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Artistas de la A a la Z

Gerhard Richter (1932)


Expresionismo abstracto. Nueva Pintura Europea.

Richter, Gerhard (Dresde, 1932) Pintor alemán. . Entre 1952 y 1956 estudia en la Academia de Arte de Dresde, donde recibe una enseñanza rigurosa basada en el realismo social, en la tradición de la pintura de trompe-l'oeil, donde todas las otras tendencias modernas están proscritas. Pronto se da cuenta de que tiene que abandonar este ambiente, y entre 1961 y 1963 estudia en la Academia de Düsseldorf, donde la tendencia vigente es la abstracción tachista. Hasta 1962 su obra es fundamentalmente figurativa, influida por Giacometti, Bacon y Dubuffet.

Durante los primeros sesenta ve en la obra de Lichtenstein las posibilidades que ofrece el uso de métodos poco convencionales para crear cuadros; esta influencia, unida al ambiente iconoclasta del movimiento Fluxus, le llevan a declarar: "...Pintaré una foto...", dándose cuenta de que por este medio podría reconciliar su deseo de mantener una actitud radical y nueva con su habilidad técnica y su formación más conservadora de Dresde. Desde 1962 el artista crea numerosas foto-pinturas, todas ellas más fotográficas que las transposiciones de Rauschenberg y mucho más pictóricas que las apropiaciones que Warhol hace de la iconografía de los medios de comunicación. A partir de este momento, al igual que Polke, comienza a interesarse por temas sacados de los medios de comunicación de masas y produce algunos cuadros basados en fotografías de periódicos o fotos de aficionados, en donde los dos géneros realistas de pintura y fotografía se enfrentan. Desde entonces ha pintado muchos cuadros en los que explora la percepción por parte del espectador de objetos familiares, interceptada por las técnicas de la pintura (Imágenes de Ciudad, 1968-1969; Nubes, 1968-1970-1971-1976; Montañas, 1968-1969). La temática preferida por Richter es de carácter sentimental, y en sus trabajos más recientes representa paisajes bucólicos de centroeuropa, inmersos en una atmósfera romántica, como vistos a través de un objetivo en el que confluyen distintas visiones de una misma realidad: el resultado es una combinación entre la objetividad fotográfica y la delicadeza poética de la pintura.

En 1963 Richter y Konrad Fisher hacen un happening titulado Una manifestación para el realismo capitalista, a partir del cual la obra de Richter se ha interpretado erróneamente como Pop. Junto con Palermo y Polcke utiliza telas corrientes, compradas en grandes almacenes, lo que evidentemente es una actitud propia del pop, pero su obra va más allá, porque el tema no es sólo la iconografía de los medios de comunicación de masas sino la pintura misma. A finales de los años sesenta su trabajo se hace puramente abstracto, comenzaron por una serie de cuadros monocromos, llamados Cuadros grises, inspirados por la guerra del Vietnam. Aplica a estos cuadros la frase de John Cage: "...No tengo nada que decir y lo estoy diciendo...".

A partir de los años ochenta se concentra en abstracciones de carácter expresionista, en las que hace un uso vigoroso del color, y reserva la figuración para una serie complementaria, pero separada, de fotopinturas. En los cuadros abstractos utiliza un enorme repertorio de efectos pictóricos, en los que condensa esquemáticamente la historia de la pintura moderna alemana.

Desde 1968 es profesor en la Academia de Arte de Düsseldorf. Expone regularmente en galerías y museos de Europa y América; como muestra, puede mencionarse la exposición de algunas de sus obras en el Museo Guggenheim de Bilbao en junio de 2004.

Fuente: Texto extraído de www.mcnbiografias.com

Obras comentadas

Boca (labos de Brigitte Bardot), 1963

Los interceptores Phantom, 1964

Moritz de Gerhard Richter

 


Aparentemente una pintura de su hijo pequeño, Mortiz ejemplifica la afinidad de Richter por lograr un tenso equilibrio entre la abstracción y la figuración. Esta pintura es un híbrido, aparentemente fluctuando entre dos áreas contrastantes sin terminar, una sección renderizada de manera realista (en parte remontándose a la educación del Realismo Social de Richter), la otra desvaneciéndose en un etéreo "ruido blanco". Mortiz recuerda la combinación de Andy Warhol de imágenes apropiadas y técnicas de serigrafía pintada; un resplandor brumoso emana aparentemente del niño, proporcionando así un poderoso contraste con la realidad material de la superficie pintada.

