Punto al Arte: John Singer Sargent (1856-1925)

John Singer Sargent (1856-1925)



Sargent, John Singer (Florencia, 12 de enero de 1856 - Londres, 14 de abril de 1925) Pintor estadounidense, considerado el "retratista de más éxito de su generación".​ Durante su carrera, realizó cerca de 900 pinturas al óleo y más de 2.000 acuarelas, así como innumerables bocetos y dibujos al carboncillo. Su obra documenta sus viajes a lo largo del mundo, desde Venecia al Tirol, Corfú, Oriente Próximo, Montana, Maine y Florida.

Sus padres eran estadounidenses, pero él se formó en París antes de trasladarse a Londres. Sargent disfrutó del aplauso internacional como retratista, aunque no sin cierta controversia y alguna reserva crítica. Desde el principio, su trabajo se caracterizó por una destacable habilidad técnica, particularmente su facilidad para el dibujo con el pincel, que en años posteriores generó tanto admiración como críticas por una supuesta superficialidad. Sus retratos de encargo se enmarcaban dentro de un estilo clasicista, mientras que sus estudios informales y bocetos mostraban una cierta cercanía con el impresionismo. En los últimos años de su vida, Sargent se expresó ambivalente en relación con las restricciones formales del retrato, dedicando gran parte de su esfuerzo a la pintura mural y al aire libre. Vivió la mayor parte de su vida en Europa.

Biografía

Antes del nacimiento de Sargent, FitzWilliam, su padre, (n. 1820, Gloucester, Massachusetts) fue cirujano ocular en el Hospital Wills Eye (Filadelfia) durante el periodo 1844–1854. Después de que el hermano mayor de John muriera a la edad de dos años, su madre Mary (de soltera Singer) sufrió una crisis nerviosa, y la pareja decidió marcharse para recuperarse. Fueron nómadas expatriados durante el resto de su vida.​ Con residencia habitual en París, los padres de Sargent se desplazaban regularmente según la estación del año a alojamientos en la costa y la montaña de Francia, Alemania, Italia y Suiza. Estando Mary embarazada, se detuvieron en Florencia debido a una epidemia de cólera. John Singer Sargent nació allí en 1856. Un año más tarde nació su hermana Mary. Después de su nacimiento, muy a su pesar, FitzWilliam renunció a su puesto en Filadelfia y aceptó las súplicas de su esposa para permanecer en el extranjero.​ Vivieron modestamente, gracias a una pequeña herencia y a sus ahorros, llevando una vida tranquila junto a sus hijos. Evitaron, generalmente, actos sociales y a otros estadounidenses, excepto a sus amigos del mundo del arte. Estando en el extranjero nacieron cuatro hijos más, de los cuales solo dos sobrevivieron más allá de la infancia.

Aunque su padre era un paciente profesor de asignaturas básicas, el joven Sargent era un niño inquieto, más interesado en actividades al aire libre que en sus estudios. Su padre escribió "es todo un observador de la naturaleza". Su madre estaba bastante convencida de que viajar a lo largo de Europa, visitando museos e iglesias, daría al joven Sargent una educación satisfactoria. Diversos intentos de escolarizarlo formalmente terminaron en fracaso, debido principalmente a su vida itinerante. La madre de Sargent era una artista aficionada y su padre un diestro dibujante médico.​ Pronto, ella le proporcionó cuadernos de dibujo y le animó a que dibujara las excursiones que realizara. El joven Sargent trabajó con cuidado en sus dibujos, copiando con entusiasmo imágenes de embarcaciones del semanario ilustrado The Illustrated London News y realizando detallados bocetos de paisajes.​ FitzWilliam tuvo esperanzas en que el interés de su hijo en las embarcaciones y el mar le llevara a una carrera profesional en el sector naval.

A los trece años de edad, su madre escribió de John que "dibuja muy bien y tiene un ojo extraordinariamente rápido y correcto. Si pudiéramos permitirnos el darle lecciones realmente buenas, pronto sería un pequeño artista."​ A los trece recibió lecciones de acuarela de Carl Welsch, un paisajista alemán.​ Aunque su educación distó mucho de ser completa, Sargent creció hasta convertirse en un joven culto y cosmopolita, experto en arte, música y literatura.​ Hablaba con facilidad francés, italiano y alemán. A los diecisiete fue descrito como "terco, curioso, resuelto y fuerte" (por su madre) pero tímido, generoso y modesto (por su padre).​ Tenía conocimiento de primera mano de muchos de los grandes maestros, escribiendo en 1874 que "en Venecia he aprendido a admirar inmensamente a Tintoretto y a considerarlo quizás solo por detrás de Miguel Ángel y Tiziano."

