En
el año 225 a.C. se produjo la última gran batalla de los pueblos celtas de la
Galia contra Roma. Esta batalla tuvo lugar cuando los galas iban en expedición
conquistadora a Etruria. Estos sorprendieron a los romanos en Montepulciano,
obligándoles a refugiarse. El ejército romano quedó a la espera de refuerzos y
cuando estos llegaron, la batalla se libró en las inmediaciones de Télamon (o
Talamone) y tuvo lugar perpendicularmente a la Via Aurelia.
⇦ Dios de Bouray (Musée de Saint-Germain-en-Laye). Con este nombre se
conoce esta estatuilla de bronce datada en el siglo I a.C. y que representa la
última fase de la evolución escultórica celta. Su anatomía simplificada marca
un diseño ornamental.
Hubo dos frentes: una lucha de caballería en
la colina Aquilone y otra de infantería en el llano. Los galos mataron a Cayo
Atilio Regulus, que era el general de la caballería romana, si bien resistieron
y consiguieron avanzar frente a los galos. Las tornas cambiaron y los romanos
consiguieron acorralar a los celtas, dando fin a la batalla, una de las más
sangrientas de la historia romana. Afianzó el dominio latino sobre la Galia
Cisalpina.
Fuente:
Texto extraído de Historia del Arte. Editorial Salvat.
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