Pintado entre 1443 y 1444 por uno
de los mejores pintores alemanes de su época como encargo para la catedral de
Ginebra, este óleo sobre tabla de 132 x 151 cm de tamaño evidencia la
influencia que tuvo la obra de autores florentinos como Andrea del Castagno o
Paolo Uccello en su concepción cromática y compositiva. El episodio evangélico
representado se desarrolla a orillas del lago Leman, en Ginebra, con el Mont
Blanc al fondo como testimonio del acendrado cariño que el pintor sentía por el
paisaje del lugar.
(Museo de Arte y de Historia, Ginebra)
Fuente: Historia del Arte. Editorial
Salvat.
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