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Artistas de la A a la Z

Teodoro Ardemans (1664-1726)



Ardemans, Teodoro (Madrid, 1664 - 15 de febrero 1726) Arquitecto y pintor español, de origen alemán. Discípulo de Claudio Coello. Autor de las portadas y torres del Ayuntamiento de Madrid y de parte del palacio de San lldefonso (1721-23). Arquitecto de la corte y de la villa de Madrid, recopiló las Ordenanzas de Madrid (1719).

De padre alemán, miembro de la guardia de corps en la que también él ingresó, inició su formación como pintor en el taller de Antonio de Pereda. A la muerte de este, cuando Ardemans contaba dieciséis años, debió de estudiar con Claudio Coello, según ponen de manifiesto algunas de sus obras pictóricas conservadas, aunque su dedicación principal iba a ser la arquitectura, que según Llaguno estudió junto con las matemáticas en el Colegio Imperial de Madrid, lo que cabe poner en duda pues el propio Ardemans no hace mención de ello al evocar sus comienzos, y es esta actividad la que le proporcionó mayor reputación.

Pintor

Su trabajo como pintor se centra en los primeros años de su actividad conocida. En 1683, a poco de contraer su primer matrimonio con Isabel de Aragón, recibió el encargo de pintar el techo de las escaleras del Hospital de la Venerable Orden Tercera en Madrid, obra menor y puramente decorativa, y tres años después las pinturas al fresco acabado al temple de la sacristía de la capilla del Cristo de los Dolores, también de la VOT, con una apoteosis celeste entre arquitecturas fingidas conforme a la técnica de la quadratura introducida en Madrid por Agostino Mitelli y Angelo Michele Colonna.

De entre las escasas pinturas al óleo conservadas destaca una pintura de altar fechada en 1686 de la Virgen del Rosario con santa Catalina y santo Domingo (colección privada), en la que se revelan influencias de Coello y Carreño en composición y tipos humanos, pero con un color veneciano que es todavía de Pereda.

Establecido en Granada en 1688, y aun cuando su actividad principal fuera la de arquitecto, tuvo un «duelo de retratos» con Pedro Atanasio Bocanegra, según cuenta Antonio Palomino, del que salió vencedor tras hacer el retrato de su rival sin dibujo previo. Un retrato de Bocanegra en la catedral de Granada sería el realizado por Ardemans en aquella ocasión, aunque su autoría, dado el mal estado de su conservación, no ha sido confirmada.

En 1690 participó en las decoraciones festivas con motivo de la entrada de la reina Mariana de Neoburgo en Madrid, encargándose de la pintura de los jeroglíficos que debían figurar en la calle de los Espejos. Pero en 1701, con ocasión de la entrada de Felipe V, ocupado cada vez en mayor medida en tareas arquitectónicas, ya no será él quien ejecute las pinturas de los espacios escenográficos para los que, sin embargo, iba a proporcionar las trazas, como el del Monte Parnaso del que se conserva el dibujo en la Biblioteca Nacional de España.

No se conocen otras pinturas de Ardemans, excepto un pequeño Niño Jesús salvador del mundo en el convento del Cristo de la Victoria de Serradilla (Cáceres), firmado al dorso y de compleja iconografía, que podría datar de hacia 1704, pero consta por el inventario de sus bienes hecho a su fallecimiento que nunca abandonó la pintura, contabilizándose en él 23 obras de «mano del difunto», entre ellas un retrato de Felipe V, un bosquejo de Alcides, dos paisajes y cuatro cuadros con niños con festones.

En el inventario se mencionaban también quince planchas grabadas a buril, de las que tres se decía habían sido hechas por él, un San Mateo, una tarjeta y algunos instrumentos de arquitectura, confirmando una relación con el grabado que comenzó con su participación en el frustrado proyecto de recoger en un libro los arcos y adornos conmemorativos de la entrada de la reina María Luisa de Orleans. En 1685, se publicó en Madrid la Historia de la Conquista de México, de Antonio de Solís, ostentando en su portada una estampa de J.F. Leonardo, según dibujo de Ardemans con el retrato en marco arquitectónico de Carlos II, y en 1704, el mismo año de su nombramiento como pintor de cámara, proporcionó el dibujo de un retrato ecuestre de Felipe V al frente de sus tropas grabado por Edenlick para la portada de la Sucesión del rey Felipe V Nuestro señoren la Corona de España..., escrita por Antonio de Ubilla.

