La célebre actriz Marilyn Monroe fue uno de los temas más desarrollados por Warhol en sus serigrafías basadas en un original fotográfico de su rostro. Diversas transformaciones de color y de mancha han logrado ofrecer una imagen que, siendo siempre distinta, permanece invariable todo el tiempo. Resulta así un magnífico ejemplo de la deshumanización del mito en la época presente y la banal valorización de las imágenes culturales convertidas en arte de consumo.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
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