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Artistas de la A a la Z

Obra de Franz Xaver Winterhalter. Neorrococó.

Sophie Guillemette, Gran Duquesa de Baden, 1831

Ludwig Graf Von Langenstein, 1834

Caroline Elisabeth de Lagrange, 1841

Reina Victoria, 1842

Victoria, princesa Real, 1842

Francisca Caroline de Bragança, 1944

La familia real en 1846

María Luisa de España, 1847

Retrato de la infanta Luisa Fernanda de España, Duquesa de Montpesier, 1847

Charlotte Stuart, vizcondesa Canning, 1849

Las hijas de la reina Victoria y el príncipe Alberto, 1849

Prince Alfred y la princesa Helena, 1849

La reina Victoria con el príncipe Arthur, 1850

Retrato de Francisca Caroline de Braganca Gonzaga, princesa de Joinville, 1850

Retrato de Katarzyna Potocka soltera Branicka, esposa de Adam Potocki, 1850

Sofia Gagarina, 1850

Las primas; la reina Victoria y Victoria, duquesa de Nemours, 1852

Elzbieta Branicka, condesa Krasinka y sus niños, 1853

Emperatriz Eugenia, 1853

Retrato de la emperatriz Eugenia, 1853

La emperatriz Eugenia, 1854

María Luisa de Wagram princesa de Murat, 1854

Retrato de Katarzyna Potocka, 1854

Anna Dollfus, de Baronness de Bourgoing, 1855

Emperatriz Eugenia, rodeada de sus damas de honor, 1855


La emperatriz Eugenia rodeadao de sus señoras en esperar, 1855

Pincesa Clotilde von Saxen Coburg, 1855

Retrato del emperador Napoleón III, 1855

Alexandra Feodorovna, 1856

Retrato de la princesa de Baden, 1856

Rosa Potocka, 1856

Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia, 1857

La emperatriz Eugenia Holding Louis Napoleon, el Príncipe Imperial, de rodillas, 1857

Madame Clementina Augusta Wellington Villiers, 1857

Melanie de Bussiere, condesa de Edmond de Pourtales, 1857

Retrato de Eliza Franciszka de Branicki Krasińska, 1857

Retrato de la emperatriz Maria Alexandrovna, 1857

Retrato de la Gran Duquesa Maria Nikolayevna, 1857

Retrato de la princesa Elizaveta Alexandrovna Tchernicheva, 1857

Retrato de Lidia Schbelsky baronesa Stael Holstein, 1857

Retrato de Victoria, Princesa Real, 1857

Sophia Bobrinskaya, 1857

Princesa Tatiana Yussupova, 1858

Retrato de la condesa Olga Shuvalova, 1858

Retrato de la princesa Elizaveta Alexandrovna Tchernicheva, 1858

Retrato de princesa Tatiana Alexanrovna Yusupova, 1858

Albert, príncipe consorte, 1859

Condesa Alexander Nikolaevitch Lamsdorff, 1859

La princesa Isabel Esperovna Belosselsky, 1859 

La reina Victoria, 1859

Princesa Beatriz, 1859

Sofía Petrovna Narishkina, 1859

Pauline Sandor, princesa Metternich, 1860

Princesa Amelia de Baviera, 1860

Princesa Kotschoubey, 1860

Wienczyslawa Barczewska,  Madame de Jurjewicz, 1860

Princeas Alice de Inglaterra, 1861

Retrato de Eugenia, emperatriz de los franceses, 1862

Retrato de la Gran Princesa Yelena Pavlovna, 1862

Retrato de  la Lady Middleton, 1863

Retrato de la reina Sofía de los Países Bajos, nacida Sophie de Württemberg, 1863