Arquitecto

En 1688 obtuvo por oposición la plaza de maestro mayor de la catedral de Granada. Dos años después retornó a Madrid, encargándose interinamente de las obras de su Ayuntamiento como teniente de maestro mayor, hasta ser nombrado maestro mayor de ellas en 1700, ocupándose de la dirección de las obras de conclusión de la Casa de la Villa (portadas, patio y torres) y del cercamiento y puertas de la ciudad. El 21 de marzo de 1691, a la muerte de José Jiménez Donoso, también será elegido por el cabildo de la catedral de Toledo como maestro mayor de sus obras, aunque su intervención aquí debió de ser insignificante. Con el cambio de dinastía fue nombrado por Felipe V en 1702 maestro mayor de las obras reales, sucediendo en el cargo a José del Olmo, y en 1704 pintor de cámara sin gajes y ayuda de la furriera por fallecimiento de Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia. En su condición de maestro mayor de las obras de la corona trabajó en la rehabilitación del palacio de Aranjuez, casi abandonado desde tiempos de Felipe II, y bajo sus órdenes ejecutó Juan de Echave gran parte de la fachada que mira a oriente y un lienzo del patio, siguiendo en todo la forma y diseño de la construcción precedente, obra de Juan de Herrera.

Dañado y en parte destruido el antiguo palacio de Valsaín de resultas de un incendio ocurrido a fines del siglo XVII, Felipe V, que encontraba aquellos parajes adecuados para un palacio de recreo, compró a los monjes del Parral la llamada Granja de San Ildefonso. En 1718 mandó a Ardemans que diseñase construcciones para aumentarla por mediodía y norte y para construir una capilla sin demoler cosa alguna de lo antiguo, idea de la que proviene la irregularidad del actual palacio y su aspecto de conjunto de añadiduras, concluido tras las intervenciones de Ardemans con una fachada en estilo italiano de Andrea Procaccini. Hechos los diseños y aprobados por el rey, se empezaron en 1719 la capilla, parte del edificio, las torres que hay a un lado y a otro al poniente y la Casa de Damas. En la capilla de palacio, erigida después en iglesia colegial, siguió el modelo de la capilla de Alpajés, en Aranjuez, comenzada en 1681 por Cristóbal Ramírez de Xarama. De volúmenes simples y un esquema claro, queda realzada su visualidad al disponerse en el eje de una amplia avenida. Enfermo de gota, hubo de valerse de su discípulo Francisco Ortega para hacer las trazas del retablo de jaspes y bronces de la colegiata de San Ildefonso, labrado en Madrid, y se hallaba ocupado en concluirla cuando falleció a principios de 1726.

También hizo, entre otras obras, los túmulos de la reina María Luisa de Saboya en la iglesia de la Encarnación (1714), Luis XIV (1715) y Luis I (1725), la remodelación interior de las Casas Consistoriales de Toledo, iniciada bajo su dirección en 1695, con el añadido de sus torres barrocas, y el proyecto no realizado para la iglesia de los Santos Justo y Pastor en Madrid, donde llegó a completar la desaparecida iglesia de San Millán ejecutada por sus trazas y una subsistente casa de corredor para el duque del Infantado en la calle de la Redondilla con vuelta a Mancebos.

Fue también autor de varios libros sobre materias urbanísticas, encabezados por la Declaración y extensión sobre las ordenanzas que escribió Juan de Torija, donde recogía una «relación de los más insignes Arquitectos, que han profesado a un tiempo la Pintura, y Arquitectura», entre los que incluía a Velázquez junto con Claudio Coello y Francisco Rizi entre otros, seguido de las Ordenanzas de Madrid y otras diferentes que se practican en las ciudades de Toledo y Sevilla..., con una primera edición en Madrid en 1720, varias veces reimpreso,​ y Fluencias de la tierra, y Curso subterráneo de las aguas, editado en Madrid en 1724, donde entre otros títulos hacía constar el de Veedor de las conducciones de las Aguas y maestro mayor de las fuentes.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
            https://es.wikipedia.org/wiki/Teodoro_de_Ardemans

Galería
Virgen del Rosario 1686

Monte Parnaso, 1700-1701, dibujo a pluma y aguada,
Biblioteca Nacional, Madrid. Proyecto de decoración
efímera para la entrada de Felipe V en Madrid.

