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Artistas de la A a la Z

Eugene Carrière (1846-1906)




Carrière, Eugene (Gournay, 18 de enero de 1849-París, 27 de marzo de 1906) Pintor y litógrafo francés. Perteneciente al movimiento simbolista, su nombre ha pasado a la historia del Arte por sus famosos retratos.


Biografía

Criado en el seno de una familia de comerciantes de escasos medios económicos, su familia se trasladó a Estrasburgo, donde, a pesar de no manifestar especial interés por el arte, se matriculó en la escuela de dibujo de la ciudad. Aunque durante su formación no manifestó ningún entusiasmo por las artes plásticas, finalizó sus estudios como alumno aventajado y obtuvo todas las menciones honoríficas de la escuela.

En 1864 comenzó a cultivar la técnica del grabado, concretamente la litografía, en la que se inició como aprendiz, para luego establecerse en San Quintín donde comenzó su producción litográfica. Sin embargo su viaje a París en 1869, despertó en él su vocación artística, sobre todo tras su visita al museo del Louvre, que aprovechó para estudiar las obras de los grandes maestros, con especial predilección por la obra de Rubens. Ese mismo año se matriculó en la Academia de Bellas Artes.

Fue llamado a filas en 1870, durante la Guerra Franco-Prusiana, pero al poco tiempo de incorporarse a las luchas, fue hecho prisionero en Neuf-Brisach e internado en un campo para prisioneros en Dresde. Con la finalización del conflicto, regresó a París e ingresó en 1870 en el taller de Cabanel. Posteriormente presentó obra al concurso de Roma, aunque no fue seleccionado.

En 1877 contrajo matrimonio y tras una breve y desafortunada estancia en Londres, regresó a París. Hasta el año de 1885 en el que se inició su período de éxito, realizó dibujos de encargo para sobrevivir, pero a partir de este año su reconocimiento público se concretó al adquirir el Estado francés una de sus obras el Enfant malade, y en 1889 llegó su consagración al recibir la Medalla de honor de la Exposición de 1889. Un cáncer de garganta provocó su fallecimiento en 1906.


Obra
L'Enfant malade, 1885


Roger Marx, 1886

Jean-Baptiste Carpeaux (1827-1875)



Carpeaux, Jean-Baptiste (Valenciennes, 11 de mayo de 1827 - Courbevoie, 12 de octubre de 1875) Escultor francés.

Biografía

Sus primeros estudios los hizo con François Rude. Su iniciación artística fue a los 9 años en Valenciennes, su ciudad natal. Mientras realizaba sus estudios en la Escuela de Bellas Artes en París en 1843, conocería a Jean-Baptiste Foucart, quien tiempo después se convertiría en su mentor que lo acompañaría durante toda la vida.

Carpeaux ganó el Prix de Rome en 1854, y se trasladó a la Villa de Medici en Roma para encontrar inspiración, allí estudió las obras de Miguel Ángel, Donatello y Verrocchio. Permaneció en Roma desde 1854 hasta 1861, obtuvo un gusto por el movimiento y la espontaneidad, que él más tarde unió con los grandes principios del arte barroco.

En 1861 hizo la Bacante con rosas en Valenciennes durante el tiempo que vivía con su amigo Paul Foucartun, al cual en forma de agradecimiento esculpió un busto de la hija de Paul llamada Anne.​ Después realizó un busto de la princesa Mathilde, y esto más tarde le trajo diversos encargos por parte de Napoleón III. Trabajó en el Pavillon de Flore en las Tullerías y en la Ópera Garnier.

En 1866, las facciones de Anne aparecieron en la fachada de la Ópera de París. Su grupo La Danza (en francés, La Danse, 1869), situado en el lado derecho de la fachada, fue criticado como una ofensa a la decencia. El original se encuentra en el Museo de Orsay, en París.

Nunca consiguió acabar su última obra, la famosa Fuente de las Cuatro Partes de la Tierra, en la plaza Camille-Jullian. Acabó el globo terrestre, apoyado por las cuatro figuras de Asia, Europa, Norteamérica y África, y fue Emmanuel Frémiet quien acabó la obra al añadir los ocho caballos, las tortugas y los delfines de la base.



