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Artistas de la A a la Z

Aniello Falcone (1600-1665)

 


Falcone, Aniello (Nápoles, 15 de noviembre de 1600 - 14 de julio de 1665) fue un pintor barroco italiano, activo en Nápoles y destacado por sus obras en las que representaba escenas de batallas.

Biografía

Nacido en Nápoles, hijo de un comerciante, mostró su inclinación a la pintura a temprana edad. Primero recibió algunas enseñanzas de un pariente y luego se convirtió en uno de los más destacados discípulos de José de Ribera. Salvatore Rosa, a su vez, se dice que fue aprendiz de Falcone.

Además de las escenas de batalla, grandes y pequeñas, tomadas de la Biblia o de la historia profana, pintó cuadros de asunto religioso, que han sido poco valorados. Como pintor de batallas llegó a ser casi tan célebre como Giacomo Borgognone y fue llamado L' Oracolo delle Battaglie. Sus obras destacan por su movimiento, variedad, la naturaleza y el cuidado del color.

Hacia 1635-38 participó en un gran conjunto de pinturas sobre la antigua Roma, encargado para el Palacio del Buen Retiro en Madrid; el Museo del Prado conserva varias de ellas.

Falcone fue audaz, generoso, acostumbrado a las armas y un excelente esgrimidor. En la insurrección de 1647, dirigida por Masaniello, Falcone se mostró sangriento vengando la muerte, a manos de dos españoles, de un sobrino y de un alumno en la escuela de pintura que había establecido en Nápoles. Salvator Rosa y Carlo Coppola, entre otros, con el propio Falcone, formaron una banda armada denominada Compagnia della Morte, (Compañía de la Muerte) que luchaba en las calles durante el día, y por la noche eran grandes pintores.

Restaurado el orden en Nápoles, Falcone y Salvator Rosa fueron expulsados a Roma; aquí Giacomo Borgognone descubrió las obras de Falcone y se convirtió en su amigo. Después, un caballero francés le indujo a viajar a Francia, donde el rey, Luis XIV, se convirtió en uno de sus más destacados clientes. En última instancia, Jean-Baptiste Colbert obtuvo permiso para que volviese a Nápoles y allí murió en 1665.

Dos de sus escenas de batalla se han expuesto en el Louvre y en el museo de Capodimonte. Falcone también pintó un retrato de Masaniello, grabados y algunas placas. Entre sus principales alumnos, además de Rosa y Coppola (cuyas obras a veces se atribuyen al mismo Falcone), fueron Domenico Gargiulo, Paolo Porpora, Francisco Pérez Sierra y Andrea di Lione.

Émile Fabry (1865-1966)



Bartelemy Fabry, Émile (Verviers, 31 de diciembre de 1865 - Woluwe-Saint Pierre, Bruselas, 1966). Pintor belga del movimiento simbolista.

Émile Fabrye estudió en el taller de Jean-François Portaels (1818-1895), y fue influenciado por Miguel Ángel, Ingres o Pierre Puvis de Chavannes.

En 1893, expuso en París en el Salon d’Art Idealista. Fabry colabora con los arquitectos Victor Horta et Paul Hankar.

Los temas de sus cuadros son extraídos a partir de escritos de Joséphin Peladan et de las teorías de la Rose Croix.

A los 39 años, enseña en l’Académie de Buxelles, cuando llega la Primera Guerra Mundial. Parte a Inglaterra y descubre a los prerrafaelitas. Su taller se encuentra en la rue de Collège Saint-Michel en Woluwé-Saint-Pierre. Este edificio existe actualmente.

Fuente: Texto extraído de fr.wikipedia.org

Galería
Tentación,1865-1866

La ofrenda, 1884

Carel Fabritius (1622-1654)

 


Fabritius, Carel (Midden Beemster, 27 de febrero de 1622 - Delft, 12 de octubre de 1654) Pintor de género y retratista, demuestra gran interés en el tratamiento de la luz y del espacio, con una clara influencia de la escuela holandesa del siglo XVII. No en vano su obra está adscrita a la de Rembrandt, de quien fue, según la crítica, su discípulo más aventajado.

Hijo de un maestro de escuela que en sus ratos libres se dedicaba a la pintura, quizá éste fuera el motivo por el que tanto él como su hermano Barent se dedicaran a la pintura. Ambos regentaron un negocio de carpintería que nombraron con su apellido. En los primeros años de la década de los cuarenta del siglo XVII Carel ingresó en la escuela de Rembrandt, y en 1652 ingresó en el gremio de pintores de la ciudad de Delft.

