En esta obra de 1927 Albers empleó de nuevo los
materiales que inicialmente le señalaron para la dirección artística de la
sección de pintura mural y de pintura en vidrio de la Escuela Bauhaus a partir
de 1923, en sustitución de Paul Klee, quien nunca actuó como tal. No obstante, la influencia de
Klee es evidente en la obra de Albers, que en la década de 1950 desarrollaría
toda una corriente de abstracción geométrica dentro del op-art estadounidense
experimentando con las leyes de la óptica para producir ilusiones de vibración
y relieve.
(Fundación Albers, Bethany)
Fuente: Texto extraído de Historia del Arte. Editorial
Salvat
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