Fuente: https://www.wikiart.org/

Ventana de la catedral de Colonia de Gerhard Richter



La ventana de la catedral de Colonia es la vidriera del crucero sur de la catedral de Colonia diseñada por el artista de Colonia. Gerhard Richter. Sobre una superficie de 106 metros cuadrados se dispusieron aleatoriamente 11.263 cuadrados de vidrio de 72 colores de 9,6 cm × 9,6 cm. La ventana se inauguró el 25 de agosto de 2007 como parte de una celebración eucarística; la ejecución abstracta fue celebrada y fuertemente criticada. 

Originalmente, en 1863, se instalaron ventanas con la representación de gobernantes seculares y cristianos realizadas por el Instituto Real de Vidrieras en Berlín-Charlottenburg, donadas por el Reino de Prusia. Las ventanas fueron destruidas en la Segunda Guerra Mundial y reemplazadas en 1948 por un simple acristalamiento ornamental de Wilhelm Teuwen.

Fuente: https://www.wikiart.org/

Germaine Richier (1902-1959)



Richier, Germaine (Grans, 16 de septiembre de 1902 - 21 de julio de Montpellier, 1959) Escultora francesa. 

Biografía

Nacida en Grans, Richier comenzó sus estudios en la École des Beaux-Arts de Montpellier; en 1926 fue a trabajar con Antoine Bourdelle, permaneciendo en su estudio hasta su muerte en 1929. Allí conoció a Alberto Giacometti, aunque los dos nunca estuvieron cercanos. Richier por su parte estaba más interesada en un enfoque clásico a la escultura, prefiriendo trabajar a partir de un modelo en vivo y luego volviendo a trabajar el producto final. También conoció a César Baldaccini en esta etapa de su carrera.

La primera obra de Richier fue fantástica, combinando formas clásicas con híbridos humano-animales y representando criaturas como la araña y la hidra. Su estilo se convirtió en menos figurativo después de la Segunda Guerra Mundial; las deformaciones corporales que ella favorecía como tema se vieron más acentuadas en un intento de transmitir un mayor sentido de la angustia.

La controversia mayor que rodeaba la obra de Richier vino con su creación de una estatua de Cristo para la iglesia de Notre-Dame de Toute Grâce du Plateau d'Assy. Pretendía representar el tormento espiritual y físico de Cristo, se ordenó que la escultura se ocultara por orden del obispo de Annecy. Este acontecimiento fue el catalizador de un gran debate sobre la naturaleza y el papel del arte sacro que tuvo lugar a lo largo de los cincuenta, durante el cual muchos artistas se vieron opuestos al papel tradicional del arte religioso y académico. Algunos han descrito la controversia como un debate sobre la naturaleza de Dios en la sociedad moderna. Richier, por su parte, ganó algo de notoriedad con todo este negocio, pero pareció volver a la oscuridad de nuevo antes de su muerte en 1959.

Richier fue celebrada en un sello postal emitido por La Poste en 1993 como parte de una serie conmemorativa que representaba a los artistas.


Obra comentada

José de Ribera (1591-1652)

 


Ribera, José de (Játiva, 12 de enero de 1591 - Nápoles, 2 de septiembre de 1652) Pintor barroco español, llamado en Italia lo Spagnoletto. Fue el primer gran maestro de la escuela española del s. XVII y uno de los más importantes del siglo. Nacido en Játiva, marchó muy joven a Italia (probablemente antes de 1615). Su formación juvenil con Ribalta no ha podido ser demostrada; se especula sobre su estancia en el norte de Italia, pero se tienen abundantes datos acerca de una etapa juvenil en Roma entre 1615 y 1616, donde pintó una pnmera sene de Los sentidos, de la que se conservan dos cuadros y existen copias de otros tres.