Su carrera artística, no obstante, fue muy corta debido a su temprana muerte, acontecida de manera trágica en un pavoroso incendio ocasionado por una explosión en la fábrica de pólvora de Delft, siniestro que fue también la causa de que la mayoría de las obras del artista se perdieran. De las escasas que se conservan, la más temprana es La resurrección de Lázaro (ca. 1643, Museo Nacional de Varsovia), de clara influencia de Rembrandt, aunque sin la profundidad del maestro. Las obras posteriores, de mayor valor y originalidad, y donde demuestra una cuidada composición y precisión cromática, un esmero exquisito por plasmar los efectos de la luz diurna y una perspectiva realista, sirven de presagio a lo que más tarde sería la técnica de Vermeer, el gran pintor holandés que quizá fuera su discípulo.


Obra comentada

Centinela de Carel Fabritius


El artista ha invertido el claroscuro de los pintores barrocos, destacando al personaje sobre un muro blanco iluminado por el sol.

(Staatliches Museum, Schwerin)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat 

Exekias (mediados s.VI a.C.)


Primer clasicismo

Exekias (mediados s. VI a.C.) Ceramista y pintor griego. Autor de algunas de las obras más importantes de la cerámica ática del primer período, de estilo melanográfico (figuras negras sobre fondo rojo). Sus vasos pintados con temas mitológicos se conservan en los museos de Munich, del Vaticano y de Bolonia, entre otros.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obras comentadas


Galería
Aquiles y Áyax jugando a los dados (detalle)

Aquiles y Áyax jugando a los dados 

Ánfora de Exekias

 


El ceramista ha captado el momento psicológicamente más dramático del combate entre Aquiles y Pentesilea, reina de las amazonas. El patético enlace entre ambas figuras hace recordar la leyenda, algo más tardía, del amor que surge inopinadamente entre los dos contendientes en el momento extremo de la lucha. Los personajes expresan con su actitud la trágica disyuntiva; pero Pentesilea morirá bajo el hierro de Aquiles, porque el destino tiene que cumplirse.

Museo Británico, Londres

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Aquiles y Áyax jugando a los dados de Exequias

Dos escenas decoran las caras de la ánfora conservada en el Vaticano: el regreso de Cástor y Pólux recibidos por sus padres, y en la otra, la más conocida, Aquiles y Áyax jugando a los dados, las cuales evidencian las cualidades técnicas de su autor.

La cerámica griega pintada es el testimonio gráfico que mejor refleja las creencias y la vida cotidiana de la época. Fue un soporte privilegiado para la representación de mitos, leyendas y formas de vida del pueblo griego. Pero el repertorio temático se centró principalmente en los episodios mitológicos extraídos de los grandes poemas de Homero y Hesíodo, concretamente solían representarse figuras de héroes y dioses en escenas de luchas épicas. En cambio, Aquiles, el más célebre y valiente de los héroes griegos, aparece en este hermoso vaso de cerámica ática de figuras negras, jugando a los dados con Áyax en un descanso de la guerra de Troya.

Esta escena consagra a Exekias, pintor y ceramista ateniense del siglo VI a.C. , como el artista de vasos más importante e influyente entre los que cultivaron la técnica de figuras negras. La composición está equilibrada, las dos figuras aparecen dibujadas con elevada precisión en una disposición de gran elegancia.

De las nueve obras existentes de su producción, que se sabe fueron pintadas por él, ésta es la más destacable y relevante, donde sobresale su estilo más personal basado en la estilización, la plasticidad y el cromatismo de la composición.

Aparte del virtuosismo en la reproducción de los detalles, resulta admirable la veracidad de la escena, sobre todo, por la manifestación de la tensión interior de los personajes al debatir los lances de las tiradas. Es un contraste gracioso verlos con sus lanzas entreteniéndose en un simple juego de azar.

Las diagonales, triángulos y el gran motivo central en uve que forman las lanzas, denotan la claridad lineal y la perfección del dibujo del gran maestro Exekias.

La técnica de figuras negras partía de un esquematismo que progresivamente experimentaría una transformación hasta el desarrollo de los modos más libres y naturalistas de la técnica de figuras rojas. Sin embargo, en la presenta obra ya se percibe esa evolución.

La cerámica es un referente imprescindible para el conocimiento de la pintura en la antigua Grecia. La composición de la figuras permite integrarlas en un sistema decorativo geométrico en estricta relación con la forma del vaso. En este caso, los guerreros mitológicos Aquiles y Áyax, se insertan admirablemente a lo largo de la circunferencia del ánfora.

Esta, y otras obras, muestran como los vasos griegos no eran simples creaciones utilitarias sino que a menudo eran verdaderas obras de arte.

La cerámica griega no sobresal ió únicamente por la riqueza y variedad de sus elementos decorativos sino también por la diversidad formal de los recipientes y por la complejidad estructural de algunos de ellos. Cada vaso tenía sus funciones específicas y a ellas se adaptaba su configuración.

