Creada en 1922, esta acuarela de El Lissitzky simboliza
el proceso de búsqueda de las leyes de organización visual que respondía a los
intereses de los artistas constructivistas soviéticos. Invitado por Chagall en
1919 para que formara parte del profesorado de la Escuela de Arte de Vitebsk,
El Lissitzky se convirtió en un polifacético artista cuya producción influyó
poderosamente en la pintura, la arquitectura, el diseño gráfico, la fotografía
y la publicidad de la época, hasta el punto de ser nombrado director de la sala
de pintura abstracta del Museo Municipal de Hannover, uno de los principales
focos de dominio artístico de Europa.
(Museo Nacional de Arte Contemporáneo, Belgrado)
Fuente: Historia del Arte. Editorial
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