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Artistas de la A a la Z

Alessandro Algardi (1595-1654)

 


Algardi, Alessandro (Bolonia, 31 de julio de 1595 - Roma, 10 de junio de 1654) Escultor italiano del alto barroco, activo casi exclusivamente en Roma, donde durante las últimas décadas de su vida, fue el principal rival de Gian Lorenzo Bernini.

Primeros años

Algardi nació en Bolonia, donde a temprana edad entró como aprendiz en el taller de Ludovico Carracci, pintor de tendencia clasicista. Sin embargo, su aptitud para la escultura le hizo trabajar para Julio Cesar Conventi (1577—1640), un artista menor.

A los veinte años, en 1608, entró al servicio de Fernando I Gonzaga, duque de Mantua, que comenzó a encargarle obras; también fue empleado de los joyeros locales para que hiciera diseños figurativos. Tras un corto periodo en Venecia, se trasladó a Roma en 1625, con una presentación por parte del duque de Mantua al sobrino del Papa Gregorio XV|último papa, Ludovico Cardinal Ludovisi, quien le empleó durante un tiempo en la restauración de estatuas antiguas.ref Estas estatuas restauradas aún forman el núcleo de la Colección Bonacorsi-Ludovisi en el Palacio Altemps. La restauración de esculturas era un trabajo habitual incluso para los escultores más prominentes de la época, incluidos Bernini y Ercole Ferrata.

Tumba del Papa León XI

Pero la muerte del duque le dejó en una situación económica precaria. Gracias al mecenazgo de los Borghese y los Barberini, Gian Lorenzo Bernini y su taller obtuvieron la mayor parte de los encargos escultóricos de Roma. Durante casi una década, Algardi luchó porque le reconociera. En Roma le ayudaron amigos, entre ellos Pietro da Cortona y su paisano boloñés, Domenichino. Sus primeros encargos romanos incluyeron retratos con terracota y algunos bustos de mármol,​ mientras se mantenía a sí mismo con pequeñas obras como crucifijos.

El primer gran encargo de Algardi se produjo alrededor de 1634, cuando el cardenal Ubaldini (Médici) le encargó un monumento funerario para su tío-abuelo, el papa León XI, el tercero de los papas de la familia Médici, que había desempeñado el cargo durante menos de un mes en 1605. El monumento se empezó en 1640, y estaba acabado en su mayor parte para el año 1644. La composición es análoga a la diseñada por Bernini para la Tumba de Urbano VIII (1627-8), con una escultura central hierática del papa sentado con todos sus atributos y bendiciendo con la mano, mientras que, a sus pies, dos figuras femeninas alegóricas flanquean su sarcófago. Sin embargo, en la tumba de Bernini, el brazo alzado con vigor y la postura del papa están equilibrados por el activo drama de la parte inferior, donde las figuras de la Caridad y la Justicia están o bien distraídas por putti o absortas en contemplación, mientras que una Muerte esquelética escribe activamente el epitafio.

La tumba de Algardi, ejecutada en mármol blanco, es mucho menos dinámica. Las figuras alegóricas de la Magnanimidad y la Liberalidad tienen una dignidad impasible, etérea. Algunos han identificado la figura con yelmo de la Magnanimidad con la de Atenea e imágenes icónicas de la Sabiduría.​ La Liberalidad se parece a la famosa Santa Susana de François Duquesnoy, pero más elegante. La tumba es sombríamente monótona y carece de la agitación policromática que aparta del estado de ánimo elegíaco de la tumba de Urbano VIII.​

En 1635-38, Pietro Boncompagni le encargó a Algardi una estatua colosal de Felipe Neri con ángeles arrodillándose, para Santa Maria in Vallicella, acabada en 1640.​ Inmediatamente después de esta obra, Algardi produjo La Degollación (o Decapitación) de San Pablo, considerada una de sus obras maestras, junto al bajorrelieve del papa León y Atila; se trata de un grupo escultórico que representa la decapitación de san Pablo con dos figuras: un santo arrodillado y resignado y el verdugo listo para dar el golpe de espada, para la iglesia de San Pablo de Bolonia (1641-1647). Estas obras crearon su reputación. Como Bernini, a menudo se adecúan a la estética barroca de representar actitudes dramáticas y expresiones emocionales, si bien la escultura de Algardi tiene una sobriedad contenida que contrasta con las obras de su rival.