Procedente de Vulci, el ánfora realizada con terracota hacia el 550-530 a.C., se guarda en el Museo del Vaticano, en Roma.


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Joaquín Espalter y Rull (1809-1880)



Espalter y Rull, Joaquín (en catalán, Joaquim Espalter i Rull) (Sitges, 30 de septiembre de 1809 - Madrid 16 de enero de 1880​) fue un pintor español del siglo XIX, autor de numerosos cuadros históricos.

Biografía

Era hijo del comerciante Francisco Espalter y Tolrá y de Rosa Rull y Camarasa. Su nacimiento en Sitges fue del todo casual, ya que sus padres eran de Barcelona pero se habían establecido temporalmente en Sitges huyendo de la Guerra de la Independencia Española. Cuando volvió la familia a Barcelona estudió en los escolapios de San Antonio y después fue enviado a Montpellier, donde realizó estudios comerciales (1822). Entre 1823 y 1828 residió en Barcelona y se dedicó plenamente a la pintura.

Después de una breve estancia en la Escuela de Nobles Artes de Marsella, a finales de 1829 se trasladó a París y fue discípulo de Antoine-Jean Gros, de quien aprendió la técnica del color; a partir de 1833 se estableció en Roma, donde formó parte del grupo de los nazarenos catalanes, junto a Pau Milà i Fontanals, Claudio Lorenzale y Pelegrín Clavé (el contacto con el nazarenismo tuvo lugar a través de Tommaso Minardi). Admirador de Fra Angélico y de Giotto, de los cuales copió varias obras, durante su estancia en Italia visitó Toscana y los Estados Pontificios, y en 1839 partició en la Exposición de Bellas Artes de Florencia, donde presentó las telas Dante y Virgilio y Melancolía de un corazón joven.

En 1842 fijó su residencia en Madrid y al año siguiente le nombraron académico de San Fernando. Posteriormente fue nombrado pintor honorario (1846), pintor de cámara de Isabel II y profesor de dibujo de la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado (1860). Por otro lado, fue socio honorario de la Academia de Bellas Artes de Milán, corresponsal del Instituto Nacional de Bellas Artes de Venezuela, y a partir de 1872 ostentó el título de la Gran Cruz de Isabel la Católica.

Fundador, junto con Federico de Madrazo y Eugenio Ochoa, de la revista artística El Renacimiento (1847), que tuvo una vida efímera, participó en la Exposición Universal de París de 1855 y en las nacionales de Bellas Artes de Madrid de los años 1871, 1876 y 1878 (en las dos últimas fue, además, vocal del jurado).

A pesar de que fue un pintor variado en cuanto a temas, el prestigio adquirido por Espalter en vida fue debido a sus pinturas murales; actualmente también se le valora como retratista. En Madrid destacan las decoraciones hechas para el Teatro Español (1848), el techo de la Universidad Central (1853-1858)- donde realizó diez figuras alegóricas, nueve retratos de fundadores y veinte de personajes célebres, además de los retratos de Isabel II y la Católica-, y las del Palacio de Congreso de Diputados. En Navarra colaboró en la ornamentación del Salón del Trono del Palacio de la Diputación, en el cual pintó un mural La proclamación del primer rey de Navarra y veinte retratos de la galería real (1864-1865).

Como retratista, fue uno de los pintores preferidos de la emergente burguesía decimonónica, por el modo como supo plasmar de una manera verídica, sin estridencias, el estilo que puede definirse como prerrealista, no romántico.

Entre sus retratos más conocidos figuran el de Octavio Carbonel (1842) y su mujer (1852), y el de los esposos Muntades (1856), todos en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona, el de Bonaventura Carles Aribau (1844, Lonja de Barcelona), y el de la familia de Jordi Flaquer (1845, Museo Nacional del Romanticismo). También tiene obra en los museos provinciales de Gerona y Santa Cruz de Tenerife, Museo Maricel de Sitges y en la Biblioteca Museo Víctor Balaguer de Villanueva y Geltrú.


Galería
Moisés llevado por los ángeles, 1840 de Joaquín Espalter y Rull
Moisés llevado por los ángeles, 1840

San Juan Bautista y santos, 1840 de Joaquín Espalter y Rull
San Juan Bautista y santos, 1840

James Ensor (1860-1949)



Ensor, James (Ostende, Bélgica, 13 de abril de 1860 - 19 de noviembre de 1949). Pintor y grabador belga.

