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Artistas de la A a la Z

João Antunes (1642-1712)


Barroco

Antunes, João (1642-1712) Arquitecto portugués, considerado uno de los más importantes del período barroco en Portugal.

Biografía

Como arquitecto de la corte portuguesa su trabajo principal es la Iglesia de Santa Engracia (iniciado en 1682), en Lisboa, la construcción de una cruz griega, con fachadas curvas típicas de la arquitectura barroca de Borromini.

Antunes también fue responsable de los proyectos para la Iglesia de San Eloi (construida después de 1694, destruida en el terremoto de 1755) y la Iglesia de Menino Deus (1711-1737) en Lisboa. Estas iglesias tenían la forma de un rectángulo con bordes angulares, tomando la forma de un octágono irregular. Posiblemente influencias del arquitecto italiano Guarino Guarini, también presente en otras iglesias en Portugal y el Brasil colonial. Todas estas iglesias fueron decoradas con paneles de mármol con influencia italiana del siglo XVIII.

Antunes fue responsable de la Iglesia de Bom Jesus de Barcelos, que comenzó en 1704. El diseño innovador de esta iglesia consiste en una iglesia de cruz griega (una influencia de Santa Engrácia) insertada en un hexágono redondo de cuatro lados. Otra obra de Antunes en el norte de Portugal fue la renovación de la sacristía de la catedral de Braga.

También es responsable de la sacristía del Hospital de São José, antiguo convento y colegio de Santo Antão-o-Novo, en Lisboa.

João Antunes también diseñó varios retablos barrocos para las capillas e iglesias de la nobleza privada, como la Iglesia de Santo Antão en Lisboa y la Capilla de São Vicente en la Catedral de Lisboa (perdida en el terremoto de 1755). Otra obra notable es la tumba de la princesa Juana en el Monasterio de Jesús (actual Museo de Aveiro). Todas estas obras fueron hechas de mármol policromado de influencia italiana. A la muerte de João Antunes en 1712, será el arquitecto João Frederico Ludovice el que complete las obras que debían completarse.


Galería
Capela-mor da Igreja de Nossa
Senhora da Encarnação, Lisboa

Coro-baixo do Mosteiro de Jesus, Aveiro

José Antolínez (1635-1675)


Antolínez, José (Madrid, noviembre de 1635 - 30 de mayo de 1675) Pintor español. Excelente colorista con influencias de la escuela veneciana. Autor de numerosos cuadros de la Inmaculada Concepción y también de una Santa Rosa (Museo de Budapest), un Niño Jesús dormido (Ermitage de Leningrado), la Glorificación de la Magdalena (Museo del Prado), el Vendedor de cuadros (Pinacoteca de Munich), etcétera.

Hijo de Ana de Sarabia y de Juan Antolín, un artesano carpintero fabricante de cofres, pero con casa solariega en Espinosa de los Monteros y una holgada posición económica, fue bautizado en la iglesia de los Santos Justo y Pastor de Madrid el 7 de noviembre de 1635. En el bautismo recibió el nombre de Claudio José Vicente. Como su hermano Francisco, siempre tuvo pretensiones nobiliarias, llegando a entablar pleito en 1662 por el reconocimiento de su hidalguía. Uno de sus hijos, capitán de caballos, obtuvo dispensa papal para ingresar en la Orden de Calatrava, obteniendo de este modo el reconocimiento que había perseguido la familia.​

