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Artistas de la A a la Z

Georgia O'Keeffe (1887-1986)


   O’Keeffe, Georgia (Wisconsin, 1887-Nueva York , 1986) Pintora perteneciente a la Escuela Precisionista americana.  Su infancia y adolescencia trascurren en un entorno rural. En 1905-1906 estudia en la Escuela de Arte del Instituto de Chicago, bajo la dirección de John Vanderpoel. En 1907 se traslada a Nueva York y atiende las clases de la Art Student League y conoce el arte europeo (RodinMatisse) a través de sus visitas a la galería 291 de Stieglitz. En 1912 estudia en la Universidad de Virginia en Charlottesville. Concentra sus esfuerzos en simplificar las formas para revelar la esencia. Entre 1912 y 1918 enseña arte. Decidida a dar expresión visual a sus emociones, hace abstracciones basadas en motivos naturales, durante los años 1915 y 1916. Éstas impresionan a Stieglitz, que le organiza su primera exposición individual en 1917; al año siguiente, O'Keffe vuelve a Nueva York y se une al grupo de artistas de vanguardia que se reúnen alrededor de la galería 291. En 1924 se casa con Alfred Stieglitz. Hasta este momento, sus obras son abstractas, como Blue and Green Music de 1919.

Sus obras más conocidas son las grandes pinturas de flores ampliadas a una escala gigante, como Black Iris de 1926; "lo que sorprende a sus contemporáneos no es tanto el punto de vista inspirado por las ampliaciones fotográficas, sino la evocación de la psique femenina que invita a asociaciones eróticas, aunque la propia O'Keffe siempre rechazó interpretaciones de este tipo. A pesar de todo, sus cuadros de flores conllevan algo de la magia misteriosamente tentadora de las formas de la naturaleza, desplegándose de acuerdo con los pulsos vitales, una magia que se desvanece con cualquier intento de describir su esencia metafórica en términos concretos" (Schmied). No pintó nunca figuras humanas. 

A partir de 1920 pinta en series, como las seis versiones de Jack-in-a-Pulpit de 1930. En 1929 visita por primera vez Nuevo Méjico, donde acabará viviendo a partir de 1946 (año de la muerte de Stieglitz). Sus obras preciosistas más conocidas son vistas de las calles de Nueva York desde la ventana de su apartamento, en el piso treinta y tres, del Shelton Hotel. Durante los años treinta y cuarenta, amplía su repertorio de imágenes y pinta huesos y cráneos de animales (donde se acerca al surrealismo), paisajes de Nuevo Méjico, su casa de abobe, etc.

En 1953 visita Europa por primera vez y empieza a viajar mucho; los viajes en avión le aportan nuevas imágenes: rascacielos con nubes y vistas aéreas del territorio. Gana numerosos premios y realiza exposiciones en los Estados Unidos. Su primera retrospectiva es organizada por el Whitney Museum of American Art de Nueva York en 1970. Seis meses después, se queda parcialmente ciega y deja de pintar, hasta que su asistente y amigo Juan Hamilton la convence para que retome su trabajo, en 1975, aunque hizo pocas obras hasta su muerte el 6 de Marzo de 1986.

Fuente: Texto extraído de www.mcnbiografias.com

Obras comentadas


Galería

Especial. Arte abstracto, 1915

Amanecer. Arte abstracto, 1916

Musica azul y verde de Georgia O'Keeffe

 



Blue and Green Music es una pintura de 1919–1921 de la pintora estadounidenseGeorgia O'Keeffe.

Pintada en sus años en Nueva York con la idea de que la música y el sonido podrían traducirse en algo para la vista, Blue and Green Music es una que utiliza el contraste de bordes duros y suaves y formas geométricas para transmitir ritmo y movimiento.

Sobre
La pintura usa colores que son sutiles y audaces para capturar la variación de tonos que uno encontraría en la música. O'Keeffe describió la música como capaz de ser "traducida en algo para la vista"

Esta pieza fue hecha mientras O'Keefe vivía en Nueva York con Alfred Steiglitz. Ella creó muchas obras que se le haga referencia la música durante este período de tiempo, diciendo: "Me di cuenta que podía decir las cosas con colores y formas que no podía decir de otra manera - cosas que no tenía palabras para."

La pintura es parte de la colección Alfred Stieglitz, un regalo de la artista al museo en memoria de su esposo.