Obras comentadas


Más obras
El baño de Venus, 1855


Figura femenina dormida, 1855

Ugolino y sus hijos de Jean-Baptiste Carpeaux



El gusto de los escultores románticos por el bronce se refleja aquí en la expresividad que Carpeaux logra a partir de este material como trasunto de las emociones de sus figuras. Los rostros muestran un gran interés por la expresión y la gestualidad propios de la escultura del momento y una fuerte deuda con el carácter dramático de la otra tridimensional de Miguel Ángel.

(Musée d'Orsay, París)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

La Danza de Jean-Baptiste Carpeaux


La Danza de Jean-Baptiste Carpeaux

Grupo escultórico realizado por J.-B. Carpeaux en 1869. Un bailarín de belleza andrógina salta entusiasmado en medio de una ronda de bacantes desnudas, de risa nerviosa y mirada extraviada, entrelazadas con guirnaldas de rosas. De fuerte modelado y expresividad, la obra de Carpeaux abre las puertas a una nueva manera de concebir la escultura.

(Musée d'Orsay, París), 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Piet Mondrian (1872-1944)



Mondrian, Piet (Amersfoort, 7 de marzo de 1872 - Nueva York, 1 de febrero de 1944) Nombre con que es conocido Pieter Cornelis Mondriaan. Pintor y ensayista neerlandés.
 
Su obra temprana siguió la tendencia entonces predominante en los Países Bajos: paisajes y naturalezas muertas con efectos de luz pintorescos. El" 1908 rompió con los valores tradicionales de la pintura de paisaje holandesa en la tela Bosques cerca de Oele, en la que se adivina la influencia del expresionismo por la intensidad de la línea y los fuertes contrastes de color. Esta evolución se vio reforzada a través de la amistad con el pintor Jan Toorop, introductor del divisionismo en los Países Bajos. Mondrian redujo su paleta a los colores puros, pero con una interpretación radical que buscaba fundamentalmente el equilibrio en la naturaleza. En 1909 Mondrian se adhirió a la sociedad Teosófica, que defendía la creencia de que materia y espíritu forman un todo indisoluble. Esta corriente filosófica tendría una fuerte influencia en su pintura: el tríptico Evolución (1910-1911) es uno de los ejemplos más característicos. En 1912 Mondrian se trasladó a París, donde se interesó por el movimiento cubista, que interpretó de forma muy personal, en una evolución hacia la abstracción entendida como la reducción del objeto a sus elementos básicos, despojándolo de toda connotación anecdótica. En un intento de reducir los elementos básicos de la pintura a la mínima expresión, Mondrian suprimió las líneas curvas de sus composiciones, que quedaron reducidas a tramos de verticales y horizontales. 

Durante la I Guerra Mundial Mondrian regresó a los Países Bajos, donde acabó de desarrollar el estilo lineal que se conoce como "estilo oceánico", por su obra más representativa Muelle y océano (1917), una composición en blanco y negro en un marco oval. En 1917 conoció al artista vanguardista Theo van Doesburg y con él fundó la revista De Stjil, portavoz del movimiento que sería conocido como el neoplasticismo. Sus principios básicos eran el rechazo absoluto de cualquier referencia a la realidad que percibimos visualmente y la reducción del lenguaje pictórico a sus elementos más simples: la línea recta y los colores primarios, amarillo, rojo y azul. A partir de este momento Mondrian desarrolló una pintura que no pretendía reflejar un fragmento de realidad, sino la armonía del universo, en telas compuestas de rectángulos en tonos planos de amarillo, azul y roJo sobre blanco y negro. En 1922 el Stedeljik Museum de Amsterdam ofreció una gran exposición retrospectiva de su obra, que le consagró como el gran impulsor de la abstracción geométrica. En 1934 publicó su ensayo sobre la abstracción Arte plástico y plasticismo puro. Durante la II Guerra Mundial se trasladó a Nueva York, donde su pintura dio un nuevo giro: rompió con la rigidez y la austeridad anteriores para introducir el ritmo y el movimiento que la ciudad le sugería Broadway Boogie Woogie (1943) sería una de sus últimas obras. 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Obras comentadas


Galería
Muchacha escribiendo, 1892-1895. Impresionismo


Iglesia del pueblo, 1898. Posimpresionismo

Composición con rojo, amarillo y azul de Piet Mondrian

El Neoplasticismo fue creado en la ciudad holandesa de Leiden por Piet Mondrian y Theo van Doesburg, fundadores del grupo De Stijl, en 1917. Ambos buscaban la pureza plástica total trabajando con formas geométricas regulares y ángulos rectos y utilizando colores primarios (el amarillo, el rojo y el azul) y neutros (el blanco y el negro).