Sophie Trobetskoy, duquesa de Morny, 1863

William Douglas Hamilton, 12º Duque de Hamilton, 1863

Alexandra, princesa de Gales, 1864

Eugenia, emperatriz consorte de los franceses, 1864

Retrato de Charlotte de Bélgica, 1864

Retrato de Charlotte de Bélgica, 1864

Retrato de Sophia Alexandrovna Radziwill, 1864

Una joven llamada princesa Charlotte, 1864

Elizabeth, emperatriz de Austria, 1865

Emperador Don Maximiliano I de México, 1865

Emperatriz Elisabeth de Austria en traje de baile, 1865

Francisco José I, emperador de Austria 1865

Retrato de la reina Olga de Württemberg, 1865

La princesa Victoria, Princesa Real como Princesa de Prusia en 1867, 1867

Zofia Potocka, condesa Zamoyska, 1870

Retrato de una dama, 1872

Alexandra Iosifovna, Gran Duquesa de Rusia, princesa Alexandra de Altenburg

Barbara Dmitrievna Mergassov-Rimsky-Korsakova, 1864

Emperador Napoleón III

Emperatriz Eugenia

Estudio para un retrato de la princesa Amalia de Sajonia-Coburgo-Gotha

Eugenia, emperatriz de los franceses

Gran Duquesa Olga

Kaiserin Auguste

María Enriqueta de Austria

Maximiliano de Austria

Maximiliano de Austria

Mujer italiana con el niño

Pintura del bebé Alicia del Reino Unido

Pintura del conde de Eu como un niño

Princesa Mathilde Bonaparte

Retrato de la condesa Varvara Musina-Pushkina

Retrato de una señora con rosas en el pelo, (condesa Pushkina)

Sophia Frederia de Wurtemberg

Una muchacha suiza de Interlaken

Obra de Franz Xaver Winterhalter. Orientalismo.

El maharajá Dalip Singh, 1854

Obra de Franz Xaver Winterhalter. Romanticismo.

Escena de género romana, 1833

Estudio de muchacha italiana, 1834

Muchacha de las montañas Sabin, 1840

Albert Edward, Príncipe de Gales, 1846

Leonilla Wittgenstein, 1849

Retrato de una dama con un abanico, 1850

El primero de mayo, 1851

Retrato de la reina Isabel II de España y su hija Isabella, 1852

Princesa Pauline de Metternich, 1860

Retrato de una dama, 1860

Emperador Federico III de Alemania, Rey de Prusia con su esposa, la emperatriz Victoria, y sus hijos, el príncipe Guillermo y la princesa Charlotte, 1862

Estudio de una niña en el perfil, 1862

Adelina Patti, 1863

Elisabeth Kaiserin von Österreich, 1865

Retrato ecuestre de François Adolphe Akermann, 1870

La joven reina Victoria

Princesa de Sayn Leonilla

Príncipe Alfredo (futuro duque de Sajonia-Coburgo y Gotha)

Retrato de Louis Charles Philippe Raphael d'Orleans, duque de Nemours

David Wilkie (1785-1841)



Wilkie, David (Cults, Fife, Escocia, 18 de noviembre de 1785 - 1 de junio de 1841) Pintor escocés nacido en Cults (Fife) y muerto en 1841 en un naufragio frente las costas de Malta. Se distinguió sobre todo por sus pinturas de género.

Realizó su formación artística en Edimburgo. En 1805 se trasladó a Londres e ingresó en la Royal Academy School. El cuadro que expuso en 1806 con motivo de su ingreso, titulado Políticos de Aldea (colección privada en Londres), tuvo un gran éxito, lo que convirtió a Wilkie en un popular pintor de género de la época. El gusto por la anécdota intimista y el tratamiento compositivo abierto demuestran claramente la influencia de pintores holandeses del siglo XVIII, como Adriaen van Ostade y David Tenierss.

Entre 1825 y 1828 realizó un viaje por Europa, durante el cual visitó Italia y España, por motivos de salud. Esta experiencia hizo que su estilo cambiara, debido principalmente a la influencia de la pintura española. Su entonación se tornó más cálida y la pincelada fogosa, de densa materia. Estas características sitúan al Wilkie maduro en su época, es decir, en pleno Romanticismo. El popular cuadro Los inválidos de Chelsea leyendo la Gaceta de la batalla de Waterloo (1822, Apsley House, Londres) muestra la manera en que interpretó el género histórico, al que humanizó a través de la riqueza de incidentes vivos y cotidianos con que acostumbraba a enriquecer las historias ejemplares. Otro cuadro de orientación histórica e influencia española es Sir David Bair descubriendo el cuerpo de Tippoo Sahib, en el cual desarrolló una técnica más suelta.