Favor papal bajo Inocencio X

Con la ascensión al papado, en 1644, de Inocencio X, de la boloñesa familia Pamphili, tanto Barberini como su artista favorito, Bernini, cayeron en el descrédito. Algardi, por su parte, fue acogido por el papa​ y el sobrino del papa, Camillo Pamphilj.​ Los retratos de Algardi eran muy cotizados, y su severidad formal contrasta con las imágenes de Bernini, más vivaces.​ Un gran bronce hierático de Inocencio X obra de Algardi se encuentra actualmente en los Museos Capitolinos.

Algardi no era conocido por su arquitectura. En 1644 se le encarga la construcción en las laderas del Janículo (una de las colinas de Roma en la orilla derecha del Tíber) de la Villa Doria-Panfili, cuyo plano está inspirado de las villas de Palladio completada con una rica decoración con estucos y relieves exteriores. Ayudó a diseñar la fachada de esta Villa en las afueras de la puerta de San Pancracio, un proyecto en el que dependió de la ayuda profesional del arquitecto-ingeniero Girolamo Rainaldi, mientras que Algardi y su taller ejecutaron las fuentes incrustadas de esculturas y otras obras del jardín, donde aún se conservan muchas de sus esculturas independientes y bajorrelieves.

En 1650 conoció a Diego Velázquez, quien le proporcionó encargos desde España, en donde hizo las figuras para la Fuente de Neptuno en Aranjuez, así como dos chimeneas en el mismo Palacio de Aranjuez. El Convento de las Agustinas de Salamanca contiene la Tumba de los Condes de Monterrey, otra obra de Algardi.

El Papa San León deteniendo a Atila

La Degollación de San Pablo y sobre todo el enorme y dramático panel en alto relieve de mármol obra de Algardi representando al Papa San León deteniendo a Atila ​(1646–53) para la Basílica de San Pedro son sus principales obras maestras.​Previamente se habían usado grandes relieves de mármol en las iglesias romanas, pero para la mayor parte de los mecenas, los retablos esculpidos en mármol eran demasiado costosos. En este relieve, las dos figuras principales, el papa severo y valeroso y el consternado y atemorizado Atila, surgen y sobresalen del centro hacia las tres dimensiones. Ellos dos son los únicos que ven descender los guerreros angelicales que acuden a la defensa del papa, mientras que el resto se quedan en los relieves del fondo, llevando a cabo sus obligaciones terrenas.

El tema era apto para un estado papal que buscaba influencia, puesto que representa la leyenda histórica referente al más grande de los papas llamados León, quien, con ayuda sobrenatural, derrotó a los hunos y les impidió saquear Roma. Desde un punto de vista barroco es un momen duda alguna, el mensaje de su patrón sería que se recordaría seriamente a todos los espectadores la capacidad del papa de invocar la retribución divina contra sus ememigos. Existe una réplica a escala reducida de este relieve, en plata, conservada en el Palacio Real de Madrid, y considerada obra autógrafa.

Algardi murió en Roma al año siguiente de haber completado este famoso relieve, que fue muy admirado por los contemporáneos. En sus últimos años Algardi controló un gran taller y amasó una gran fortuna. El estilo clasicista de Algardi fue seguido por sus discípulos (incluyendo a Ercole Ferrata y Domenico Guidi). Antonio Raggi inicialmente se formó con él. Los últimos dos completaron su diseño para un retablo titulado la Visión de san Nicolás (San Nicola de Tolentino, Roma) usando dos piezas de mármol separadas unidas en un mismo acontecimiento y lugar, y aun así separando con éxito las esferas divina y terrenal. Otros ayudantes de su taller, menos conocidos, fueron Francesco Barrata, Girolamo Lucenti, y Giuseppe Perroni.

