Típico del primer
período de Freud, La joven del perro blanco se creó con un pincel de marta, que
utilizó para aplicar la pintura con precisión lineal, casi como un dibujo. El
sombreado sutil evoca una multitud de texturas que exudan suavidad, calidez y
ausencia de tensión inmediata. La túnica se ha deslizado del hombro de la
niñera, dejando al descubierto su pecho derecho. Junto con la mirada ausente de
la mujer y el perro, los colores apagados y los contornos tenues le dan a esta
composición una uniformidad general.
La niñera es Kitty
Garman, la primera esposa de Freud y una destacada belleza cuyo padre fue el
artista Jacob Epstein. El perro era uno de los dos bull terriers que les dieron
como regalo de bodas.
Freud pintó muchos
retratos de Kitty durante su breve matrimonio, que terminó en divorcio en 1952,
debido a sus infidelidades crónicas. El cansancio en la expresión de la modelo,
las profundas oquedades bajo los ojos y el gesto de autosuficiencia de la mano
bajo el seno izquierdo insinúan su descontento, a pesar de este momento de
calma. La distancia analítica que llegó a caracterizar la brillantez de Freud
como observador se ve reforzada por la ausencia de un nombre en el título, a
pesar de su íntima conexión con los temas. Pudo ver ciertas cosas mejor porque
se mantuvo distante.
Fuente: https://www.wikiart.org/
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