Ordenanzas de Madrid.
Libro de Ardemans en 1720

Biblioteca Nacional

El Hospital de la V.O.T.

Philipp V., König von Spanien

Proyecto no realizado para la iglesia de
los Santos Justo y Pastor en Madrid


Real Colegiata de la Granja de San Ildefonso

Claudio de Arciniega (s. XVI)

 


Arciniega, Claudio de (n. Burgos, s. XVI) Arquitecto español de origen vasco establecido en México, donde consiguió gran renombre. Proyectó la planta de la catedral de México y algunos aspectos de la Universidad de México.

La personalidad de la mayoría de los arquitectos españoles que pasan a Nueva España en el siglo XVI nos resulta insuficientemente conocida, es más lo que sabemos acerca de las obras mismas que de sus propios autores. De la vida de Arciniega se sabe muy poco: que nació alrededor de 1527, probablemente y según se deduce de su apellido en la villa alavesa de Arceniega, que en España trabajó también en Madrid y Guadalajara, encontrándose en México poco después de mediar el siglo y que disfrutó de una gran estimación entre sus contemporáneos. Cervantes de Salazar le llama «arquitecto excelente». Y, en efecto, a su cargo debieron estar importantes obras, pues en 1578 se le otorga el nombramiento de «obrero mayor de la Nueva España».

La catalogación de las obras que realiza en México es problemática y pues conocemos documentalmente obras hechas por él que se han perdido y sabemos de otras en las que interviene, pero que experimentaron cambios después de su muerte, acaecida en 1593. Arciniega es el autor de la traza de la catedral de México, aunque el edificio se terminó años después de su muerte. En 1570 era maestro mayor de la catedral; este nombramiento sería reciente, pues aunque la primera piedra se puso en 1563 las obras se interrumpieron hasta volverse a reanudar por estos años. De esta actividad en Nueva España poseemos algunos datos que nos muestran con toda evidencia que Arciniega fue uno de los arquitectos de su tiempo más solicitados en México. Parece ser que intervino en el Hospital de la Concepción, en el Templo y convento de San Matías de Iztacalco y en los desaparecidos Hospital Real de Indios y de Convalecientes, y que siguiendo sus trazas se hicieron los conventos de Santo Domingo y San Agustín, así como otras noticias nos informan acerca de su labor en la catedral de Puebla.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obra
Catedral de Puebla

Giuseppe Arcimboldo (1527-1593)



Arcimboldo o Arcimboldi, Giuseppe (Milán, 1527-1593) Pintor italiano, conocido sobre todo por sus representaciones manieristas del rostro humano a partir de flores, frutas, plantas, animales u objetos; esto es, pintaba representaciones de estos objetos en el lienzo, colocados de tal manera que todo el conjunto tenía una semejanza reconocible con el sujeto retratado. Un proceso cercano a la anamorfosis en el contexto de las ilusiones ópticas o también, la llamada pareidolia. A esta técnica y tópico pictóricos se les llamaron "cabezas compuestas", intrincaciones de manera antropomórfica, de carácter paródico, simbólico y bizarro, que serían particulares del pintor.

Biografía

El padre de Arcimboldo, Biagio, fue artista y sobre todo, vidriero milanés. Como su padre, Giuseppe Arcimboldo empezó en el oficio familiar de elaborar vitrales, mosaicos y frescos para las iglesias lombardas. Entró al gremio de pintores de Milán a los 21 años. Con 35, partió a la Corte imperial en Viena como pintor de cámara del emperador Fernando I, y luego lo fue de su sucesor, el emperador Maximiliano II y de su hijo, el futuro Rodolfo II, esta vez en Praga. Ahí, se halló inmerso en la ebullición de la cultura humanista, que aprovecharía.

En la capital bohemia, ganó el favor del excéntrico Rodolfo II, decorando mascaradas y confeccionando trajes festivos, así como espectáculos aparatosos de teatro, justas, nupcias, circos y bailes. Los fastos peculiares incluían ornamentaciones y artificios de fuego.

Su dirección de festejos cortesanos fue tan frecuente, que queda un repertorio de dibujos y bocetos, álbum con una centena y media de estampas para las celebraciones escénicas, coreografías, atuendos y disfraces fantásticos, de gráficas vistosas (hoy, en la Galería Uffizi).