Formación

El intento de Sargent de estudiar en la Academia de Florencia no tuvo éxito, debido a que ésta estaba reorganizándose por entonces; así, tras regresar a París desde Florencia, comenzó estudios de arte con Carolus-Duran. El joven retratista francés, que había tenido una meteórica ascensión, era conocido por su técnica enérgica y su modernos métodos de enseñanza, y su influencia fue clave en Sargent durante el periodo 1874-1878.

En 1874, en su primer intento, Sargent aprobó el riguroso examen de ingreso a la École des Beaux-Arts, la principal escuela de arte de Francia. Recibió clases de dibujo, incluyendo anatomía y perspectiva, ganando un segundo premio, de plata.​ Además, dedicó mucho tiempo al estudio por su cuenta, dibujando en museos y pintando en un estudio que compartía con James Carroll Beckwith. Este llegó a ser tanto un gran amigo como su principal conexión con artistas estadounidenses.​ Sargent también recibió clases de Léon Bonnat.​

El taller de Carolus-Duran era progresista, prescindiendo del tradicional enfoque académico, que requería un dibujo cuidadoso de base, en favor del método alla prima, trabajando directamente sobre el lienzo con el pincel, tal y como hiciera Diego Velázquez. Este enfoque se apoya en la correcta ubicación de tonos de pintura,​ al tiempo que permite florituras espontáneas de color no sujetas a ningún dibujo de base. Esta aproximación era marcadamente diferente al método tradicional del estudio de Jean Léon Gérôme, donde habían estudiado los estadounidenses Thomas Eakins y Julian Alden Weir.

Sargent se convirtió rápidamente en el estudiante estrella. Weir, que conoció a Sargent en 1874, dijo de él que era "uno de los compañeros con más talento con que he coincidido; sus dibujos son como los de los viejos maestros, y su color es también magnífico."​ El dominio del francés de Sargent y su talento lo llevaron a ser popular y admirado. A través de su amistad con Paul César Helleu, Sargent conoció a personalidades del mundo del arte, entre las que se encontraban DegasRodinMonet y Whistler.

En estos años, el principal interés de Sargent se centró en los paisajes, no en el retrato, como evidencian sus voluminosos libros de dibujos llenos de montañas, marinas y edificios.​ La experiencia de Carolus-Duran en el retrato finalmente influenció a Sargent en dicha dirección. Los encargos de pinturas históricas eran, por aquel entonces, considerados más prestigiosos, pero más difíciles de conseguir. Los retratos, por el contrario, eran la mejor forma de crearse una carrera en el mundo del arte, consiguiendo ser exhibido en el Salón de París, y ganarse la vida.

El primer gran retrato de Sargent fue el de su amiga Fanny Watts en 1877, así como su primera presencia en el Salón. Su extremadamente bien dibujada pose llamó la atención.18​ Su segunda obra en el Salón fue Los recolectores de ostras de Cançale, una pintura impresionista, de la cual hizo dos copias, una de las cuales fue enviada a los Estados Unidos, recibiendo ambas críticas favorables.​

Comienzo de carrera profesional

En 1879, con 23 años, Sargent pintó un retrato de su maestro, Carolus-Duran con el que logró la aprobación del público, anunciando la dirección que tomarían sus obras de madurez. Su exposición en el Salón de París fue tanto un homenaje a su maestro como un anuncio para el encargo de retratos.​ Henry James escribió de la obra inicial de Sargent que el artista ofrecía "el ligeramente 'único' espectáculo de un talento que al inicio de su carrera no tiene nada más que aprender."

Después de abandonar el estudio de Carolus-Duran, Sargent visitó España. Allí estudió la obra de Velázquez con pasión, absorbiendo la técnica del maestro, al tiempo que tomó ideas para sus trabajos futuros.​ Encantado por la música y el baile español, este viaje volvió a despertar su propio talento para la música - que era casi igual a su talento para el arte -, expresándolo visualmente en su temprana obra maestra El jaleo (1882). La música continuaría jugando un papel importante en su vida social, siendo un diestro acompañante de músicos tanto aficionados como profesionales. Sargent se convirtió en un ferviente defensor de compositores modernos, especialmente Gabriel Fauré.​ Sus viajes a Italia dieron lugar a bocetos e ideas para diversas pinturas de escenas callejeras venecianas, que capturaron gestos y posturas que serían útiles para retratos posteriores.

Tras su regreso, Sargent no tardó en recibir diversos pedidos de retratos; su carrera estaba lanzada. Inmediatamente demostró la concentración y energía que le permitieron pintar con la constancia de un obrero durante los siguientes veinticinco años. Rellenó los intervalos entre pedidos con múltiples retratos de amigos y colegas. Sus modales, dominio del francés y nivel lo hicieron destacar entre los nuevos retratistas, expandiendo rápidamente su fama y prestigio. Su confianza le hizo establecer elevadas tarifas por su obra y le permitió rechazar clientes.


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