Hábil retratista, llegó a recibir numerosos encargos reales entre los que destaca la pintura de Guillermo IV (1832, Apsley House). Nunca abandonó, no obstante, la pintura de género aderezada con pequeños toques de humor. En la Tate Gallery de Londres se conservan algunos de estos últimos cuadros como Los primeros pendientes de 1835, donde una criada de buena casa pone en las orejas las primeras arracadas a una niña que está junto a su madre, mientras un perrillo se rasca desvergonzadamente. En 1840, Wilkie viajó a Tierra Santa en busca de motivos y documentación para sus cuadros bíblicos. Durante el viaje de regreso, frente a las costas de Malta, su barco naufragó y Wilkie perdió la vida.

Wilkie gozó de una alta consideración entre sus coetáneos, como demuestra el cuadro de Joseph Mallord William Turner inspirado en su muerte Paz: entierro en el mar (Tate Gallery, Londres), obra expuesta en la Royal Academy en 1842. El éxito de las pinturas de género de Wilkie contribuyó mucho a establecer la popularidad de la pintura anecdótica en Inglaterra; asimismo, su obra influyó notablemente en muchos artistas victorianos.

Fuente: Texto extraído de www.mcnbiografias.com

Obra comentada


Galería
Feria de Pitlessie, 1804

William Chalmers Bethune, su esposa Isabel Morison y su hija Isabella, 1804

Sir Robert Liston, Diplomático, 1811

El tocado escocés de sir David Wilkie


Sin abandonar del todo la tradición de Hogarth, Wilkie supo crear un ambiente interior en el que la malicia y la picardía del tema se convierten en ingredientes plenamente románticos . Quizá arrepentido por sus cuadros más críticos e irreverentes, se especializó al final de su vida en la pintura histórica y religiosa, hasta el punto de fallecer de viaje a Tierra Santa, siendo arrojado su cadáver al mar. 

(Wallace Collection, Londres).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Wiligelmo da Modena (ss. XI-XII)


Wiligelmo da Modena (ss. XI-XII) Escultor italiano de la primera mitad del siglo XII. Es, junto a Benedeto Antelami, una de las primeras personalidades conocidas del arte románico.

Trabajó en la catedral de Módena, ciudad donde está activo entre 1099 y 1110, donde la rica decoración del exterior adquiere su punto culminante en la fachada; en los cuatro grandes relieves donde se representan escenas del Génesis que se puede atribuir por completo a Wiligelmo y sus más estrechos colaboradores, ya que en ellos aparece el nombre del autor, junto a las figuras de los profetas Enoc y Elías. También se le atribuyen algunos capiteles de la galería superior, así como las esculturas de los estípites del arquitrabe y de la arquivolta en el portal mayor. El programa iconográfico es de una extraordinaria riqueza y complejidad, poniendo de manifiesto la amplia cultura de su escultor, conocedor de las experiencias francesas, el arte otón y fundamentalmente un estudio y experiencia del arte antiguo.

Su obra es uno de los primeros intentos de definición de la escultura románica mediante un lenguaje propio; bebe de distintas fuentes y marca una de las líneas de trabajo de la escultura italiana. Presenta ascendencias clásicas inspiradas en sarcófagos y relieves romanos, y también afinidades estilísticas con la escuela del Languedoc, que se reflejan en la sobriedad y solidez de sus composiciones y en la intensa vitalidad de las figuras, acentuada por la sencilla expresividad del arte popular, que tienen su inspiración en el arte provincial romano. Su experiencia fue decisiva para la escultura emiliana y lombarda.


Galería
Telamón

Adán y Eva

Románico

Estilo artístico que, originado a fines del s. x, se difundió por la Europa cristiana hasta el s. XIII. 

Arquitectura 

Los elementos característicos de la arquitectura románica son el arco de medio punto y la bóveda de cañón. En su evolución pueden distinguirse dos grandes etapas; la primera, denominada románico primitivo o primer románico, llamado también estilo lombardo, tiene su origen en Lombardía (San Ambrosio de Milán) y abarca todo el s. XI; la segunda, llamado segundo románico, surge a mediados del s. XI y se extiende hasta el s. XIII. 

El románico primitivo se caracteriza por sus iglesias sencillas, de tres naves, con cubierta de madera; la combustibilidad de este material condujo a la adopción de las bóvedas de cañón de piedra, que, si bien son características de este estilo, ya habían sido usadas por la arquitectura imperial romana; así apareció el segundo románico, más monumental, de sillares bien labrados y escuadrados, y grandes y monumentales edificios. Esta nueva arquitectura obligó a reforzar los sistemas de soporte, ya que los muros de sillarejo y las columnas sencillas del primer románico no permitían soportar las grandes cargas de las bóvedas de cañón de piedra, ni proporcionar la debida iluminación a las naves. Las diferentes soluciones a estos problemas en las diversas regiones de Europa proporcionan una clasificación de la arquitectura románica. 