Su formación como pintor debió de comenzar al lado de Julián González de Benavides, un modesto «pintor de tienda», que en 1653 se convertiría en su suegro, completándola, como indica Antonio Palomino, asistiendo algún tiempo a la escuela de Francisco Rizi, con quien no tardaría en enemistarse, y frecuentando las academias abiertas por entonces en Madrid. En su biografía Palomino lo describe como hombre de carácter altivo y vanidoso, diestro en el manejo de la espada, de agudos dichos y genio mordaz. Su prematura muerte, ocurrida en Madrid el 30 de mayo de 1675, habría sido provocada, según el biógrafo cordobés, por ese desmedido orgullo y por su afición a la espada negra, pues le llegó tras sostener un «ajuste» con otros aficionados del que salió molido a golpes, y «o bien fuese del molimiento, o bien de no haber quedado tan airoso, como quisiera, se fue a su casa, y se encendió luego en calentura tan maligna, que en pocos días acabó con él».​ Su abundante obra conservada, pese a la brevedad de su vida, y su testamento indican, no obstante, que se trató de una persona laboriosa, de vida ordenada y amante de su familia.​ Tuvo como discípulo, según Palomino, a Alonso del Barco, pintor de paisajes.

Fuentes: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Galería
Martirio de San Sebastián, 1657

Retrato de una niña, 1660

Antemio de Tralles (h. 474-h.558)

 


Antemio de Tralles (en griego antiguo: Ἀνθέμιος ὁ Τραλλιανός; Trales, ca. 474 d. C.-ca. 558) (1ª mitad s. VI) Arquitecto y matemático, n. en Tralles (Lidia). Por orden de Justiniano reconstruyó y amplió (532-537) la basílica de Santa Sofía, en Constantinopla (incendiada en 531), obra que no pudo terminar. 

Procedía de una familia culta: su padre, Estéfano, era médico, como dos de sus hermanos, otro era abogado y a un cuarto se le describía como «hombre de letras».

La construcción de la basílica se realizó del 532 al 537, aunque debido a un derrumbamiento de la cúpula en el 562 hubo que retocarla. El encargo vino de mano del emperador bizantino Justiniano I. Lo más destacado de la obra es su cúpula, que descansa en un gran cuadrado sobre cuatro pechinas y acaba en cuarenta ventanas que dan la apariencia de sostener la cúpula en un mar de luz.

Su talento parece que abarcaba también la ingeniería, ya que se dice que le fue encargado reparar las defensas contra las inundaciones en Dara, una fortificación bizantina en Siria. También fue un matemático capaz. Describió la construcción de una elipse y escribió un libro sobre las secciones cónicas, que fue de mucha utilidad para proyectar la cúpula de Santa Sofía. Compiló un estudio sobre las configuraciones en espejo en su obra sobre dispositivos mecánicos que fue conocida por los matemáticos árabes como Ibn al-Haytham.

Fuentes: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obra
Vista interior de la cúpula de la iglesia de Santa Sofía

Vista interior de la cúpula de la iglesia de Santa Sofía

Fra Angelico (1395-1455)

 

Retrato obra de Luca Signorell

RenacimientoQuattrocento italiano.

Angelico, Beato Guido di Pietro da Mugello, llamado Fra (Vicchio di Mugello, Florencia 24 de junio de 1390 - Roma, 18 de febrero de 1455) Pintor cuatrocentista italiano que supo combinar la vida de fraile dominico con la de pintor consumado. Fue llamado Angélico por su temática religiosa, la serenidad de sus obras y porque era un hombre de extraordinaria devoción. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1982.

Giorgio Vasari en su libro Vida de los mejores, pintores, escultores y arquitectos se refiere a él como Fra Giovanni Angelico, poseedor de un "raro y perfecto talento" y menciona que "nunca levantó el pincel sin decir una oración ni pintó el crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas".

Biografía

Primeros años

Su nombre secular era Guido di Pietro da Mugello y nació en Vicchio (región de Toscana). En 1418 ingresó en un convento dominico en Fiesole y alrededor de 1425 se convirtió en fraile de la orden con el nombre de Giovanni da Fiesole. Aunque se desconoce quién fue su maestro, se cree que comenzó su carrera artística como iluminador de misales y otros libros religiosos. Después empezó a pintar retablos y tablas.