Mondrian, que había llegado a la abstracción por la vía del cubismo, recibe dos influencias fundamentales en la evolución de su obra. Una surge del ámbito pictórico y se debe a las composiciones del pintor Bart van der Lek, cuyas reducciones a base de planos de colores puros marcarán la trayectoria de su nuevo estilo.

La otra aportación procede del campo filosófico. Toda su obra posterior va a estar marcada ideológicamente por la teosofía de raíz neoplatónica formulada por el matemático Dr. Mathieu Schoenmaekers, corriente de pensamiento místico muy en boga en Holanda durante la Primera Guerra Mundial, que propugnaba el rechazo a la realidad material en favor de otra más superior y espiritual.

El teósofo Schoenmaekers, en su ensayo de 1915, La nueva imagen del mundo, escribía: "Los dos extremos absolutos fundamentales que conforman nuestro planeta son: la línea de fuerza horizontal, es decir, la trayectoria de la Tierra alrededor del Sol, y el movimiento vertical y profundamente espacial de los rayos que tiene su origen en el centro del sol. Los tres colores principales son el amarillo, el azul y el rojo. No existen más colores que ellos".

En su pintura, Mondrian, activo miembro de la Sociedad Teosófica holandesa, seguirá estos principios de manera muy estricta. Nunca abandonará la estructura de las líneas y los colores primarios. En sus obras se fusionan los dos elementos, elaborando un lenguaje plástico singular, liberado ya de todo individualismo, con el declarado propósito de "dar forma a las matemáticas".

En un escrito publicado en la revista De Stijl, en enero de 1918, ya propugnaba la necesidad de limitarse "a los tres colores primarios más el blanco, el negro y el gris". Para el artista, "en la pintura real abstracta, el color primario sólo quiere decir que actúa como color básico. Por lo tanto, el color primario aparece de forma muy relativa; lo esencial es que se libere de lo individual y de las sensaciones individuales y que sólo manifieste la emoción serena de lo universal".

En su Composición con rojo, amarillo y azul (Composition with red, blue andyelow), de 1935, se aprecia perfectamente esta depuración de las formas. Ese orden abstracto de rectángulos dentro de un orden basado en líneas que se cruzan siempre en ángulo recto alojando en los espacios cuadrangulares los tres colores (el azul, el rojo y el amarillo) que, con el blanco del fondo y el negro de las rayas, serán los únicos elementos que Mondrian utilizará durante muchos años, desde 1921 hasta 1941, cuando decide establecerse en Nueva York huyendo de los desastres de la II Guerra Mundial.

En la presente obra, el artista traza sobre el blanco de la tela líneas negras horizontales y verticales que determinan una trama de cuadrados y rectángulos, tres de ellos los ilumina con el rojo, el amarillo y el azul. Mondrian busca representar el cuadro en las dos dimensiones y evita crear la ilusión de profundidad, por eso omite cualquier línea curva o diagonal, porque representan la perspectiva.

El resultado es un cuadro perfectamente equilibrado, en donde el color, la forma y la disposición están estudiados según un perfecto orden mental, remitiéndose a las premisas teóricas expuestas en dos de sus ensayos: El arte y la vida (1930) y Arte plástico y arte plástico puro (1937).

La simplicidad de este lenguaje ha influido notablemente en el diseño y la arquitectura del siglo XX. Al hablar de este estilo se ha de señalar el interés hacia la arquitectura oriental, principalmente japonesa, pues las obras de Mondrian parecen relacionarse con estos espacios interiores.

Composición con rojo, amarillo y azul, de 55 x 55 cm, se conserva en la Tate Modern de Londres.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Antonio Canova (1757-1822)



Canova, Antonio (Possagno, 13 de octubre de 1757 - Venecia, 25 de octubre de 1822) Escultor italiano.

Biografía

Perteneció a una familia de canteros y picapedreros; su padre y su abuelo hacían obras de artesanía, especialmente de ornamentación litúrgica. Su temprana formación de escultor, le permitió en 1774, a los 17 años, abrir un taller de escultura en Venecia, en el que realizó obras de tema clásico y mitológico, como Dédalo e Ícaro, todavía dentro de la tónica del barroco veneciano, pero pronto se convirtió en una figura clave de la escultura del Neoclasicismo. A pesar de las críticas adversas que mereció su obra a su muerte, Stendhal dijo de él que había hecho la escultura que realmente convenía a sus contemporáneos, la cual comprendían y sentían antes que la de Fidias. Esto resume la trayectoria de Canova, su evolución y su adaptación a las modas de su tiempo, motivo por el que luego sería censurado y olvidado.

