Obra de Ucello en la que se pone de manifiesto la enorme preocupación que sentía por la prolijidad del detalle y por su apasionante exploración de la profundidad del espacio, es decir, de la perspectiva como método para definir ' y explorar la realidad. Junto a la intensidad poética del fondo resalta el goticismo que aún ostenta la figura de la princesa. San Jorge en su magnífico corcel blanco contrasta con la fealdad y brutalidad que se desprende de la figura del dragón, a quien el santo ha atacado con una larga lanza y de cuya herida empieza a brotar abundante sangre.
(National Gallery, Londres).
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
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