Entre las obras importantes de sus comienzos se cuentan la Madonna de la estrella (c. 1428-1433, San Marcos, Florencia) y Cristo en la gloria rodeado de santos y de ángeles (National Gallery, Londres), donde aparecen pintadas más de 250 figuras diferentes. También a ese periodo pertenecen dos obras tituladas La coronación de la Virgen (San Marcos y Museo del Louvre, París) y El juicio universal (San Marcos). La madurez de su estilo se aprecia por primera vez en la Madonna dei Linaioli (1433, San Marcos), en donde pinta una serie de doce ángeles tocando instrumentos musicales.

En 1436, los dominicos de Fiesole se trasladaron al convento de San Marcos de Florencia que acababa de ser reconstruido por Michelozzo. Fra Angélico, sirviéndose a veces de ayudantes, pintó numerosos frescos en el claustro, la sala capitular y las entradas a las veinte celdas de los frailes de los corredores superiores. Los más impresionantes son La crucifixión, Cristo peregrino y La transfiguración. El retablo que hizo para San Marcos (c. 1439) es una de las primeras representaciones de lo que se conoce como sacra conversación: la Virgen acompañada de ángeles y santos que parecen compartir un espacio común. Allí pintó una Anunciación.

La etapa romana

En 1445, Fra Angélico fue llamado a Roma por el papa Eugenio IV para pintar unos frescos en la capilla del Sacramento del Vaticano, hoy desaparecida. En 1447, pintó los frescos de la catedral de Orvieto junto con su discípulo Benozzo Gozzoli.

Sus últimas obras importantes, los frescos realizados en el Palacio Apostólico para decorar la Capilla Nicolina, representan episodios de las vidas de san Lorenzo y de san Esteban (1447-1449), y probablemente hayan sido pintados por ayudantes a partir de diseños del maestro. Desde 1449 hasta 1452, Fra Angélico fue el prior de su convento de Fiesole.

Murió en un convento dominico de Roma el 18 de febrero de 1455.

Su obra

Fra Angélico combinó la elegancia decorativa del gótico, en particular del gótico internacional de Gentile da Fabriano, con el estilo más realista de otros maestros del renacimiento como el pintor Masaccio y los escultores Ghiberti y Donatello, que trabajaban en Florencia, y aplicó también las teorías sobre la perspectiva de León Battista Alberti. Las expresiones de devoción en los rostros son muy logradas, así como la utilización del color que consigue dar mayor intensidad emotiva a la obra.

Su maestría en la creación de figuras monumentales, en la representación del movimiento y en la capacidad para crear planos de profundidad a través de la perspectiva lineal, especialmente en los frescos realizados en Roma, lo confirman como uno de los pintores más importantes del primer Renacimiento.


Obra
Virgen de la Humildad, 1418

Virgen de la Humildad, 1419

Andrónico de Cirro (s. -1)



Andrónico de Cirro (s. -1) Arquitecto griego de Siria. Construyó en Atenas el monumento llamado Torre de los Vientos (se conserva buena parte), el cual, además de indicar los vientos. contenía un reloj hidráulico (horologium).

Presenta una forma octagonal, con figuras talladas en cada lado que representan los ocho vientos principales. En la antigüedad se hallaba en la cumbre una figura de bronce de Tritón, que poseía una vara en su mano que giraba con el viento y apuntaba en función del mismo. De aquí proviene la costumbre de colocar veletas en lo alto de las torres.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
            https://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%B3nico_de_Cirro

Obra
Torre de los Vientos

El Horologion

Andrea del Sarto (1486-1530)

Autorretrato

Renacimiento. Cinquecento. Manierismo.