Adán y Eva de Wiligelmo da Modena
En Francia, los primeros edificios de estilo románico aparecen hacia el año 1000, y tienen su origen en la construcción de los grandes monasterios benedictinos, encabezados por el de Cluny, en Borgoña; esta importantísima abadía, centro cultural de su época, fue reconstruida varias veces, la llamada Cluny III (1088-1122) constituyó el prototipo de numerosas construcciones que se realizaron en toda Europa, gracias a la expansión de la orden benedictina, que seguía la llamada ruta de Santiago y cruzaba los grandes centros religiosos de Francia: iglesias de Nuestra Señora de Poitiers, catedral de Puy, catedral de Autun, iglesia de la Magdalena de Vezelay, abadía de Fontenay. Otras regiones francesas presentan modalidades distintas: así en Perigueux se aprecian influencias bizantinas en las cúpulas de Saint-Front y en la catedral de Cahors; en Languedoc aparece una importante decoración escultórica en las iglesias de Moissac y Souillac; también poseen una rica decoración las iglesias de Provenza (San Trófimo de Aries). 

En los Países Bajos el monumento románico más importante es la catedral de Tournai (s. XII); también es muy interesante la iglesia de San Pedro de Utrecht (mediados dei s. XI). 

En Inglaterra el nuevo estilo constructivo se instaló tras la conquista normanda en 1066; los edificios siguen la sobriedad de los sajones, las naves son altas y alargadas, con muros muy sólidos, la decoración es escasa y muy sobria: catedrales de Durham, Lincoln, Winchester, Norvich y Peterborough, muchas de ellas con abundantes elementos góticos. Algunas catedrales conservan elementos escultóricos en sus fachadas (Rochester). 

En los países germánicos, la robustez constructiva y la sobria decoración son características del estilo románico germánico, heredadas de la arquitectura otoniana. Sus monumentos más importantes fueron la abadía de San Miguel de Hildesheim (s. XI), la iglesia abacial de Ottmarsheim y las grandes catedrales de Spira, Worms y Maguncia; son también notables la catedral de Bamberg, en Renania, y la abadía de Laach (1156). 

En Italia se inicia el románico primitivo, o lombardo, en el norte del país (iglesias de San Ambrosio de Milán, San Miguel de Pavía y San Zenón de Verona). Ya en pleno románico se construyen una serie de monumentos con bella decoración escultórica, como las catedrales de Módena (1099) y de Cremona, y el baptisterio de la catedral de Parma (1196). En la Toscana las influencias clásicas son visibles en la armonía de las composiciones, en la amplitud de las naves de las iglesias, y en el uso del mármol, a veces de distintos colores y, como principal tema ornamental, el uso de arquerías superpuestas en las fachadas (conjunto monumental de Pisa -catedral, baptisterio y torre-, y baptisterio de la catedral de Florencia, así como la iglesia de San Miniato al Monte, también en Florencia). En Roma se conservan escasas muestras del románico (Santa Maria in Trastevere). En Sicilia la confluencia de elementos normandos, musulmanes y bizantinos produce obras de exquisita belleza, como las catedrales de Monreale (1183) y de Cefalú (1131 ), y la capilla palatina de Palermo. 

En España, los primeros edificios del románico primitivo aparecen en Cataluña hacia el año 1000 (San Miquel de e uixa, monasterios de Sant Martí del Canigó y de Santa Maria de Ripoll); merecen destacarse también, en esta primera etapa del románico, las iglesias de Sant Vicenc:; de Cardona (1 040) y de Sant Jau me de Frontanya, y muy especialmente el monumental conjunto de Sant Pere de Roda, en el Emparda, consagrado en 1022. Del segundo románico, más influido por Francia, cabe destacar la catedral de la Seu d'Urgell, los claustros de Sant Pere de Galligants y de la catedral, en Girona, y el de Sant Cugat del Valles. 