Pintó para Maximiliano II la primera serie de ocho cuadros de "cabezas compuestas", sobre las estaciones y los elementos, que pintaría en otras series que el emperador Rodolfo II envió a monarcas como agasajo; entre ellos, su tío Felipe II de España, de una colección de la que solo se conserva la Primavera. Tan del gusto del rey de España fueron esas ocho pinturas, que por los inventarios se conoce que las colgó bajo Las Furias de Tiziano en sus aposentos del Alcázar de Madrid. Cada estación se compaginaba con un elemento, según la indicación del pintor, y así se exhibían en el Alcázar de Madrid.

Serían esas obras, y no los retratos aúlicos o las pinturas de iglesias, convencionales, que también realizó, las que le darían a Arcimboldo la posteridad y el reconocimiento. Las cabezas metafóricas que lo identifican, inseparables de su nombre, en que frutas, hierbas, vegetales, raíces, cárnicos, libros, llamas, utensilios o animales se entrecruzan para formar semejanzas faciales, son una concatenación de símbolos y sutilezas a veces inexplicablemente armónicas, otras, forzadas pero sugestivas, ya cerca del estilo manierista. El fenómeno mental de ilusión de estos cuadros es un estímulo de comparar aleatoriamente reconocimientos antropomórficos en lo percibido, con la significación distinta a qué el objeto separado de la combinación representara.

Así, los retratos alegóricos, inventivos guardan similitud con fisonomías humanas hasta entramar elementos a modo de concordancia anatómica; grotescas a un tiempo, y también curiosas. El efecto pictórico de ese simbolismo proyecta sorpresa, divertimento, virtuosismo y al final, cierta levedad de las formas difuminadas, evanescentes con que la recreación alude a lo identificable. Hay en ellos una pretensión de extravagancia burlesca, así como, al contrario, reflexiva por la delicadeza de la elaboración. De la nada sacan una mirada, una cara, un busto y se plasman esmeradamente con una deliberación compositiva, intrigante por diversificar las ilusiones coloridas y las apariencias ocultas que simularían.

Pintados mediante puntualidad y meticulosidad de miniatura, excepcionalmente detallistas, los semblantes fantasiosos, sobrepuestos como retratos figurados, partiendo del mundo natural, combinándolo, desarrollan paradojas y coincidencias en la evocación de un rostro. El vasto conocimiento naturalista de Arcimboldo le permitió afinar la habilidad para reproducir vegetaciones, décadas antes de que el bodegón fuera aceptado como un género más de la pintura.

Se puede deducir el origen de las cabezas compuestas en los grutescos antiguos, en boga a mediados del siglo XVI como decoración palaciega. Además, la corte de Rodolfo II era un punto prominente del estudio de la astronomía y la astrología y las constantes proyecciones de constelaciones y globos astrales requerían la figuración de imágenes fragmentarias, a las que sin duda estuvo expuesto el pintor. La misma formación de Arcimboldo como vidriero en su juventud, a través del uso de paneles y teselas en vitrales y mosaicos, fue una base para sus composiciones, la escisión en partes divergentes. Se ha querido ver en la influencia de Leonardo en Milán y la cercanía del padre del pintor a artistas leonardescos la fuente de los cuadros alegóricos de Arcimboldo, por los estudios de las fisonomías monstruosas que ilustró Leonardo. Hay que considerar que en los gabinetes de curiosidades comunes en la época, y en especial en la corte de Rodolfo II, era un elemento preciado la colección de malacología y surgió, por eso, toda una técnica de embutido de conchas y caracoles marinos para aparentar rostros humanos y animales, pudiendo ser éste muy probablemente, el origen de las cabezas compuestas del pintor asimismo.

Luego de una vida como pintor y decorador cortesano, donde destacó como director de los festejos de la boda de Carlos II de Austria y María Ana de Baviera, Arcimboldo pidió la venia del emperador Rodolfo II para volver a Italia. Concedida, estableció en su ciudad natal el estudio de arte que le mantendría activo hasta los últimos años.