Andrea del Sarto,  (Florencia, 1486 – 1530) Pintor italiano, llamado también Andrea d'AganoloPintor italiano, n. en Florencia. Influido por Leonardo y Rafael, prodigioso dibujante y excelente colorista, su arte delicado representa la culminación del Renacimiento florentino; sus últimas obras insinúan ya el manierismo. Autor de los frescos sobre la vida de San Filippo Benizzi (iglesia de la Annunziata, Florencia, 151 O) y la Historia del Bautista (claustro florentino "degli Scalzi", 1512-26), así como de numerosas Madonas y retratos (Retrato de un escultor, Autorretrato).

Sucesor directo del arte florentino, no contaminado de romanismo, era discípulo de Piero di Cosimo, quien heredó, a su vez, de Botticelli y de Il Verrochio, las características de su estilo. Hijo de un sastre, Andrea d' Agnolo fue apodado por ello del Sarto. Empezó su carrera pintando los frescos del convento de los carmelitas y pintó después una infinidad de bellas imágenes de Madonas, de un tipo más florentino y delicado que las de Rafael.


⇦ Retrato de un hombre joven de Andrea del Sarto (Galería Nacional, Londres). Composición bañada por una luz mórbida, que revela un claro dominio de la técnica del "sfumato".



Sus colores cálidos, sin llegar al amaneramiento, tienen una gracia sentimental algo afeminada que a veces los hace deliciosos. Reproduce casi siempre un tipo de mujer sencilla, su propia esposa, que se llamaba Lucrecia, a la cual, por averla nel'animo impresa, se parecían casi todas las cabezas femeninas que el artista pintaba. La serie de Madonas de Andrea del Sarto permite seguir su evolución desde el desorden palpitante de la Anunciación (Galería Pitti), pintada en su juventud, hasta la dulce aristocracia de la célebre Madona de las Arpías (en los Uffizi), de 1517. 

Vasari, que fue su contemporáneo, se muestra muy difuso al explicar la vida de Andrea del Sarto. No obstante, se hace cargo de la valía de sus obras y relata, en los párrafos desordenados de su escrito, algunos datos biográficos interesantes. Según él, Andrea del Sarto hubiera sido el primer pintor de su época de no haber mostrado siempre cierta timidez de ánimo que le hizo mancar de grandeza e copiosita, a la maniera que la tuvieron otros pintores, es decir, Miguel Ángel y sus discípulos. También lamenta que Andrea no hubiese estado más tiempo en Roma, para miguelangelizarse.

Lucrecia di Fede de Andrea del Sarto (Museo del Prado, Madrid). Retratro que manifiesta no poco sobre la rica personalidad de la esposa del pintor, la cual le sirvió de inspiración de modo tan repetido que sus tipos femeninos denotan una extraña semejanza.

Para Vasari, Roma era (ya hacia mediados del siglo XVI), por sí sola, la mejor escuela de arte. Se si fusse fermo in Roma, egli avrebbe avanzato tutti gli artefice del tempo suo. Vasari nos informa también del viaje de Andrea del Sarto a Francia y de la acogida que le dispensó Francisco I, así como de la graciosa anécdota de su vuelta, por la nostalgia que le acometió al leer las cartas de su esposa, y de la alegre temporada que pasó en Florencia a su regreso hasta que agotó el dinero que le había dado el rey de Francia. La esposa de . Andrea del Sarto resulta un tipo muy moderno; parece una de esas compañeras de pintor, difíciles de contentar, dominando al marido por la colaboración que le procura como modelo. Así la vemos en los diversos retratos que el artista pintó de esta famosa Lucrecia di Fede.