Otro grupo importante de monumentos del románico primitivo se encuentra en Aragón (monasterios de San Juan de la Peña y de Leyre, y catedral de Jaca, 1 063); del segundo románico cabe mencionar la rica decoración escultórica de Sangüesa, los claustros de San Pedro el Viejo de Huesca, los de Estella, Tudela y Pamplona. Asimismo Castilla tiene conjuntos de monumentos muy interesantes, centrados sobre todo en Burgos (su monumento capital es Santo Domingo de Silos), Segovia y Soria, con monasterios e iglesias precedidos de pórticos con capiteles escultóricos. Siguiendo el camino de Santiago, desde Toulouse, en Francia, hasta Galicia, se encuentran San Martín de Frómista, en Palencia, San Isidoro de León y las partes más antiguas de la catedral de Santiago de Compostela iniciada en 1075, con la magnífica decoración escultórica de la puerta de Platerías. Entre las grandes catedrales románicas castellanas hay que mencionar la elegante sobriedad de la catedral vieja de Salamanca, con su original "torre del gallo", repetida en la catedral de Zamora y la catedral de Palencia (1 034). Las muestras más destacadas del segundo románico las proporcionan las esculturas de la Cámara Santa de Oviedo, las del pórtico de San Vicente de Ávila y, sobre todo, las que decoran el denominado "Pórtico de la Gloria" de la fachada principal de la catedral de Santiago de Compostela, obra del maestro Mateo. 

Escultura 

A principios del s. XII a escultura monumental en piedra volvió a renacer influida por los frontales de orfebrería y por los antiguos sarcófagos romanos. De nuevo las fachadas de los monumentos son decoradas con esculturas y relieves. Los elementos en donde mejor se expresa el arte de los escultores románicos es en la decoración de los capiteles de los claustros, con sus infinitas posibilidades decorativas y didácticas. En los grandes tímpanos de las portadas uno de los temas más frecuentes es el del Pantocrator, es decir, la figura de Cristo Juez; a su alrededor se desarrollan las escenas del Juicio Final, o la Adoración de los 24 ancianos del Apocalipsis. Estas figuras se complementan con las de las arquivoltas, en las que se representan, desde escenas de la vida de Jesús hasta los vicios y virtudes, e incluso los signos del zodíaco. 

En la decoración de los capiteles se distinguen tres tipos de elementos: los derivados del estilo corintio, con decoración vegetal, los de tema geométrico con entrelazas, y los híbridos, con temas religiosos cristianos, o con temas profanos y mitológicos. Ya en el s. XII, la escultura románica se extendió por los países meridionales europeos (Verona, Pisa, Vezelay, Moissac, Autun, Ripoll, Compostela, Oviedo, Avila). 

La escultura exenta en madera alcanza también interesantes obras, especialmente en Italia y España. Los temas son diversos: Virgen sedente con el Niño en el regazo, Cristo reinante desde la Cruz (Majestades catalanas) y el Descendimiento de la Cruz (Volterra, San Juan de las Abadesas). Todas las tallas aparecen siempre en posición frontal, con tendencia a la estilización y a cierto hieratismo, y muchas de ellas están bellamente policromadas. 

Pintura 

Los muros y bóvedas de las iglesias románicas se cubrían de frescos que prueban que los pintores nada tenían que envidiar a los escultores: tratan los mismos temas, pero con gran influencia bizantina en el hieratismo de las figuras, colorido y elementos simbólicos, patente sobre todo en Italia (icono de la Madona del Aracoeli, s. X), donde, sin embargo, aparecen ya formas claramente occidentales (Madona de la capilla Prudentina, s. XI; Cristo entronizado, Tivoli, 1100). En Alemania hay que destacar los frescos de la iglesia renana de Schwarzheindorf y de Reichenau. En Francia, las abadías benedictinas de Saint-Savin (la obra mejor conservada) y Berzé-la-Ville. En Cataluña se hallan frescos con retoques al temple que se cuentan entre lo más valioso del estilo (en su mayoría en el Museo de Arte de Cataluña, en Barcelona), procedentes de Sant Quirze de Pedret, del grupo de Taüll, de Sant Joan de Boí. Los más interesantes murales de la Meseta son los de San Isidoro de León (de influencia bizantina), los de la ermita de Veracruz de Maderuelo y los de San Baudel de Berlanga (s. XII). 