Cabeza de carnero, Colinas de malva blanca de Georgia O'Keeffe

 


Georgia O'Keeffe mantuvo una gran admiración por la parte suroeste de los Estados Unidos. A mediados de la década de 1920, O'Keeffe sintió dudas sobre las pinturas que estaba haciendo; ella escribió en una carta a un amigo: “Parece que no estoy cristalizando nada este invierno. No estoy claro. No estoy firme en mis pies ”. Su relación con Alfred Stieglitz se deterioró y sufría problemas de salud. O'Keeffe quería tomar un descanso de Nueva York, por lo que en 1929, ella partió para visitar Nuevo México. Esta decisión fue solo el comienzo de un poderoso romance que duró hasta su muerte.

Durante sus viajes, O'Keeffe escribió: “Nunca me siento como en casa en el Este como me siento aquí. Y finalmente sentirme en el lugar correcto nuevamente, me siento como yo, y me gusta ”. Ella residió en Occidente hasta el verano de 1930, y produjo más de 30 pinturas allí. Pero no fue hasta 1935 que pintó Ram's Head, White Hollyhock-Hills .

Esta obra de arte destila gran parte del Precisión y también del Surrealismo.. La yuxtaposición de una calavera y el paisaje de Nuevo México era algo nunca antes visto. Para O'Keeffe, esos huesos se convirtieron en un tema importante para representar en sus piezas porque representaban la belleza duradera del desierto y la dureza del espíritu estadounidense. Parece que el azul del cielo se destaca aún más que el cráneo y la malva blanca. La malva crea un contraste imposible de ignorar. Si el cráneo y las montañas representan la fuerza estadounidense, la malvarrosa blanca puede simbolizar la fertilidad de este paisaje. A pesar de haberse sentido terriblemente mal interpretada antes por sus pinturas de flores, O'Keeffe regresó continuamente a ellas como sujetos.

Pintar las colinas fue todo un reto para ella; O'Keeffe escribió sobre esto: “Había mirado las colinas durante semanas y las pinté una y otra vez, las había trepado y montado sobre ellas, tan maravillosamente suaves, tan difíciles. Había pintado esas colinas desde el auto a pleno sol y había fallado gravemente, pero podía verlas, más lejos, desde mi ventana bajo la lluvia. Así que intenté de nuevo ”, hasta que ella los conquistó.


Modernismo o modern style

Movimiento artístico común a las artes plásticas, la arquitectura, la literatura y la música, que se desarrolló a fines del s. XIX y principios del XX.

El modernismo recibió distintos nombres, según los países: Modern Style en Gran Bretaña y EE.UU., Art Nouveau en Bélgica y Francia, Jugendstil en Alemania, Sezession en Austria y Liberty Floreale en Italia. El estilo, que deriva de la pintura de los prerrafaelistas ingleses, del simbolismo y del movimiento Arts and Crafts, se impuso en Europa y EE.UU. entre 1890 y 191 O. Respondió a un intento deliberado de crear un estilo nuevo, distinto del historicismo que imponía la imitación servil de las obras del pasado medieval o clásico. Se caracterizó por el uso de líneas sinuosas en arabesco, que recuerdan formas orgánicas, y por el predominio de las asimetrías. Se aplicó a las artes plásticas, la arquitectura, el diseño de interiores, la joyería, la cristalería y la ilustración. El movimiento se inició en Gran Bretaña con la obra del ilustrador A Bearsdley, que alcanzó gran popularidad, y se extendió rápidamente por el resto de Europa y EE.UU. En las artes decorativas destacan el diseñador de cristalería estadounidense L. C. Tiffany y el diseñador de joyas francés R. Lalique. En 1890 la Exposición Universal celebrada en París consagró el nuevo estilo. En Francia hubo dos centros: Nancy, con el refinamiento de tmile Gallé (son notables sus cristales y muebles), y París, dominado por la figura del pintor H. Toulouse-Lautrec, y marcado por sus estaciones de Metro, coronadas por retorcidas orquídeas de hierro, obra de Hector Guimard.