Cierto es que la repetición del mismo tipo femenino, en todas las obras de Andrea del Sarto, se hace un poco monótona, pero, en cambio, el color es muy bello, los pliegues están suavemente combinados y la composición de los grupos es exquisita. Andrea del Sarto fue, realmente, el último gran artista florentino. Su vida transcurrió casi toda en Florencia y en Toscana, salvo su viaje a Francia. Al verle en Toscana trabajando en el convento de Valombrosa o en otros monasterios vecinos se nos antojaría un pintor cuatrocentista. Sus frescos de los conventos de Florencia constituyen aún grandes series que cautivan el ánimo; parece como si el viejo espíritu de los pintores al fresco florentinos, rejuvenecido, viviera aún en pleno siglo XVI. Después de Andrea del Sarta, Florencia se romaniza, y no queda ambiente, a fines del siglo, para un auténtico espíritu florentino. 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obra


El castigo de los pecadores, 1510

Noli Me Tangere, 1510

Juan de Ancheta (1540-1588)

 


Ancheta o Anchieta, Juan de (Azpeitia, Guipúzcoa h. 1540-Pamplona, 30 de noviembre de 1588) Escultor renacentista español. De estilo monumentalista, sus figuras se caracterizan por su fuerte dramatismo. Formado en Florencia, recibió notoria influencia de Miguel Ángel. Colaboró en los retablos de Santa Clara de Briviesca (1565), del capítulo del monasterio de las Huelgas de Burgos (1576), de la seo de Jaca (1578) y de Aoiz (1580).

Nacido presumiblemente en 1533 en el barrio de Urrestilla, en Azpeitia, «en una pintoresca casa-torre tardogótica, situada en un alto, que ha sobrevivido al paso de los siglos». La familia llegó a emparentar, tras varias rivalidades, con los Loyola.

Se cree que se formó en Italia, porque su estilo delata influencias de importantes maestros italianos; pero no hay documentación que apoye tal estancia. Hacia 1565 Ancheta estaba en Valladolid, pero poco después ya debía de estar en Briviesca, presumiblemente ayudando a Gaspar Becerra en un retablo para la iglesia del convento de Santa Clara. El estilo de Ancheta delata la influencia del manierismo de Becerra, enriquecido con el clasicismo de la escultura que se hacía en Roma.

Ancheta había trabajado posiblemente con Becerra hacia 1558, en un retablo de la catedral de Santa María de Astorga. Siguió trabajando en el área de Valladolid y Burgos, y fue nombrado por Juan de Juni en su testamento como el único escultor capaz de terminar su retablo en Santa María de Mediavilla, en Medina de Rioseco. Finalmente, dicho retablo sería concluido por otro artista, Esteban Jordán. Regresó al País Vasco y se casó en su lugar de origen con Ana de Aguirre, hacia 1570. Pronto se trasladaron a Pamplona, pasaron por Aragón y se establecieron definitivamente en Pamplona.

En 1571 terminó las delicadas figuras del retablo de la capilla de los arcángeles de san Miguel, Gabriel y Rafael de la catedral zaragozana, mandada construir por el destacado financiero judeoconverso Gabriel Zaporta.​

Hacia 1575-78 Ancheta trabajó en la capilla de los Trinitarios de la catedral de Jaca; una figura de Dios Padre se inspira directamente en el Moisés de Miguel Ángel.

Antes de 1579 (probablemente hacía 1577), realiza para la catedral de Pamplona un magnífico cristo crucificado por encargo del Cabildo, a razón de 100 ducados.​ Esta obra se considera una de las mejores tallas de crucificado del siglo XVI, junto con el de Pompeyo Leoni de San Lorenzo del Escorial.5

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
            https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Anchet

Galería
Vitoria, 1578

Asunción, Catedral de Burgos

Bartolomeo Ammannati (1511-1592)


Ammannati, Bartolomeo (Settignano, 18 de junio de 1511 - Florencia, 13 de abril de 1592) Arquitecto y escultor italiano. Autor, en Florencia, del Palacio Grifoni, del gran patio interior del Palacio Pitti (1567) y del puente de la Trinidad, sobre el Arno (1569). Su obra escultórica más importante es la Fuente de Neptuno, en la Plaza de la Señoría de Florencia (1567).

Ammanati nació en Settignano, cerca de Florencia. Fue alumno de Baccio Bandinelli y Jacopo Sansovino e imitó el estilo de Miguel Ángel.