Artes menores 

En el período románico las artes aplicadas se desarrollaron de modo extraordinario, a medida que prosperaban los centros monásticos y las pequeñas cortes feudales. Surge en esa época, con gran ímpetu, el arte de las vidrieras de colores engarzadas en plomo que, a partir del s. XII, iluminan los oscuros interiores de las catedrales (Ausgburgo, Chartres). Los monasterios son los centros productores de bellísimas miniaturas, herederas de las creadas por el arte bizantino, carolingio, otónido y mozárabe, que ilustran los textos sagrados (Biblias, Sacramentales, Evangeliarios, Comentarios del Apocalipsis o Beatus), y también los de carácter histórico (como el Liber Feudorum de Barcelona y el Libro de los Testamentos de Oviedo, ambos del s. XII). Entre los centros que más influyeron en la difusión de la miniatura cabe citar Ripoll, Reichenau, Saint Gall, San Isidoro de León y Winchester. Los tejidos y bordados alcanzaron notable perfección (tapiz de Bayeux y tapiz de la Creación de la catedral de Girona). En orfebrería y eboraria se realizaron obras de gran belleza, gracias a las técnicas importadas de Oriente por los cruzados (relicarios de Notre-Dame de Tournai, de Carlomagno en Aquisgrán, Evangeliario de Affligen). En la fabricación de esmaltes sobresalen los producidos en Limoges y en la región del Mosa y el Rin. 

Fuente: Historia del Arte Editorial Salvat.

Artistas del Arte Románico

Wiligelmo da Modena

James McNeill Whistler (1834-1903)



Whistler, James Abbot McNeill (Lowell, Massachusetts, EE. UU., 11 de julio de 1834 - Londres, 17 de julio de 1903) Pintor británico de origen estadounidense, ligado a los movimientos simbolista e impresionista. Desarrolló la mayor parte de su carrera en Francia e Inglaterra. Se destacó principalmente como retratista y también como grabador.

Biografía

Nació el 10 de julio de 1834 en la ciudad de Lowell, al noreste de los Estados Unidos. Era hijo de George Washington Whistler y de Anna Matilda McNeill.

En 1842, su padre acepta un trabajo como ingeniero en el ferrocarril de San Petersburgo, en el Imperio ruso, y se llevó consigo a su familia. El joven Whistler se matriculó en la Academia Imperial de las Artes. Allí aprendió francés.1

Siendo niño todavía, se mudó a Londres en 1848, pero después de la muerte de su padre en 1849, Whistler y su madre volvieron a Pomfret, en Connecticut. Ingresó en la escuela local, y en 1851 se inscribió en la Academia Militar de West Point, donde su padre había enseñado dibujo y cartografía. Fracasa en el examen de química; como él mismo lo expresó más tarde: "Si el silicio fuera un gas, yo hubiera sido alguna vez general". Volvió con su familia en 1854.

En 1855, habiendo heredado una pequeña suma de dinero, pudo estudiar pintura en París. En 1856, se matriculó en el estudio de Charles Gleyre,​ entonces el más famoso taller después del de Thomas Couture. Otros estudiantes que se preparaban para el examen de ingreso a la Escuela de Bellas Artes eran nada menos que MonetRenoirSisley o Bazille.

De buena gana más "dandi" que "bohemio", es el tema de muchas caricaturas. George du Maurier lo retrata en la novela Trilby (de 1894) bajo la apariencia de un personaje del relato llamado Joe Sibley. Whistler le demanda por este motivo, y gana el juicio. En esta época se hizo amigo de Alphonse Legros y Henri Fantin-Latour. Deciden desarrollar una carrera en común, y fundan la "Sociedad de Tres".

En 1859, llegó de nuevo a Londres, donde pasó una larga parte de su vida. Se presenta como un aristócrata arruinado del sur, aunque nunca demostró su simpatía por los sureños durante la guerra civil americana.

Descubriendo a Velázquez y a la pintura española introducida en el Museo del Louvre por Luis Felipe I, se trasladó a Madrid para admirar la obra del maestro, pero el viaje se interrumpe en Guetaria. Sin embargo, la influencia de Velázquez es patente en muchos de sus retratos como Arreglo en negro (1884), su Autorretrato en marrón y oro (1896), o Arreglo en negro y oro, el conde Robert de Montesquiou (1891-1892, Frick Collection, Nueva York).

Whistler también está interesado en la pintura del Lejano Oriente y colecciona porcelanas, telas orientales, o como Dante Gabriel Rossetti, los grabados en madera usados para imprimir tejidos.

En 1863, Napoleón III hizo abrir el Salon des Refusés en una esquina del Palacio de la Industria. Dos obras causan sensación: El Desayuno sobre la hierba de Manet y La dama de blanco de Whistler, cuadro rechazado el año anterior por la Real Academia de Londres.

