La
conquista romana y el posterior proceso de romanización provocaron la
desaparición de este arte, como ocurrió también con la lengua, incorporando
parte de Europa al Imperio romano, bajo una misma lengua, unas mismas
instituciones, un mismo arte. Pero no ocurrió del mismo modo en la periferia
septentrional, oriental y, sobre todo, atlántica, donde la estética decorativa
insular se mantuvo desde los primeros monumentos cristianos hasta influir en
algunos aspectos decorativos del arte románico y gótico. Asimismo, la
perduración de las estructuras mentales - religiosas, políticas y sociales-
dieron lugar a una maravillosa literatura épica que alude a una sociedad
heroica reflejada en las leyendas de Conchabar y Cuchulainn y en el ciclo del
rey Arturo.
La perduración de ritos ancestrales que cada
año se repiten en determinadas festividades religiosas que marcan el inicio de
cada estación remite a simbolismos religiosos, relacionados con los ciclos
agrícolas y pastoriles y con cultos astrales que más de dos mil años de
cristianismo no han conseguido erradicar del todo.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
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