Fue más distinguido en arquitectura que en escultura. Diseñó muchos edificios en Roma entre los que está Villa Médici, el complejo Villa Giulia (en colaboración con Vignola y Vasari), y muchos otros edificios en Lucca y Florencia. Su trabajo en la finalización del Palacio Pitti (1558-1570), contratado por la noble y muy rica Leonor Álvarez de Toledo, esposa de Cosme I de Médici, es una de sus creaciones habiendo echado a perder en su ampliación el diseño original de Filippo Brunelleschi.

También fue contratado en 1569 para construir el puente de Arno, conocido como el puente de la Santa Trinidad, que es una de sus mayores obras. Los tres arcos son elípticos, y aunque parecen muy ligeros y elegantes, han resistido la furia del río que se ha llevado por delante otros puentes en numerosas ocasiones. El arco principal no responde a la técnica de Ammannati por lo que fue un misterio su creación hasta que en años posteriores se vio el mismo tipo de diseño en esculturas de Miguel Ángel. Fue destruido por las fuerzas nazis de ocupación en 1944, y reconstruido posteriormente.

Otra de sus obras más importantes es la Fuente de Neptuno de la Piazza della Signoria, fabricada en mármol y bronce. La fuente fue encargada inicialmente a Baccio Bandinelli quién murió sin terminar la obra. Ammanati fue elegido para continuar la obra dejando a un lado a escultores famosos como Benvenuto Cellini y Vincenzo Danti. Trabajó junto a sus ayudantes en esta obra entre 1563 y 1565 en el bloque original de mármol elegido por Bandinelli. Como modelo para la cara de Neptuno escogió al Gran Duque Cosme I. Cuando la figura de Neptuno fue terminada, Miguel Ángel le dijo a Ammanati que había arruinado una preciosa pieza de mármol. Realmente, la figura fue tan universalmente aborrecida (incluso hoy en día) que se solía decir: "Ammanati, Ammanato, che bell' marmo hai rovinato!" que traducido sería: "Ammanati, Ammanato, ¡Qué gran pieza de mármol has arruinado!". Ammanati continuó trabajando en la fuente durante 10 años más, añadiendo en el perímetro varias deidades fluviales, caballos de mar, con influencia clara del estilo manierista.

Otras esculturas famosas de Ammanati son:

  • Estatua en mármol Victoria (1540), en el Museo Nazionale del Bargello, Florencia.
  • Escultura en mármol Leda y el Cisne (1540), en el Museo Nazionale del Bargello, Florencia.
  • Estatua en mármol Parnaso (1563), en el Museo Nazionale del Bargello, Florencia.
  • Estatua en piedra Alegoría del Invierno (1563-1565), en Villa Medici, Castello.
  • Estatua en bronce Diosa Opi (1572-1575), en el Palacio Vezzo, Florencia.
En 1550, Ammanati contrajo matrimonio con la poetisa Laura Battiferri. Más adelante tuvo una crisis religiosa, que terminó al condenar todas sus obras que contenían nudismo y al donar todas sus posesiones a los jesuitas. Murió en Florencia en 1592.

Fuentes: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obras comentadas


Obra
Leda y el cisne, 1535

Leda y el Cisne, 1540

Fuente de Neptuno de Bartolomeo Ammannati


En este detalle de la famosa figura de bronce que alberga la plaza de la Señoría se aprecia el trabajo de los músculos y los nervios de los cuerpos, que se muestran siempre en tensión.

(Florencia)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Detalle de la Fuente de Neptuno de Bartolomeo Ammannati

 



Situada frente al Palazzo Vecchio de Florencia en la Plaza de la Señoría. Convocado un concurso, se eligió el proyecto de Ammannati entre los de CelliniGiambologna. El sátiro y la náyade de bronce son auténticos prototipos del artificioso intelectualismo manierista. 