Canova había nacido en el Alto Veneto; inició su formación como tallista de piedra en el taller de Giuseppe Bernardi, en Pagnano di Asolo, y continuó más tarde en la Academia de Venecia, dentro del esplendor artístico del Rococó veneciano. Pronto se ganó una justa fama por la gracia y el movimiento que era capaz de transmitir a sus obras, y por su técnica precisa, próxima a la realidad (aunque esto también le acarreó críticas por considerarse que copiaba del natural). De este época veneciana son obras como Dédalo e Icaro (1778, Venecia, Museo Correr) y Apolo (1778-79, Galería de Venecia) que dejan ver la deuda con los modelos barrocos de Bernini en la interpretación de los temas clásicos.

En 1780 marcha a Roma, dispuesto a integrarse en el inquieto ambiente artístico de la ciudad. Allí conoció a teóricos como Milizia y a artistas como Gavin Hamilton (1723-1798), inglés que se había distinguido por sus pinturas de temas homéricos. Las colecciones artísticas romanas y el Museo Pío-Clementino le proporcionaron suficientes fuentes de inspiración para sus obras que, poco a poco, se despojaron de la tradición barroca y adoptaron una pureza de líneas y una severidad, propias de las teorías que Winckelmann y sus colegas habían extendido. Su obra Teseo y el Mino tauro muerto (1781-82, Londres, Victoria and Albert Museum) le valió la admiración general y la posibilidad de recibir encargos de mayor importancia. Ya en 1783 se le encomendaron los monumentos funerarios de los papas Clemente XIV y Clemente XIII. En el primero de ellos (1783-1787, Roma, Basílica de los Santos Apóstoles) todavía se halla la huella de Bernini, pero corrigió y simplificó el modelo al sustituir los mármoles multicolores por un mármol blanco que confiere sobriedad y clasicismo a la obra. También evita cualquier alusión a la muerte, ya sea en forma de esqueleto o de símbolo del paso fatal del tiempo, muy del gusto teatral del Barroco, para representar al Papa bendiciendo, flanqueado por las figuras femeninas de la Humildad y la Templanza, que manifiestan su tristeza con una discreción y sencillez de actitudes que es fiel reflejo de las doctrinas neoclásicas.

El monumento a Clemente XIII (1783-1792, Roma, Basílica de San Pedro), el Papa de la familia veneciana de los Rezzonico que había muerto en 1769, es un paso más en la depuración del modelo berninesco, aún más manifiesto por estar situado junto a los monumentos barrocos de la Basílica de San Pedro. El sarcófago presenta un tratamiento como en el mundo romano clásico, coronado con frontón y acróteras en los ángulos, sobre el que se representa al pontífice arrodillado en oración. A la izquierda aparece la figura de la Fe con una cruz y a la derecha el Genio de la Muerte, encarnado por una figura juvenil alada que destaca por su melancólica y clásica sencillez, alejada del dramatismo del barroco.

Ya bien establecido, la carrera de Canova transcurre en Roma con multitud de encargos que puede atender gracias a su taller de la calle de San Giacomo, donde trabaja junto a Antonio d'Este, amigo desde los tiempos de Venecia. Con un crecido número de ayudantes, que resuelven los problemas mecánicos de la ejecución de las piezas, el maestro se ocupa de los bocetos previos y de terminar y dar los toques personales a los mármoles o bronces.

El estilo de Canova se hizo más y más depurado en las formas, pero sus obras nunca tuvieron la cuidada frialdad y sequedad de los modelos griegos seguidos por escultores como Thorvaldsen, sino que se caracterizaron por una estilización y una gracia contenida que entusiasmó a sus seguidores. Amor y Psique (1787-1793, París, Louvre) manifiesta la ambigüedad entre movimiento y contención como reflejo de un planteamiento racional donde todos los elementos están calculados.

Cuando Napoleón tomó el poder, Canova recibe encargos de la familia Bonaparte; para ellos creó un tipo de retrato en el que los protagonistas encarnan dioses clásicos, como habían hecho los antiguos romanos. Así Paolina Bonaparte Borghese aparece en el papel de Venus Victrix (1804-1808, Roma, Galería Borghese), el mismo Napoleón es representado desnudo como un Marte Pacificador (1806, Londres), mientras que su madre Letizia Ramolino (1804-1807, Chatworth Collection, Devonshire) semeja una matrona romana, inspirada en la Agripina sentada del Museo Capitolino de Roma.

