La llegada de las tribus indoeuropeas a Asia Menor hacia
finales del III milenio detuvo el poder de la civilización hatti en todos los
territorios anatólicos, como se constata en la fase de Troya que corresponde a
este momento.
![]() |
Guerrero
(Museo Arqueológico, Ankara). Detalle de un ortostato procedente de Karkamis,
que está fechado entre los siglos XI y IX a.C.
|
⇨ Caballo
y jinete (Colección privada, Viena). Figurilla de terracota
procedente de Antioquía (Turquía), que se remonta al II milenio a.C.
Se conoce la
existencia de un cierto número de ciudades-estado de Anatolia central, en el
primer cuarto del II milenio, que estaban dirigidas por pequeños potentados:
Kanesh (Nesa), Kussara, Hattusa, Zalpa y Puruskanda. Algunas no descubiertas
aún tienen su origen en principados indígenas, es decir, pequeños Estados
hatti. Después de las inmigraciones de los indoeuropeos cayeron gradualmente en
manos de los soberanos hititas. La más importante de estas ciudades fue Kanesh,
la actual Kültepe, cerca de Kayseri, donde se encuentran los primeros indicios
de la cultura hitita. Identificada con la Nesa hitita, esta ciudad es una
prueba de la llegada de los hititas a una antigua ciudad hatti hacia 1800 a.C.
La escritura
fue utilizada en esta localidad, como demuestra el hallazgo de miles de
tabletas asirias escritas en caracteres cuneiformes. El arte excepcional de los
hititas se desarrolla a partir del encuentro de estas dos culturas: la indígena
hatti y la de los inmigrantes indoeuropeos. De forma general, se puede decir
que los conquistadores respetaron la religión y las costumbres indígenas y se
adaptaron a las condiciones locales. La adopción por parte de los hititas de
nombres de lugares y de nombres propios hatti demuestra claramente que la
fusión de los dos elementos étnicos fue total.
El nivel
artístico alcanzado en este primer período se manifiesta claramente en la
cerámica monocroma, que demuestra el desarrollo de la tradición indígena.
Destacan las jarras de pico largo de superficie roja, cuyo brillo imita las
superficies metálicas.
![]() |
Tres
músicos. Fechado entre los siglos X y VIII a.C., este relieve en
piedra representa a tres personajes que están tocando el tambor.
|
El arte
hitita desarrollado durante la Edad del Hierro se conoce a veces como arte
siro-hitita.
Aparte de la
tradición indígena es importante destacar la influencia egipcia en algunos
elementos, tales como las construcciones megalíticas, las esculturas y la importancia
de la esfinge. De otras regiones como Mesopotamia adoptan la escritura
cuneiforme, y aspectos religiosos y literarios. Pero los hititas desarrollaron
su propia iconografía y un estilo particular en los monumentos. Especialmente
originales son los relieves en la roca viva y la utilización de enormes rocas
naturales para esculpir figuras, a veces incluso en su interior.
El arte
hitita se caracteriza por su plasticidad. Frecuentemente representa una vida
extraña sugiriendo a la vez un movimiento específico. Las composiciones suelen
ser simples, con elementos literarios superpuestos, pero también existen
composiciones de mayor complejidad. Abundan las escenas de caza, pero sobre
todo es la religión la que centra todos los temas, e incluso, en representaciones
de escenas de batallas, los protagonistas son divinidades.
![]() |
Divinidad
masculina (Musée du Louvre,París).
Estatuilla de bronce procedente de Anatolia,
concretamente de la regiónde Tokal, que con
una antigüedad que se remonta al siglo XVI a.C.
|
Una de las
grandes dificultades del arte hitita es su datación, dado el tipo de relieve
rupestre y la continuidad de estilos que perviven en muchas ocasiones.
En el III
milenio se han datado unas figurillas masculinas, de forma plana y estilizada,
y otras que representan animales, como toros, leones, pájaros ... Escenas de
cacería, escenas en las que los protagonistas son animales depredadores, se
adaptan desde el III milenio hasta la Edad del Hierro. Otros objetos que
centran la actividad artística de los hititas son las vasijas rituales, en las
que se sustituyen las formas anteriores por figuras realistas: son vasos para
beber en forma de león o de cabezas de animal (toros, conejos, etc.).
La glíptica,
o arte de los sellos, parece una adaptación local de las ideas mesopotámicas.
La forma representada en los sellos es la ya conocida: animales de presa,
pájaros ... Constituyen también un grupo destacado las procesiones de
divinidades, siempre composiciones abarrotadas de imágenes. En Acem Hoyük se
centra un taller de glíptica con una iconografía y un repertorio riquísimo en
imágenes y originalidad.
El nivel
cultural alcanzado se pone de manifiesto en yacimientos como Kültepe y Karahöyük
que indican la presencia de palacios y templos en esta época.
Fuente: Historia del Arte. Editorial
Salvat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario.