Obra realizada en 1985. Barceló ha trabajado
con gran cantidad de materiales. En la década de 1970 fue considerado un autor
conceptual, derivando en la de 1980
a un estilo neoexpresionista. Sus pinturas reflejan un
desplazamiento de los temas autobiográficos hacia interrogantes filosóficos
sobre el tiempo, el movimiento y la memoria cultural, de intensa factura. Según
el autor, sus pinturas giran en torno a dos conceptos esenciales: la vida y la
muerte.
(Colección particular, Barcelona).
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.