Valoración crítica y legado

Algardi fue también conocido por sus retratos que muestran una atención obsesiva por los detalles de una fisionomía que resultaba psicológicamente reveladora en un estilo sobrio pero naturalista, siguiendo así la línea de profundización psicológica, más que la exaltación aparatosa.​ Prestó una atención minuciosa hacia las ropas y las telas, como puede verse en los bustos de Laudivio Zacchia, Camillo Pamphili, y de Muzio Frangipane y sus dos hijos Lello y Roberto.​

En temperamento, su estilo estaba más próximo al barroco contenido y clasicista de Duquesnoy que a las emotivas obras de otros artistas de la época. Desde un punto de vista artístico, tuvo gran éxito en esculturas de retrato y grupos de niños, donde estaba obligado a seguir más fielmente la naturaleza. Sus modelos en terracota, algunos de ellos acabadas obras de arte, eran muy apreciados por los coleccionistas.


Obra comentada

Villa Doria-Pamphili de Alessandro Algardi

 


Éste es un ejemplo de mansión edificada en la campiña romana. Algardi, arquitecto y escultor del siglo XVII, se inspiró probablemente en la Villa Médicis y, si bien la decoración en estuco es clásica, adopta aquí un ritmo suelto y de extrema libertad. Los valores verticales se ponen de relieve y las esquinas sesgadas suavizan la transición de planos como si presintieran las ininterrumpidas sucesiones de curvas, las deliciosas licencias del Barroco "capriccioso, bizarro, stravagante".

En los alrededores de Roma.  

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Galeazzo Alessi (1512-1572)

 


Alessi, Galeazzo (Perugia, 1512 - 1572) Discípulo de Miguel Ángel, fue uno de los primeros maestros del barroco. Autor de la Villa Cambiaso (Génova, 1549), la Basílica de Carignano (Génova, 1552) y el Palacio Marino (Milán, 1568).

Biografía

Tuvo influencias de Miguel Ángel, Bramante y Sangallo el Joven. Trabajó, a partir de 1548, para algunas grandes familias italianas, como los Sauli, Grimaldi, Flescari, etc. La organización y la rica ornamentación de sus palacios son elementos precursores de la arquitectura barroca.

En 1542, regresó a Perugia, donde reemplaza a Sangallo en los trabajos de la Rocca. En 1548 se traslada a Génova, donde trabaja para la familia Sauli en la reconstrucción de la Basílica de Santa María di Carignano, en la que plantea una planta de cruz griega, como la que Bramante había elaborado para San Pedro. A partir de 1550 participa en la elaboración de los proyectos de la apertura de la Vía Nuova, más tarde conocida como vía Garibaldi, además de proyectar las villas Cambiaso y Sauli, donde aporta soluciones que fueron fundamentales para la renovación urbanística, arquitectónica y paisajística de Génova.

A partir de 1553 pasa algunas temporadas en Milán donde está al cargo de la construcción del Palacio Marino, la iglesia de San Barbana y la renovación de la fachada de Santa María presso San Celso. Alessi escribió en esta época el Libro dei Misteri, según el que se amplió el Sacro Monte di Varallo, un Via Crucis a escala real que terminaba en una reconstrucción del Templo de Salomón

En los últimos años de su vida regresa a Umbría, donde participa entre otros proyectos en la construcción de Santa María de los Ángeles en Asís.

Sus obras de Génova marcaran una importante influencia en ese entorno, con ellas introduce las formas articuladas y plásticas del Cinquecento romano, con importantes juegos de claroscuro.


Obra
Basílica de Santa Maria di Carignano, Génova

Catedral de San Lorenzo, Génova

Aleijadinho (1738-1814)

 


Aleijadinho, António Francisco Lisboa, llamado El (Ouro Preto, 29 de agosto de 1738 – 18 de noviembre de  1814) Escultor, imaginero y arquitecto brasileño. Es considerado el mayor representante del estilo barroco en Minas Gerais (el barroco mineiro) y de las artes plásticas en Brasil, no solo en su época, sino también durante la Colonia. Para varios investigadores, Aleijadinho es el mayor nombre del Barroco latinoamericano.