Murió por padecimientos renales en Milán, como caballero del Sacro Imperio Romano Germánico, ennoblecido por su mecenas Rodolfo II, enriquecido y con la atención de la intelectualidad milanesa. Sobraron los poemas laudatorios y los encomios a su obra. Son de esos años finales el celebrado "Vertumno", retrato del emperador, y la muy estimada "Flora".

Sin embargo, su pintura caería en olvido con los siglos, casi cuatro, hasta ser revaluada. Hubo muchos imitadores y copistas posteriores, de obra aun nueva y aunque basada en Arcimboldo, de menor calidad. Se considera que alrededor de 25 pinturas auténticas de Giuseppe Arcimboldo se conservan en la actualidad.

Legado

Cuando el ejército sueco ocupó Praga en 1648, durante la guerra de los Treinta Años, saquearon la ciudad y se llevaron unas cuantas pinturas de Arcimboldo pertenecientes a la colección del emperador Rodolfo II.

Sus obras pueden encontrarse en el MHAV de Viena, en el castillo de Ambras en Innsbruck, el Louvre en París, así como en varios museos de Suecia. En Italia, su obra está en Cremona, Brescia, y en la Galería de los Uffizi de Florencia. El Wadsworth Atheneum de Hartford, Connecticut, el Museo de Arte de Denver, Colorado y el Candie Museum en Guernsey también tienen pinturas de Arcimboldo.

En España, se encuentra un solo cuadro de Arcimboldo en colecciones públicas: Primavera (1573), de la serie precisamente enviada a Felipe II (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid). Otras dos obras del artista (Flora y Flora Meretrix), de propiedad privada, se han expuesto en Madrid y Bilbao en los últimos años.

El extraño y original arte de Arcimboldo, especialmente sus imágenes múltiples, fue redescubierto a principios del siglo XX por artistas surrealistas, entre ellos Salvador Dalí, como se aprecia en algunas de las obras de estos. La exposición «El efecto Arcimboldo» que se celebró en el palacio Grassi de Venecia (1987) incluyó numerosos cuadros de «doble sentido».

La influencia de Arcimboldo puede verse igualmente en las obras de los artistas Shigeo Fukuda, István Orosz, Octavio Ocampo y Sandro del Prete, así como en películas del cineasta Jan Švankmajer. El escritor Roberto Bolaño recurrió al nombre del pintor para llamar al personaje principal de su novela más dilatada y cumbre, "2666".


Más obras 
Invierno, 1563

Primavera, 1563

Antonio María Aprile (h.1500-h.1550)


Renacimiento

Aprile, Antonio María (Carona, h.1500 – Genova, h.1550). Escultor lombardo que trabajó en España. Es el autor de los sepulcros de Pedro Enríquez de Ribera (h. 1520; capilla de la Univ. de Sevi lla) y de Francisco de Zúñiga y su esposa Leonor Manrique (1526-32; iglesia de San Lorenzo, Santiago de Compostela).


Hijo de Giovanni Antonio da Carona , talló un púlpito en la Catedral de la Asunción de Savona donde había ido con su familia. En 1520 creó un monumento funerario en honor a los padres del marqués Don Fadrique Enriquez de Ribera, ubicado en la Cartuja de Santa María de Las Cuevas, cerca de Sevilla.


En 1524 creó la tumba del obispo Francisco Ruiz, ubicada en el convento de San Juan de la Penitencia en Toledo . En los años siguientes realizó otros monumentos para varios nobles ibéricos.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
            https://es.wikipedia.org

Galería
Casa Pilatos en Sevilla. Fuente

Fachada de la Casa de Pilatos en Sevilla

Apolonio de Atenas (s. -1)



Apolonio de Atenas (s. - 1) Escultor griego. Autor del Torso del Belvedere (Museo del Vaticano). La estatua fue descubierta en lo que fueron los jardines del Teatro de Pompeyo, en el Campo de' Fiori (campo de las flores) durante el papado de Julio II (1503-1513).

La designación de esta escultura como representación de Hércules fue dada por Winckelmann (probablemente erróneamente) , la interpretación como "un héroe" es más aproximada.

Se le atribuye también El pugilista, en bronce, actualmente en el Museo Nacional de Roma.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obra
El púgil en reposo

Torso del Belvedere

Apeles (s. - IV)



Apeles (s. - IV)  Pintor griego, el más famoso de la antigüedad.