Es uno de los personajes del cuadro Homenaje a Delacroix, que Henri Fantin-Latour pintó en 1864. En 1866, participa en un negocio de tráfico de armas durante la guerra entre España y Chile.​

En 1870, Whistler pintó retratos de cuerpo entero del armador británico Frederick Richards Leyland y de su esposa. El propio Leyland le encargó posteriormente la decoración del comedor de su mansión: el resultado es "Armonía en azul y oro: The Peacock Room" (Galería Freer de Washington).

La habitación se ha diseñado y pintado en una rica paleta de color verde brillante y azul, decorado con pan de oro. Es considerado como un ejemplo del estilo anglo-japonés. La pintura fue inspirada por la porcelana azul y blanca copiada del catálogo de Sir Henry Thompson y las porcelanas que Leyland había reunido.

Una vez terminada la obra, el artista y el patrocinador discuten tan ferozmente por los emolumentos del trabajo, que su relación termina. Sin embargo, Whistler se las arregló para entrar de nuevo en la habitación, y pintó dos pavos reales que luchan. Esta escena se supone que representa al artista y a su patrocinador: uno sostiene un pincel y el otro una bolsa de dinero... Toda la obra será más tarde comprada por el industrial y esteta Charles Lang Freer, quien reunirá una colección de obras de Whistler. Las cartas entre Charles Lang Freer y Whistler publicadas revelan el interés de este último por reunir su obra en los Estados Unidos.

En 1888, Whistler se casó con Beatriz, la viuda de E.W. Godwin. Los cinco años de su matrimonio son muy felices, hasta que Beatriz muere víctima de un cáncer, quedando el pintor muy afectado.​ Con ella no tuvo descendencia, pero sí tuvo antes varios hijos ilegítimos con algunas de sus amantes, siendo el más conocido Charles Hanson.

Whistler murió el 17 de julio de 1903. Está enterrado en la Iglesia de Saint Nicholas, en el barrio londinense de Chiswick.

Personalidad

Whistler era conocido por su agudo ingenio, sobre todo en los intercambios con su amigo Oscar Wilde. Ambos eran figuras de la sociedad parisina a finales del siglo XIX. Se dice que el joven Oscar Wilde, invitado por Whistler a una cena, fue objeto de un comentario incisivo de su anfitrión, a lo que Wilde habría respondido: "Me gustaría haberlo dicho yo". Whistler respondió: "¡Lo harás, Oscar, lo harás!". Wilde repitió en público muchas frases ingeniosas prestadas de Whistler. Cuando se hizo público en 1895 que Oscar Wilde era homosexual, Whistler se burló de él.

Su amistad se rompió hacia 1889, aunque nunca había sido profunda, pues se basaba sólo en su interés común por el arte, la aversión-atracción a las convenciones burguesas y la común inclinación hacia un carácter incisivo e ingenioso. Como Whistler era 20 años mayor que Wilde, al principio se habían tratado como maestro y discípulo. Cuando Wilde se atrevió a realizar una crítica negativa sobre unas conferencias de Whistler, éste le atacó con sarcasmo.6

En 1878, Whistler demanda ante la justicia por difamación al crítico John Ruskin por sus comentarios despectivos hacia su pintura Nocturno en negro y oro: el cohete cayendo (1874). En el juicio, el abogado de Ruskin preguntó a Whistler: "¿Cúanto tiempo le llevó pintar Nocturno en negro y oro?". -"La mitad de un día"-, dijo Whistler. "Por lo tanto", continuó el abogado, "¿Pretende cobrar doscientas guineas por medio día de trabajo?" "¡No, sino por la experiencia del curso de toda una vida!" respondió el pintor. Whistler recibió una compensación simbólica, pero el juicio le había costado mil libras más gastos.

Esta suma, y las enormes deudas contraídas para construir su residencia, "la Casa Blanca", en la calle de Tite de Chelsea, le llevaron a la quiebra. Por entonces, un periódico holandés anunció su muerte por un ataque al corazón; Whistle escribió al diario, comentando que la lectura de su propio obituario le había provocado "un suave resplandor de salud".


Obra comentada


Galería


Realismo
El zapatero, 1854-1855

Ingres, Roger Deliverant Angelique, 1857

Punto al Arte