La escultura funeraria del siglo XIX recogerá el espíritu elegíaco
del Neoclasicismo. La reverencia al pasado persistirá intensamente, unida al
ideal por glorificar la República en Francia, siendo un ejemplo de ello la obra
de Dalou, con quien el naturalismo alcanza una de sus notas más altas.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.
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