En 1616 pasó a Nápoles, donde fue protegido por el virrey español, duque de Osuna, para el que pintó, entre 1616 y 1620, diversos lienzos que se conservan en la Colegiata de Osuna (San Sebastián, El Calvario) Ribera se casó con Catalina Azzolino, hija de un pintor mediocre. En esa primera época en Nápoles realizó numerosos grabados, de sólido dibujo y firmeza de líneas (de 1621 son el San Jerónimo y San Pedro penitente). Ribera inició su pintura con un tenebrismo caravaggiesco, pero mientras Caravaggio confiere intensidad al cuadro mediante sus fuertes contrastes de claroscuro, apoyado por el dinamismo de las actitudes, en el español el claroscurismo sirve para proporcionar cierto misterio a la obra, sin romper por ello la serenidad y el equilibrio de las escenas. De esta primera etapa son sus cuadros religiosos de interpretación grandiosa y profética: San Jerónimo (1626; Ermitage, San Petersburgo), San Sebastián curado por las santas mujeres (1628: Ermitage). Junto a éstos hay que señalar los cuadros de tema mitológico: Sileno borracho (1626; Museo de Nápoles). Los mismos modelos se transforman en personajes de visión ascética cuando presenta imágenes de profetas, apóstoles, santos, etc., como los del Prado: San Pablo Ermitaño, San Roque, San Andrés, Santiago el Mayor. Comienza en estos años su etapa de madurez, en la que se libera lentamente de su tenebrismo inicial, su paleta se hace más clara y luminosa y sus tonos más armoniosos: Inmaculada Concepción (1635; convento de las Agustinas de Salamanca), encargado por el virrey de Nápoles, conde de Monterrey. Son éstos los años de su gran producción, en los que se acentúa la riqueza de color de su paleta, inspirado por el colorismo veneciano; de esta época son Venus y Adonis (Roma), Apolo y Marsias (Nápoles) y la serie de cuadros para la cartuja de San Martina (1638-43) en Nápoles, una de las mejores creaciones de la pintura barroca española. Ribera huye de las composiciones complicadas y aparatosas, frecuentes en el barroco italiano y flamenco, reduciendo esta complicación exterior y haciendo ganar a sus figuras en intensidad emotiva (Sueño de Jacob, 1639; Prado). De 1646 es uno de sus más importantes cuadros de altar: El milagro de San Jenaro (catedral de Nápoles).

Ribera mostró también su gusto por lo anecdótico y popular: serie de Los filósofos (cols. part.); representaciones de mendigos o de tipos populares (La muchacha de la pandereta, El alegre bebedor, El bebedor de moscatel, cols. part.), o de seres extravagantes como La mujer barbuda (1631; Hospital Tavera, Toledo); así como varias series de Los sentidos, que le permitían representar tipos populares napolitanos. Las últimas obras del maestro denotan una gran riqueza en el dominio de la composición y del color: Adoración de los pastores (1650; Louvre), San Jerónimo penitente (1652; Prado).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obras comentadas


Galería
Alegoría de la vista, 1613

San Mateo con el ángel, 1613

Niño Cojo de José de Ribera

 

Llamado por los napolitanos "Spagnoletto" debido a su baja estatura, tuvo ocasión de conocer a Caravaggio en Roma y Nápoles y, como tantos pintores de la época, experimentó su influencia. Sin embargo, la interpretación de Ribera se inclinó por la verdad del detalle vulgar y por los efectismos de una luz rasante. Este niño tullido, que sonríe pese a su desgracia y su miseria, parece corresponder al tema popular de la picaresca.

(Musée du Louvre, París).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

San Andrés de José de Ribera

 

Detalle en el que se muestra lo mejor de su técnica lumínica y un válido intento de penetración psicológica. En esta obra, la singular mezcla de luz y tinieblas típica del autor, y en cierto modo caravaggista, le ha valido un merecido a precio. 

(Museo del Prado, Madrid). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Martirio de San Bartolomé de José de Ribera


Obra famosa que acusa, sin embargo, cierta brutalidad y truculencia. Los grupos que a ambos lados contemplan los preparativos para la tortura del santo sugieren de manera evidente un gentío. Algunos personajes están perfectamente dibujados, mientras que otros se insinúan contra el cielo transparente, un elemento insólito en el tenebrismo de Ribera.

(Museo del Prado, Madrid).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Apolo y Marsias de José de Ribera


José de Ribera, conocido con el sobrenombre de lo Spagnoletto, o sea, "el Españolito", por su origen y pequeña estatura, pone de manifiesto la crudeza de su realismo en su obra Apolo y Marsias.

Como la mayoría de los pintores del siglo XVII, Ribera dedicó gran parte de su producción a los asuntos religiosos, principalmente de santos, aunque también se acercó a la temática mitológica en diversas ocasiones debido, sin duda, a su residencia en Italia, donde este tema era tradicionalmente apreciado. La escena concentra el punto culminante en que Apolo despelleja a Marsias ante la mirada de horror de varios personajes situados al fondo de la composición, en un segundo plano.

