El Pre-Raphaelitism, que empezó siendo en el fondo una erupción
romántica, con Burne-Jones
y William Morris acabaría adquiriendo verdadera trascendencia artística.
Las concepciones artísticas de
los prerrafaelistas ejercieron una notable influencia en las artes decorativas,
sobre todo a través de Morris.
Poeta, pensador, político, pintor
y diseñador, William Morris (1834-1896) es una figura singular en la historia
inglesa de la segunda mitad del siglo XIX, el artífice del gran impulso
renovador en el dominio de la estética y la popularización del arte en
Inglaterra y en casi toda Europa.
La Reina Genoveva, de William Morris (Tate Britain, Londres). De título equívoco, pues se trata en realidad de un retrato de Jane Burden, responde a una escena de los mitos artúricos que el autor pintó en 1857, poco antes de casarse con la modelo. El elegante sentido ornamental del cuadro sugiere la cercana intención de Morris por abandonar la pintura para dedicarse exclusivamente al diseño y a la decoración de interiores. Quien fuera representada como la esposa del rey Arturo acabó siéndole infiel con Dante Gabriel Rossetti ante la indiferencia de Morris, cuyo principal interés residía en la observación casi obsesiva de los detalles de la naturaleza.
Nacido en el campo, de familia
acomodada, se formó en Oxford donde conoció a los prerrafaelistas y entró en
contacto con las ideas del escritor inglés John Ruskin, gran defensor del neogoticismo y destacado teórico y crítico del
arte. Influido por este pensador, se apasionó por cuestiones teológicas, de
poesía medieval, y durante las vacaciones se dedicó a visitar las grandes
catedrales inglesas y francesas. Esta experiencia y su amistad con los
prerrafaelistas le llevaron a reflexionar sobre el modelo medieval y a revisar
los peligros deshumanizadores de la incipiente sociedad industrial que se
estaba generando en su país. Entró en 1856 en el estudio del arquitecto y
arqueólogo G. E. Street, autor de The
Gothic Architecture of Spain, conoció a Rossetti y dos años después publicó
su primer libro poético The Defence of
Guinevere.
En 1859 contrajo matrimonio con Jane Burden, modelo de los pintores prerrafaelistas, y junto al arquitecto Philip Webb construyó su propia casa, la Red House, en Upton, un ejemplo arquitectónico verdaderamente importante por hallarse llena de novedades decorativas. Algunos de los artistas de la hermandad prerrafaelista, junto al propio Morris, colaboraron en la decoración de la casa diseñando la mayor parte del mobiliario e incluso las pequeñas piezas utilitarias.
The Red House, de Philip Webb (Bexley Heath, Upton). William Morris se convirtió en uno de los principales impulsores de la artesanía frente a los estragos de la industrialización. Acogiéndose a la tradición popular de la arquitectura rural del siglo XVII, Morris encargó a un amigo arquitecto la construcción en 1859 de esta casa roja rica en volúmenes y parca en ornamentos que no obstante refleja a las claras desde el exterior el holgado modo de vida de sus moradores. Aunque la edificación estuviera alejada de los rigurosos parámetros de las académicas casas modernas de la época, Morris y Webb no supieron romper del todo con las formas burguesas clásicas de la arquitectura urbana. Adaptada a los usos y costumbres del lugar, el edificio responde a unos no tan nuevos idearios de libertad y de individualismo que se expandieron entre las clases pudientes de Inglaterra.
Animado por la experiencia de la
Red House, creó en 1861 la firma Morris & Co., sociedad dedicada a proyectos
de decoración, vidriería, papeles para paredes, alfombras, etcétera. La
compañía funcionaba como un taller y una organización comercial para la
producción y distribución de piezas de decoración. Aspiraba con ello a reavivar
la nobleza del antiguo artesanado.
A través de sistemas de
elaboración artesanales y utilizando materiales de gran calidad, Morris realizó
vidrieras, cerámica, mobiliario, tejidos y papeles para paredes. Con estos
trabajos quería llevar a cabo sus teorías, defendiendo el protagonismo del
artesano, la nobleza del trabajo manual ante la servidumbre de la producción
mecanicista y la consideración de que a través del arte el individuo podía
mejorar la calidad de vida de la sociedad. La razón social se disolvió en 1873,
y entonces Morris pasó a ser el único propietario de aquel negocio que amplió
en 1881, con la fábrica de tapices de Merton (Surrey).
The strawberry thief, de William Morris (Victoria and Albert Museum, Londres). Este diseño para tela de algodón realizado en 1883 muestra algunas de las constantes decorativas de Morris, como los pájaros, las flores, las frutillas en forma de fresita y la abigarrada composición, llena de retorceduras y repeticiones.
Sus ideas sobre un arte
socializador le indujeron a una actuación política militante y fue uno de los
fundadores de la Liga Socialista. Era necesario cambiar la sociedad, y el arte
podía ser uno de los medios. Publicó artículos, dio conferencias por todo el
país y participó en manifestaciones.
Personaje polifacético, Morris
cultivó también la literatura, practicó el ensayo y tradujo antiguas leyendas
nórdicas. Su obra novelada News from Nowhere
(1891) tuvo una gran difusión y es la que mejor resume el pensamiento político
y social de su autor.
Los últimos años de su vida los
dedicó al taller imprenta Kelmscott Press, donde imprimió libros de gran
calidad y creó nuevas tipografías de reminiscencias góticas. Editó, entre otros
títulos, las obras completas de Chaucer en volúmenes bellamente encuadernados y
pulcramente impresos con ilustraciones de gran sensibilidad.
The Golden Legend, de William Morris (Kelmscott Press, Londres). Personaje polifacético, Morris cultivó también la literatura, imprimió libros de gran calidad y ornó hermosas telas. Su diseño para las iniciales góticas conocidas como Troy y Golden & Chaucer quedó patente en la portada de este libro editado por el propio Morris y que releja su admiración por los antiguos manuscritos medievales iluminados. El renacimiento del arte impreso, recuperado por Morris en 1891, devolvió al libro su condición de objeto de culto y de obra de arte.
Pero el mérito de Morris ha sido
el de haber introducido a través de su labor práctica y teórica una nueva
manera de entender el arte y en especial las artes decorativas. Su influencia
dio lugar a la aparición de las Arts & Crafts y otros movimientos posteriores,
participando plenamente de la concepción modernista sobre la integración de las
artes y consecuente revalorización de las denominadas artes menores. Según
Morris, cualquier objeto debe estar concebido pensando en su belleza, su
función y su calidad. Denunció la fealdad de la producción industrial, el
desordenado y sórdido desarrollo de las ciudades y reivindicó la belleza para
el entorno humano defendiendo de manera sincera los derechos del pueblo y su
acceso al arte. Sus propias palabras son reflejo de un ideario ciertamente
romántico: "No quiero el Arte para unos pocos". Pero paradójicamente
sus productos resultaron asequibles sólo para unos pocos, ya que la artesanía
no podía competir con los sistemas de producción industrial mucho más baratos.
Belleza, sociedad y economía debían resolver aún nuevos litigios.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.