Biografía

Casi todos los datos biográficos de Aleijadinho se basan en una biografía escrita en el año 1858 (44 años tras su muerte) del letrado Rodrigo José Ferreira Bretas, quien alegó tener como fundamento algunos documentos y sobre todo el testimonio de vecinos de Ouro Preto que lo conocieron personalmente. Pese a esto, la crítica actual observa que no existen registros oficiales que avalen las declaraciones de Bretas, y que los testimonios tampoco fueron debidamente contrastados por Bretas, siendo imposible distinguir realidades de rumores o leyendas.

Aunque no existen registros oficiales, la biografía de Bretas sostiene que Aleijadinho nació en Vila Rica (hoy Ouro Preto), en Minas Gerais, hijo del maestro de obras portugués, Manuel Francisco da Costa Lisboa y de una esclava africana, supuestamente en 1730, aunque su certificado de muerte indica que nació en el año 1738. Su padre le habría enseñado el oficio de carpintería y luego Aleijadinho aprendió de modo empírico las técnicas del dibujo y la escultura.

Su obra escultórica la realizó en distintos materiales, desde imágenes en madera hasta en esteatita, materia prima de construcción típicamente brasileña, empleada en las edificaciones de iglesias. La mayoría de sus trabajos son representantivos del Brasil colonial, con características de rococó y de los estilos clásico y gótico, basado en modelos llegados de Portugal, pero con un estilo propio. Hasta ahora se han descubierto 12 recibos de pago por trabajos del maestro de obras Antonio Francisco Lisboa, lo cual acredita su existencia y su radio de acción, reducido a Ouro Preto y localidades cercanas. En cuanto a datos biográficos contemporáneos, la primera mención a Antonio Francisco Lisboa aparece en un memorándum de 1790 redactado por el capitán Antonio José da Silva, donde ya es elogiado como artista brillante de Ouro Preto y se menciona su condición de enfermo.

La biografía de Bretas sostiene que, con aproximadamente cuarenta años de edad, Aleijadinho comenzó a desarrollar una enfermedad degenerativa de los miembros (aún se ignora si tal dolencia era porfiria, lepra, escorbuto, bocio, reumatismo o sífilis, pues no hay documentos para probar alguna hipótesis). Así, los movimientos y habilidades de sus manos se fueron reduciendo de forma gradual. Para poder trabajar, un ayudante le amarraba las herramientas a sus propios brazos y manos. De esta anomalía en su cuerpo vino su apodo, o Aleijadinho ("el Lisiadito", en español). Murió en casa de su nuera, sin dejar fortuna, en 1814.

Posteriormente se ha considerado a Aleijadihno como un iniciado en la masonería. Los símbolos que colocaba en los pórticos de las iglesias y los altares, demuestran, para quienes pertenecen a la misma orden, que están delante de la obra de un masón del alto grado.


Más obras
Cristo

Doce profetas. Congonhas. Minas Gerais

Estilo plateresco

Fachada de la Universidad de Salamanca de Juan de Álava

Estilo arquitectónico español que toma su nombre del trabajo de los plateros del s. XVI y que dio sus primeros ejemplos a finales de este siglo con el advenimiento de los Reyes Católicos; Juan de Herrera, al inaugurar el Renacimiento español con El Escorial (1559-67), puso fin al estilo plateresco. El plateresco es un prerrenacimiento de características muy complejas, con fusión de elementos preciosistas góticos, mozárabes, renacentistas italianos y del arte popular español. A pesar de que fue España el  país donde la influencia italiana llegó a ser más profunda, a causa de la estrecha relación política, eclesiástica y comercial de los dos países, el plateresco representó un retraso en la implantación del Renacimiento italiano. El primer ejemplo de plateresco lo constituye una serie de edificios de Salamanca. El más famoso de ellos es la Casa de las Conchas (1500-12). concebida a modo de palacio italiano (como italiana es en su origen su decoración de conchas), pero con puertas y arcadas góticas. La fachada de la Univ. de Salamanca (1516-99), si bien tiene detalles italianizantes, prosigue la decoración de finales del gótico. En cambio, la decoración de la fachada del Hospital de la Santa Cruz de Toledo presagia el Renacimiento.