Vivió en Éfeso y Cos; pintó a Filipo de Macedonia y a Alejandro Magno, de quien fue retratista oficial. De entre sus pinturas, caracterizadas por su gran realismo y hoy todas desaparecidas, los autores antiguos recuerdan Afrodita Anadiomene, La Calumnia, Artemisa con un coro de vírgenes y Triunfo de Alejandro.

En Grecia, al mismo tiempo que disminuye el interés por el gran arte monumental, la pintura desciende también de los frescos decorativos a los cuadros de caballete. La evolución de la pintura griega es más rápida que la de la escultura. Es interesante recordar en este sentido, que Polignoto, hijo y discípulo de un pintor de Taso, Aglaofón, y que es el maestro característico de los grandes frescos de Delfos, Atenas y Platea, ya pintó cuadritos de género sobre tablas a las que se había dado previamente una ligera capa de estuco; en el fondo, la técnica continuaba siendo la misma de la pintura al fresco, y los colores utilizados eran los cuatro fundamentales.

El Sacrificio de lfigenia (Museo Nacional de Nápoles). El drama de la hija de Agamenón cuyo sacrificio pidieron los oráculos para aplacar la cólera de los dioses y a quien Artemisa sustituyó, en el último momento, por una cierva, era un tema propicio a la representación pictórica por el dinamismo y el grave y noble aliento que de ella se desprendía. En esta supuesta réplica de un original de Timantes, discípulo de Parrasio, hallado en una casa de Pompeya, se ve a Agamenón, a la izquierda, cubriéndose el rostro "porque la pintura no alcanza a expresar tamaño dolor". lfigenia, sostenida por Ulises y Diomedes, está presta al holocausto. Pero en el cielo, Artemisa aparece ya con la cierva que la sustituirá. Todo está detenido en la composición, que expresa la espera angustiosa.

João Antunes (1642-1712)


Barroco

Antunes, João (1642-1712) Arquitecto portugués, considerado uno de los más importantes del período barroco en Portugal.

Biografía

Como arquitecto de la corte portuguesa su trabajo principal es la Iglesia de Santa Engracia (iniciado en 1682), en Lisboa, la construcción de una cruz griega, con fachadas curvas típicas de la arquitectura barroca de Borromini.

Antunes también fue responsable de los proyectos para la Iglesia de San Eloi (construida después de 1694, destruida en el terremoto de 1755) y la Iglesia de Menino Deus (1711-1737) en Lisboa. Estas iglesias tenían la forma de un rectángulo con bordes angulares, tomando la forma de un octágono irregular. Posiblemente influencias del arquitecto italiano Guarino Guarini, también presente en otras iglesias en Portugal y el Brasil colonial. Todas estas iglesias fueron decoradas con paneles de mármol con influencia italiana del siglo XVIII.

Antunes fue responsable de la Iglesia de Bom Jesus de Barcelos, que comenzó en 1704. El diseño innovador de esta iglesia consiste en una iglesia de cruz griega (una influencia de Santa Engrácia) insertada en un hexágono redondo de cuatro lados. Otra obra de Antunes en el norte de Portugal fue la renovación de la sacristía de la catedral de Braga.

También es responsable de la sacristía del Hospital de São José, antiguo convento y colegio de Santo Antão-o-Novo, en Lisboa.

João Antunes también diseñó varios retablos barrocos para las capillas e iglesias de la nobleza privada, como la Iglesia de Santo Antão en Lisboa y la Capilla de São Vicente en la Catedral de Lisboa (perdida en el terremoto de 1755). Otra obra notable es la tumba de la princesa Juana en el Monasterio de Jesús (actual Museo de Aveiro). Todas estas obras fueron hechas de mármol policromado de influencia italiana. A la muerte de João Antunes en 1712, será el arquitecto João Frederico Ludovice el que complete las obras que debían completarse.


Galería
Capela-mor da Igreja de Nossa
Senhora da Encarnação, Lisboa

Coro-baixo do Mosteiro de Jesus, Aveiro

José Antolínez (1635-1675)


Antolínez, José (Madrid, noviembre de 1635 - 30 de mayo de 1675) Pintor español. Excelente colorista con influencias de la escuela veneciana. Autor de numerosos cuadros de la Inmaculada Concepción y también de una Santa Rosa (Museo de Budapest), un Niño Jesús dormido (Ermitage de Leningrado), la Glorificación de la Magdalena (Museo del Prado), el Vendedor de cuadros (Pinacoteca de Munich), etcétera.

