad de su propio hogar con sus hijos, o pasar el tiempo solos. Para la década de 1890, se había decidido principalmente por pintar madres y sus hijos, o hijos solos. Los temas de los niños y la infancia reflejaban el profundo afecto de Cassatt por su familia, incluidos muchos sobrinos y sobrinas. Joven madre cosiendo representa a una joven madre, cosiendo con atención, mientras su pequeña hija se deja caer descuidadamente sobre su regazo. Sin desanimarse, la madre continúa terminando su trabajo. La pintura se colocó en el conservatorio de la casa de Cassatt en Le Mesnil-Theribus, Oise, Francia.


Ramon Casas (1866-1932)


Casas y  Carbó, Ramón (Barcelona, 5 de enero de 1866-Barcelona, 29 de febrero de 1932) Pintor y dibujante español. Inició sus estudios artísticos en Barcelona, su ciudad natal, y los continuó a partir de 1881 en París, primero en el taller de Carolus-Duran y luego en otra academia, en la que coincidió con Zuloaga y Rusiñol. Su pintura recibió influencias del movimiento simbolista y de Toulouse-Lautrec. Logró exponer en el Salón de París en 1883; de esta época destaca la obra Plein Air (1891 ). De regreso a Barcelona, las conmociones sociales de fin de siglo le llevaron a cultivar temáticas de tipo realista en telas de gran formato como El garrote vil (1894) y La carga (1902). En la plenitud del modernismo se mantuvo fiel al realismo, pero con una pincelada suave y abierta de tipo impresionista. Presidió las fiestas modernistas celebradas en Sitges en la residencia del Cau Ferrat comprada por Santiago Rusiñol. Destaca en su obra la galería de retratos al carboncillo de personalidades ilustres de la cultura y la política de la época. También realizó una gran actividad como cartelista publicitario y como ilustrador. Fundó la revista Pèl & Ploma (1899-1903), que más tarde sería sustituida por Els Quatre Gats y finalmente por Forma (1904-1908).

Casas y Els Quatre Gats

El desastre colonial y la crisis del fin de siglo producen un desgaste del decorativismo simbolista cuya muestra más evidente es el grupo de artistas catalanes que se reúnen en la cervecería de Els Quatre Gats de Barcelona, inaugurada el 12 de junio de 1897. Els Quatre Gats respondía a una idea de Miguel Utrillo, un ferviente modernista, y hecha realidad por Pere Romeu, que quiso inagurar en Barcelona un local polivalente que pudiera acoger obras teatrales, recitales de música o incluso exposiciones, según el modelo de Le Chat Noir de París, en el que Pere Romeu había actuado como cabaretier. Ocupaba los bajos de un edificio muy significativo del gusto del momento, la Casa Martí, de la calle Montsió, y estaba presidido por la famosa pintura El Tándem, de Ramon Casas.

Ramon Casas y Pere Romeu sobre un tándem de Ramon Casas (Museu Nacional d'Art de Catalunya, Barcelona). Esta obra presidía el salón de la cervecería Els Quatre Gats de Barcelona. En este óleo de tema humorístico el genial cartelista catalán altera el monocromatismo con leves pinceladas rojas y las masas de color blanco que conforman los cuerpos de los dos ciclistas. Ambas figuras son las caricaturas del pintor y de un amigo, al que parodió con unos jocosos versos, hoy borrados, sobre la postura torcida del acto del pedaleo.


Madelaine de Ramon Casas (Museo de Montserrat). Pintado en 1892 durante su estancia en Montmartre, este retrato manifiesta la atracción que sentía su autor por los temas populares y sus evidentes referencias al impresionismo de Degas, cuya obra descubrió probablemente en esa época.

En estos años, Casas disfrutará del protagonismo que había tenido Rusiñol durante el triunfo del Cau Ferrat. Mientras triunfaba el simbolismo, Casas se había mantenido fiel a corrientes más veristas, acordes con la nueva visión del entorno que, junto con Rusiñol, había aportado de París a principios de los noventa. Casas evoluciona de los temas de Montmartre a visiones más directas de la sociedad, como Garrote vil (1894, Centro de Arte Reina Sofía, Madrid) o Corpus. Sortida de la processó de l'esglesia de Santa Maria (1898, Museu Nacional d'Art de Ca talunya, Barcelona). El Casas del fin de  siglo es el creador de un nuevo cartelismo muy directamente inspirado en Toulouse-Lautrec, el que triunfa como dibujante en Pel i Ploma y el que inicia una temática que le haría famoso, las manolas, que alterna con su faceta de retratista y de magnífico cronista de la sociedad catalana del momento.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Obra comentada


Más obras

Corrida de toros, 1884

Autorretrato, 1885

Plein air de Ramon Casas



La coloración grisácea de la paleta del pintor queda rota por los leves toques amarillos, blancos y asalmonados. En esta pintura, el autor contrapone una situación bien definida en primer término sobre un fondo desdibujado en el que sólo resaltan un molino y la figura de un hombre, dando a la escena una sensación de instantánea fotográfica.

(Museu Nacional d' Art de Catalunya, Barcelona).


Bibliografía: Historia del Arte. Editorial Salvat. Diario “El País”

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