La influencia musulmana es claramente patente en la capilla de la Anunciación de la catedral de Sigüenza (comenzada en 1515), con sus motivos sacados de la marquetería mudéjar, y en la catedral de Toledo (1504-12), con su elaborada puerta, típicamente mudéjar. Una de las mezclas de estilos más asombrosa es la del plateresco andaluz (Casa de Pilatos, Casa de Abades, pabellón de Carlos V de los jardines del Alcázar, los tres en Sevilla).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Artistas del Plateresco

Juan de Álava (?-1537)


Renacimiento. Plateresco.

Álava, Juan de, llamado Juan de Iborra (Larrínoa, Álava - Salamanca, 1537) Arquitecto español que se formó en la escuela estética del gótico español del período de los Reyes Católicos, al que incorporó novedades renacentistas, siendo uno de los iniciadores del estilo plateresco. Autor de los siete emblemas de la Universidad de Salamanca, parece que fue discípulo de Juan Gil de Hontañón.

Biografía

Como arquitecto, Juan de Álava se centró más en los elementos decorativos que en los técnicos hasta el punto de que sus ornamentaciones desdibujan las formas estructurales. La influencia renacentista (el uso de grutescos) se debe a un posible viaje a Italia en 1502 o 1503. En 1515, junto con Enrique Egas, fue el responsable del proyecto de la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, aunque las obras en dicha capilla no comenzaron hasta el año 1551.

En 1517 se hizo cargo de la construcción de la fachada principal de la catedral de Plasencia.

Trabajó principalmente en Salamanca donde, entre 1520 y 1535 dirigió las obras de la Catedral Nueva de Salamanca, cuya fachada decoró con elementos renacentistas, grutescos y otros elementos de clara referencia medieval como las estatuas de santos situados en repisas, bajo doseletes góticos, la fachada del Convento de San Esteban, la capilla de la Universidad, la Casa de las Muertes o el Monasterio de Nuestra Señora de la Victoria, este último en su mayor parte destruido por los franceses a principios del siglo XIX, en la Guerra de la independencia española, parte, en la actualidad, de las instalaciones del Grupo Mirat.

Entre 1521 y 1525 realizó diversos trabajos por encargo del arzobispo Fonseca en Santiago de Compostela, como el claustro de la Catedral, la capilla de las Reliquias y la capilla de la Concepción y, en Salamanca, el Colegio Mayor de Santiago el Zebedeo o Colegio de Fonseca.

"Juan de Álava está considerado uno de los más destacados representantes del plateresco español, ya que fue el que mejor asimiló el concepto decorativo propio del Renacimiento italiano pero adaptándolo a un arte auténticamente español. Esta presencia de elementos decorativos de raíz clásica en su obra, como las fajas de grutescos, medallones y elementos heráldicos romanos, ha propiciado que Chueca​ lo clasifique como «uno de los maestros más considerados del renascimento español en su primera fase plateresca».una colección con el estilo ante la Charles Egan Gallery (Galería de Charles Egan, en inglés).


Galería
Fachada de la Universidad de Salamanca

Casa de las Muertes, en Salamanca

Esteban de Ágreda (1759-1842)

 El escultor Esteban de Ágreda.
R.A. de San Fernando.
Escultura de Álvarez Cubero


Ágreda, Esteban de (Logroño, 1759 - Madrid, 1842) Escultor neoclásico español.

