Inspirado seguramente por el arte naif francés de principios del siglo XX, Rivera imita en este lienzo el colorismo de Henri Rousseau poniendo el mayor énfasis cromático en los globos que porta la niña en la mano, remarcada por las diferentes formas de la vegetación que la envuelve y por el contraste con la otra figura infantil que aparece a su lado.
Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat.