El paso decisivo hacia la ruptura
de cualquier barrera entre el arte y la vida, anunciado ya por Marcel Duchamp,
se da cuando el artista asume sin restricciones el ámbito del espacio para
operar en él, y a través de él, nuevos mecanismos cognoscitivos.
El artista, apoderándose del
espacio, y recreándolo, invita al espectador a participar activamente del
proceso creativo como parte integrante del mismo, ya sea a través de una simple
experiencia sensorial o a través de su libre interpretación. Cada vez son más
los artistas que eligen este medio para realizar un trabajo que abarca
elementos e ideas tomados de fuentes diversas.
Al parecer, fue el artista
minimal Dan Flavin quien utilizó por primera vez el vocablo "instalación"
para designar, a partir de 1964, sus obras realizadas con neones. El recurso
del "lugar" debe considerarse una de las aportaciones más importantes
del arte minimal: trascender los propios límites de la forma objetual para
extender la actuación al ámbito del espacio, del entorno, violentando las
convenciones de la percepción.
Dime, dime querido de Susana Solano (área olímpica de la Vall d'Hebron, Barcelona)_ La autora figura entre los artistas españoles más cotizados internacionalmente a partir de la década de 1980_ Sus esculturas, piezas de metal convertidas en contenedores y, a la vez, en contenidos, reflexionan sobre los límites de la forma y de la vida con una libertad y dominio intuitivo de sugerencias poéticas. Esta obra fue instalada en 1992, y es una de las primeras que concibe para un espacio público.
El arte de la década de 1970 coincidió en la animación de la tendencia a la desobjetivación; las experiencias minimal y povera son decisivas en la definición de la ampliación de las posibilidades estéticas a las tres dimensiones y la concepción del espacio como ampliación conceptual de
Torsión bajo el cielo de Ferran Cartes. Realizada en 2003, en mármol negro de México. Sus esculturas son el resultado de una evolución, que comienzan en la década de 1970 con trabajos en yeso pintado, y culminan a partir del año 2000 en sus exposiciones monográficas Piedras de agua, Esculturas de río y Torsiones, a la que pertenece esta pieza.
Dimensión variable de Juan Muñoz. Las piezas escenográficas de este autor recrean reflexiones introspectivas sobre la naturaleza de la existencia humana, como en esta pieza realizada en 1986, en la que el espacio genera el contenido mismo del tema. En la década de 1990 el autor produjo obras de carácter narrativo, en las que figuras de tamaño ligeramente inferior al natural, interaccionan con el espacio, estando distribuidas tanto en ambientes cerrados como abiertos.
También la obra de Beuys es indispensable a la hora de fijar nuevos significantes al arte europeo; su influencia es evidente en los problemas recurrentes de representación versus expresión. Sus ideas abrieron el camino a una nueva interpretación del artista como agente socialmente responsable y a la profusión de importantes escultores alemanes: Rebecca Hom, Imi Knoebel, Reinhard Mucha, Wolfgang Laib, Gunter Forg, Rosemarie Trockel, Martin Kippenberger y Georg Herols, entre otros.
La tecnología del video ha estado
unida a los orígenes del concepto de instalación: videoinstalaciones. La imagen
electrónica, sumada a los objetos y otros materiales, amplía el concepto de
lugar y espacio en el que se desarrollan.
Escultura en la Via Júlia de Jaume Piensa (Barcelona). Las formas potentes de resonancia orgánica de este autor, realizadas en hierro, mantienen en sus aspectos visuales y táctiles toda su fuerza expresiva. Si bien en una primera etapa estaba interesado por cuestiones relacionadas con la tensión, el volumen y el espacio, más tarde -a mediados de la década de 1980- moldea el hierro y desarrolla figuras escultóricas de formas zoomórficas.
Bajo la almohada de Jordi Colomer (Galería Juana de Aizpuru, Madrid). Obra realizada en 1988. La potencialidad expresiva de los materiales en su presencia natural -caucho, acero galvanizado, madera- y la construcción de formas "domésticas", configuran el discurso existencialista de Colomer. Lleva a cabo sus obras con un minimal1smo geométrico, y en ellas el público se convierte en actor y espectador a la vez.
Escultura en la Via Júlia de Jaume Piensa (Barcelona). Las formas potentes de resonancia orgánica de este autor, realizadas en hierro, mantienen en sus aspectos visuales y táctiles toda su fuerza expresiva. Si bien en una primera etapa estaba interesado por cuestiones relacionadas con la tensión, el volumen y el espacio, más tarde -a mediados de la década de 1980- moldea el hierro y desarrolla figuras escultóricas de formas zoomórficas.
Bajo la almohada de Jordi Colomer (Galería Juana de Aizpuru, Madrid). Obra realizada en 1988. La potencialidad expresiva de los materiales en su presencia natural -caucho, acero galvanizado, madera- y la construcción de formas "domésticas", configuran el discurso existencialista de Colomer. Lleva a cabo sus obras con un minimal1smo geométrico, y en ellas el público se convierte en actor y espectador a la vez.
Judith Barry, Klaus von Bruch,
Marie-Jo Lafontaine, Allan MacCollum, Alfredo Jarr, Gerard Merz, Barbara Bloom,
Meg Webster, Ann Hamilton, Mike Kelley, Jessica Diamon, Christian Boltansky,
David Ireland y Jenny Holzer, entre otros, son artistas que asumen el espacio como
elemento constituyente de sus reflexiones conceptuales, encabezando la última
generación de creadores.
Los artistas españoles más
importantes en sus aportaciones a la conciencia y uso del valor del entorno en
el contexto de la obra gozan de gran reconocimiento nacional e internacional.
Caries Pazos, premio Nacional de Artes Plásticas (2004), en cuyas frases
"el Arte es inútil y caprichoso" o "Dios es kitsch"ya
podemos vislumbrar una de las características más definitorias de sus obras, la
desacralización del arte. Por su parte, Jordi Benito es uno de los principales
exponentes de la práctica de la performance
en España y participó en la Documenta de Kassel de 1972 con apenas 21 años.
Diversas esculturas de Francisco Leiro (Centro Gallego de Arte Contemporáneo, Santiago de Compostela). El autor perteneció al grupo Foga, de inspiración surrealista. Su expresionismo conecta con los lenguajes toscos y primitivistas que ya fascinaron a las vanguardias, aunque siempre mantuvo un lenguaje propio y diferente a la corriente de la nueva figuración y el nuevo expresionismo. Combina la talla en madera, la escultura tradicional gallega, y las formas arcaicas de la escultura.
Natura y Signatura de Perejaume (Cortesía de Galería Joan Prats, Barcelona). Piedra natural y piedra esculpida. Su trabajo resume una peculiar visión poética de la naturaleza como compendio de la vida y pensamiento. Plantea un trabajo intelectual capaz de ubicarse en cualquier espacio (natural o arquitectónico) en busca de un nuevo espectador. Su obra combina las propuestas teóricas con la producción artística, reformula las barreras estéticas y la lingüísticas.
Diversas esculturas de Francisco Leiro (Centro Gallego de Arte Contemporáneo, Santiago de Compostela). El autor perteneció al grupo Foga, de inspiración surrealista. Su expresionismo conecta con los lenguajes toscos y primitivistas que ya fascinaron a las vanguardias, aunque siempre mantuvo un lenguaje propio y diferente a la corriente de la nueva figuración y el nuevo expresionismo. Combina la talla en madera, la escultura tradicional gallega, y las formas arcaicas de la escultura.
Natura y Signatura de Perejaume (Cortesía de Galería Joan Prats, Barcelona). Piedra natural y piedra esculpida. Su trabajo resume una peculiar visión poética de la naturaleza como compendio de la vida y pensamiento. Plantea un trabajo intelectual capaz de ubicarse en cualquier espacio (natural o arquitectónico) en busca de un nuevo espectador. Su obra combina las propuestas teóricas con la producción artística, reformula las barreras estéticas y la lingüísticas.
Antoni Muntadas, Eugenia
Balcells, Antoni Miralda, Francesc Torres, Francesc Abad, Noguera, Concha
Jérez, Joan Duran, Eva Lootz, Pep Agut, Manuel Saiz y Perejaume representan el
grupo más relevante en el uso del entorno en el contexto de la obra. La mayoría de ellos
están vinculados al desarrollo del arte conceptual en Cataluña durante la
década de 1970 y activos posteriormente en múltiples facetas de la creación.
Entre la pintura, la escultura,
la narrativa o los mass-media, la
instalación destaca. su autonomía, refrendando el auge de la escultura durante
las últimas décadas del siglo XX, la validez del discurso pictórico y la
pluralidad dinámica de un arte que ya no necesita etiquetas, ni barreras, un
arte sin fronteras.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.