Hijo de Ana de Sarabia y de Juan Antolín, un artesano carpintero fabricante de cofres, pero con casa solariega en Espinosa de los Monteros y una holgada posición económica, fue bautizado en la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Madrid el 7 de noviembre de 1635. En el bautismo recibió el nombre de Claudio José Vicente. Como su hermano Francisco, siempre tuvo pretensiones nobiliarias, llegando a entablar pleito en 1662 por el reconocimiento de su hidalguía. Uno de sus hijos, capitán de caballos, obtuvo dispensa papal para ingresar en la Orden de Calatrava, obteniendo de este modo el reconocimiento que había perseguido la familia.​

Su formación como pintor debió de comenzar al lado de Julián González de Benavides, un modesto «pintor de tienda», que en 1653 se convertiría en su suegro, completándola, como indica Antonio Palomino, asistiendo algún tiempo a la escuela de Francisco Rizi, con quien no tardaría en enemistarse, y frecuentando las academias abiertas por entonces en Madrid. En su biografía Palomino lo describe como hombre de carácter altivo y vanidoso, diestro en el manejo de la espada, de agudos dichos y genio mordaz. Su prematura muerte, ocurrida en Madrid el 30 de mayo de 1675, habría sido provocada, según el biógrafo cordobés, por ese desmedido orgullo y por su afición a la espada negra, pues le llegó tras sostener un «ajuste» con otros aficionados del que salió molido a golpes, y «o bien fuese del molimiento, o bien de no haber quedado tan airoso, como quisiera, se fue a su casa, y se encendió luego en calentura tan maligna, que en pocos días acabó con él».​ Su abundante obra conservada, pese a la brevedad de su vida, y su testamento indican, no obstante, que se trató de una persona laboriosa, de vida ordenada y amante de su familia.​ Tuvo como discípulo, según Palomino, a Alonso del Barco, pintor de paisajes.

Fuentes: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Galería
Martirio de San Sebastián, 1657

Retrato de una niña, 1660

Antemio de Tralles (h. 474-h.558)

 


Antemio de Tralles (en griego antiguo: Ἀνθέμιος ὁ Τραλλιανός; Trales, ca. 474 d. C.-ca. 558) (1ª mitad s. VI) Arquitecto y matemático, n. en Tralles (Lidia). Por orden de Justiniano reconstruyó y amplió (532-537) la basílica de Santa Sofía, en Constantinopla (incendiada en 531), obra que no pudo terminar. 

Procedía de una familia culta: su padre, Estéfano, era médico, como dos de sus hermanos, otro era abogado y a un cuarto se le describía como «hombre de letras».

La construcción de la basílica se realizó del 532 al 537, aunque debido a un derrumbamiento de la cúpula en el 562 hubo que retocarla. El encargo vino de mano del emperador bizantino Justiniano I. Lo más destacado de la obra es su cúpula, que descansa en un gran cuadrado sobre cuatro pechinas y acaba en cuarenta ventanas que dan la apariencia de sostener la cúpula en un mar de luz.

Su talento parece que abarcaba también la ingeniería, ya que se dice que le fue encargado reparar las defensas contra las inundaciones en Dara, una fortificación bizantina en Siria. También fue un matemático capaz. Describió la construcción de una elipse y escribió un libro sobre las secciones cónicas, que fue de mucha utilidad para proyectar la cúpula de Santa Sofía. Compiló un estudio sobre las configuraciones en espejo en su obra sobre dispositivos mecánicos que fue conocida por los matemáticos árabes como Ibn al-Haytham.

Fuentes: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obra
Vista interior de la cúpula de la iglesia de Santa Sofía

Vista interior de la cúpula de la iglesia de Santa Sofía

Fra Angelico (1395-1455)

 

Retrato obra de Luca Signorell

RenacimientoQuattrocento italiano.

Angelico, Beato Guido di Pietro da Mugello, llamado Fra (Vicchio di Mugello, Florencia 24 de junio de 1390 - Roma, 18 de febrero de 1455) Pintor cuatrocentista italiano que supo combinar la vida de fraile dominico con la de pintor consumado. Fue llamado Angélico por su temática religiosa, la serenidad de sus obras y porque era un hombre de extraordinaria devoción. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1982.

