San Patricio y el rey (Biblioteca Huntington,
San Marino).
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La fiesta de San Patricio es
la festividad nacional de Irlanda y se celebra con gran esplendor cada 17 de
marzo. La vida y obra de este santo que predicó el catolicismo en la Irlanda
del siglo V fue de gran importancia para el país pues caló profundamente en las
creencias religiosas de los habitantes de la isla.
El que sería futuro apóstol de Irlanda nació
hacia el año 390 en el noroeste de Gran Bretaña y era hijo de un oficial romano
ferviente seguidor del cristianismo. No sabemos cómo debió de transcurrir la
infancia y la adolescencia de San Patricio, aunque está demostrado que a los
dieciséis años fue raptado por piratas y tuvo que sufrir un prolongado
cautiverio de más de seis años.
Una vez que consiguió la libertad, decidió
emprender un largo viaje por Europa, durante el cual se afianzó su fe cristiana
y tomó la decisión de regresar a su tierra natal para colaborar en la expansión
del catolicismo en ella.
De este modo, tras haber sido consagrado obispo
para la misión de Irlanda por San Germán de Auxerre, inició su obra de
evangelización en Leicester. No se conocen muchos detalles de esos primeros
años. Más información se tiene de su viaje a Roma, realizado entre el año 441 y
el 443, tras el cual logró establecer la sede episcopal de Irlanda en Armagh.
El gran deseo de San Patricio era crear una cristiandad irlandesa que siguiera
fielmente los preceptos de la Iglesia de Roma, por lo que decidió crear
obispados territoriales subordinados al poder papal, que fueron eliminados tras
su muerte, acontecida en el 461.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
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