La arquitectura modernista se caracteriza por la fusión entre elementos estructurales y ornamentales: los materiales se combinan con gran libertad, hierro forjado, vidrio, cerámica y mampostería para unificar interiores en los que las columnas parecen plantas trepadoras y las ventanas son a la vez oberturas para iluminar y membranas que recubren la superficie exterior. Este tratamiento era radicalmente opuesto a los valores tradicionales de la arquitectura clásica, que postulaban claridad en la distinción entre elementos estructurales y ornamentales. Los arquitectos modernistas de mayor interés fueron el escocés C. R. Mackintosh, que se distingue por el uso de formas geométricas y que diseñó muchos elementos de mobiliario; los belgas Henry van de Velde y Victor Harta; en EE.UU., el arquitecto L. H. Sullivan, y, el más original y vigoroso, el español A. Gaudí. En Austria destacaron, asimismo, los arquitectos Otto Wagner, J. Hoffmann y J. M. Olbrich, y el pintor G. Klimt, impulsor de la Sezession vienesa. Uno de los centros más interesantes fue Barcelona, donde se hallan la mayoría de las obras de A Gaudí, que diseñó edificios a partir de formas curvas y bulbosas, que se desarrollan como organismos brillantemente coloreados, como la casa Vicens o el Palacio Güell (1886-91), y también Doménech i Montaner, con su edificio para el restaurante de la Exposición Universal de 1888. Ambos reaccionaban contra el neoclasicismo, su espacio paralelepípedo, su decoración de contornos lisos y la ausencia de color, oponiéndole una nueva búsqueda de dimensión espacial, absoluta libertad compositiva y exuberante decoración. El grupo barcelonés "Els Quatre Gats", introductor del impresionismo, centró el interés de la evolución modernista de las artes plásticas; los artistas más destacados fueron I. Nonelll, R. Casas, M. Hugué y S. Rusiñol, este último más por su papel de catalizador que por su obra. Con la aparición del funcionalismo, este movimiento artístico pareció anticuado y el término modernista tomó un cariz peyorativo. No habría de ser redescubierto hasta la década de 1960. Fue un movimiento importante por su contribución a la unidad del diseño en las artes decorativas.

Fuente: Historia del Arte. Editorial Salvat       

Artistas del Art Nouveau

Artistas del Modernismo

Eduardo Abela (1889-1965)



Abela, Eduardo (San Antonio de los Baños, 3 de julio de 1889 - La Habana, 9 de noviembre de 1965) Artista y pintor cubano.​

Aunque su primer trabajo fue de tabaquero manifestó una gran atracción por las artes plásticas a los veinte años de edad, por ello en 1912 se traslada a La Habana e ingresa en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro; también se formó en la Académie de la Grande Chaumière de París, Francia. Fue miembro fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y del Estudio Libre de Pintura y Escultura de La Habana, del que también fue director, y participó como jurado en el VIII Salón nacional de pintura y escultura.

Comenzó a publicar dibujos humorísticos en los periódicos habaneros. Vivió y trabajó en España entre 1921 y 1924, año en que regresó a Cuba. Su primera exposición la realizó en 1924 en el Salón de Arte Moderno de Madrid. En 1925 crea su más famoso personaje El bobo que sirvió como instrumento de lucha contra la tiranía de Gerardo Machado. El Bobo le dio un tipo de popularidad más ancha y efectiva: influencia en el medio social como humorista ingenioso y punzante, y desenvolvimiento económico. La prensa “pagaba” porque los cartones de Abela eran buscados cada día por la masa de lectores. Mientras la dictadura machadista se hundía en sangre y atropellos, El Bobo burlaba censuras y “pasaba por Bobo, pero era un vivo como tantos cubanos de la calle”. La caída de Machado en 1933, marcó el final de su labor periodística; en esa época marchó a Italia y como cónsul del gobierno cubano llegó a Milán.

De regreso a Cuba pintó algunas de sus obras notables de esa etapa: Guajiros (premiada en la II Exposición Nacional de Pintura y Escultura de 1938) y Los novios. Creó el Estudio Libre para Pintores y Escultores, para una enseñanza anticonvencional y verdaderamente incentivadora de la creación artística. Se unió al trabajo de pintores que introducen lenguajes artísticos más modernos y expuso en la muestra de Arte Nuevo. Viajó a Europa y residió dos años en París adquiriendo el éxito suficiente para exponer en la Galería Zak.

Entre 1942 y 1952 desempeñó misiones diplomáticas en México y Guatemala; en este último país recibió el Premio Nacional de Pintura (1947). Allá también realizó El Caos (1950), que marcó una sustancial transformación de su lenguaje expresivo: de cuadros de mediano formato a piezas de pequeña escala; de un modelado sólido de figuras a una atmósfera idílica, detallística, minuciosa, con referencias al mundo de Paul Klee y Marc Chagall. Luego de volver a Cuba en 1954, produjo notablemente en cantidad y calidad pequeñas joyas, que exhibió en numerosas muestras; entre ellas una retrospectiva en la Galería de La Habana, 1964.

En 1957 expuso por primera vez en una muestra colectiva durante la IV Bienal de São Paulo, realizada en el Parque do Ibirapuera de Sâo Paulo, Brasil.

En 1981 se celebró una Exposición homenaje a Eduardo Abela durante la II Bienal Internacional de Humorismo, celebrada en la Galería Eduardo Abela, en San Antonio de los Baños, La Habana.


Galería
Fiesta en el Batey, 1927

Niña con Flores, 1955

Punto al Arte