Giorgio Vasari en su libro Vida de los mejores, pintores, escultores y arquitectos se refiere a él como Fra Giovanni Angelico, poseedor de un "raro y perfecto talento" y menciona que "nunca levantó el pincel sin decir una oración ni pintó el crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas".

Biografía

Primeros años

Su nombre secular era Guido di Pietro da Mugello y nació en Vicchio (región de Toscana). En 1418 ingresó en un convento dominico en Fiesole y alrededor de 1425 se convirtió en fraile de la orden con el nombre de Giovanni da Fiesole. Aunque se desconoce quién fue su maestro, se cree que comenzó su carrera artística como iluminador de misales y otros libros religiosos. Después empezó a pintar retablos y tablas.

Entre las obras importantes de sus comienzos se cuentan la Madonna de la estrella (c. 1428-1433, San Marcos, Florencia) y Cristo en la gloria rodeado de santos y de ángeles (National Gallery, Londres), donde aparecen pintadas más de 250 figuras diferentes. También a ese periodo pertenecen dos obras tituladas La coronación de la Virgen (San Marcos y Museo del Louvre, París) y El juicio universal (San Marcos). La madurez de su estilo se aprecia por primera vez en la Madonna dei Linaioli (1433, San Marcos), en donde pinta una serie de doce ángeles tocando instrumentos musicales.

En 1436, los dominicos de Fiesole se trasladaron al convento de San Marcos de Florencia que acababa de ser reconstruido por Michelozzo. Fra Angélico, sirviéndose a veces de ayudantes, pintó numerosos frescos en el claustro, la sala capitular y las entradas a las veinte celdas de los frailes de los corredores superiores. Los más impresionantes son La crucifixión, Cristo peregrino y La transfiguración. El retablo que hizo para San Marcos (c. 1439) es una de las primeras representaciones de lo que se conoce como sacra conversación: la Virgen acompañada de ángeles y santos que parecen compartir un espacio común. Allí pintó una Anunciación.

La etapa romana

En 1445, Fra Angélico fue llamado a Roma por el papa Eugenio IV para pintar unos frescos en la capilla del Sacramento del Vaticano, hoy desaparecida. En 1447, pintó los frescos de la catedral de Orvieto junto con su discípulo Benozzo Gozzoli.

Sus últimas obras importantes, los frescos realizados en el Palacio Apostólico para decorar la Capilla Nicolina, representan episodios de las vidas de san Lorenzo y de san Esteban (1447-1449), y probablemente hayan sido pintados por ayudantes a partir de diseños del maestro. Desde 1449 hasta 1452, Fra Angélico fue el prior de su convento de Fiesole.

Murió en un convento dominico de Roma el 18 de febrero de 1455.

Su obra

Fra Angélico combinó la elegancia decorativa del gótico, en particular del gótico internacional de Gentile da Fabriano, con el estilo más realista de otros maestros del renacimiento como el pintor Masaccio y los escultores Ghiberti y Donatello, que trabajaban en Florencia, y aplicó también las teorías sobre la perspectiva de León Battista Alberti. Las expresiones de devoción en los rostros son muy logradas, así como la utilización del color que consigue dar mayor intensidad emotiva a la obra.

Su maestría en la creación de figuras monumentales, en la representación del movimiento y en la capacidad para crear planos de profundidad a través de la perspectiva lineal, especialmente en los frescos realizados en Roma, lo confirman como uno de los pintores más importantes del primer Renacimiento.


Obra
Virgen de la Humildad, 1418

Virgen de la Humildad, 1419

Andrónico de Cirro (s. -1)



Andrónico de Cirro (s. -1) Arquitecto griego de Siria. Construyó en Atenas el monumento llamado Torre de los Vientos (se conserva buena parte), el cual, además de indicar los vientos. contenía un reloj hidráulico (horologium).

Presenta una forma octagonal, con figuras talladas en cada lado que representan los ocho vientos principales. En la antigüedad se hallaba en la cumbre una figura de bronce de Tritón, que poseía una vara en su mano que giraba con el viento y apuntaba en función del mismo. De aquí proviene la costumbre de colocar veletas en lo alto de las torres.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
            https://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%B3nico_de_Cirro

Obra
Torre de los Vientos

El Horologion

Punto al Arte