Cuadro pintado por uno de los participantes en aquel
Salón de Otono de 1905 que habría de bautizar al movimiento fauve. De ese mismo
año data esta tela, pintada en SaintTropez, donde el artista vivió la mayor
parte de su vida y cuyo paisaje habría de inspirarle vibrantes asociaciones cromáticas
en unas formas elaboradas que reflejan el placer de vivir.
(Galerie de París).