La Libertad guiando al pueblo (La
Liberté conduisant le peuple aux barricades) fue pintada por Eugéne
Delacroix inmediatamente después de los sucesos del 28 de julio de 1830, que
motivaron la caída de Carlos X y su sustitución por Luis Felipe de Orleáns, el
llamado Rey Burgués.
En medio de una ciudad en llamas,
surge una mujer, con el torso desnudo, que representa a la vez la Liberad y
Francia, porta en su mano derecha la bandera tricolor y en la izquierda el
fusil. Le acompañan miembros de las diferentes clases sociales, un obrero con
una espada, un burgués con sombrero de copa portando una escopeta, un
adolescente con dos pistolas, etc., para manifestar la amplia participación y
dejar clara que la causa común no mira la procedencia jerárquica. A los pies de
la figura principal, un moribundo mira fijamente a la mujer para señalar que ha
merecido la pena luchar.
La composición se inscribe en una
pirámide cuya base son los cadáveres que han caído en la lucha contra la
tiranía, cadáveres iluminados para acentuar su importancia, que se contraponen
con el gesto hacia delante de los combatientes.
La composición se basa claramente
en la Balsa de "La Medusa",
no obstante, aquí Delacroix invierte la orientación de las figuras que, en este
caso, avanzan hacia el espectador. Los escorzos, el movimiento y la disposición
asimétrica de los personajes, recuerdan las obras del Barroco.
Como advierte Argan, es el primer
cuadro político de la pintura moderna, que exalta la insurrección popular
contra la monarquía borbónica restaurada, es decir, con esta obra, el
romanticismo deja de mirar hacia la antigüedad y comienza a querer participar
en la vida contemporánea. En ella el deseo de compromiso político se hace
patente al convivir en la representación personajes reales, como el mismo
artista.
El cuadro radica en la
extraordinaria brillantez del color y el claroscuro. En la Libertad guiando el pueblo, la luz es un elemento primordial.
Estalla con fuerza en la camisa del hombre caído en primer plano para envolver
la figura de la alegoría y disolverse por medio de la polvareda con el humo y
las nubes, e impedir contemplar con claridad el grupo de figuras que se sitúan
tras el personaje femenino, así como las torres de Notre-Dame. Es una luz
violenta.
La pincelada, que recoge lecciones
de Goya,
es suelta. Las fachadas y tejados de las casas se reducen a un conjunto de
minúsculos toques, así como las pequeñas imágenes de soldados en el centro del
extremo derecho, que no son más que un conjunto de manchas.
Se está ante una composición
absolutamente dramática donde las líneas y las pinceladas de color se ondulan
aumentando la tensión del momento. Todas las formas están recorridas por un
movimiento ondulante siendo difícil encontrar una línea recta y más todavía
percibir una figura estática o serena.
La pintura es, en definitiva, una
reminiscencia de la Balsa de "La
Medusa". Al igual que ésta, el plano de la base es inestable a partir
del cual nace y se desarrolla de manera ascendente el movimiento. De igual
modo, la masa humana culmina con una figura que agita algo, allá un trapo, aquí
una bandera. Al igual que su compatriota, en primer plano sitúa los muertos en
unas posiciones tremendamente realistas.
La Libertad guiando al pueblo fue presentada al Salón de 1831 y adquirida
por Luis Felipe para el Museo Real. Actualmente este óleo sobre lienzo, la obra
maestra de Delacroix, de 260 x 325 cm se conserva en el Museo del Louvre, en
París.
Collier, John (Londres, 27 de enero de 1850 – Hampstead, 11 de abril de 1934) fue un destacado pintor y escritor británico asociado con la tradición prerrafaelista. Reconocido por sus retratos y pinturas de escenas mitológicas y literarias, Collier es considerado uno de los artistas más representativos de su época, combinando un estilo académico con influencias románticas.
Primeros años y formación
John Maler Collier nació en Londres, Inglaterra, en una familia influyente y culta. Su padre, Robert Porrett Collier, fue un importante abogado y político que llegó a ser primer barón de Monkswell. Esta conexión le permitió a John crecer en un entorno intelectual que influyó en su interés por las artes.
Estudió pintura en la Academia de Bellas Artes de Múnich y posteriormente en París, donde estuvo bajo la influencia del estilo académico francés. Fue alumno de maestros como Jean-Paul Laurens y Jules Bastien-Lepage, cuyas enseñanzas se reflejaron en la precisión técnica y el detalle de sus obras.
Carrera artística
Collier se convirtió en un retratista destacado, siendo conocido como uno de los principales pintores de la alta sociedad victoriana y eduardiana. Entre sus retratos más notables se encuentran:
Charles Darwin: Un retrato icónico del naturalista, encargado por la Royal Society.
Thomas Henry Huxley: Con quien Collier tenía una relación cercana, pues se casó con dos de las hijas de Huxley.
Además de sus retratos, Collier también pintó escenas mitológicas y literarias con una sensibilidad prerrafaelita. Entre estas obras destacan:
"Lady Godiva": Una representación de la famosa leyenda inglesa.
"Lilith": Un tema recurrente en su obra, inspirado en la mitología judía y las historias de la primera esposa de Adán.
"Clytemnestra": Una poderosa representación de la reina mitológica tras asesinar a su esposo, Agamenón.
Estilo artístico
El estilo de Collier mezcla el realismo académico con la sensibilidad prerrafaelita. Sus obras son conocidas por su atención al detalle, el uso vibrante del color y la habilidad para capturar la psicología de sus personajes. Aunque no formó parte formalmente de la Hermandad Prerrafaelita, su obra a menudo se asocia con este movimiento por su temática romántica y mitológica.
Escritos sobre arte
Collier también fue un escritor prolífico y contribuyó al entendimiento del arte victoriano con libros como:
"A Manual of Oil Painting": Una guía práctica para pintores.
"The Art of Portrait Painting": Donde compartió su conocimiento sobre la técnica del retrato.
Vida personal
Collier estuvo casado dos veces. Su primera esposa fue Marian Huxley, hija del científico Thomas Henry Huxley, con quien tuvo dos hijos. Tras la muerte de Marian en 1887, Collier se casó con Ethel Huxley, hermana menor de Marian, lo que fue aceptado dentro de los círculos sociales de la época.
Collier mantuvo una estrecha relación con intelectuales, científicos y figuras literarias de su tiempo, lo que enriqueció su obra artística y le dio acceso a comisiones de alto perfil.
Legado
John Collier murió el 11 de abril de 1934 en Londres. Aunque su obra fue ampliamente reconocida en su época, con el tiempo cayó en un relativo olvido, como ocurrió con muchos artistas académicos tras el auge del modernismo. Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido un renovado interés en su obra, especialmente por su conexión con la estética prerrafaelita y su contribución al arte victoriano.
Su capacidad para capturar la esencia de sus sujetos y su maestría técnica lo convierten en una figura importante en la historia del arte británico. Sus pinturas permanecen en museos y colecciones privadas, donde continúan siendo apreciadas por su belleza y precisión.