(Florencia)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Domingo de Amberes (s. XVI-1572)


Amberes, Domingo de (¿Vitoria? S. XVI – Burgos, 1572) Escultor renacentista de la escuela burgalesa, de origen flamenco. Especializado en la talla de madera, realizó los retablos de Pampliega (1558), lsar (1560) y Mahamud, que no pudo terminar.

Su apellido, Amberes o Enberes, según firmaba, ha hecho creer en su origen nórdico, cuando lo cierto es que parece que nació en Vitoria, ciudad en la que vivían sus padres. Falleció en Burgos el año 1572. Con toda probabilidad se formó artísticamente en Vitoria y debió de llegar a Burgos atraído por la abundancia de trabajo. Así parece mostrarlo el hecho de que desde el principio de su estancia en Burgos aparece relacionado junto a notables maestros, con los que colabora en algunos importantes trabajos. En Burgos contrajo matrimonio con Catalina de Juan Caballero, vecina de Sopeña de Ausín, para cuya iglesia parroquial y ermita de San Miguel labró dos de sus primeros retablos. Desarrolló toda su actividad en el territorio diocesano burgalés y sus condiciones personales de seriedad y honradez le permitieron llegar a gozar de una situación profesional muy sólida y un prestigio social muy superior al alcanzado por sus colegas. Llegó a ser mayordomo y apoderado de la cofradía de Santa Catalina, en la iglesia de San Lesmes, y su hijo, Domingo de Amberes, llegó a ser escribano, sucediendo en el cargo a Pascual de la Cruz, amigo del padre.

Su especialidad fue la de ensamblador, si bien ampliada con la de arquitecto al ser el proyectista de los retablos que contrataba y labraba en su taller.

Esto hace que a partir del estudio de la imaginería no sea posible definir unos caracteres formales definitorios de un estilo personal, ni tampoco establecer una secuencia evolutiva dada la variedad de modos de hacer presentes en cuantas obras se documentan a su nombre.

Dificultad que no ha sido superada hasta el momento, a pesar de que se conocen muchos de los nombres y caracteres de los diferentes artistas que trabajaron con Domingo de Amberes. Todos de gran calidad, pero de muy distinta concepción formal, que intervinieron no en calidad de oficiales permanentes del taller, sino de colaboradores temporales y más o menos ocasionales. Entre ellos: Juan Picardo, Agustín Ruiz, Sanjuán de Albiz, Domingo de Bérriz, siendo Martín Ruiz de Zubiate el más distinguido por su permanencia al lado del maestro, acaso debida a que no era imaginero, sino también ensamblador y arquitecto.

Domingo de Amberes contrató sus primeras obras burgalesas hacia el año 1535 y hasta 1550 no introdujo notables novedades en ellas. Los retablos citados de Sopeña de Ausín, el lateral de la iglesia parroquial de Palacios de Benaver y los principales para las de Quintanilla de la Presa y Revillarruz, junto a otros desaparecidos, pertenecen a esta primera etapa en la que en general, en arquitecturas e imaginería se atuvo a las trazas sencillas en la arquitectura, a juego con la imaginería de estilo ecléctico propia de los sucesores de Diego de Siloé y Felipe Bigarni.

Poco antes de 1550 introduce sustanciosas novedades en obras de mayores dimensiones que las anteriores.

Ante todo, enriquece y solemniza la traza con el empleo, uno a cada lado, de soportes de orden gigante coronados por imágenes, definiendo conjuntos de un elegante y amable manierismo, sin violencia lineal ni gestual, que forman una serie iniciada en el retablo mayor de Pampliega, tasado el año 1558 en 2.000 ducados, de cuatro

Fuente: http://dbe.rah.es
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obra
Retablo de Berzosa de Bureba (Burgos), 1538

Retablo de la Virgen, Iglesia parroquial,
Palacio de Benaver (Burgos) (detalle), 1540;

Punto al Arte