Esta obra, también llamada El mar en calma, fue pintada en 1887 por el máximo exponente del
simbolismo centroeuropeo, junto a otras de temática similar, se considera hoy
una anticipación del movimiento surrealista. Böcklin pasó de pintar paisajes de
colorido oscuro a obras de estilo monumental y de mayor luminosidad, inspiradas
en temas mitológicos, como esta sirena que reposa sugestiva y sensual en una
roca, mirando directamente al espectador mientras el tritón, imponente, se
hunde en el mar.
(Kunstmuseum, Berna)
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.