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Artistas de la A a la Z

Hector Guimard (1867-1942)



Guimard, Hector (Lyon, 1867-Nueva York, 1942) Arquitecto y decorador francés. 


Biografía

Realizó sus estudios en la École des Arts Décoratifs entre 1882 y 1885 y más tarde en la École des Beaux Arts de París, en la que llegaría a ser profesor posteriormente. Su primer encago consistió en un café en el Quai d'Auteil, en 1886. La construcción del Castel Béranger de París (1894-1898) le dotó de cierto prestigio. En este bloque de viviendas para treinta y seis inquilinos, construido aún bajo referencias historicistas, Guimard diseñó una novedosa verja asimétrica situada a la entrada del complejo.

En 1895, durante una estancia en Bélgica, conoció a Víctor Horta, el arquitecto más espiritual y de mayor importancia del modernismo. Esta personalidad se convertiría en la más influyente de toda su carrera, adquiriendo gran parte de su repertorio gestual inspirado en la naturaleza. En París construyó hasta 1900 la casa Canivet, el Castel Henriette en Sèvres, la Maison Coilliot en Lille y las entradas y accesos de las estaciones de metro parisinas (1900), llenas de fantasía y en las que utilizó arcos de metal con decoraciones prefabricadas. Su siguiente proyecto, el Auditorio del edificio Humbert de Romans, construido en 1902 en París, se convirtió en una de sus obras más importantes. En este gran auditorio aplicó una construcción de pilares de hierro con forma de árbol de inspiración modernista que, apoyados sobre zócalos de piedra, sostenían la cúpula central realizada en hierro.

Otra de las grandes novedades importantes llevadas a cabo por Héctor Guimard fue la utilización de elementos de asbesto en forma de tubos, diseñados por Henry Sauvage y empleados por Guimard antes de la guerra. El resto de su vida lo pasó en Nueva York, donde no tuvo producción arquitectónica de interés.


Galería

La Sapinière,Hermanville sur Mer, 1903

Castel Béranger, 14 Rue la Fontaine, Paris

Juan Guas (1430-1496)

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Guas, Juan (Saint-Pol-de-Léon, Bretaña, Francia, 1430 - Toledo, 1496) Escultor y arquitecto, maestro de cantería y escultor español de origen bretón.1​ Realizó numerosas intervenciones en Castilla a finales del siglo XV durante el reinado de los Reyes Católicos.


Biografía

Se desconoce la fecha de su nacimiento. Es, sin duda, uno de los mejores representantes del gótico tardío y del denominado gótico toledano. Entre las primeras obras en las que trabajó se encuentran las catedrales de Ávila y Segovia. Durante unos veinte años (1471-1491) trabajó en Segovia donde realiza numerosas intervenciones.​ Pero la obra más representativa de Guas es el monasterio franciscano de San Juan de los Reyes, en Toledo, mandado construir por Isabel La Católica como recuerdo del triunfo en la batalla de Toro. Un gran dibujo de este edificio, realizado por el propio Guas, se conserva en el Museo del Prado.

Otra construcción similar es la que realizó en Torrijos (Toledo), para el monasterio franciscano de Santa María de Jesús, aunque tristemente desaparecida como consecuencia de las invasiones napoleónicas.

Guas es el máximo representante del llamado estilo Isabelino, entre cuyos edificios civiles se encuentra el Palacio del Infantado, de Guadalajara, la galería del castillo de los Mendoza en Manzanares el Real, el castillo de Belmonte con su bestiario, el castillo de Miranda, el colegio de San Gregorio en Valladolid, el atrio y la portada de la iglesia y del claustro de los monjes del Monasterio de Santa María de El Paular y la, desafortunadamente desaparecida, Hospedería Real de Guadalupe, en Cáceres.

Otra de sus obras fue la primera galería del patio de armas del Castillo de Cuéllar, realizada a mediados del siglo XV. También se considera que, muy probablemente, llevó a cabo la construcción del Castillo de Jadraque y el de Palazuelos, Guadalajara.


Obras comentadas



Puerta principal del Monasterio de San Juan de los Reyes, en Toledo (Castilla-La Mancha)


Su construcción fue un encargo de los Reyes Católicos al arquitecto Juan Guas en conmemoración de la batalla de Toro de 1476. El portal de estilo renacentista está custodiado por estatuas de santos. 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Artesonado mudéjar del piso superior del claustro del monasterio de San Juan de los Reyes, en Toledo (Castilla-La Mancha)


Los Reyes Católicos ordenaron su construcción al arquitecto regio Juan Guas para conmemorar la victoria de las armas castellanas sobre Portugal en la batalla de Toro (1476). Hasta la conquista de Granada, la iglesia estaba destinada a acoger el panteón real. 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Guarino Guarini (1624-1683)



Guarini, Guarino (Módena, 1624 - Milán, 1683) Arquitecto y matemático italiano. Trabajó como arquitecto en Messina y, sobre todo, en Turín. Sus construcciones, de estilo barroco, son de planta central con cúpula y de grandes dimensiones. Su obra maestra es la iglesia de San Lorenzo de Turín (1666), con una cúpula sobre ocho arcos portantes. 