La historia, extraída de la literatura antigua, explica cómo Marsias, un sátiro seguidor de Dionisia se jactaba de su gran habilidad para tocar la flauta. Su orgullo le llevó a retar a Apolo a una composición musical. El vencedor tendría el privilegio de imponer cualquier castigo al contrincante. Los encantos de su melodía no pudieron rivalizar con la lira del dios y éste fue el ganador, que impuso a Marsias, por su arrogancia, un castigo feroz: lo ató a un árbol y lo mató cruelmente.

El pintor de origen valenciano muestra el aspecto más sádico del mito. El momento en que Marsias, representado sin los rasgos de cabra que son normales en un sátiro, está siendo desollado por las propias manos de su rival, que contrariamente muestra un gesto alegre y complaciente. El vencido aparece en el suelo colgado del árbol con las manos y los pies atados retorciéndose de dolor. Este pronunciado escorzo de la figura recuerda particularmente El Martirio de San Pedro de Caravaggio.

Este sentimiento trágico y violento que aplicó a su obra fue completamente incomprendido. Ribera combina dos estilos: la de los maestros venecianos y la del clasicismo. Utiliza una riqueza cromática típica de Tiziano en la túnica del dios de la belleza, mientras que el rigor y la claridad compositiva la toma de los clasicistas, al igual que la energía concentrada en los rostros de los protagonistas.

Estos son algunos de los factores no caravaggiescos que intervinieron en la configuración de su complejo arte. Ahora bien, este interés por la realidad concreta, constante en casi toda su obra, es llevada a un extremo en este lienzo, que recuerda a los martirios de su primera etapa. También, al igual que sus obras anteriores, la composición está resuelta equilibradamente, a pesar de lo inestable de las actitudes de los personajes principales, los cuales presentan un hábil tratamiento anatómico.

Con la técnica del claroscuro logra extraordinarios efectos de luz y sombra, gracias al contraste que crea entre las zonas violentamente iluminadas, que centran la atención del espectador y las zonas oscuras.

Dos versiones de Apolo y Marsias se conservan respectivamente en el Museo Real de Bellas Artes de Bruselas y en el Museo Nacional del Capodimonte de Nápoles. Ambas pinturas, de 182 x 232 cm, son fechadas en el año 1637.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat. 

Guido Reni (1575-1642)

 


Reni, Guido (Calvenzano, 4 de noviembre de 1575 - Bolonia, 18 de agosto de 1642) Pintor italiano de la escuela boloñesa.


Biografía

Se forma en el manierismo tardío de Calvaert, y luego en la Academia de Bolonia con los Carracci. Hacia 1599 se traslada a Roma, donde tiene la oportunidad de estudiar la obra de Rafael. Sus primeras obras muestran las distintas etapas de su formación, de un manierismo tardío en las primeras, pasa a un clasicismo estricto propio de los Carracci, patente en su Asunción, para moderarlo posteriormente con influencias de Rafael.

Pero en Roma, además de estar en contacto con Annibale Carracci, conoce la obra de Caravaggio, cuya influencia se hace evidente en una obra de 1604, La Crucifixión de San Pedro, inspirado directamente en el cuadro de Caravaggio de Santa María del Popolo. En 1605 regresa a Bolonia, donde realiza junto a Ludovico Carracci un fresco para San Michele in Bosco, hoy prácticamente perdido. Tres años después regresa a Roma donde realiza los frescos de la Sala de Aldobrandine y la Sala de las Damas del Vaticano. Entre 1608 y 1610 realiza la decoración de la capilla de la Anunciación en el Quirinal y de la Capilla Paolina en Santa María Maggiore.

De 1612 es una de sus mejores obras, La Matanza de los Inocentes y La Aurora. Hacía 1614 Reni se establece definitivamente en Bolonia, ciudad en la que pasa el resto de su vida, excepto un viaje a Nápoles en 1622 y otro a Roma en 1627. De este período son obras como La Piedad de Santa María dei Mendicanti, Los trabajos de Hércules, pintados para el duque de Mantua, Lucrecia, La Adoración de los Pastores o Cleopatra.


Obra comentada


Galería
Coronación de la Virgen con Santa Catalina de Alejandría, San Juan Evangelista, San Juan Bautista, 1596

Madonna del Rosario, 1598

El Carro de Apolo, rodeado de las Musas y precedido por la Aurora de Guido Reni

  

Guido Reni fue discípulo de los Carracci. Pintado al fresco en la bóveda del casino del jardín del Palacio Rospigliosi de Roma, es una obra de gran frescura y espontaneidad.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat

Punto al Arte