Portada de El Príncipe de Maquiavelo. |
Tanto el Renacimiento artístico
como el político y social tuvieron sus
inicios en Florencia, ciudad de nacimiento
y adopción, como se puede
ver, de grandes artistas. Aquí nació Nicolás Maquiavelo en 1469, quien
desempeñó diversos cargos políticos, aunque, a la vuelta de los Médicis a Florencia, fue retirado de la
vida política y encarcelado. Una vez
liberado, marcha a su casa de campo,
donde escribirá El Príncipe.
En él trata de explicar cómo crear,
mantener y endurecer un principado,
entendido como el gobierno de
una ciudad o país. Para Maquiavelo,
el gobernante debe imitar el
comportamiento de los grandes hombres (especialmente los del Imperio
Romano); debe demostrar que el gobierno duro es necesario
para el bienestar de la población; debe tener plena dedicación a la
guerra para mantener el principado,
así como entender que la crueldad
puede llegar a ser esencial para
mantener la estabilidad del poder;
ha de saber recoger consejos
cuando estos son necesarios.
Maquiavelo no tuvo en cuenta ningún tipo de moral ni ética, cosa
que le propició enfrentamientos
con sus contemporáneos. Para él,
el gobernante tiene que ser visto
como clemente, religioso, honesto
y ético, pero en ningún momento
debe poseer esas cualidades, ya
que perdería el gobierno. Así pues
la concepción básica del gobernante
es la de que debe ser utilitarista,
echo que se demuestra en la famosa
cita extraída de El Príncipe:
"el fin justifica los medios".
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.
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