Máximo exponente del
Simbolismo francés, este artista se interesó mucho por los tema bíblicos. En
esta obra muestra el episodio de Cristo orando en el monte de los Olivos poco
antes de ser crucificado. Si bien estaba muy influido por los grandes pintores
renacentistas, él siempre hacía una interpretación muy personal de las escenas
religiosas conocidas.
(Museo de Gustave Moreau, Paris)