Biografía

En 1876 se matriculó en la Academia de Ostende. Su afición al dibujo le acompañó desde muy niño, cuando comenzó a pintar marinas, vistas de dunas y paisajes. En 1877 se matriculó en la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas y en 1879 pintó sus primeros autorretratos. En 1880 volvió a Ostende y al año siguiente empezó a exponer; su trabajo era entonces de estilo realista romántico, pero pronto empezó a evolucionar a causa de su descubrimiento del impresionismo francés, que todavía era anatema en el provinciano ambiente belga.

Su paleta impresionista y la introducción de temas sarcásticos (mendigos, borrachos, máscaras) resultaron muy chocantes. En Máscaras escandalizadas de 1883, se refleja la herencia cultural de la pintura flamenca y holandesa; el cuadro muestra una escena común en el ambiente del carnaval: una figura enmascarada sentada en una mesa y otra que entra por la puerta, quedan paralizadas en el encuentro. Las figuras enmascaradas derivan de los carnavales flamencos pero aquí, aisladas en un ambiente macabro, dejan de ser meras máscaras, se convierten en la representación de la realidad y llevan a cabo una especie de comunión con los monstruos. Esta obra desagradó al jurado del Salón de Bruselas, que le niega la entrada en 1884.

Con otros artistas, Ensor fundó en 1883 un grupo de vanguardia llamado Les XX, que comenzó a organizar un exposición anual a partir de 1884. En ese mismo año viajó por primera vez a París, y en 1887 a Londres para ver la obra de Turner. Al año siguiente comenzó su obra maestra La entrada de Cristo en Bruselas en 1889. En este trabajo pinta la pasión de Cristo en el centro de un enorme carnaval; aunque el tema es religioso, su sentimiento es más bien misantrópico, y representa una crítica a la estupidez, la indiferencia y la venalidad del mundo moderno.

En la década de los noventa centró su atención en la invención de los antagonismos de su pintura, con devastadores resultados. En estos años hizo algunos de sus más brillantes, y a veces obscenos, dibujos y grabados; las máscaras aparecen regularmente en su obra, como en Retrato del artista rodeado de máscaras (1899), donde se retrata a sí mismo disfrazado de Rubens y mirando fijamente al espectador.

Su primera exposición individual fue de grabados y tuvo lugar en la galería Dietrich de Bruselas en 1891; al año siguiente se publicó la primera monografía sobre el artista. En 1894 fundó el Círculo de Bellas Artes de Ostende junto con Guillaume Vogels, e hizo su primera exposición individual con óleos en el Comptoir de Arts Industriels La Royale de Bruselas. En 1903 conoció a sus principales coleccionistas, los Lambotte. En 1906 empezó a componer la música del ballet La Gamme d'amour, para el cual también hizo los decorados, los trajes y el texto; se completó el proyecto en 1911.

Su primera retrospectiva fue en 1911 en el Rotterdamsche Kunstkring. Frecuentó la compañía de Emil Nolde. En 1920 hizo una exposición individual en la galería Georges Giroux de Bruselas y vendió seis obras a los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica. En 1927 expuso por primera vez en Alemania, y en 1929 se organizó una gran retrospectiva en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas; la Entrada de Cristo en Bruselas en 1889 fue exhibida por primera vez. En 1932 se inauguró una gran exposición en el Jeu de Paume de París y en 1946 en la National Gallery de Londres.

En 1996 se realizó una gran retrospectiva en Madrid, y en enero de 2005 se expusieron sus cuadros más grotescos en Salamanca, en los que se puede comprobar la marcada influencia que tuvieron los temas españoles en la obra del pintor belga.


Obras comentadas


Galería
La caseta de baño. Por la tarde, 29 de julio de 1876.
Impresionismo


Paisaje marino, 1880. Impresionismo

Autorretrato con máscaras de James Ensor



En Autorretrato con máscaras (1899), el artista se pinta a sí mismo en medio de una multitud de carnaval. Solo las cabezas son visibles en la perspectiva, los cuerpos bloqueados por una aglomeración de caras extrañas y aterradoras. Cerca del centro del lienzo está el propio artista, que parece un poco aprensivo, pero muy humano en comparación con los necrófagos, los demonios, los monstruos y los cráneos que lo rodean por todos lados. La pintura plantea preguntas sobre un artista que nunca logró encajar.


Los borrachos de James Ensor


Pintado en 1883, la emoción, el estado de ánimo y la expresividad morbosa, atrajeron poderosamente a este pintor de la decepción y la angustia. Tras 1886 evoluciona de una pintura de interiores de tono oscuro hacia una temática diferente, introduciendo una gama de colorido más clara. Su pasión por la psicología le llevó a culminar su obra con un gran friso de la vida humana, en el actual, en el cual la distorsión de la línea y la agresividad del color son los vehículos de un expresionismo exacerbado.

(Crédit Communal, Burselas)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

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