Biografía

Natural de Logroño, su familia se trasladó a Haro cuando él era niño.​ Su padre era Manuel de Ágreda Ilarduy, un arquitecto de gran reputación en la región, y su primer maestro.​ Sus enseñanzas las pulió en la Escuela de Dibujo de Vitoria​ y, más tarde, con dieciséis años, se mudó a Madrid para poder dedicarse al cultivo de las bellas artes.​ El escultor francés Roberto Michel lo admitió en su estudio. En 1778, como cada año, la Real Academia de San Fernando anunció un concurso de premios generales y Ágreda se presentó y se hizo, con tan solo diecinueve años, con el primer premio de los de tercera clase concedidos a la sección de escultura.

Regresó a Haro para reencontrarse con su familia, que estaba atravesando dificultades económicas,​ y llevó a cabo allí algunas obras junto a su padre,​ aunque de escasa importancia.​ Con intención de proseguir con su formación, regresó a la capital, donde accedió a la Real Laboratorio de Mosaicos y Piedras Duras del Buen Retiro.​ Allí elaboró varios camafeos, entre los que se cuenta los retratos de los reyes Carlos IV y María Luisa.

En 1790, volvió a presentarse al concurso organizado por la Real Academia de San Fernando y obtuvo el segundo premio de la primera clase.​ Siete años más tarde, esa corporación le concedió el título de individuo de mérito y, poco después, el cargo de director de la galería de escultura.​ En aquella época, además, modeló una Estatua ecuestre de Felipe V y emprendió una Parnaso español, que, sin embargo, no concluyó, puesto que los soldados franceses destruyeron a su paso los modelos y trabajos que había realizado.

Nombrado teniente director de los estudios de San Fernando en 1804,​ ascendió al cargo de director en 18213​ y al de director general diez años más tarde.​ Destacó por su contribución a la «reputación de calidad y buen hacer», tal y como señala el Diccionario biográfico español.​ Asimismo, Carlos IV le había concedido el título honorífico​ de escultor de cámara.

Ya en septiembre de 1838 se retiró de la Academia, alegando estar enfermo.​ Falleció en Madrid el 13 de abril de 1842, cuando contaba ochenta y cuatro años de edad.


Obra
Estatua del patrón de Haro, San Felices de
Esteban y Manuel de Ágreda

Figura decorativa del cementerio de Logroño

Agostino Di Duccio (1418-h.1481)

 


Agostino Di Duccio (Florencia, 1418-Perugia, h. 1481) Escultor italiano, formado en Florencia. Notable por la originalidad, delicadeza y frescor de sus figuras y composiciones, en las que domina la línea por encima del volumen. Decoró el Templo Malatestiano en Rímini (1447-54) y realizó la capilla de San Bernardino en Perugia (1473-75)

Agostino di Duccio es quizás de todos los escultores de la “generación de la gracia” el que mejor personifica la transformación que la escultura florentina experimentó en una dirección abstractizante. Críticos modernos han sostenido que Agostino practicó un desarrollo consciente de las características escultóricas de la antigua tradición medieval y de las correspondientes al arte tardorromano y al bizantino de Ravena.

Esta tesis resulta convincente si se contempla el amplio ciclo escultórico que desarrolló, a partir del año 1450, en el templo Malatestiano de Rímini, en el cual sus figuras de ángeles, sustancialmente anticlásicas y dibujadas con un sinuoso decorativismo preocupado por obtener superficies preciosistas, contrastan con mucha brusquedad contra el intelectualismo duro y severamente romano de la arquitectura de León Bautista Alberti que ya ha sido recogido en un capítulo anterior. El largo friso de relieves, realizado entre 1456 y 1461, para el Oratorio de San Bernardino, en Perugia, y sus Madonnas en mármol (Louvre, Victoria and Albert Museum, Opera del Duomo de Florencia) o en terracota policromada (Bargello de Florencia) permiten estudiar esta reelaboración de formas tardorromanas y altomedievales, conseguida mediante ritmos lineales sinuosos y extremadamente nítidos, que proporcionan a Agostino di Duccio su encanto particular e inimitable.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Más obras

