Donato Bramante es considerado el
creador del estilo arquitectónico del Renacimiento clásico, por dos obras: el
proyecto de la Basílica de San Pedro del Vaticano y el Templete de San Pedro (Tempietto
di San Pietro in Montorio), una rotonda períptera encargado y costeada por
los Reyes Católicos de España en 1502.
San Pietro in Montorio es un pequeño templo votivo ubicado en el
lugar en el que, según la tradición cristiana, fue sacrificado San Pedro, el
primer Papa. Consta de dos pisos, al incluir en su interior, bajo el suelo del
patio, una cripta circular que cubre la roca del martirio del apóstol.
Se trata de un templo de planta
circular rodeado de 16 columnas de orden toscano. Estas columnas, alzadas sobre
un alto pedestal o basamento, sostienen un friso con triglifos y metopas con
bajorrelieves alusivos al martirio de San Pedro. El pequeño templo está
coronado por una cúpula semiesférica sobre tambor rematada a su vez por la
esfera y la cruz, símbolos por excelencia de la cristiandad. Sobresale en la
parte superior de la construcción, por encima de la balaustrada, la alternancia
de hornacinas y capillas rectangulares.
La forma redonda de la planta no
era un concepto nuevo, a pesar de que en el Renacimiento adquiere su mayor
esplendor. Hay una clara inspiración en los tholoi
griegos de Epidauro y Delfos, o en el más cercano templo de Vesta, en Roma.
En el siglo anterior ya se habían construido edificios de planta circular, no obstante,
el Tempietto era el primer edificio
renacentista en el que la cella
estaba envuelta por una columna con arquitrabe. Al igual que en los modelos de
la antigüedad, el espacio entre columnas se mantiene constante a lo largo de
todo el perímetro.
Otra ruptura con la tradición del
siglo precedente reside en su interior. Éste es demasiado pequeño. Su diámetro
es de sólo unos cuatro metros y medio, de manera que hay poco espacio para
albergar cualquier celebración eclesiástica. Este hecho demuestra que la
realización de reuniones litúrgicas era completamente secundaria. El contenido
real del edificio radica en su exterior. Es decir, el Tempietto se ha construido para contemplarlo, y no para ser
utilizado. Es un monumento en el sentido tradicional del término y no una
iglesia. El templete deviene un martyrium
o capilla conmemorativa, más que un lugar de reunión de los fieles.
La perspectiva es otro de los elementos
a destacar. Cuando se accede al templo, por medio de una escalinata, el
espectador ve el altar situado enfrente mismo de la entrada, con la crucifixión
de San Pedro en su parte inferior. Por tanto, nada más entrar, el relieve se
antepone directamente a la altura de los ojos del visitante, enmarcando pues la
entrada a la sala.
Bramante renunció a todo elemento
superfluo y decorativo en sus construcciones. Buscó una monumentalidad basada
en la simplicidad y armonía de las partes. Estos son aspectos bien visibles en
la presente obra. San Pietro in Montorio
de Roma, erigido en 1503, se convirtió desde el primer día, en el manifiesto de
todo el estilo de Bramante.
Fuente: Historia del Arte.
Editorial Salvat.