La obra del escultor aragonés
contribuye de manera
especial -a la definición de
la modernidad escultórica
española. Tras su estancia
en París, donde conoció a Picasso y el cubismo, sus
esculturas encuentran en
este movimiento de vanguardia
la máxima expresividad
para el potencial formal
de la masa y el vacío.
Combina las experiencias
realizadas por su autor en
lámina de hierro y cobre, y
sus investigaciones de los
ritmos de planos cóncavos,
en los que se funde en
armonía el espacio de la
materia y del vacío.
(Museo Centro de Arte Reina Sofía, Madrid)
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.