Dos putti en una barca

Il Tempio malatestiano

Mercurio

San Segismundo viaja hacia Agauno

Segismundo náufrago

Vida San Geminiano

Virgen y el niño con cuatro ángeles







Primer clasicismo

La Escultura griega clásica fue considerada durante mucho tiempo la cima del desarrollo del arte escultórico en la Antigua Grecia. Se suele tomar como un punto de partida aproximado para describir esta escultura clásica el año 450 a. C. que fue cuando apareció un tratado sobre las proporciones del cuerpo humano escrito por Policleto; su final está marcado por la conquista macedónica sobre Grecia en el 338 a. C., momento en el que el arte griego comienza una gran difusión hacia el oriente, de donde recibió influencias, cambió su carácter y se convirtió en cosmopolita, en la etapa conocida como el periodo helenístico. Es en ese momento cuando se consolida la tradición del clasicismo griego, tomando al hombre como la nueva medida del universo, y cuyo reflejo en la escultura es la primacía absoluta de la representación del cuerpo humano desnudo. La escultura clásica desarrolló una estética que combinaba los valores idealistas con una representación fidedigna de la naturaleza, pero evitó la caracterización y la interpretación excesivamente realista de las sensaciones emocionales y permaneció por lo general en un ambiente formal de equilibrio y armonía. Incluso cuando los personajes se encontraban representados en escenas de batalla, su expresión no reflejaba la violencia de los hechos.

Nióbide cubriéndose con la clámide (Galleria degli Uffizi, Florencia). Tema que se vuelve a encontrar en el clasicismo tardío por el pathos dinámico que del tema se desprende, y que aparece tratado con la agilidad y el juego de luces y sombras que presagian el helenismo.

El clasicismo elevó al hombre a un nivel de dignidad sin precedentes, al mismo tiempo en que se le dio la responsabilidad de crear su propio destino y ofrecer un modelo de convivencia armonioso, un espíritu de una educación integral para una ciudadanía ejemplar. Estos valores, junto con su tradicional asociación de la belleza con la virtud, encontraron en la escultura del período clásico, con su retrato idealizado del ser humano, un vehículo especialmente adecuado para expresarlo, y un eficaz instrumento de educación cívica, ética y estética. Se inauguró una nueva forma de representar el cuerpo humano que fue una de las claves para el nacimiento de una nueva filosofía, la estética, además de haber sido el fundamento de movimientos de enorme importancia, como el Renacimiento y el Neoclasicismo; incluso sigue siendo válido hasta el día de hoy. Por lo tanto, su impacto en la cultura occidental es muy importante, y es tomada como la referencia central para el estudio de la Historia del arte occidental. Pero más allá de su valor histórico, su calidad artística intrínseca raramente ha sido puesta en duda; la gran mayoría de los críticos antiguos y modernos la enaltece y los museos que la conservan son visitados por millones de personas cada año. La escultura griega clásica, aunque a veces ha recibido algunas críticas relacionadas con sus ideologías, el dogmatismo estético y otras exclusividades, todavía puede tener un papel positivo y renovador en el desempeño del arte y la sociedad contemporánea.


Artistas del Primer clasicismo

Ageladas (h. -515 a -460)


Primer clasicismo

Ageladas (h. -515 a -460) Célebre escultor argivo, que floreció en la última parte del siglo VI a. C. y en la primera parte del siglo V a. C.

Obra

Era especialmente famoso por sus estatuas de vencedores de los juegos olímpicos (de 520, 516, 508 a. C. ), y por una estatua de Zeus en Mesene, copiada en las monedas de esa ciudad. Según Plinio el Viejo, Agéladas fue maestro de Mirón y Policleto. Otros escritores también lo consideran maestro de Fidias. Estas tradiciones son el testimonio de su amplia fama, aunque históricamente son dudosas.

En 1972 se descubrieron los llamados bronces de Riace en los restos de un naufragio, cerca de la costa de Calabria (Italia). Son dos estatuas de bronce que probablemente representan a Tideo y Anfiarao, dos de Los siete contra Tebas que estaban representados en un grupo escultórico del ágora de Argos y que fue obra colectiva de escultores de Atenas y de Argos. Algunos especialistas atribuyen la estatua de Tideo a Agéladas de Argos.