La difusión de Barroco en Italia


La iglesia de Santa María della Salute (Vene-
cia), comenzada por Baldassare Longhena en
1631, es un tempio votivo cuya construcción
fue decidida por la Serenísima República con
motivo de la epidemia de 1630. Venecia no se-
ría tal sin la pintoresca silueta de esta iglesia,
que domina la entrada del Gran Canal. El arco
triunfal de la puerta, enmarcado por columnas
y hornacinas como en el Teatro de Vicenza, de
Palladio, y las grandes volutas de mármol que
contrarrestan el empuje de la cúpula caracteri-
zan su exterior majestuoso.
En el reino de Nápoles y Sicilia el barroco fue aceptado con entusiasmo. En Florencia se concluye el palacio Pitti con techos barrocos. En Venecia se levanta la graciosa cúpula de la iglesia de Santa María della Salute, de Baldassare Longhena. Milán tiene también muchos edificios de este estilo, y Turín es casi exclusivamente una ciudad barroca, por haber coincidido con el apogeo de este gusto artístico el siglo de oro de la casa de Saboya y la presencia del monje teatino Guarino Guarini (1624-1683), formado en Roma, donde estudió sobre todo los edificios del Borromini, pero superando su complejidad. San Lorenzo tiene una planta borrominesca obtenida por la combinación de un cuadrado y un octógono superpuestos.

Esta iglesia está cubierta por dos cúpulas. La primera, sobre el cuerpo del templo, se inspira en una estructura típica de la arquitectura islámica española: tres pares de arcos se intersecan formando una estrella de ocho puntas y dejando un hoyo octogonal central, esto es: una estructura abierta hacia la luz que viene de lo alto de la linterna y que es refractada por estos elementos. Simultáneamente el padre Guarini realizó la cúpula de la Capilla della Santa Sindone (o Santo Sudario), en la catedral de Turín.

En el palacio Carignano, Guarini repite la planta abierta en forma de H, que Bernini había utilizado en el palacio Barberini de Roma, pero crea una fachada originalísima al utilizar en ella exclusivamente ladrillo y darle una forma alabeada que parece lograda utilizando no ladrillo sino un material plástico.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Galería
Palacio Carignano en Turín, 1679


Cappella della Sacra Sindone, Torino

Francis Gruber (1912-1948)



Gruber, Francis (Nancy, 1912 – París, 1948). Pintor francés. Discípulo de Dufresne y de Othon Friesz. Su estilo está marcado, dentro del expresionismo, por una amargura que se refleja en sus obras, ent re las que destacan Homenaje a Jacques Callot, Bodegón (1933) y Paisaje de Doelan (1939).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obra comentada


Galería

La familia, 1924


Venus y Cupido, 1924

Interior de Francis Gruber


Esta obra, pintada en 1948, pone de manifiesto la concepción trágica y descarnada que este pintor posexpresionista tuvo de la época que le tocó vivir. Sus escuálidos desnudos femeninos reflejan el dramatismo y la dureza de los acontecimientos que se produjeron durante la II Guerra Mundial.

(Colección Jacques Lassaigne, París)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Violín, fruta y bandeja de Juan Gris


Gris obvia entrar en detallismos para representar exclusivamente la esencia de los objetos del bodegón, en su mínima expresión. Pese a la deformidad de algunos elementos, como el violín o la jarra de vidrio, éstos son del todo reconocibles para el espectador. El color dado a la pieza de fruta del primer término retrotrae inevitablemente a Cézanne.

(Tate Gallery, Londres).


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Tablero de ajedrez de Juan Gris


Gris trató de expresar la forma de un modo simple, insertándola en una composición geométrica típicamente cubista de manera que se recortaran los volúmenes, dando la impresión de salirse del propio cuadro. Las intersecciones de líneas y colores de este bodegón sugieren nuevas formas posibles mezclando planos y perspectivas. Incluso las sombras cobran importancia al realzar las siluetas de los objetos hacia arriba, como en un denso relieve. La fusión entre volúmenes y planos, poniendo en primer término lo que aparentemente estaría en el último, crea una dimensión plástica que va más allá de los objetos representados.

(lnstitute of Art, Chicago)


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

La mesa de Juan Gris


Gris se apoyó de nuevo en la reflexión de los espacios para expresar pictóricamente su visión de la realidad. Siempre incómodo con el hermetismo de los cubistas, que solían encerrar excesivamente las figuras en el exceso de racionalización de la composición, los bodegones de Gris ponían en entredicho el relativismo de los planos. En esta pintura, combinó además elementos tan dispares como el papel de periódico con la imitación de la rugosidad de la madera.

(Museo de Arte, Filadelfia)

Naturaleza muerta sobre una silla de Juan Gris


La mejor manera de expresar sus ideas sobre el relativismo de las formas fue el bodegón. Gris podía jugar con las sombras, las superficies y los planos con una intención didáctica y dirigida hacia un público que pudiera habituarse a nuevas formas de ver la realidad. En este aspecto resulta muy sugerente la incidencia de la luz sobre la base de la silla, siguiendo la verticalidad del mueble, y la distorsión del lomillo del libro erigido sobre él y que se contrasta amablemente por el color azul de las tapas.

(Museo Nacional de Arte Moderno, París)


Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Punto al Arte