Hasta su muerte, Canova vivió rodeado de honores y respeto, reclamado por diferentes cortes que deseaban contar con sus servicios. El archiduque Albert de Austria le encomendó el sepulcro de su esposa María Cristina para la iglesia de los Agustinos de Viena (1798-1805), en el que Canova planteó un nuevo esquema de monumento funerario, en el que la forma de pirámide ya sugiere el destino fúnebre.

Tras la muerte de Bonaparte, en 1815, fue enviado de nuevo a París por el Papa, con la misión, casi diplomática, de rescatar, seleccionar y embalar las obras de arte que Napoleón había arrebatado al patrimonio artístico italiano, gestión que le valió el título de Marqués de Ischia. En una estancia en Londres, tuvo oportunidad de contemplar los relieves de Fidias en el Partenón ateniense, los cuales le impresionaron grandemente, y produjeron una alteración en la evolución natural del artista; allí se le invitó a restaurar los mármoles del Partenón de Atenas que habían sido llevados a Inglaterra años antes, tarea a la que renunció. Todo ello no supuso un cambio en su estilo, que hasta sus últimos años manifestó un detallismo y una delicadeza en los tipos femeninos (Hebe o Las tres Gracias) dentro de un sobrio clasicismo (Venus y Marte, 1816-1822) que le granjearon la general aprobación.


Obra comentada

Retrato de Paulina Bonaparte de Antonio Canova



La poesía neoclásica de la escultura de Canova queda patente en esta representación de la hermana de Napoleón, recostada y semidesnuda en una chaise-longue con una pequeña manzanita en la mano, tal y como SI fuera una personificación de Venus. Esculpida en 1808 durante el matrimonio que pactó el propio Napoleón con el príncipe Camilo Borghese, cuya colección de arte donó al museo del Louvre, la imagen que ofrece de la ingenua princesa está muy idealizada bajo las formas típicas de la escultura neoclasicista.

(Galería Borghese, Roma)

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Antonio Moro (h.1519-1576)

 Autorretrato, 1558


Moro, Antonio (Utrecht, h. 1519-Amberes, 1576) Pintor holandés, cuyo verdadero nombre era Anthonis Mor van Dashorst. 

Discípulo de Jan van Scorel, cultivó también el retrato, pero se diferenció de su maestro por el trato más libre de la luz. Sufrió la influencia de Tiziano con resultados positivos. Su arte se distingue por la aguda observación, objetividad y detallismo, unidos al empaque y distinción de los pintores italianos. Viajó a Roma (1550) y luego se trasladó a España (1551), Portugal (1552) y finalmente a Inglaterra, donde pintó, por encargo de Felipe II, el retrato de María Tudor (1554). Hacia 1559 evolucionó hacia un retrato pictórico más amplio y vibrante. Su influencia en la pintura de retrato se dejó sentir en España hasta Velázquez. Entre sus retratos más famosos se cuentan: Cardenal Granvela (Viena), Guillermo de Orange (Galería de Kassel), Alejandro Farnesio (Parma) y El enano del cardenal Granvela (Louvre).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Galería
Retrato de Dama, 1538

Retrato del Cardenal Granvela, 1549.

Giovanni Battista Moroni (1529-1578)


Moroni, Giovanni Battista (Albino, Italia, 1529 - Bérgamo, Italia, 5 de noviembre de 1578) Pintor italiano. 

Fue uno de los mejores retratistas del s. XVI. En sus retratos dejó constancia de la vitalidad y de la fuerza psicológica de su pintura, admirada por el propio Tiziano. Por su fidelidad al modelo se le considera uno de los maestros de la pintura naturalista lombarda. Entre sus obras: Asunción (Gallería Brera) y El sastre (National Gallery).

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

Galería

Retrato del escultor Alessandro Vittoria, 1552

Retrato de un soldado, 1555-1559

El sastre de Giovanni Battista Moroni


Retrato que consigue una imagen natural y psicológica. Se dice que incluso Tiziano admiraba a Moroni como retratista, quizá por su pasión documentalista que le llevó a registrar incluso los más nimios personajes de la sociedad. 

(National Gallery, Londres). 

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.

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