Aparte de esta escultura de bronce, cuya autoría no es segura, ninguna otra de las obras de Agéladas ha sobrevivido, aunque hay una inscripción que contiene el nombre de su hijo Argeiadas.

Hizo una estatua de Cleóstenes que fue un atleta que ganó una prueba en la LXVI olimpiada. Hizo también estatuas de Timasiteo de Delfos (ejecutado por su participación en el intento contra Iságoras) y Anocos de Tarento (este último ganó una prueba en la LXV olimpiada). Estos datos hacen que se pueda situar su nacimiento alrededor del 540 a. C.

Otra obra de Agéladas fueron unas estatuas de las tres Musas representando los estilos diatónico, cromático y enarmónico de la música griega. También hizo una estatua de Zeus por encargo de los mesenios de Naupacto, pero como los mesenios no se establecieron en Naupacto hasta el 455 a. C. las dos fechas parecen contradictorias y se supone que pudieron existir dos escultores del mismo nombre, uno de ellos nacido en Sición, que sería más de medio siglo posterior al primero.


Obra
Phidias

Poseidón

Pieter Aertsen (1508-1575)

 


Aertsen, Pieter (Amsterdam, 1508 -  3 de junio de 1575) Pintor neerlandés activo entre Ámsterdam y Amberes. Conocido por su altura como Lange Pier (Pedrito el largo), se especializó en composiciones de bodegones que influyeron en el joven Diego Velázquez.

Biografía

Junto con su sobrino Joachim Beuckelaer, fue uno de los primeros pintores de bodegones o naturalezas muertas, aunque también tocó otros temas como las escenas religiosas, si bien muchas se destruyeron en las revueltas que asolaron los Países Bajos en 1566.

Su primera producción fueron pinturas religiosas, donde la acción se ambientaba en la actualidad, en línea con las recomendaciones de la Contrarreforma religiosa, que defendía la presentación de los relatos bíblicos con sencillez para aproximarlos a la mentalidad popular. Así, no se intentaba recrear la estética de la época de Cristo, sino que se vestía y enmarcaba a los personajes a la moda del momento. Caravaggio proseguiría este criterio.

En sus pinturas fue ganando protagonismo un elemento hasta entonces considerado secundario: los accesorios que ayudaban a ambientar los espacios, como mobiliario, enseres cotidianos, y especialmente comestibles, animales y vajillas de cerámica y metal. Su habilidad técnica le permitió plasmar estos objetos con asombrosa fidelidad, y a medida que alcanzaba el éxito comercial, Aertsen insistió en dicha faceta. Para ello, eligió temas bíblicos y cultos que propiciasen la inclusión del bodegón, y fue desplazando el argumento a un plano secundario, destinando el protagonismo a los objetos en primer término. De esta forma, Aertsen dignificó el bodegón como especialidad artística, hasta entonces considerado propio de pintores imitativos sin inventiva. Estos «bodegones a lo divino» influyeron de manera determinante en Velázquez, ya que algunos de ellos fueron llevados a Sevilla (Asunción de la Virgen, Museo de Bellas Artes de Sevilla) por comerciantes flamencos.

Cuadros de Velázquez como La sirvienta negra (Galería Nacional de Irlanda), Vieja friendo huevos y Cristo en casa de Marta y María (National Gallery de Londres) dependen claramente del magisterio de Aertsen, a quien también se considera el precursor de Pieter Brueghel el Viejo. También influyó al joven Annibale Carracci y a Bernardo Strozzi. Aparte de sus cuadros, se exportaron por Europa abundantes copias e imitaciones, así como versiones en grabado debidas a Jacob Matham y otros artistas.


Obra
El Centauro Neso llevando en brazos a Deyanira hija de Hércules. 1600

La Inmaculada Concepción

Punto al Arte